lunes, 26 de febrero de 2024

Cosquín Rock 2024: ¿DEBERÍA CAMBIAR SU NOMBRE?

Reseña: Néstor Pousa

Fotos: Juan Facundo Pousa

“Cosquín Rock debería cambiar su nombre”. Una frase que se sigue escuchando a más de una semana de finalizada la edición veinticuatro. Los que piensan que este mega festival traicionó su esencia por lo general es gente que no es habitué del mismo. Seguramente desconocen que en los primeros años del ciclo la organización dudó en convocar a Gustavo Cerati por interpretar que su estilo no era compatible con el perfil rolinga y chabón de los inicios. Hoy que ya es lamentablemente imposible sumar al autor de Crimen a la grilla, seguramente estarán arrepentidos de no haberlo hecho a tiempo.

Este encuentro serrano supo adaptarse a los nuevos tiempos. Con veinticuatro años de trayectoria debió reinventarse para no agotar su propuesta. De tal forma, en determinado momento y desafiando los fundamentalismos, puso en una misma temporada a un grupo pesado como era Almafuerte junto a Babasónicos y Miranda. Y se comprobó que podían convivir. La siguiente apuesta fue traer a Calle 13 en 2011. Las redes y la voz de la calle se hicieron escuchar con sus argumentos en contra, pero la performance de los puertorriqueños fue tan contundente y convocante que obligó a repetir al año siguiente. La polémica por las grillas que cada año presentan los festivales es un clásico con gente a favor y en contra. Pero de ahí a pretender que Cosquín Rock modifique su nombre, es tan absurdo como pedirle a Coca Cola que por lanzar al mercado una gaseosa sabor manzana no se llame más así. Son marcas acreditadas a través de años y eso no desmerece el contenido. Si hilamos grueso, también se sigue llamando "Cosquín" cuando hace exactamente 20 años que ya no tiene como base a esa ciudad.

 

Cosquín Rock decíamos, se adaptó para no repetirse con riesgo de extinción y sus responsables jamás ocultaron su intención de expandirse cuantitativamente hasta donde les fuera posible. Inauguraron franquicias por otras ciudades del mundo, tanto en LATAM como Estados Unidos y España. Y el año pasado colgaron por primera vez en su historia el cartel de “No hay más localidades”, durante la edición 23 realizada en Santa María de Punilla. Y esto se logró por pensar en una grilla más expansiva y atenta a los cambios de la industria que van de la mano con los cambios de época. No obstante fueron a por más. En la edición que acaba de finalizar (el 10 y 11 de febrero) se pudo ver a Lali, Ke Personajes y Damas Gratis confraternizando con la flor y nata del rock nacional, como son: Skay, Divididos, Ciro y Los Persas, Las Pelotas o El Bordo. Jamás se habían atrevido a tanto. Y sumar artistas de la talla de Escalandrum y Julieta Laso, mucho más cercanos al jazz y al tango que al rock.

El formato de seis escenarios funcionando en simultáneo permite armar tu propio festival y pasar de lo que no despierte curiosidad o interés. Por ahí teníamos a Bandalos Chinos versionando a Charly, mientras que desde el SUR profundo llegaban los acordes de Airbag. Te acercabas al escenario BOOMERANG y aparecía Dante Spinetta con su furibundo Funky Latin Nation. En el NORTE (antes conocido como escenario principal) empezaba Dillom quien ya se perfila como un clásico ineludible de este encuentro anual. Y seguirían los Babasónicos (con algunos problemas de sonido) y Conociendo Rusia, para comprobar que en la variedad está el gusto. En el escenario MONTAÑA los Miranda replicaban en modo virtual la colaboración con Andrés Calamaro (Tu misterioso ángel) con el Salmón asomándose desde las pantallas. Nos quedábamos para cerrar la primera jornada con los Auténticos Decadentes, una banda tan fiestera como legataria de los orígenes del rock de los 80. Digo esto por la tremenda versión que entregaron de Los viejos vinagre en homenaje a Sumo, la que para nada desentonó con su repertorio de clásicos indiscutidos (El murguero o El osito de peluche, por citar solamente dos de una lista interminable).

El futuro llegó (hace rato) a Cosquín Rock y vino de la mano de los artistas urbanos, los dee jays y la Bresh, decisiones que tanto descolocaron a los más tradicionalistas y preocupados por el “futuro del rock”. El futuro del rock puede estar en las manos virtuosas de un violero como Slash o de Usted Señálemelo, Catupecu, El Kuelgue o Estelares. La gente se apretujará frente a los proscenios ya sea que se trate del Duki, Ysy A, Las Pastillas del Abuelo o La Vela Puerca. Mientras que en el escenario PARAGUAY, mudado a la parte posterior del escenario NORTE, se empezaba a cocinar a fuego lento una fiesta reggae con el regreso a las filas del CR de una histórica de este evento como es Mimi Maura. Y Los Caligaris montaban un terrible asado en pleno escenario e invitaban a algunos colegas a entonar ese himno cordobés llamado Asado y Fernet.

 

El Cosquín Rock que tuvo tantos cierres como escenarios, programaba en el SUR a unos viejos conocidos como Molotov. En el NORTE se esperaba por Pablo Lescano al frente Damas Gratis. Y en el MONTAÑA Steve Aoki ponía a bailar a todo el que pasaba por delante. Pero el cierre rockero estaba a pocos pasos de allí, en LA CASITA DEL BLUES con La Golo’s Band, un quinteto liderado por Alejandro “El Golo” Cavoti (exintegrante de bandas de Lebón, Charly García, Santaolalla, entre otros). Entregaron una buena dosis de rock y blues con temas propios y buenos contrapuntos en las guitarras de un violero histórico como Gonzalo Viñas y el propio Golo. Dos covers en los bises: Rock and Roll de Zeppelin, en una sorprendente versión en castellano y Despiértate Nena (Spinetta, Pescado Rabioso) empezaban a bajar el telón de un nuevo año, ya pensando en la celebración del primer cuarto de siglo que se le avecina.

Especial para: Ecos de Punilla Digital

https://www.ecosdepunilla.com/


miércoles, 3 de mayo de 2023

EL AMOR ANTES DEL AMOR

Por Néstor Pousa

La foto corresponde a Fito Páez en LA FALDA durante el ciclo “EL CANTAUTOR ‘89” (enero de 1989). 

Este brillante ciclo que se realizó en el Cine Teatro GRAN REX de La Falda durante los dos meses de la temporada estival, fue una idea del BB Muñoz, quien se asoció para este proyecto con Jorge Busso (empresario privado propietario de la sala) y la municipalidad local.

La desmesurada grilla programaba un total de 45 conciertos durante enero y febrero. Cada artista se presentaba durante dos noches consecutivas en formato solista o a lo sumo acompañado por otro músico. En una onda artesanal y bastante hippie (como se puede apreciar en la foto que tomo Ricardo Sisti) craneada por el BB Muñoz. 

Fito Páez eligió como acompañante al bajista de su banda, Guillermo Vadalá, con quien había fundado un dúo alternativo llamado “Chapa y Pintura”.  También lo secundaba su productor y amigo personal Alejandro Avalis y los teclados los había programado en Buenos Aires Tweety González, por entonces también integrante de su banda.

Su disco más reciente a esa fecha era Ey! publicado en 1988, que contiene clásicos como: “Lejos en Berlín”, “Solo los chicos” y “Polaroid de locura ordinaria”.

Fito había empezado a superar la trágica pérdida de parte de su familia (abuela, tía abuela y una empleada de la familia) durante el violento episodio ocurrido en 1986. Cuando le pregunté cómo se sentía, me respondió: “Ahora bien, pero hasta el año pasado solo quería quemar bafles”.


lunes, 6 de marzo de 2023

POR LOS CAMINOS DE COSQUÍN ROCK

Cosquín Rock y su nueva imagen 2023

Un récord absoluto de convocatoria con entradas agotadas y una renovada programación artística hicieron de la 2023 la edición más grande hasta la fecha. Aquí un resumen.


Por Néstor Pousa

 

Veintitrés años por los caminos de Cosquín Rock con igual cantidad de ediciones, desde la primera en la folklórica Plaza Próspero Molina (2001) hasta la que culminó recientemente. Un fenómeno que vimos nacer, crecer y multiplicarse, con una vocación expansiva que lo llevó a desarrollarse en franquicias por otros países del mundo como: México, Chile, Uruguay, Paraguay, Perú, Estados Unidos, España.

Pero el Cosquín Rock más grande está aquí, la nave madre que cada verano aterriza en tierras cordobesas, encontró su zona de confort en el aeródromo de Santa María de Punilla.

Y esta certeza se certificó más que nunca este año con una edición que convocó, según cifras oficiales, a más de 200.000 personas en dos días.

Imaginemos por un momento a una pequeña ciudad a la vera de una ruta nacional, con 9500 habitantes estables, recibir la friolera de más de cien mil personas en un solo fin de semana. No debe haber una imagen más woodstockeana que esa, en pleno siglo veintiuno.

 Para que este éxito de convocatoria descomunal y casi inesperado se materializara y que el cartel de “no hay más localidades” (“sold out” molesta a algunos susceptibles) fuera colgado una semana antes del inicio del festival, los organizadores tuvieron que trajinar muchísimo y derribar algunos mitos. Cambiar una lógica que nació con el festival y su propio nombre insignia: ¿llamarse “Cosquín Rock” implicaba no dar cabida de por vida a otros estilos musicales surgidos desde el rock?

Más de 200.000 personas, récord imbatible

Los cambios en el diseño de la grilla fueron graduales pero acentuados. Y así como se mantuvieron a algunos de los artistas fundadores en aquella lejana edición inicial, como: Las Pelotas, Ciro (antes con Los Piojos, ahora con Los Persas), Divididos y Fer Ruiz Díaz con Catupecu Machu, proyecto que su líder rearmó este año casi en plan conmemorativo. No tembló el pulso para desactivar espacios a los que consideraron agotados en su propuesta, como el recordado escenario Temático (orientado al heavy, al reggae y al punk) que hace años cambió por el actual Escenario Sur; y el escenario Córdoba junto con las carpas, que mutaron en el actual escenario Montaña con un marcado éxito de asistentes.

Hubo también un volantazo en la grilla artística que hoy completa sus casilleros con mayoría de expresiones provenientes de la música urbana, el trap, el nuevo rap, el hip hop y la electrónica, una decisión que no es vista con buenos ojos por los fans más ortodoxos que así lo manifiestan en las redes sociales.


EDICIÓN HISTÓRICA anunciaban sus responsables, un mote gastado en otras oportunidades por diferentes motivos. Esta lo fue sin embargo por batir todos sus records de convocatoria apoyados en una fuerte programación artística.

Claro que semejante multitud reunida no hizo más que acentuar el talón de Aquiles de este encuentro, como son los servicios sanitarios (baños químicos) y los patios de comidas, con una oferta gastronómica cada vez más exquisita y variada, pero a precios poco razonables y con un funcionamiento engorroso a la hora de comprar los tickets y retirar la comida ordenada. Dos ítems que sin duda desvelan a los organizadores y que hasta ahora no le encontraron solución.

Pero tal parece que todo pasa a un segundo plano cuando desde bien temprano la música empieza a sonar al unísono en los seis espacios destinados a tal fin: Norte, Sur, Montaña, Casita del Blues, Paraguay y Boomerang.

A modo de resumen intenté a armar un “top five” totalmente aleatorio y seguramente discutible desde otros puntos de vista.

Skay, la reserva rockera en CR
Pongo en mi podio a Skay Beilinson, de quien alguna vez León Gieco seguró: “Es mejor que Mark Knopfler”. Skay tiene ese estilo de tocar la guitarra que hipnotiza. Los Fakires, trío que lo acompaña, son sobrios pero con un sonido demoledor. Un gran repertorio propio que alterna con perlas de Los Redondos muy esperadas por el público: El pibe de los astilleros, Todo un palo, Ji ji ji. La novedad: cambió su inseparable SG cherry por una Telecaster sunburst.  

Dillom, consagratorio

Dillom, uno de los artistas jóvenes con mayor crecimiento en el último año calendario, presentó un show de alto impacto musical con visuales lúgubres que remiten a Blair Witch. Interpretó temas de Post Mortem, un disco conceptual de los que no abundan en su segmento. Invitó a Saramalacara para recrear su colaboración en Rocket powers.


Fito, clásicos emotivos

Fito Páez, es indiscutible el romance con la gente gracias a un repertorio de clásicos emotivos. Tal vez por eso la lista de temas sale calcada y sin novedades. En el día de mayor convocatoria el rosarino congregó a una multitud pocas veces vista en el extremo sur. Sumémosle que la banda, con Mariela Vitale en coros y una sección de vientos, cada vez suena mejor. Con su carácter siempre contestatario, al principio refunfuñó por la música que se filtraba desde los demás escenarios, pareció molestarle pero no empañó el show. Luego reprochó con sarcasmo a los del VIP por su escasa participación, con la frase: “A ver la platea, no se hagan los ricachones”, emulando a Lennon.

 

Usted Señálemelo, el regreso

Usted Señálemelo, los mendocinos regresaban luego de un período de inactividad. Mostraron intacto su estilo de pop fino y personal con reminiscencias ochentosas y muy buenas canciones: Agüetas, Las flores sangran, Mañana, Big bang, puntos altos de un repertorio que ya extrañábamos escuchar en vivo.

NTVG, el rock del Uruguay

No Te Va Gustar, era muy esperada la banda uruguaya por estos lares. Y ellos devolvieron con un gran show al atardecer. Una larga lista de canciones coreables, una banda que suena tremendo y un frontman conocedor del oficio que saludó al grito de: ¡Buenas tardes campeones del mundo!, y a partir de ahí se desató la fiesta en el lado norte del Cosquín Rock.


(*) Colaboración con notas y apuntes: Manuel Pousa


sábado, 11 de febrero de 2023

LA HISTORIA DEL AFICHE

LERNER AL PIANO Y EL AFICHE LA FALDA '82 (Foto: Noé Gómez Alvarado)


Por Néstor Pousa 


Uno de los pocos conciertos con entrada paga del  Verano 2023 en La Falda fue el de Alejandro Lerner quien llegaba precedido por una exitosa gira con la que el músico se encuentra celebrando sus 40 años como solista.
Esta nueva visita que formó parte del ciclo La Falda bajo las Estrellas 2023 se concretó el jueves 9 de febrero en el Auditorio Municipal, lugar de históricos encuentros musicales congregando públicos de varias generaciones.
La casualidad quiso que en esa misma semana se cumplieran 41 años del debut de Alejandro Lerner y La Magia sobre ese mismo escenario, en la tercera edición del Festival Argentino de Música Contemporánea, más conocido como el Festival de Rock de La Falda. Hecho ocurrido antes de la publicación de su disco debut e incluso diez meses antes de su participación en el festival BA Rock VI.
 
Aquella consagratoria actuación de La Falda fue el sábado 6 de febrero compartiendo cartel con: Litto Nebbia y Los Músicos del Centro, el debut de Baglietto, Virgem (Santa Fe), el ex-Crucis Gustavo Montesano, el flautista Alejandro Santos y el grupo de fusión folklórica La Fuente.
Se me ocurrió entonces hacer un posteo en mis redes con la efemérides acompañada de un pequeño afiche de cartulina original de 1982.  Lo hice justo un día antes del presente show y arrobando en la publicación a la cuenta de Alejandro Lerner.
 
Llegó el día del concierto y los organizadores habían convenido una conferencia de prensa previa con el artista.  Mientras esperábamos en la sala de prensa del “anfi” me llegó una notificación al celular del propio Alejandro agradeciéndome la foto, minutos antes de que hiciera su ingreso al recinto y sin saber que se iba encontrar con la persona que le envío esa imagen de archivo. Fue una sorpresa mutua: para él por recibir esa foto y para mí porque al atravesar la puerta de la sala de prensa ya venía hablando del afiche y recordando aquella época. Luego nos diría que había empezado a escribir sus memorias que llevarán el apropiado título de: Antes que me olvide.
 
LERNER: CONFERENCIA DE PRENSA

Una hora después daba inicio el show, el primero del 2023 para él, prólogo de una nueva y extensa gira nacional e internacional. Dos horas en las que repasó sus grandes canciones con banda completa, entre ellos su esposa
Marcela Lerner en coros y otro histórico como el Gringui Herrera en guitarra, redondeando uno de los grandes espectáculos de esta temporada en La Falda y en Córdoba.
 
Pero la mayor sorpresa estaba reservada para el final. Fue cuando Alejandro rememoró ante la platea su participación en el Festival de La Falda: “Hoy me mandaron una foto, la foto del Festival de La Falda, ¿Ezequiel la tenés por ahí?”, dijo dirigiéndose a quien estaba encargado de las visuales del show.  Para nuestro asombro apareció proyectado en las tres enormes pantallas montadas en el escenario, aquel pequeño afiche de 20x10 cm. y, con esa escenografía de fondo, Alejandro interpretó solo al piano Todo a pulmón, uno de sus grandes éxitos desde aquellos años hasta la fecha.

EL AFICHE ORIGINAL

Fue otro emocionante momento para guardar en la memoria, incluso para la mayoría del público presente que desconocía la
 historia del afiche. Afortunadamente no pasó inadvertida para Noé Gómez Alvarado, periodista y presentadora de Canal 12 de Córdoba y Radio Unika, ella fue quien congeló con su teléfono celular ese instante para siempre en la imagen que ilustra este texto.

miércoles, 11 de enero de 2023

LA RENGA en LA FALDA

A 20 AÑOS DE UN CONCIERTO HISTÓRICO


Por Néstor Pousa


Tal vez pocos lo recuerden y otros ni siquiera lo sepan, pero La Renga alguna vez tocó en La Falda. Fue el sábado 11 de enero de 2003 en el Auditorio Municipal.
En estos días se cumplieron 20 años de ese histórico concierto producido por la empresa Perro Records de José Palazzo y el Perro Emaides.

La banda de Mataderos y la producción completa, se alojaron en la modesta Hostería Las Playas de esta ciudad. Esa antigua hostería que nos remite a otros tiempos del pueblo La Falda fue la base de operaciones de lo que denominaron Gira Serrana 2003 que también programaba un show en Mina Clavero al día siguiente, pero que fue suspendido por decisión del municipio de aquella localidad.

Era la gira de presentación de “Documento Único”, un EP que habían lanzado el año anterior, con tres canciones: Dementes en el espacio, Detonador de sueños y Hielasangre. De hecho este trabajo fue un adelanto del siguiente disco de la banda que se publicaría durante 2003.
 
Compartieron escenario en La Falda con: la banda chilena Weichafe, El Puñetazo y Motor Loco (del ex-Viejas Locas, Fachi).

Las cifras oficiales apuntaron que cerca de 3000 fanáticos asistieron a la presentación en el domo faldense.

Días después la revista Rolling Stone Argentina elegía a La Renga como “Artista del Año” y ponía en su portada una foto del Chizzo Nápoli en acción en La Falda con su cabeza totalmente rapada, look que por entonces estaba estrenando.
 
La Renga formaba con Chizzo: voz y guitarra - Teté Iglesias: bajo - Tanque Iglesias: batería - Chiflo: saxo y trompeta - Manu: saxo y armónica.




LA RENGA ARTISTA DEL AÑO

Luego de la atronadora presentación en el Auditorio Municipal, la revista Rolling Stone Argentina lanzaba su edición número 59 (Febrero 2003) en el que La Renga eran los principales protagonistas.
El motivo: publicar los resultados de su encuesta anual 2002. “Por abrumadora mayoría, el staff de Rolling Stone eligió a La Renga como Artista del Año y Banda del Año 2002…”, expresaba el texto editorial firmado por Fernando Sánchez, Editor Musical de RS.
 
Ese número de la revista especializada en rock, venía con foto del Chizzo Napoli en la portada y en el poster central. Y una jugosa entrevista exclusiva con la banda.  Absolutamente todo (portada, poster y entrevista) producido en La Falda durante la previa de aquel espectacular concierto realizado el sábado 11 de enero de 2003.

Bonus track: En la entrada al auditorio la producción de La Renga entregó a los asistentes al mismo, ejemplares del fanzine “El Precipicio” con las letras de las 3 canciones del EP “Documento Único”.









El Chizzo con el público en el Auditorio Municipal, La Falda.
(Revista RS)








Chizzo, Teté y Tanque almorzando canelones en una modesta hostería faldense (Revista RS)

















Portada del fanzine "El Precipicio"
con las letras del EP "Documento Único"


#LaFaldaEnTiempoDeRock

sábado, 19 de noviembre de 2022

Calamaro y su voz como cantor

Calamaro en Córdoba
RESEÑA DE SU RECITAL EN CÓRDOBA

Por Néstor Pousa

Hubo un momento de inflexión en el recital que Andrés Calamaro ofreció la noche del jueves 17 de noviembre en Córdoba. Fue cuando entonó su canción “Maradona” (que no por casualidad lleva el número 10 en la lista), seguida del bolero “Espérame en el cielo” y “Estadio Azteca”, una especie de suite maradoniana con referencias tanto explícitas como implícitas al astro mundial nacido en Fiorito. Iban 45 minutos y el concierto estaba a punto caramelo.

Antes de esa conmovedora trilogía la lista había transitado climas de todo tipo sin nunca menguar la expectativa. Inició con “Bohemio” en una reversión distinta a la original. La balada “Cuando no estás” rompió el primer coro colectivo en un estadio que lucía colmado en su capacidad máxima (sold out). Siguiendo con “Verdades afiladas”, el hit de Cargar la suerte.

“Para no olvidar” fue el primer rescate perteneciente a Los Rodríguez y la ovación fue total. Siguieron “Me arde” y “All you need is pop”, que con entonación grave y oscura hizo que la multitud se entregara a escuchar con devoción.

Calamaro-Gotusso: un dúo dinámico

Sorpresa la de Zoe Gotusso presentada por Andrés como la gran artista cordobesa. Juntos protagonizaron una hermosa versión de la balada de amor “Tantas veces”. Con guiños cómplices entre ambos intérpretes, la cordobesa se movió con gran soltura, interactuando con su anfitrión como si fueran grandes amigos de toda la vida. 

Saltamos entonces a la segunda parte con una seguidilla de canciones/clásicos que no dieron respiro, al calor de una noche con clima agobiante afuera y más aún adentro del recinto. Una de las grandes pasiones de Calamaro es la salsa. Conocedor y coleccionista de ese género musical lo manifiestó luciendo una remera con estampa de Willie Colon y en momentos musicales con la coda añadida a “Los aviones”, que finaliza con el estribillo de “El ratón” de Cheo Feliciano y un enganchado con “Tuyo siempre” para que la pista, desde adelante y hasta el fondo, comenzara a menearse al son de la cumbia.

Otro momentazo de esta gira es la buena versión que banda y cantante sacan de “Para siempre”, cover de aquel hit histórico de Ratones Paranoicos, el  que pegado a “Mi enfermedad” suman nuevos momentos que nos recuerdan a Diego.

La recta final sale de memoria y pasa por los diversos estilos de un compositor tan ecléctico como prolífico. Absolutamente nadie dejó de cantar y saltar con la rumba de “Sin documentos”, “El salmón”, “Flaca”, “Alta suciedad” y “Paloma”. Volviendo para un set de bises con “Crímenes perfectos” (que la gente cantó  de principio a fin) y “Los chicos” con la pantalla explotando en imágenes de amigos ausentes.


Andrés Calamaro pasó por Córdoba cumpliendo con una de las escalas más importantes y exigentes de una gira internacional tan extensa como exitosa. Agradeció seguir gustando aquí. Cumplió con su propia premisa de hablar menos y cantar más. Tocó mucho la guitarra esta vez y presentó con honores a su banda que integran: Mariano Domínguez al bajo, Martín Bruhn (“el oriundo de Córdoba”, sic) a la batería, Germán Wiedemer en piano y teclados y Julián Kanevsky en lead guitar. Un quinteto que suena tremendo y con muchos matices.

Luego de atravesar dos años de insospechada pandemia y encierros forzados, este socio de la soledad volvió a por todo y honró una vez más aquella sextilla hernandiana con la que remata cada final de Estadio Azteca: “Porque ante tanto rigor y habiendo perdido tanto, no perdí mi amor al canto, ni mi voz como cantor”.

Fotos: Juanjo Coronell

viernes, 2 de septiembre de 2022

La Trova Rosarina en La Falda: 40 años después



Por
Néstor Pousa

1982. Aún resuenan los acordes de una noche inolvidable en el Auditorio Municipal de La Falda. Los que tuvimos la fortuna de estar presentes aquel sábado 6 de febrero, durante el tercer capítulo del legendario Festival Argentino de Música Contemporánea que se realizaba en esta ciudad, podemos decir que fuimos testigos privilegiados de algo único e irrepetible. 

Aquella edición prometía una cartelera prodigiosa con los más altos exponentes del rock argentino del momento (Seru Giran, León Gieco, Litto Nebbia y Los Músicos del Centro, Raúl Porchetto, Los Abuelos de la Nada, Pedro y Pablo, Dulces 16, Orion's) y entre ellos un ilustre desconocido que llegaba desde Rosario. Juan Carlos Baglietto no era un novato, ya sea integrando la mítica banda “Irreal” o como solista, acreditaba un largo recorrido de ruta y recitales, desde su ciudad natal hacia San Nicolás, Buenos Aires, Tucumán y hasta algún célebre garito de los que pululaban en la capital cordobesa sabían de la calidad y el magnetismo de este intérprete, alumno avanzado de la carrera de arquitectura que había abandonado ese destino para dedicarse a la música a tiempo completo.

Pero el público que se congregaba año a año en La Falda no tenía demasiadas referencias de él, que llegaba con la intención de imponer junto con su estilo un puñado de canciones inéditas. Contaba, sin saberlo, con la complicidad de Mario Luna, creador y organizador del festival, quien se había encargado de difundir en su programa radial “Alternativa”, esos temas (“Mirta, de regreso”, "Era en abril", entre otros) que en breve pasarían a formar parte de Tiempos difíciles, el exitoso álbum debut del nacido en el popular barrio de Arroyito.

Muchas veces lo conté, esa noche había cierta expectativa de que algo iba suceder, pero fue una sensación absolutamente apabullante cuando finalmente Juan Baglietto, solo con su Ovation, emergió desde las profundidades de un escenario en penumbras. Le bastaron los primeros acordes para que un auditorio, absolutamente colmado de gente como en sus mejores noches, virtualmente explotara.  Dos canciones, La censura no existe y Mirta, de regreso, para meterse al público en el bolsillo y abrirle la puerta a una camada de músicos rosarinos como él, a los que llevó como banda de acompañamiento. Aunque en rigor eran mucho más que eso, eran todos solistas en potencia. Integrando aquel combo fantástico e inusual aparecían: Silvina Garré, Fito Páez y Rubén Goldín; además de Sergio Sainz y Zappo Aguilera. 

Baglietto obtuvo un recibimiento solo reservado para las grandes figuras ya consagradas. Resultaba obvio que con su revelación faldense nacía una nueva estrella en el firmamento de la música contemporánea argentina, a la vez que se acuñaba el concepto de Trova Rosarina que se iría consolidando con el tiempo. 

2022. Este próximo sábado 3 de septiembre sobre el mismo escenario, pero 40 años después, se volverán a reunir esas voces que marcaron una época. Nuevamente de la mano de Mario Luna, el Auditorio Municipal de La Falda será el lugar indicado, la parada que no le podía faltar a esta gira, para que La Trova Rosarina, esta vez representada por Juan Carlos Baglietto, Silvina Garré, Rubén Goldin, Jorge Fandermole, Adrián Abonizio y Fabián Gallardo, se reúnan una vez más a celebrar el presente. 

miércoles, 27 de julio de 2022

La Falda Tango 2022: Por la vuelta










En la previa se suponía como un gran desafío para los organizadores la realización de la edición número 38 del Festival Nacional del Tango de La Falda que finalizó el pasado sábado 23 de julio.
Volver al formato presencial implicaba vencer la inercia de dos ediciones inevitablemente suspendidas por la pandemia y tres años de distancia desde la última. Era lógico entonces que todo fueran dudas. Dudas que se disiparon ante el rotundo éxito de una edición que quedará guardada en la memoria.
Las emociones fuertes empezaron desde muy temprano el viernes 22 (primera gala) en el Auditorio Municipal Carlos Gardel, con la presentación  de la Orquesta Escuela Municipal de Tango de La Falda, cuerpo estable oficial fundado por su director y arreglador Mauricio Martínez. Con un repertorio muy pulido certificaron la primera ovación de la noche en una actuación que debe calificarse, en términos festivaleros, de consagratoria.
Fue la misma noche de Eduardo Impellizzieri, ganador de la Final de Voces Masculinas representando a la Sub Sede Esperanza (Santa Fe). Alberto Guevara, quien se adjudicara el mismo certamen en 2019. La expresiva Ana Fontán, en su segunda visita a este festival. Esteban Morgado Cuarteto, un clásico esperado en la grilla. Leandro Ponte, el brillante ganador del certamen en 2014, quien presentó temas de su disco Historias de amor en Tango, acompañado por el cuarteto estable del festival (Mauricio Martínez, Lisette Grosso, Ana D’Ambrosio y Gabriel López Yehia) un desprendimiento de la orquesta escuela. La actriz y cantante María José Demare regresaba tras algunos años de ausencia con su personalísimo estilo,  acompañada por Morgado Cuarteto y el pianista Daniel García.
Raúl Lavié era uno de los más esperados de esa noche y el Negro devolvió tanta expectativa con una de sus mejores performances de los últimos diez años sobre ese mismo escenario. Para él es menester seguir cantando los grandes clásicos y entregó versiones memorables de La última curda, La bicicleta blanca y Balada para un loco, ante un público emocionado y aplaudiendo de pie.
El final de la primera noche llegaría con un debutante en el ciclo, Cucuza Castiello, un renovador del tango en términos estéticos; y la dupla de José Colángelo y Franco Luciani, piano y armónica para su proyecto en dúo titulado Tango Improvisado.
 
Osvaldo Piro y Tana Rinaldi: cumbre tanguera
El sábado 23 (segunda gala) no daría respiro. Gloria Guerra haciendo uso de su tiempo de escenario por haberse adjudicado el Certamen de Voces Femeninas (Sub Sede Amigos del Museo Carlos Gardel, CABA), mostró el aplomo de una cantante profesional. La faldense Lourdes Galiano, de tan solo 13 años, desplegó todo su dramatismo interpretativo en piezas como Canción Desesperada. El cordobés Marcelo Santos llevaba bien la cuenta de sus ausencias como solista en esta fiesta, 7 años sin venir fueron suficientes para volver con un espectáculo propio, de gran musicalidad y estilísticamente variado. Fue uno de los pocos que llegó con invitados, fue cuando convocó al folklorista cordobés Pablo Lozano para entonar juntos Una Carta de Daniel Toro.  
La intensidad iba en aumento cuando apareció en escena el Contramano Tango 4. Comandados por Mauricio Martínez (guitarra eléctrica y arreglos) y Lisette Grosso (bandoneón y voz) y la mitad de su plantilla renovada tras las incorporaciones de Andrés Sánchez en piano y Rodrigo Yáñez en bajo eléctrico. Brindaron una actuación descollante con una respuesta, pocas veces vista, con el público irrumpiendo con aplausos cerrados en medio de los temas. Notables desempeños en los solos (Libertango) como en las partes vocales (Gota de lluvia, Desencuentro), y un perfecto ensamble los convirtieron en uno de los puntos más altos de esta edición.
 
A continuación uno de los grandes aciertos de la grilla de este año: Inés Cuello y La Grela, dejaron concierto imposible de olvidar. Es la simbiosis perfecta de una eximia solista con un quinteto que se las trae. Juntos concibieron la obra titulada Gardel, disco nominado a los Premios Gardel 2022, instancia que se definirá en agosto próximo. Su repertorio para la ocasión fueron las canciones de ese trabajo que rinde tributo al Zorzal.
Osvaldo Piro y la Tana Rinaldi, un tándem casi inédito, pisaba el escenario de La Falda. Se sabe que grabaron un disco próximo a salir y que será la primera vez que lo firmen como dúo. La Falda Tango no se podía dar el lujo de perderse este show tantas veces aclamado en Buenos Aires. Tres temas del Maestro Piro, Diagonal (un estreno dedicado a La Falda), Milonga para Pichuco y Córdoba City, oficiaron como prólogo para la entrada de la Tana que se entregó a la inmejorable selección de clásicos arreglados por Piro y ejecutados por una orquesta de doce profesores. Patio mío (en soberbia versión), Sur, Fuimos, Yuyo verde, Como dos extraños y Tinta Roja, fueron precedidas por largas alocuciones de la calificada intérprete. Una cumbre tanguera de antología que excede los límites propios de esta edición.
Quedaba más, quedaba mucho más. El turno del Ballet José Hernández, un cantor al estilo de Grandes Valores como Alberto Bianco, los experimentos y fusiones de estilos de Tango Loco y el regreso luego de diez años de ausencia del renombrado Sexteto Mayor, próximos a cumplir los 50 años de existencia. La jerarquía de sus actuales integrantes, la exuberancia de sus arreglos que no caducan y un grand finale con Lluvia de estrellas, Muerte del ángel y Canaro en Paris, son marca registrada. 
Final que no fue final porque faltaba la milonga con música en vivo a cargo de la Orquesta Romántica Milonguera con el auditorio convertido en una enorme pista de baile para más de mil bailarines. Nadie quería que la fiesta se termine.-

jueves, 10 de marzo de 2022

Andrés Calamaro confirma fecha en Córdoba

El solista Andrés Calamaro confirmó su próxima fecha en Córdoba para el 17 de noviembre de 2022. Cuando esto ocurra se habrán cumplido más 3 años de su última visita a la capital mediterránea.

El esperado regresó del Salmón se concretará en Plaza de la Música, organizado por En Vivo Producciones y José Palazzo.

La entradas estarán a la venta desde el 11/3/22 a las 18 horas en @edenentradas 




miércoles, 2 de marzo de 2022

Calamaro Tour 2022 llega a Buenos Aires

Uno de los regresos más esperados por el público de Argentina es el de Andrés Calamaro, que llegará con su Calamaro Tour 2022 el próximo 24 de noviembre para una presentación en el Movistar Arena de Buenos Aires.

Nuevamente acompañado por su banda integrada por: German Wiedemer en teclados, Mariano Domínguez en bajo, Julián Kanevsky en guitarras y el cordobés Martín Bruhn en batería; Andrés ya se encuentra actualmente ensayando un repertorio que incluirá sus grandes clásicos más algunas sorpresas a las que nos tiene acostumbrados.

Dios Los Cría (2021) es su último registro en donde Calamaro reversionó algunas de las canciones más representativas de su repertorio junto colegas de la talla de Julio Iglesias, Vicentico, Lila Downs, León Gieco, Alejandro Sanz, Mon Laferte, Carlos Vives, Raphael, Milton Nascimento, Juanes, Julieta Venegas, Fernando Cabrera, entre otros, en lo que resultó ser un trabajo único e irrepetible con múltiples nominaciones a nivel internacional.

Data útil
Fecha
: 24 de noviembre de 2022
Hora: 20.30
Lugar: Movistar Arena Buenos Aires


*Entradas en venta a partir del 4 de marzo a las 18 horas por www.movistararena.com.ar


martes, 5 de octubre de 2021

La Trova Rosarina repasa su último show


La Trova Rosarina revivirá uno de sus últimos conciertos presenciales. En esta nota toda la data, además de un informe sobre el debut de Baglietto en LA FALDA '82.

Por Néstor Pousa
 
Los conciertos por streaming que se impusieron durante la pandemia y la cuarentena más estricta de la que se tenga memoria, se presentaban como un formato que había llegado para quedarse. Si bien dicha aseveración resulta al menos polémica, es cierto que sin el condicionamiento del encierro riguroso puede significar una buena opción para disfrutar de la música sin moverte del living de tu casa.
Veamos un ejemplo. El próximo jueves 7 de octubre desde las 21 horas se podrá revivir vía streaming el show en vivo y presencial realizado por la Trova Rosarina en el Teatro El Círculo de la mismísima ciudad de Rosario. La gacetilla anuncia detalladamente que: luego de cuatro décadas de alternar proyectos individuales y en conjunto, se presentará por primera vez una edición propia, muy cuidada, en alta calidad de audio y video de un concierto en vivo de este colectivo de prestigiosos intérpretes, autores y compositores.

Si decimos Trova Rosarina ya sabemos que estamos hablando de: Juan Carlos Baglietto, Silvina Garré, Jorge Fandermole, Rubén Goldín, Adrián Abonizio y Fabián Gallardo, integrantes de un proyecto único en su tipo, que representó a la ciudad de Rosario en plena década del ‘80. Ahora, se vuelven a juntar para presentar el registro de una noche memorable, con 22 canciones, la mayoría clásicos indiscutidos, que los confirman como auténticos referentes de la música popular argentina. Para esto contaron con una banda de apoyo formada por: Adrián Charras en teclado y acordeón; Leonardo Introini en bajo y contrabajo; Julián Baglietto en batería y Juancho Perone en percusión.

El repaso del que, hasta el momento, es el último concierto presencial ofrecido por el grupo, será matizado con comentarios exclusivos, anécdotas e historias de las canciones, relatadas por los mismos protagonistas. Un plus de alto valor documental que los seguidores de este sexteto de solistas sabrán valorar.
Las entradas se encuentran a la venta a través de TicketHoy.
 

La noche que Rosario copó La Falda

Aún resuenan los acordes de una noche inolvidable en el Auditorio Municipal de La Falda. La del sábado 6 de febrero de 1982, en la tercera edición del ya legendario Festival Argentino de Música Contemporánea que se realizaba en esta ciudad. Una cartelera prodigiosa mostraba a los más altos exponentes del rock argentino, y entre ellos un ilustre desconocido llegado desde Rosario. Juan Carlos Baglietto no era un novato, ya sea integrando la mítica banda Irreal o como solista, acreditaba un largo recorrido de ruta y recitales, desde su ciudad natal hacia San Nicolás, Buenos Aires, Tucumán y hasta algún célebre garito de los que pululaban en la capital cordobesa sabían de la calidad y el magnetismo de este intérprete, alumno avanzado de la carrera de arquitectura que había abandonado ese destino por dedicarse a la música a tiempo completo.

La Trova Rosarina, circa 1982

Pero La Falda no tenía demasiadas referencias de él, que llegaba con la intención de imponer un puñado de canciones inéditas. Contaba, sin saberlo, con la complicidad de Mario Luna, organizador del festival, quien se había encargado de difundir en su programa radial Alternativa, esos temas (“Mirta, de regreso”, "Era en abril" y tantos más) que en breve pasarían a integrar “Tiempos difíciles”, el exitoso álbum debut del nacido en el popular barrio de Arroyito.
Muchas veces lo conté. Fue una sensación extraordinaria la de aquella noche en la que Baglietto, solo con su guitarra, emergió desde el fondo del escenario en penumbras. Le bastaron los primeros acordes para que un auditorio, absolutamente colmado de gente como en sus mejores noches, virtualmente explotara.  

Además de meterse al público en el bolsillo, Baglietto le abrió la puerta a una camada de músicos tan rosarinos como él, a los que llevó como banda de acompañamiento. Aunque eran mucho más que eso, eran todos solistas en potencia. Integrando aquel grupo aparecían: Silvina Garré, Fito Páez y Rubén Goldín; junto a Sergio Sainz en bajo, Zappo Aguilera en batería y Marco Tulio Pusineri en percusión. 

Baglietto obtuvo un recibimiento solo reservado para las grandes figuras ya consagradas. Resultaba obvio que con su revelación faldense nacía una nueva estrella en el firmamento de la música contemporánea argentina, a la vez que se acuñaba el concepto de Trova Rosarina que se fue consolidando con el tiempo.-