lunes, 21 de abril de 2014

Baltasar Comotto, el convidado de lujo

Pequeñas historias sobre grandes músicos, escritas para un programa de rock (*)

RADIO_GRAFÍAS DEL ROCK                                                                                                      
por Néstor Pousa

El Indio Solari conmocionó a la ciudad de Gualeguaychú en Entre Ríos con un nuevo megarecital y el hecho mereció una infinidad de notas a favor y en contra sobre esta nueva intervención bate records de la figurita más difícil del Rock Argentino, otrora incuestionado y hoy dividiendo las aguas entre los pro y los contras, como un termómetro más de los tiempos que corren en el país. Pero no es de él de quien nos vamos a ocupar hoy en esta columna -o al menos no directamente- sino de su violero estrella, el sesionista más codiciado y uno de los más requeridos por las grandes figuras, que no es otro que Baltasar Comotto. En mi caso, lo conocí allá por el verano del 2004 integrando la banda de apoyo de Spinetta durante su show en Cosquín Rock, último año del festival en la Plaza Próspero Molina. Fue el Flaco quien con su bendición lo introdujo en las grandes ligas, y aquella tarde, en el atardecer de un domingo, a todos lo que nos manteníamos atentos a los nuevas incorporaciones con que acostumbraba a sorprendernos, nos impactó notablemente por su forma de tocar, su enorme capacidad técnica, su ductilidad para abordar distintos estilos dentro del género y sus cualidades de guitarra solista. Desde entonces siempre apareció en las bandas de Luis, inclusive lo acompañó en su último concierto en Córdoba (el 12 de febrero de 2011) en el Cosquín Rock con nueva sede en el Aeródromo de Santa María de Punilla. Comotto fue “músico invitado permanente” de Spinetta, tanto en el estudio de grabación (participó en Vacío sideral y Despierta en la brisa, ambos de Un mañana, última obra de Luis producida en 2008) y fue un infaltable colaborador en los vivos durante la última década.
Mientras esto ocurría, parece que el Indio Solari le echo el ojo y contrató sus servicios para Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, banda en la que se alista desde el primer disco solista del exRedondo, a la fecha.
Luego, en 2013, alternó como músico de acompañamiento de Andrés Calamaro. El Salmón se lo pidió prestado al Indio para los conciertos de presentación de su más reciente producción (el excelente disco Bohemio, 2013) y, compinches como son con el calvo más famoso, este no se lo podía negar. Así vimos a nuestro guitarrista estrella de gira por Córdoba con Andrés y formando tándem con el talentoso baterista Sergio Verdinelli, otro exintegrante de la última banda de Spinetta.

¿Pero, a qué viene tanta fascinación por este guitarrista? Será que estamos hablando de uno de los mejores, sino el mejor, guitarrista eléctrico de la nueva generación del rock de nuestro país, continuador de una estirpe iniciada a finales de los años 60’s por tipos como Claudio Gabis (Manal), Norberto “Pappo” Napolitano, David Lebón, Edelmiro Molinari (Almendra y Color Humano), Ricardo Soulé (Vox Dei), Héctor Starc, Skay Beilinson (Redondos de Ricota), Ricardo Mollo (Sumo y Divididos) y varios más.
Afirmar que es el mejor en su estilo se podrá refutar de acuerdo a gustos personales. A favor de esta hipótesis: tres artistas tan influyentes como Spinetta, Solari y Calamaro, disminuyen el margen de error.
Era habitual que Spinetta lo presentará como: “Un guitarrista mortal y estratosférico”, y a continuación Baltasar Comotto se asomaba casi tímidamente por un costado del escenario para aportar desde su filosa guitarra: virtuosismo jazzero y fiebre rockera. Con esa banda (Claudio Cardone, Sergio Verdinelli y Nerina Nicotra) acostumbraban tocar Tu vuelo al fin,  canción con la que aparece en los créditos de Spinetta y Las Bandas Eternas, aquel antológico evento perpetrado en el Estadio de Vélez Sarsfield ante la mirada atónita de 35.000 personas, el 4 de diciembre de 2009, en el que Luis reunió por única vez a todas las bandas de su vida y su carrera.
Como miembro estable de Los Fundamentalistas, junto al otro guitarrista Gaspar Benegas (hijo de María José Cantilo y sobrino de Miguel); Marcelo Torres en bajo; Hernán Aramberri y Martín Carrizo en baterías y Pablo Sbaraglia en teclados; se ganó la confianza del Indio para ser quien interprete en directo los temas de Los Redondos casi como lo haría Skay. Menuda responsabilidad que a Baltasar parece no pesarle.
En paralelo a su trabajo junto a las grandes figuras, lleva adelante una carrera solista con la que ya facturó dos discos de estudio: Rojo (2008) de estilo funk y jazzero y el más reciente, Blindado (2011), con un viraje casi al heavy metal y guitarras distorsionadas. Para este último se aseguró las participaciones estelares de Luis Alberto Spinetta (voz en Hipnotic), de Ricardo Mollo (voz y E-bow en Las penas) y del Indio Solari que puso su inconfundible registro en A lo mejor.
Así reparte sus días Baltasar Comotto, al frente de su propia banda Los Dragones Albinos tocando en un bar para cien personas como una estrella de culto de under; y luego irrumpiendo ante una audiencia de seis dígitos en los lugares más diversos de la Argentina secundando al polémico Solari. En cualquiera de estas dos funciones, préstenle atención, estarán escuchando al guitarrista eléctrico más influyente de las próximas generaciones.-

(*) Mendigos de la luna, sábados de 19 a 22, por "Nuestra Radio", la FM de la Universidad Nacional de Córdoba. Link: http://www.raddios.com/4861-nuestra-radio

viernes, 11 de abril de 2014

Pescado Rabioso: poseídos del alba

Spinetta-Lebón-Amaya-Cutaia: Pescado fase 2

Pequeñas historias sobre grandes bandas, escritas para un programa de rock en la radio (*)En el capítulo de hoy: Pescado Rabioso.

RADIO_GRAFÍAS DEL ROCK

por Néstor Pousa
                                                                                                            
Al poco tiempo de la disolución de Almendra, una de las bandas seminales del rock en la Argentina, Luis Alberto Spinetta decide, al igual que muchos otros músicos de su generación, emprender la aventura europea junto al baterista Héctor “Pomo” Lorenzo. Tras un período en París, un fallido intento de cruzar a Inglaterra y un breve paso por Ámsterdam, regresa al país y se encuentra con que en su ausencia Muchacha (ojos de papel), la canción escrita para Almendra, se había transformado en un gran hit. En lugar de aprovechar el envión, se revela al encasillamiento con el que la industria discográfica pretendía domesticarlo y comienza a pergeñar lo que sería Pescado Rabioso, su segunda banda eterna. La traumática transición que va desde la dorada era adolescente, el colegio secundario, los primeros amores y la música de Almendra, hacia el destino impostergable de una insondable adultez, se manifiesta en Luis mediante la gestación de una música de características más agresivas y un brusco giro hacia el rock and roll al palo y visceral inspirado en Led Zeppelin y Jimi Hendrix. Mientras que el modelo local a seguir era Pappo’s Blues. De Norberto “Pappo” Napolitano, Spinetta además de muy amigo, se reconocía un absoluto admirador, es por eso que para su nuevo proyecto al primero que convoca es al baterista Juan Carlos “Black” Amaya, un exintegrante del primer Pappo’s Blues. Entre ambos deciden fichar para el bajo a Osvaldo “Bocón” Frascino, otro que había tocado junto al Carpo. Se completaba así la formación de trío inicial con el que Pescado Rabioso registra en 1972 su disco debut. 


Desatormentándonos, 1972 (vinilo)
Desatormentándonos, tal su título, pretendió ser un álbum doble pero tropezó con la oposición del sello grabador que permitió un único volumen que incluía 5 temas, algunos de largo desarrollo. En Serpiente (viaja por la sal), el trío suma a Carlos Cutaia en órgano Hammond que a partir de ahí pasa a ser el cuarto integrante estable de la banda, desbaratando el plan original del terceto. Al poco tiempo, cuando Bocón se baja del proyecto y es reemplazado por David Lebón (un músico que podía tocar batería, bajo, guitarra y cantar), Spinetta logra reunir la base completa del primer Pappo’s Blues. Sin embargo el estilo de canción, y el vuelo lírico y musical tan propio de Luis, diferenciaba notoriamente a Pescado de su modelo inspirador.
En Octubre de 1972 realizan el ciclo La semana de Pescado Rabioso en el Teatro Olimpia, donde se registran algunas tomas en vivo para la película “Rock, Hasta que se ponga el sol” (de Aníbal Uset). Allí se lo puede ver al Flaco recorriendo el escenario con una baliza adherida en la espalda como si fuera un patrullero y en un sketch en el cual el cuarteto sufre un atentado en la calle, con un remate desopilante.
Ya en 1973 y con la nueva alineación (Spinetta-Amaya-Cutaia-Lebón) graban dos discos simples demoledores: Post-Crucifixión / Despiértate nena (cantado por el Ruso Lebón); y Me gusta ese tajo / Credulidad

Este último tema sería un adelanto de Pescado 2, el segundo álbum que, con un nuevo giro estilístico, contiene joyas fundamentales, como: Poseído del alba, Como el viento voy a ver, Hola dulce viento (el primero compuesto por David Lebón), La cereza del zar y Cristálida (Aguas claras de Olimpos), entre otras. 
Pescado 2, 1973 (c.d.)
A este trabajo se dan el gusto de editarlo en formato de álbum doble, pero la intensidad de las sesiones de grabación sumado a las diferencias que ya empezaban a manifestarse entre Spinetta y sus compañeros conspiraron contra la estabilidad interna y sobrevino la separación. Black Amaya nos recordaba aquel momento: “Al principio discutíamos mucho, éramos muy jóvenes, ambos teníamos 22 años. Discutíamos porque yo no quería tocar otra cosa que no fuera rock y blues. Yo era como la oveja negra y el Flaco era medio ‘fifi’. Mucho tiempo después, en su casa, mientras él me preparaba un té, le dije: ‘Luis, tengo que pedirte disculpas’, me miró y me contestó: Esta todo bien” (Ecos de Punilla - N° 523).
Con todo, hubo tiempo para un tercer disco lanzado con la firma de Pescado Rabioso, aunque ya sin Black Amaya, David Lebón y Carlos Cutaia en sus filas, el mismo debe acreditarse a Spinetta solista y no como una obra póstuma de la banda. De este trabajo, considerado por muchos como el mejor disco del Rock Argentino, ya nos ocuparemos en otro capítulo.-

Pescado 2009. Si hay un concierto al que le cabe el adjetivo de “antológico”, es el que protagonizó Spinetta el 4 de diciembre de 2009 en el estadio de Vélez Sarsfield. Bajo el título de Spinetta y Las Bandas Eternas, ante una audiencia estimada en 35.000 personas, el Flaco ofreció un recital de cinco horas y media por el que desfilaron 31 músicos invitados (Charly García, Gustavo Cerati, Fito Páez, Ricardo Mollo, Juanse, entre muchos otros) para tocar 50 canciones de todo su repertorio, de todas sus bandas y de todas sus épocas. Allí estuvo reunido por última vez Pescado Rabioso con su plantilla completa, banda a la que le bastaron menos de dos años de existencia para convertirse en una de las más influyentes y veneradas del Rock Argentino.-

(*) Mendigos de la luna, sábados de 19 a 22, por "Nuestra Radio", la FM de la Universidad Nacional de Córdoba. Link: http://www.raddios.com/4861-nuestra-radio