viernes, 30 de abril de 2010

Divididos: la era de la madurez

Luego de ocho años de espera apareció “Amapola del 66”. El nuevo disco de Divididos acentúa la búsqueda de fusiones folklóricas del trío de Mollo y Arnedo, y presenta oficialmente a su actual baterista Catriel Ciavarella. Mirá el video-clip de “Hombre en U”.

COMENTARIOS DISCOGRÁFICOS

Por Néstor Pousa © 2010

Los motivos por los cuales una banda como Divididos pasando por uno de sus momentos de apogeo decide tomarse no uno, sino ocho años sabáticos para la gestación de un nuevo disco de estudio, admite varias hipótesis. Los integrantes de la banda ya se encargaron de dar sus explicaciones, pero en plan de conjeturar se me ocurre pensar que es muy saludable que en los tiempos que corren en los cuales las reglas las impone el mercado, una banda de rock decida burlarse de ellas y romper con la secuencia establecida de: componer - grabar disco - presentarlo en vivo - hacer la gira y volver a comenzar, y todo en un lapso de no más de dos años. Divididos decidió zafar de eso, y es lo primero para destacar.

Pues bien ya apareció el tan esperado disco, octavo de estudio, y Amapola del 66, tal su nombre, es un muy buen trabajo que aspira a convertirse en un disco tan emblemático como lo son Acariciando lo áspero (1991) o La era de la boludez (1993). Este nuevo álbum demuestra una interesante evolución y estado de madurez del trío comandado por la dupla Arnedo-Mollo, que hoy tiene a Catriel Ciavarella como responsable de la percusión, y es el debut del baterista con temas inéditos, oficializándose así su paso por la banda tras la sucesión de colegas como Jorge Araujo, Federico Gil Solá y Gustavo Collado, que lo antecedieron en el puesto y fueron fundamentales a su turno para forjar el estilo que hoy defienden.
No obstante queda claro que los imprescindibles son Ricardo Mollo (voz y guitarras) y Diego Arnedo (bajo), y se nota la influencia de este último dentro del trío; su forma de tocar y el sonido que le arranca a su bajo marca el camino a seguir casi como si se tratara de una guitarra líder.
El nuevo material, tras tantos años de decantación, dio por resultado una lista sin rellenos en donde se puede apreciar la profundización en la búsqueda de un power rock progresivo, psicodélico y experimental, fusionado con ritmos folklóricos. Hay temas largos, algunos de más de seis minutos, con pasajes instrumentales que parecen zapadas y letras interesantes, con el uso de una metáfora a veces indescifrable que es característica en ellos.
Los temas. La lista contiene doce temas nuevos y un cover, y está armada como si fuera un set en vivo y para ser tocado de punta a punta, y tanto los temas, como el disco, van pasando por distintos climas, cambios y cortes. El primer bloque de canciones arranca con Hombre en U, en donde se nota intacto el poder de la banda sonando en vivo, con la guitarra de Mollo tan distorsionada como sutil y lo que apuntábamos sobre el bajo de Arnedo. Sigue con Buscando un ángel, que va y viene del reggae al rock. El mantecoso y Muerto a laburar continúan en esa línea.
El segundo bloque es el punto neurálgico del álbum. Comienza con el leiv motiv, Amapola del 66, que desde su nombre y su estructura es una referencia explícita a la psicodelia. Sobre el final muta inteligentemente a una especie de malambo para que no sea tan chocante la aparición de una chacarera tocada al estilo tradicional. Se trata de La flor azul, el único cover es un viejo y conocido tema compuesto por Mario Arnedo Gallo, prestigioso folklorista y papá de Diego. En ella aparece el único invitado del disco, Peteco Carabajal en violín. Cerrando ese bloque viene un tandem de dos temas, Senderos y Jujuy -unidos por una poesía del tilcareño Germán Choquevilca- en los cuales la simbiosis folklore-rock llega a su máxima expresión.
El tercer y último capítulo de este disco que roza lo conceptual, viene con Caminando; la hipnótica Boyar nocturno; Avanzando retroceden, milonga floydiana cantada por Diego Arnedo y El perro funk, con reminiscencias a la primera época del trío.
Como si se tratara de un bis está Todos, un tema testimonial dedicado a las víctimas de la tragedia de Santa Fe (ver: http://www.tragediadesantafe.com.ar/), que como un mantra repite uno de los lemas de esa organización: “Todos fuimos, todos somos, todos podemos ser”.
Amapola fue recibido como un gran trabajo, no por la ansiedad que provocó su espera, sino porque con él los Divididos merecen ser considerados genuinos continuadores de artistas como Litto Nebbia, Arco Iris y León Gieco -por citar algunos- que demostraron que la música no admite fronteras.-

MIRÁ EL VIDEO-CLIP DE "HOMBRE EN U"

sábado, 24 de abril de 2010

Divididos: el poder de la flor

En un concierto que tuvo momentos de mucha intensidad y una importante lista de invitados, Divididos presentó oficialmente en Córdoba “Amapola del 66”, su tan demorado como esperado nuevo disco.

RECITALES

Por Néstor Pousa © 2010

La Pachamama y una Stratocaster en armonía perfecta ¿son posibles? Psicodelia vernácula en altas dosis, un Flower power pero de acá, eso fue la presentación oficial en Córdoba de Amapola del 66, el muy esperado nuevo disco de Divididos.
Sobre el piso del escenario del Orfeo Superdomo el viernes pasado a la noche descansaba una pared de equipos que minutos después iban a estar sonando al repalo, como alguna vez lo soñó el líder de la banda. Media hora de demora respecto a lo anunciado fue lo que se tomaron Ricardo Mollo y Diego Arnedo, columnas principales del power trío que completa el baterista Catriel Ciavarella; y como prólogo de la obra que iban a representar, abrieron el show con El arriero de Don Ata, aunque esa versión, que es uno de sus hits, les pertenece legítimamente. “¿Les gusta el nuevo disco?”, preguntaron, el público asintió, y a continuación se despacharon al hilo con los primeros cuatro del flamante álbum: Hombre en U, Buscando un ángel, El mantecoso y Muerto a laburar. Todo indicaba que así iban a seguir, tema por tema de los nuevos -porque hay que decir que Amapola… es un disco que parece armado como para ser tocado de corrido en vivo- pero no, se sentaron y mostraron un set eléctrico de living con Spaghetti del rock y Par mil, ambos de Narigón del siglo. Luego empezaron a aparecer los invitados que le dieron su toque particular. La tilcareña Micaela Chauque, solita su alma ante la multitud, “Tendrían que ver donde vive esta mujer, el silencio que hay, y la traemos a este quilombo”, bromeó Mollo. Después los músicos y amigos de Ricardo Vilca para Guanuqueando. Más tarde Juan Saavedra y Sandra Farías bailando una chacarera chamánica. Y Fortunato Ramos con su erque y la figura más sobresaliente de todas: Rubén Patagonia, el folklorista más rockero, ¿o será el revés? El carácter folklórico que siempre desplegó Divididos se potenció con ellos, al punto que en un momento hasta pareció un poco exagerado, pero los temas fueron impactantes, destacándose: Avanzando retroceden (de Amapola…) interpretado maravillosamente por Diego Arnedo (¿por qué no cantará más seguido?), el súper hit ¿Qué ves? y el clásico de Sumo, Mañana en el abasto.
El sonido que durante la primera hora evidenció algunas fallas, terminó de ecualizarse en la segunda parte en la cual siguieron con todo el resto de Amapola. Sonaron con mucha potencia, apoyados en el atronador bajo de Arnedo y en la espectacularidad para tocar la bata de Ciavarella, temas como: Caminando, Boyar nocturno y El perro funk; mezclados con momentos de introspección como el tandem Senderos y Jujuy, y Todos, este dedicado a los chicos de la Tragedia de Santa Fe.
“Es un disco para escuchar”, aseguró Arnedo y hay que reconocer que el público se la bancó estoicamente, aún el fan más recalcitrante que siempre va a escuchar los hits que musicalizan el pogo, se fumó calladito y de una seca todo el álbum. Y ese respeto manifiesto de la gente tuvo su reconocimiento en el final con una lista previsible integrada por Rasputin, El 38, Ala delta y el bis anticipado de Next week. Ahora sí todos conformes para llegar al gran cierre con la amapola del postre; el tema leit motiv del nuevo disco fue dejado de ex profeso al final para terminar el show con todos los invitados junto a los tres divididos formando una cuerda de bombos legüeros.
Fue el final perfecto para un concierto de tres horas que desafió las normas básicas de convivencia en recitales rockeros -y enhorabuena que esto suceda- y resultó una gran representación del flamante material de Divididos. Fue como conjurar en un mismo sitio a Yupanqui y a Hendrix, en un lugar que da lo mismo si es la Próspero Molina o Woodstock. ¿Pero cómo: no era que un Chalchalero no es igual que un Rolling Stone?
Foto: Diario "La Voz del Interior" (edición digital)

sábado, 17 de abril de 2010

The Beatles: 40 años después

El 10 de abril pasado se cumplieron cuatro décadas de la separación de The Beatles y la efeméride fue noticia mundial. No es para menos, su enorme legado musical y estético sentó las bases para lo que vendría.

NOTAS

Por Néstor Pousa © 2010

El 10 de abril de 1970 se daba a conocer el comunicado oficial por el cual Paul Mc Cartney abandonaba The Beatles produciéndose así el desmembramiento de la banda más popular e influyente de la música pop de la segunda mitad del siglo XX en adelante.
Era un secreto a voces que en el seno de la banda las relaciones entre sus cuatro integrantes no andaban bien. El desgaste de diez años de intensa carrera había hecho mella, y junto a otros factores externos llevaron las cosas al final anunciado.
Los planes individuales no coincidían con los grupales: Paul quería darle forma a su proyecto solista sin tener que compartir liderazgos; John Lennon, su viejo socio, se involucraba en causas pacifistas junto a su mujer Yoko Ono como su sombra inseparable; George Harrison andaba en otra, inspirado por la religión y la filosofía hinduista pero sin abandonar la música; y Ringo Starr en definitiva les seguía la corriente de los demás.
Hace cuarenta años los millones de fans alrededor del mundo tomaron la noticia con una mezcla de incredulidad y desconsuelo, sin dar crédito a lo que estaba sucediendo, y con la esperanza que la decisión no fuera algo drástico y definitivo. Lo que seguro nadie podía presagiar era el volumen de leyenda que su legado musical, estético y cultural generaría a escala universal.
Ya con The Beatles disueltos, en décadas sucesivas seguirían naciendo nuevas generaciones de fans a partir de su música. Lanzamientos de discos de grandes éxitos que sintetizaban su obra, apariciones de álbumes con tomas alternativas e inéditas (outtakes), el descubrimiento de rarezas o grabaciones piratas (bootlegs) de temas en estudio o en vivo no editados en su momento, más los constantes relanzamientos de toda su discografía por distintos soportes (vinilo, cinta, cd, dvd); y por que no la compresión en mp3 a partir de la difusión de este formato, hicieron que se propagara por todo el planeta la "beatlemanía" que había nacido en vida de la banda.
En mi caso personal pertenezco a la primera generación de fans que se iniciaron tras la ruptura, y para eso tuvieron mucho que ver dos álbumes dobles lanzados en 1973 que resumían en forma casi perfecta una antología de sus canciones. Se llamaron The Beatles 1962-1966 y The Beatles 1967-1970, aunque se los conoció como el Álbum Rojo y el Álbum Azul, respectivamente, por el color predominante en su portada, que mostraba en la tapa una foto de los cuatro usando flequillitos, traje y corbata (la misma que ilustró Please please me, el disco debut de 1963); y en la contraportada una replica de esa foto en la misma pose y lugar, tomada algunos años después y ya lookeados al estilo hippie de fines de los 60’s. Las fechas insertas en los títulos ubicaban temporalmente el período al que comprendían los temas, y si bien no se incluyeron en el catálogo oficial, fueron fundamentales para la primera refundación del mito a principios de la década del 70. Los sobres internos de esos discos contenían las letras de todas las canciones, imprescindibles para pasar los temas en guitarra criolla en las reuniones y fogones de secundaria. La favorita era Hey Jude, por el coro colectivo del final en donde todos se prendían, hasta los que no tenían oído ni para tocar el timbre. Y ya estaba consumado el acto: el virus (¿inocuo?) de la "beatlemanía" se había apoderado de nosotros para siempre.
Con nueve años de demora respecto de su edición original inglesa se publicaba en 1975 en Argentina A collection Beatles’ Oldies (but Goldies!) un compilado de hits que tenía la particularidad de presentar un tema inédito hasta ese momento. Era un furioso rock and roll cantado por John titulado Bad Boy (Muchacho Malo), cuyo autor era el célebre cantante y pianista norteamericano Larry Williams a quien The Beatles también le versionaron Slow down y Dizzy Miss Lizzy. Pero tener estos ejemplares no era suficiente, y así empezamos a conseguir los discos en el orden cronológico que habían sido editados de acuerdo a la lista oficial británica: Please please me, With The Beatles, A Hard Day's Night, Beatles for Sale, Help!, Rubber Soul, Revolver, Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, The Beatles (conocido con el Álbum Blanco), Yellow Submarine, Abbey Road y Let it be.
Numerosas reediciones se sucedieron siempre acompañadas por un extraordinario éxito de ventas, hasta llegar al 2009, año en que se conoció un box set con todos esos álbumes remasterizados digitalmente, cuyo lanzamiento mundial se produjo el ya famoso 09-09-09. Esa verdadera enciclopedia musical constituye el legado más grande que conozca la historia del pop alrededor del cual aún hoy, 40 años después de la separación de sus creadores, se sigue alimentando la leyenda.-

martes, 13 de abril de 2010

Bastardos sin gloria, pero geniales


COMENTARIO Y TRAILER DE LA ÚLTIMA PELÍCULA DE QUENTIN TARANTINO

por Néstor Pousa (c) 2010

Ok, ya sé, este no es un blog sobre cine. Pero ocurre que días atrás vi una película que me gustó mucho y lo quiero comentar. Se trata de Bastardos sin gloria (Inglouriuos basterds) escrita y dirigida por Quentin Tarantino, que con ocho nominaciones en los rubros más importantes se convirtió en una de las mayores atracciones en la última entrega de los premios Oscar. Hace unos días la vi en formato dvd y la verdad que me encantó. Confieso que no hay forma que una película de Tarantino no me guste, me aburra o me decepcione. Debo aclararles algo que debería omitir para preservar la credibilidad de cronista-crítico, pero me declaro absolutamente fan del realizador estadounidense. Es así, no voy a ocultarlo. Seguí casi toda su filmografía como director, guionista, productor y actor (Sin City, Kill Bill Vol. 1 y 2, Jackie Brown, From Dusk Till Dawn, Pulp Fiction, Reservoir dogs, entre otras). Tarantino sabe muy bien como entretener. Su originalidad e innovación, su inclinación a cruzar permanentemente los límites y shockear al espectador, siempre sorprenden. Es un atrevido que se toma todas las licencias artísticas que le vengan en gana y que el cine le permite, y así en Bastardos sin gloria llega hasta distorsionar a la mismísima historia reciente: ¿Hitler se suicidó encerrado en su bunker de Berlín o murió ametrallado en un cine de Francia?
Encabezan el impecable casting: Brad Pitt como el Teniente Aldo Raine, jefe del grupo comando llamado Los Bastardos; Mélanie Laurent es Shosanna Dreyfus, una joven francesa-judía que zafó de la masacre de toda su familia y planea venganza; y Christoph Waltz como el Coronel Hans Landa -en una soberbia actuación que arrasó con todos los premios en el rubro mejor actor de reparto- personificando a un inefable y a la vez temible oficial nazi. Si todavía no la vieron, no se la pierdan, mi "Oscar honorario" es para ellos.-

VEAN EL TRAILER DE LA PELÍCULA:

sábado, 3 de abril de 2010

Fito Páez: nuevo disco y polémica

Luego de su faceta de piano-man en solitario, el rosarino vuelve en su nuevo disco a un formato eléctrico sin abandonar el estilo canción. En el medio polemizó con Arjona. También mirá el video-clip del tema "Tiempo al tiempo".

NOVEDADES DISCOGRÁFICAS

Por Néstor Pousa © 2010

Debo confesarles que me resulta un poco incómodo hacer una reseña crítica de un nuevo disco de Fito Páez. Somos de la misma generación, tenemos casi la misma edad y, por haber coincidido en tiempo y lugar, me tocó ser testigo -como a muchos otros- de su entrada al firmamento del rock. Pude comprobar el deslumbramiento que causó su estrella, no sólo en el público ya que esto era previsible, sino en los otros músicos que lo antecedieron y que fueron sus referentes e influyeron a Fito en su adolescencia, como Litto Nebbia, Charly García y Spinetta.
Desde su debut como tecladista, autor, compositor y arreglista de la banda de Juan Carlos Baglietto -ver “Festival de Rock de La Falda ‘82”-, Fito se convirtió y fue considerado, con total justicia, como uno de los emergentes más notables de la música contemporánea argentina en la década del 80. Si al género le estaba haciendo falta un letrista que reflejara nítidamente el sentimiento de opresión de una generación fusilada, ese fue él. No obstante, siempre lo seguíamos viendo como un chico común, como un amigo más de la barra. Y no era un espejismo se nuestras sensaciones juveniles, él mismo se encargaba de generar ese sentimiento en nosotros.
Tras su temprano y promisorio debut solista en 1984 con el álbum Del ’63, vendría una trilogía de discos imprescindibles: el ecléctico Giros (1985), el oscuro y catártico Ciudad de pobres corazones (1987) y el psicodélico Ey! (1988), develaban por entonces su tremenda capacidad innata para concebir canciones urgentes.
Hace pocos días Páez agregó un flamante título a su profusa discografía. Su nombre es Confiá y fue grabado en estudios de La Cumbre (Cba.), Brasil y Buenos Aires. En este nuevo disco lo primero que se escucha apenas el láser empieza a correr por la pista 1, es un arabesco que dibuja la guitarra eléctrica, esa intro es un aviso de como va esta nueva etapa en la que abandona la faceta piano-man solista que peló en Rodolfo (2007) y en el vivo No sé si es Baires o Madrid (2008), sus más recientes producciones, y vuelve al formato eléctrico puesto al servicio de la canción. Así es como entiende el rock este Páez en su etapa adulta.
Hoy Fito deja que se escriba sola la canción, así lo asegura en Tiempo al tiempo, primer corte que se conoció de este nuevo álbum, y entra al estudio de grabación con retazos de temas que concluirá entre una toma y otra. Este método, varias veces usado en el pop y el rock, tiene su pro y su contra. Es cierto que se gana en espontaneidad y puede dar como fruto una obra inolvidable; algunas canciones antológicas surgieron en veinte minutos, suelen asegurar sus autores. Pero también se corre el riesgo que tanta improvisación convierta al resultado final en algo prontamente obviable.
Como todo lo pergeñado por Páez, si bien Confiá puede no ser “él” disco, siempre supera la media normal actual, y guarda niveles artísticos indudables. En ese sentido contiene momentos para destacar, como son Confiá (el tema) que abre el disco, o la melancólica London town, con solo de guitarra slide a lo George Harrison. También la ya mencionada Tiempo al tiempo; M&M, canción dedicada a dos misteriosas groupies, y Desaluz, otra balada que elabora un juego de palabras con su título, se convierten en lo más atractivo.
Páez vs. Arjona. En el medio de este lanzamiento Fito se enredó en una inesperada polémica con Ricardo Arjona, cantautor romántico caracterizado por el uso y abuso de metáforas que se llevan puestos todos los límites entre la originalidad y lo rebuscado; y no voy a ejemplificar citando ninguna de ellas, en nombre del buen gusto.
Ocurrió que Fito le tiró un hondazo por elevación y Arjona le devolvió un misil al pecho. Resumiendo: el rosarino ve con mal grado el éxito arrollador del guatemalteco, y asegura que es uno de los indicadores de la “aniquilación cultural” (sic) de los tiempos que corren. Arjona no tardó en reaccionar y lo trató, entre otras cosas, de resentido y sonó exagerado. No olvidemos que Páez conoció un éxito similar cuando en 1992 concibió El amor después del amor, el disco más vendido de la historia del Rock Argentino, y aunque le sacó provecho, renegó de tanta popularidad. “Es sólo una cuestión de actitud, reírse del fracaso y del oro…”, diría tiempo después Fito.
En realidad, en vez de subirse al ring de estas peleas mediáticas frecuentadas por los que buscan algo de fama forzada, deberían dedicarse a lo que mejor saben hacer, por el bien de sus respectivos públicos, tan en las antípodas entre sí, como lo están ambos músicos.
Fito en Córdoba. El músico rosarino estará presentando Confiá en la ciudad de Córdoba el viernes 4 de junio desde las 21:00 hs. en La Vieja Usina (Av. Costanera y Cnel. Olmedo). Entrada General: $66. Anticipadas: Disquería Edén y Locuras, o al teléfono 0351-570-3336.-
Mirá el video-clip del tema "Tiempo al tiempo":