lunes, 12 de julio de 2021

De todo Rock and Roll y algo más..

El periodista riotercerense Maxi Carranza publicó su primer libro en el cual recopila crónicas de 25 años de actividad. Lo entrevistamos para que nos cuente detalles sobre este trabajo.                                                                                

Por Néstor Pousa


En el 2019 Maxi Carranza (Río Tercero, 1971) celebró 25 años de su primer artículo periodístico en un medio gráfico de su ciudad natal. Luego de esa experiencia iniciática, continuó publicando en diferentes medios de la ciudad y la región. Consciente de la importancia del aniversario, el periodista recibido en la Escuela de Ciencias de la Información (hoy Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UNC) decidió festejarlo con la publicación de su primer libro, titulado “De todo Rock and Roll y algo más” (El Mensú Ediciones), en el cual recopila alguna de esas crónicas.

Hace unos días Maxi me hizo llegar una copia de su libro y entonces le propuse esta entrevista para que él mismo nos cuente qué significó abrir sus archivos y reencontrarse con esos trabajos.

“En realidad la idea de recopilar algunas notas –las que envejecieron bien- venía hace años”, asegura. “La consigna era que todo fuera bien localista: mis notas, el dibujante local  y el editor (Darío Falconi), que si bien vive en Villa María es riotercerense. La anécdota es que algunas tenían muchos años, las había guardado en disquete  y no tenía dónde verlas.  Por suerte estaban en papel y las tuve que tipear otra vez, lo que fue un trabajo extra que me llevo bastante tiempo de un verano”.

¿Te sentiste tentado a retocar alguna o las rescataste con sus textos originales?

“Muy poco, se hicieron retoques pero muy simples. Podría haber actualizado algunos informes (Boxeadores-Complejo de Edipo-Prostitutas-RACING) pero decidí dejarlas como estaban. También quedaron  afuera otros informes de aquellos años, como el de los trenes, las vedettes, los bandidos rurales, las rutas, todas vinculadas al rock nacional. Hice una que me gustó mucho -tampoco la incluí- sobre las calles con nombres de rockeros. Incluso viajamos a La Falda para hacer las fotos de la intersección Luca Prodan y Miguel Abuelo. Fuimos al Concejo Deliberante y pedimos la resolución. Por otro lado, estuve cuando inauguraron la calle Luca Prodan, que se hizo en la misma fecha que un Cosquín Rock”.


Maxi Carranza repasa 25 años de profesión con su primer libro

En el libro hay algunos hallazgos como el del Bocha Montalvo, músico devenido en cronista de espectáculos. ¿Qué podés agregar sobre esa faceta del creador del “Blues para la Falda”?

“Sos el primero que me pregunta sobre el Bocha, que bueno, quien vivió la última etapa de su vida en Río Tercero. La verdad que sorprende verlo en el rol de periodista de espectáculos. Además, su vínculo con TRIBUNA era muy particular porque no le pagaban con dinero sino con periódicos que luego él salía a vender. O sea que pasaba de cronista a canillita y como no tenía kiosko propio lo voceaba en las esquinas. Con respecto a ese tema, intenté buscarlo con los amigos locales pero ninguno lo tiene. Incluso el mismo Martín Carrizo (periodista y recopilador) me dijo que no lo posee. Sería una lástima que se perdiera porque es el único dedicado al Festival de La Falda. Te digo que las reseñas del Bocha en Tribuna estaban muy buenas, me sorprendió al leerlas en la actualidad”.

Mencionás al pasar el fatídico suceso del 3 de noviembre de 1995. ¿Dónde estabas la noche en que la Fábrica Militar de Rio Tercero voló por el aire?

“Por suerte me encontraba con mi familia en la ciudad de Córdoba, porque estaba estudiando periodismo. Ellos habían ido a visitarme justo el día anterior. De todos modos, nuestra casa estuvo en uno de los barrios más afectados y se dañó bastante, aunque se pudo arreglar, no es que la tiró  abajo como a otras. Incluso a un primo tuvieron que cortarle unos dedos de uno de sus pies por la herida de una esquirla. En síntesis, no viví el trauma de haber estado pero la pasamos muy mal a la distancia por no saber, en un primer momento, el destino de familiares y amigos”.


Seru en Río  Tercero, histórico show con fecha incierta (Foto: Sergio Gotelli)

La crónica de Seru Giran en Río Tercero es el ejemplo de un tiempo en que todo estaba por descubrirse. El rock pre Malvinas y toda esa época tan hippie está plasmado en esa anécdota. ¿Estuviste la noche del show?

“No, era muy chico aunque me hubiera gustado estar. Hablé con casi 100 personas y a pesar de eso hasta el día de hoy no pude establecer la fecha exacta del recital, lo que a esta altura ya no tiene tanta importancia. Incluso me ayudó bastante (el periodista) Jorge Cuadrado con su grupo de secundario y tampoco pudo dar con la fecha. Él estudiaba en Río Tercero, era un cantor de protesta y también estuvo. Hasta el día de hoy, muchos no se enteraron que estuvo Seru en la ciudad y otros no pueden creer que haya tocado para 200 personas. De todos modos, la gran anécdota es la del chico de 16 años que le va a pedir a Charly que por favor toque a pesar de no haber juntado el total del cachet”.

¿La trayectoria de los Proceso a Ricutti es reconocida y valorada en la ciudad o nadie es profeta de su tierra?

“Buena pregunta. Por suerte es un emblema local que se conoce bastante y el año pasado hasta se declaró un escenario local con el nombre de Paco Ferranti (miembro fundador de la banda). Creo que ayudó a revalorizar bastante eso que Paco vivió los últimos años en Río Tercero y era un héroe musical. También participaba en producciones locales y colaboraba con músicos. Cuando falleció, le estaban organizando -unos amigos músicos- un homenaje en vida que quedó trunco. Aunque el máximo héroe local es Luis Amaya, que tiene una calle y el Anfiteatro Municipal lleva su nombre”.


El autor manifiesta su pasión futbolera en la nota "Racing & Roll" (Ilustración de Mario Olmos)

Otra particularidad del libro es que rescata artistas poco conocidos o de muy bajo perfil. Por ejemplo Mario Olmos, el autor de los dibujos que ilustran las crónicas.

Mario es un amigo de siempre. Incluí sus dibujos porque son increíbles y eso le dio un plus al libro porque son ilustraciones originales hechas especialmente para mis notas de esa época. Quedaron afuera algunos dibujos hermosos y también sus fotos, porque me acompañó mucho tiempo como fotógrafo a los recitales. En realidad, más que perfil bajo es subterráneo porque no lo conoce nadie y trabaja de sereno en un depósito. El dibujo de Racing se lo pedí para este libro y el de Raly Barrionuevo es inédito porque lo hizo para una entrevista que le hice a Raly y nunca salió”.


Río Tercero tuvo una intensa actividad de recitales de rock generada por los boliches bailables, ¿qué sobrevivió de toda esa movida?

“Claro, en las ciudades del interior si no es por los boliches no van a tocar los artistas consagrados. La “guerra” de boliches logró que tocaran muchos ídolos y lamentablemente queda muy poco registro de eso. Dejando de lado la pandemia, hoy ya no existen los boliches grandes como en aquella  época. Ahora es más diversificada la noche y los lugares para bailar son más y más pequeños. Antes eran dos boliches grandes, o tres, y se disputaban la noche de Río Tercero y la zona”.