El
cantor presentó por segunda vez en Córdoba “Tangazos”, su exitoso álbum de
clásicos con registro en directo; y adelantó “Tangamente” próximo disco de
estudio que verá la luz antes de que finalice 2015.
RECITALES
Por Néstor Pousa
Por Néstor Pousa
Como si fuera Corrientes y Esmeralda, la
gente se apretaba en el hall central del antiguo teatro haciendo fila rumbo al
encuentro de Omar Mollo. Pero no era Buenos Aires,
era la calle San Jerónimo y a mitad de cuadra, en pleno corazón de la capital
cordobesa. Según indica su pasaporte, de profesión: Cantante de Tangos, pero
Omar más que cantar interpreta, transmite como muy pocos la poesía tanguera, esos
textos desgarradores sobre historias fatales capaces de arrancarte el corazón
de un sólo zarpazo. Los poetas del tango supieron describir como nadie al
hombre urbano y su angustia existencial, hablar de las heridas que no cierran, ni
sangran todavía. Y Omar se mete en esas liricas, desarmándolas, para ver que hay
adentro, no repite como loro e impostando la voz, te cuenta más que te canta. Y
entre una canción y otra, saca relucir sus dotes naturales de showman. Si le apuntás que lo suyo es
ángel, dirá que no, que es mostrase natural y tal cual es. Advierte que no le
gusta hablar mucho en el escenario, pero espontáneamente va montando un stand-up sin textos preestablecidos, ni
guión previo, que termina de redondear el show, siempre respaldado por un
verdadero power trío tanguero que
integran Diego Ramos (piano y dirección musical), Federico Maiocchi (contrabajo)
y Ernesto “Chino” Molina (bandoneón).
Ni siquiera la lista de temas se somete a
una estructura rígida y termina de definirse por los pedidos de la gente, a la
que en determinado momento Omar les hará optar: “¿Qué prefieren Nada o Siempre París” ...“¿Uno o La última curda?”.
Con el show en curso y tras los primeros tres clásicos en la bolsa (María, Tarde y Afiches), le gusta chequear el estado de
ánimo de la platea, “¿Vamos bien
hasta acá?”, pregunta, y ante la afirmativa prosigue tranquilo.
La función del viernes pasado a la noche en
el Teatro Real obraba como segunda presentación en la ciudad de Córdoba de Tangazos,
su disco en directo editado en 2014. De ese verdadero documento que resume la
primera década de Omar Mollo definitivamente vinculado al Tango, estuvo
compuesta primordialmente la inobjetable lista de temas: Melodía de arrabal, Desencuentro,
Se tiran conmigo, Los Mareados, Gricel, Naranjo en flor, Que nadie sepa mi sufrir; y ese verdadero
himno nacional del tango que es Garúa,
con una intro piazzolleana y un
notable arreglo que es marca registrada del trío.
Este nuevo encuentro con el público de
Córdoba fue propicio además para adelantar el nuevo disco de estudio, sucesor
en este formato de Barrio Sur (lanzado
en 2012 y uno de sus trabajos más representativos). Sobre el próximo material
adelantó varias cosas, que el título será Tangamente; y aunque no lo dijo
trascendió que tendrá como invitado de lujo al guitarrista Luis Salinas. Luego anticipó
nuevas versiones de la Milonga para
Jacinto Chiclana (Piazzolla - Jorge Luis Borges) y Que tango hay que cantar (Rubén Juárez – Cacho Castaña).
Con el público encendido la noche alcanza
su mejor forma y el final del concierto se prorroga en temas que se agregan a
la lista, los clásicos indudables Malena,
Pasional, Rondando tu esquina, se articulan con el repertorio más actual, tal
el caso de Rocanrol, un neo-tango del
uruguayo Edu “Pitufo” Lombardo; y otro que revela que a Omar todavía el corre
sangre rockera, Muchacha ojos de papel
(Almendra), con un sugestivo arreglo de inspiración mitad tanguera, mitad
folklórica.
Se tomó muy en serio aquello que alguna vez
le sugirió de modo imperativo Rubén Juárez. “Ni
se te ocurra ponerte traje”, le ordenó el Negro, y tanto caso le hizo que
hoy Omar hasta se despegó de la sobriedad que imponían la remera básica y los
jeans negros, para aparecer enfundado en un atuendo multicolor, con sus
clásicos borceguíes y campera de cuero marrón al tono. De todas maneras los
tangueros ortodoxos ya se acostumbraron que a su larga cabellera no hay
Glostora que la dome.-
Lugar: Teatro Real (Córdoba)
Fecha: viernes 25/09/15
Asistencia: 500 personas
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