jueves, 27 de abril de 2017

Bryan Adams: Todos para uno

A 9 años de su primera visita a Córdoba el músico canadiense conmovió a un Orfeo repleto que se rindió ante sus universales baladas de amor y un intenso show de rock & roll. Aquí un repaso. 

RECITALES

Por Néstor Pousa

“I don’t speak spanish, i’m sorry”, de esta forma se lamentaba Bryan Adams (57), que se presentó en el Orfeo Superdomo de Córdoba el domingo 24 de abril por la noche, por no poder comunicarse con su público cordobés en idioma castellano. El condicionamiento no fue una barrera para expresarse permanentemente, primero para explicar que iba a ser un show largo (casi dos horas de duración) en el cual con su banda repasarían viejas, muy viejas y nuevas canciones, estas últimas las que pertenecen a su más reciente disco: Get up, que contó con la producción de Jeff Lynne, capo de la Electric Light Orchestra. De hecho la apertura  del show fue rockeando con una de sus nuevas canciones Do what you gotta do (algo así como Haz lo que tengas que hacer). Y eso fue lo que hizo el canadiense, hacer lo que tenía que hacer, respaldado por una banda en formato de quinteto con músicos muy eficaces, especialmente su primera guitarra Keith Scott a quien Bryan otorga buena parte de protagonismo durante toda la función, y aquel responde con solos de alto voltaje eléctrico para luego pasar con la misma destreza al sonido de las cuerdas de nylon de una guitarra española en la canción Have you ever really loved a woman, motivo de la película Don Juan de Marco. Ambos momentos, el de los rockanroles épicos y el de las universales baladas de amor, son recibidos con idéntico entusiasmo por una platea absolutamente colmada y en éxtasis. Pero la primera gran ovación se experimentó con Heaven en una notable versión que hizo enmudecer a una multitud por demás bulliciosa esa noche. Era una de las canciones más esperadas, aunque no la única.  En clave eléctrica descollaron momentos como Run to you, Kids wanna rock y Summer of ‘69, todas pertenecientes a Reckless (1984), álbum fundamental en su carrera y el más revisitado en esta nueva gira que lleva por nombre Get Up Tour 2017.

Pero los momentos brillantes abundaron en un show que no conoció altibajos. En especial cuando aparecieron números como It’s only love y Somebody (otras dos de Reckless), Here i am y (Every thing i do) I do it fot you.
Esta presentación, que fue la segunda en nueve años en la capital cordobesa y tiene un deslumbrante desarrollo visual desde la pantalla de alta definición que contrasta con la sobriedad del vestuario de los músicos (todos de impecable blazer negro, camisa blanca y jeans), prevé instancias claves, como cuando Adams invita a una de las tantas chicas que colmaron en mayoría el domo a bailar la siguiente canción. Con ojo clínico detectó en la zona media de la platea baja a una morocha de remera negra y la seleccionó para para bailar el sugerente blues  If you wanna be bad.  Los movimientos de Lorena Sotomayor (36), cordobesa sobre quien recayó la elección, fueron tan sensuales y perfectos que provocaron el asombro del cantante que con una mirada cómplice a sus músicos solo atinó a decir: “Oh my Godness… I love Córdoba!” (“Oh Dios mío… Amo Córdoba!”). Lorena, que en efecto es cantante y bailarina profesional, meciéndose al pie de su butaca se llevó la admiración de todos y la remera oficial de la gira entregada por un asistente. Cumplió un gran sueño, pero a pesar que insistió no hubo caso, no pudo alcanzar su mayor anhelo de subir a cantar un tema con su ídolo de toda la vida.  
Con la promesa de que no volverían a pasar otros nueve años para una nueva visita, Adams dejaba en claro que esta segunda pasada por Córdoba fue mucho más trascendente para los fanáticos y para el artista que aquella del 2008, en el mismo mes y estadio. Fue entonces que se entregó a una serie de bises con banda completa primero presentando Brand new day, de la nueva cosecha, y un final solista entonando con su guitarrón acústico el clásico All for love bajo un impactante cielo interior, estrellado por miles de pantallas de teléfono celular. Todos para uno y todo por el amor.

martes, 18 de abril de 2017

La Falda Rock 2017: Que placer verte otra vez

Ciro y Los Persas (Gabriel Hamie)
Luego de 15 años de inactividad La Falda Rock volvió a ocupar su lugar. Una impecable organización, las sobresalientes performances de Ciro, No Te Va Gustar y la consagratoria presentación de Guasones, entre lo más destacado.   

Por Néstor Pousa (informe especial)

Expectativa es la palabra que mejor definía el estado que teníamos en las horas previas de empezar la nueva edición 2017 de La Falda Rock, la primera en quince años de inactividad desde la última realizada en setiembre de 2002. Tal vez por eso el viernes 14 de abril, durante la primera de las dos jornadas se advertía una tensa calma, sabiendo que todos los aspectos organizativos se habían cuidado al detalle para que nada fallara, no obstante lo cual en grandes eventos siempre existe una cuota de incertidumbre. Con una puntualidad inédita, que no se practicó en anteriores ediciones de este mismo ciclo, el regreso de La Falda Rock comenzó tal como estaba programado a las 18:30 con M.A.G.M.A. representantes faldenses con un amplio curriculum que les significó integrar la grilla como una de las dos bandas invitadas por La Falda. Cultores del rock pesado eligieron para romper el hielo un tema con un título significativo: Atenete a las consecuencias. Con simbolismos grandilocuentes propios del heavy metal, inauguraban con orgullo la edición advirtiendo que el “monstruo” estaba despertando una vez más. Estrenaron un tema con letra modificada alusiva al festival y su regreso, y cerraron con un clásico irremplazable: Itinerante. Lo Funebrero de Santa Fe, la banda que los sucedió, si bien surgieron del certamen Pre La Falda ya tienen el carácter necesario para jugar en primera. A su estilo que mezcla lo musical con lo actoral, la murga, la tarantela, el ska, entre mucho otros ingredientes, solo le estaría faltando un par de buenos hits. Los Pérez García fueron toda una novedad para Córdoba aunque lleven varios años de carrera. Con su nuevo manager, el experimentado Cristian Merchot, en breve van a explotar nos soplaron, mientras tanto se escucharon canciones como Más fuerte, más alto, más lejos, de su más reciente disco y otras como Bienvenida de soltero. Los rosarinos Cielo Razzo lograron convocar un considerable número de fans que sintonizan con su propuesta de características difíciles de definir. Funcionaron a la perfección con hits nuevos (Ventana, una gran canción) y no tan nuevos (Luna). Todo lo ante escrito funcionó como previa a lo que sería el gran show de la noche protagonizado por Ciro y Los Persas, el artista convocante de la jornada. El ex Piojo no se guardó nada, su show desplegó todos los recursos que muestra en cada presentación. No faltó ni Nalbandian en la platea, el extenista es un confesó e incansable seguidor del jefe de Los Persas.
Dos cosas no dejan de sorprender en Ciro: su entrega infatigable durante las casi dos horas y media de show y que su repertorio solista, que ya anotó 3 discos de estudio y uno en vivo, convive a la perfección con los clásicos de Los Piojos a los que recurre. Ambos materiales son recibidos y festejados con la misma efusividad. Su participación fue lo que se esperaba y estuvo a la altura de la mejor historia de este festival. Un privilegio para sus seguidores poder verlo a escala teatro, tan distinto a las habituales enormes superficies que transita. El que se lo perdió se embromó.

NTVG (Gabriel Hamie)
Sábado de gloria. Si la primera jornada cumplió las expectativas, durante la segunda quizás y al haberse despejado las dudas, todo funciono mejor, desde el sonido y demás rubros técnicos (irreprochables), hasta la grilla diseñada en espejo con la jornada precedente. Es por eso que a las 19:00 en punto (se movió media hora toda la programación) el turno de apertura fue para Mil Nombres, trío faldense que bucea en las raíces del rock progresivo y sigue la línea de bandas como Divididos. Con sus 20 minutos bien aprovechados, abrieron con Huir y cerraron con Rock en el tocador, dos de los números que integrarán su disco debut. Pergamino, banda de Córdoba ganadora de la segunda plaza del certamen previo, ganó ese privilegio gracias a su gran poder de convocatoria. Si bien mostraron material propio, el mayor agite lo lograron con pasajes por Pescado Rabioso (Me gusta ese tajo) y Los Redondos (Todo un palo). Hasta ahí lo artístico había transitado por carriles de normalidad, pero tuvo que llegar Boom Boom Kid para patear el tablero de la cordura. El ex Fun People fue una terrible inyección de punk rock adrenalínico que dejó boquiabiertos a más de uno. Como es su costumbre, y aunque sin mar a la vista, peló su infaltable tabla de surf para barrenar por sobre las cabezas del público y se despidió con un adelanto de las sesenta ¡60 canciones! que promete grabar y editar este año. En diálogo con la prensa acreditada (fue el único que concedió entrevistas durante la segunda fecha) dejó un concepto interesante: “Me gusta el Festival de La Falda porque aquí no hay ghettos, el público escucha toda la variedad de propuestas musicales que se le ofrecen”, afirmaba con lucidez el cantante en sala de prensa mientras desde el escenario llegaban los primeros acordes de uno de los mejores shows que tuvo este capítulo.

Guasones (Gabriel Hamie)
Los Reyes de la noche. Con Como un lobo Guasones inauguraba su primera participación en La Falda (la mayoría de los artistas eran debutantes en esta plaza). Los comandados por Facundo Soto (voz y guitarra) entregaron un show contundente que no dio respiro, aunque tampoco nadie lo pidió. Si Ciro y NTVG fueron los artistas convocantes, Guasones fue la gran consagración que tuvo el regreso del festival rockero con más historia del país. Con su estilo a la Heartbreaker (el combo que respalda a Tom Petty) de guitarras slide, punteos refinados, variedad de recursos, estribillos punzantes y un líder que la rockea sin demasiadas vueltas, Guasones desparramó una seguidilla de hits: Farmacia, Tan distintos, Pasan las horas, Me estás tratando mal, Heaven or hell, Canción para un amigo (un estreno), Infierno blanco, Reyes de la noche, Gracias y Dame. “Recién ahora nos están entendiendo en Córdoba”, afirmaba su manager detrás de escena. Puede que esté en lo cierto, pero sin dudas están pasando por su mejor momento.
Así, la segunda y última noche de la recuperación del Festival de Rock que hizo historia en la música popular argentina en los últimos 40 años, estaba llegando a su fin. No lo digo yo, sino el público que asistió, los periodistas que realizaron una cobertura responsable y hasta los detractores que este ciclo siempre tuvo, tiene y tendrá; todos y cada uno coincidieron en que fue un evento perfectamente organizado en todas sus áreas, con una grilla de artistas que sería ridículo cuestionar. Quedará en la columna del debe un par de ítems: desentrañar los motivos de por qué la convocatoria estuvo un poco por debajo de lo esperado y revisar la posibilidad de invitar algún músico “histórico” que linkee con la leyenda que el encuentro serrano posee.

¡Boom Boom Kid! (Gabriel Hamie)
Por lo demás el final de la noche se aproximaba sin histerias, en un backstage en donde todo fluía con tranquilidad y No Te Va Gustar, los uruguayos encargados de poner el broche, estaban prontos para hacerse cargo de la responsabilidad asignada. A Emiliano Brancciari y su big band charrúa no le tiembla el pulso en estos menesteres, canciones no le faltan. Al mejor estilo de Ciro y los suyos, nunca miraron el reloj y se mandaron con una performance muy extensa que se aproximó a las dos horas y media. Repasos los hubo de todos los discos, y con esa posibilidad que solo tienen las bandas en estado de gracia, adelantaron los dos cortes del nuevo álbum que el mes que viene estará en las disquerías. Lo notable es que esas canciones, el rock lento Para cuando me muera y la balada Prendido fuego, que por ahora solo están editados en plataformas digitales, ya se codean con los hits firmes de los “Note”, una lista interminable que incluyó: Cero a la izquierda, Fuera de control, Llueve tranquilo, Al vacío, A las 9, Sin pena ni gloria, Memorias del olvido, Ese maldito momento (“Si lo ven a Ulises Bueno agradézcanle por cantar esta canción”, encargó Brancciari), Clara, Rata, Chau, Tan lejos (con Facundo Soto de Guasones, banda amiga con la que supieron compartir giras), Verte reír, No hay dolor, y una larga nómina que se extendió a 32 canciones para un  apoteósico final de fiesta. 
Esa noche me volví caminando a mi casa, masticando en soledad una pregunta que me inquietaba. Es la pregunta del millón de pesos, pero la voy a dejar en suspenso para una próxima nota. 

Fotos: Gabriel Hamie

miércoles, 12 de abril de 2017

La Falda homenajea al Flaco

Spinetta en La Falda '83 (Lucía Seguí)
Con la imposición de su nombre a una de sus calles, la ciudad rinde tributo a uno de los músicos más influyentes de Argentina. Aquí un repaso de sus visitas a La Falda.

CALLE LUIS A. SPINETTA

Por Néstor Pousa

A cinco años de la muerte de Luis Alberto Spinetta La Falda se suma a un sinnúmero de homenajes en su memoria con la imposición de su nombre a una de las calles de la ciudad. No es extraño que esto suceda ya que el autor de Muchacha, ojos de papel tuvo un vínculo con esta plaza que excedió lo medianamente normal, con una cifra record de actuaciones para una ciudad del interior. 
La relación de Spinetta con La Falda fue muy pródiga y se basó fundamentalmente en su participación en el Festival Argentino de Música Contemporánea, nombre que luego mutaría al más compacto de La Falda Rock que hoy marcha hacia su tercera resurrección. Al margen de las denominaciones podríamos asegurar que el Flaco tuvo asistencia (casi) perfecta, concurriendo a ocho de las diez ediciones que el ciclo resistió a pie firme contra los embates de la incomprensión. Las dos ausencias (1980 y 1982) las compensó con dos magníficas presentaciones solistas en El Cantautor ‘89, un proyecto no demasiado conocido que se realizó en el hoy lamentablemente malogrado Cine Teatro Gran Rex de la misma ciudad.
El debut de Spinetta en La Falda no podía haber sido más auspicioso. Se produjo el domingo 15 de febrero de 1981 en la segunda edición del festival y con Almendra (versión reunión) en el cierre de una extensa gira nacional de dos meses y medio con la que presentaban El Valle Interior, que editado en 1980 fue el último álbum de estudio de aquella banda pionera. Esa noche bajo los efectos de una leve aunque pertinaz llovizna el cuarteto entregaría un menú de clásicos y novedades. Aseguraron que fue la primera y última vez que tocarían con un músico invitado en vivo: eso ocurrió cuando Rubén Rada sumó sus tambores y su pulso candombero en el tema Mestizo.
Luis regresaría sucesivamente en 1983 y 1984 al frente de Spinetta Jade, colectivo de geniales músicos audicionados y fichados personalmente por Luis y su exigente oído. El combo que históricamente presentaba un dibujo de quinteto, para finales de 1982 y principios de 1983 se había transformado en cuarteto al abandonar la formación el tecladista Diego Rapoport. Y en 1984 con el ingreso Lito Epumer en guitarra se normalizaría el formato de cinco integrantes.

Acusticazos. Los dos años subsiguientes podrían clasificarse como acusticazos en solitario. En 1985, tras la partida de Mario Luna factótum del festival, la municipalidad local montó una edición de emergencia de una sola noche, el sábado 2 de marzo. Spinetta, ya sin Jade, asistió solo, acompañándose con su guitarra en un formato intimista que no dejó demasiadas huellas documentales en sus discos (Kamikaze sería lo más aproximado). Fue un auténtico privilegio para la ciudad poder ver al creador a solas con su obra.
Esa circunstancia se repetiría al año siguiente en una edición muchísimo más ambiciosa de cuatro noches con las bandas más representativas de la década. En ese novedoso y fulgurante contexto a Luis le bastó su guitarrón Ovation para pre-estrenar las baladas de Privé, su opus de 1986.
La siguiente instancia se inscribe como un acto fallido. Durante la fatídica edición de 1987 Spinetta-Páez estaban prestos a mostrar su muy elogiado trabajo en conjunto, el disco doble titulado La la la, pero la pésima organización concluyó con la suspensión de la tercera y última noche (domingo 8 de febrero), en la cual también iban a presentar credenciales por primera vez en La Falda Luca Prodan y Sumo. Los graves incidentes ocurridos provocarían además la desactivación virtualmente definitiva del evento luego de ocho capítulos consecutivos.

Spinetta en El Cantautor (Ricardo Sisti)
El Cantautor y La Falda Rock. Decir Spinetta “en La Falda” no es lo mismo que decir “en el regazo”, pero si alguna vez estuvo esa sensación de contención y cobijo, ocurrió en el verano de 1989. El BB Muñoz, músico folk devenido en productor, había sido tentado para organizar un ciclo sucedáneo al suspendido festival, que no demandase demasiada logística y sin potenciales conflictos. Así surgió El Cantautor ‘89, con debut y despedida en la misma temporada. El Cantautor proponía el encuentro en directo del autor e intérprete con su público, con una programación envidiable y una seguidilla irrepetible de 46 noches de conciertos durante enero y febrero. Luis estuvo programado el domingo 22 y lunes 23 de enero (“Fueron no menos de quince reuniones con él para poder convencerlo”, revelaba por entonces el BB Muñoz), por lo que empezó a festejar su cumpleaños número 39 en La Falda.
Restan reseñar dos visitas más de LAS para esta crónica, las que ocurrieron a períodos regulares en los amaneceres de las décadas subsiguientes. La de 1992 fue durante el primer renacimiento del festival con la vuelta de Mario Luna en el rol de organizador y productor. Mario para intentar restañar heridas citó, entre otras figuras, al Flaco, que aprovechaba para apadrinar a unos todavía adolescentes Illya Kuryaki and The Valderramas.  
Diez años después se concretaría la última actuación de Spinetta en La Falda. José Palazzo y Perro Emaides, fundadores en 2001 del Cosquín Rock, tomaban el control del trascendental ciclo serrano que en su décimo capítulo estrenaba su actual denominación: La Falda Rock. Corría septiembre de 2002 y los productores imaginaron una noche dedicada a los nombres clásicos del género y Luis no quiso estar ausente. Todos esperaban de él un repaso antológico que sintonizara con el perfil celebratorio que se le intentó imprimir a la fecha. Demorando esa pretensión (hubo que esperar hasta Las Bandas Eternas para eso) se concentró en un repertorio más actualizado. “Que La Falda siga siendo un lugar de Paz, Amor y Música”, fue su saludo final de buen augurio antes de pisar por última vez suelo faldense.

miércoles, 5 de abril de 2017

La Falda Rock: historia de un regreso

Ciro, figura clave de LFR'17
A 30 años de la fatídica noche que selló su suerte y a 15 del segundo intento de resurrección, el legendario festival vuelve a dar señales de vida. Será los días 14 y 15 de abril en el lugar  de siempre. Ciro y NTVG figuran como nombres convocantes.

Por Néstor Pousa

En la antesala de la tercera resurrección del festival más importante de la música rock en Argentina vale repasar la cronología de los hechos. Estoy seguro que más de un lector en la primera línea de este texto habrá pensado en lo exagerado de mi afirmación: el festival más importante de la música rock en Argentina, pero es que si analizamos el contexto y los sucesos que ocurrieron durante el mismo, con objetividad, sin pasiones, llegaríamos todos a la misma conclusión. Un evento que en 37 años de vida totalizó la exigua suma de 10 ediciones, pero que sin embargo todo el mundillo de la música, y hasta algunos que no son del palo, conocen y hablan de él.
Este nuevo renacimiento comenzó a escribirse un año y medio atrás, cuando Cristina Nieto como nueva Presidenta del Club Atlético La Falda me llama para contarme que por una nota firmada por mí que habían leído en el semanario Ecos de Punilla se les había ocurrido reflotar el festival. Hubo entonces una reunión inicial a la que fue invitado Matías Cibin, nacido y criado en La Falda, que hoy desarrolla una intensa actividad en producciones de espectáculos, básicamente de rock, en la ciudad Córdoba. Cibin ya había ensayado en su ciudad natal aunque con suerte diversa, pero nunca se acobardó. Programó a Attaque 77 y perdió, mucho más adelante se recompuso con No Te Va Gustar y Divididos. Estas dos fechas operaron como un tester para ver cómo reaccionaban en la actualidad todos los componentes que rodean a un concierto de rock a gran escala en la ciudad que alguna vez renegó de uno de sus dos festivales que le garantizaron trascendencia nacional e internacional.    
Los globos de ensayo arrojaron resultados alentadores y así las reuniones continuaron sucediéndose, ahora con el intendente municipal Cacho Arduh y su equipo, algunas veces de incógnito como si se tratara de la jabonería de Vieytes en plena era posmoderna, pero no había demasiados indicios de que el humo blanco surgiera.

NTVG,  cerrarán la nueva edición
A fines del año pasado me aprestaba a presentar en la ciudad de Córdoba La Falda en tiempo de Rock, segunda edición del libro en el que documenté la historia del Festival de Rock creado por Mario Luna en el verano de 1980. Entonces Matías Cibin me cita en un bar y me propone anunciar durante la presentación la nueva edición para los días 14 y 15 de abril de 2017. La gráfica ya estaba lista e incluso parte del merchandising. Sin dudarlo le dije que sí, aunque debo admitir que no salía de mi asombro. A Cibin lo note absolutamente decidido, y con los pulgares arriba de parte de las autoridades municipales, estaba lanzado en bajada y sin frenos.
Un par de días antes de la presentación del libro, en donde el anuncio del regreso del ciclo venía envuelto en misterio, un mail que se viralizó por error estropeó la sorpresa pero provocó una ola imparable, una ola positiva de repercusión en los medios más importantes. Fue un suceso de enorme impacto publicitario que se multiplicó en manifestaciones de alegría de parte de mucha gente que a esta altura no se esperaba semejante noticia.
Pero como a toda acción le sigue una reacción, los comentarios desalentadores no tardaron en hacerse oír…  Se cuestionó la fecha por ser coincidente con Semana Santa, sin advertir que todos los grandes eventos se realizan en temporada alta o en fines de semana extendidos para favorecer a los potenciales asistentes. No quedan otras fechas disponibles que no sea la antedicha, que además fue la elegida para un show de Divididos en marzo del año pasado y que, paradójicamente, no generó ninguna polémica. ¿Entonces, por qué al festival ahora se lo objeta? Es un dato, al menos, curioso.
El otro absurdo es cuestionar la programación por no estar acorde con la historia del legendario ciclo. Pues bien, aun reconociendo que sería posible y necesario un toque vintage, lo cierto es que los pioneros que escribieron esta fascinante historia, por más que muchos continúan activos, no generan salvo contadas excepciones la convocatoria masiva de 35 años atrás. Personalmente apuesto a una prolongación del ciclo que en próximas ediciones se anime a contratar e intercalar entre los nombres que hoy llenan las gradas a nombres que prestigien el ciclo por su trayectoria. Una vez que este tercer intento se consolide, la presencia de aquellos nombres que hoy muchos añoran y reclaman no será una materia pendiente, ni mucho menos imposible. 

Mil Nombres (La Falda)
Mientras tanto la edición número once de La Falda Rock (según su nueva denominación) producido por Matías Cibin (XL Abasto, Cba.) asociado con Cristian Merchot (Pirca Producciones, Bs. As.) y el auspicio de la Municipalidad de La Falda, nos permitirá ver a Ciro y Los Persas a escala teatro, algo imposible de conseguir en otra plaza por tratarse de un artista que llena estadios y que ademas viene a presentar su flamante tercer disco de estudio (Naranja persa, 2016). En la segunda de las dos jornadas el número convocante será No Te Va Gustar, los uruguayos se encuentran cerrando la gira de su más reciente álbum. La atractiva grilla se completará con el rock elegante de Guasones y las canciones de Los Pérez García. Rosario estará representada por Cielo Razzo. Y quien seguro la va a romper es Boom Boom Kid.  
El certamen nacional Pre La Falda arrojó dos nombres que se ganaron el privilegio de acceder al escenario del auditorio municipal faldense y son: Lo Funebrero de Santa Fe y Pergamino de Córdoba capital. Mientras que La Falda aportará a la cartelera los nombres de M.A.G.M.A. y Mil Nombres. Todo está listo para que funcione, resta saber si estaremos a la altura de la historia.

La Falda Rock 2017 - Grilla
Viernes 14 de abril: Ciro y Los Persas - Cielo Razzo - Los Pérez García - Lo Funebrero (Santa Fe) - M.A.G.M.A. (La Falda)
Sábado 15 de abril: No Te Va Gustar - Guasones - Boom Boom Kid - Pergamino (Córdoba) - Mil Nombres (La Falda)
Lugar: Auditorio Municipal Carlos Gardel (La Falda)
Horario: puertas abren 17:00 hs