jueves, 17 de diciembre de 2020

De Sabiondos y Suicidas: el documental

Fachada del primer auditorio (1965)

Con este título se estrenó durante el presente año la primera parte del documental que reconstruye los inicios de la Fiesta Nacional del Tango en La Falda.

 


Por Néstor Pousa

A comienzos del 2015 me decidí a poner manos a la obra a un proyecto en el cual venía pensando desde hacía cinco años: realizar un trabajo de investigación sobre los inicios de la Fiesta Nacional del Tango en La Falda.
Precisamente en 2015 se cumplían 50 años de la primera edición y tal vez inspirado por esa fecha tan significativa fue que refloté y empecé a darle forma a la idea de reconstruir y rescatar del olvido los orígenes del padre de los festivales faldenses.
Inicialmente pretendía volcar todo ese trabajo de investigación en las páginas de un nuevo libro que continuara la zaga iniciada con el previamente publicado sobre el Festival de Rock (La Falda en tiempo de Rock, 2 ediciones, 2009 y 2016). Pero en algún punto del trayecto que va desde la génesis de una idea hasta empezar a concretarla, opté por cambiar el formato y empecé a pensarlo como un documental.
Convoqué a un amigo personal y especialista en la materia, Martín Carrizo, periodista, documentalista, recopilador y coleccionista de discos, de la ciudad de Córdoba. En cuanto le comenté el plan, con la intención de invitarlo a sumarse al mismo, no dudó ni un segundo en responder afirmativamente, y nos pusimos a trabajar.
Pocos meses después empezamos a recopilar datos, bucear en las hemerotecas y archivos, leer y releer notas periodísticas de la época, indagar en colecciones de fotografías, consultar las gráficas originales, acceder a documentación de origen oficial y grabar en audio y video testimonios de protagonistas históricos de los inicios de aquella gesta.
 
Fue en ese momento en que nos entusiasmamos definitivamente con el trabajo que estábamos  encarando.  Aunque fue un proceso largo, para que negarlo, en el cual todo lo realizado se hizo de modo independiente y auto-gestionado. 
Fue un verdadero placer entrevistar a figuras como los Maestros Osvaldo Piro y Jorge Arduh, Silvio Soldán, Raúl Lavié, Rodolfo Tulián y Juan Carlos Godoy (tal vez su última entrevista antes de su fallecimiento); a los periodistas e investigadores Lic. Alfredo Ferrarassi y Américo Tatián; al Buby Arnedo, hijo del Intendente Manuel Arnedo, ya que durante su gestión se inauguró el festival; a los vecinos faldenses y amantes del tango Osvaldo “Chiche” Grosso y Miguel Meritano; y a la Sra. Estela Romero de Vigliocco, esposa del Dr. Juan Carlos Remo Vigliocco, Presidente de la primera Comisión Municipal de Cultura y Fomento al Turismo de La Falda, los verdaderos hacedores de la fiesta y pioneros a los que dedicamos este trabajo documental.  
Finalmente, y después de cuatro años, se obtuvo una parte del financiamiento necesario para empezar con el trabajo de edición final. El proyecto resultó ganador de una de las Becas Creación 2019 en la disciplina “Artes Audiovisuales” que otorga el Fondo Nacional de las Artes, organizado conjuntamente con el municipio de La Falda a través de su Secretaría de Turismo y Dirección de Cultura.    
Así pudimos concluir una primera parte de este video documental, al que titulamos: De Sabiondos y Suicidas (Inicios de la Fiesta Nacional del Tango), que fue estrenado vía streaming el jueves 23 de julio pasado, como parte de la programación del 37º Festival Nacional del Tango edición online.
Y que durante la semana pasada fuera re-estrenado en el programa Tal Cual (09-12-2020), conducido por Nicolás Heredia y Cuquín Amelio Ortíz, por la señal de cable Next TV, con motivo del Día Nacional del Tango que se celebra todos los 11 de diciembre.
 
De Sabiondos y Suicidas (Ficha técnica)
Realización: Néstor Pousa y Martín Carrizo
Duración: 24 minutos (primera parte)
Edición: Hernán “Manic” Centeno
Banda de sonido: Contramano Tango 4
Tema original: “Tango estoy con vos” (letra: Tito Pousa - música: Jorge Arduh)
Realizado entre La Falda y Córdoba, Julio 2020 (año de la pandemia mundial)

domingo, 29 de noviembre de 2020

El Diez de los Inmortales

DÉCIMAS DEL ENCIERRO 


Por Néstor Pousa

 

Un héroe contemporáneo

Gladiador de carne y hueso

Tal vez te fuiste por eso

De este modo extemporáneo

No aparecen sucedáneos

El futbol se está inmolando

Te saludo Diego Armando

Dios bajo un sol mexicano

Aquel del gol con la mano

Que hoy el mundo está llorando.

 

Naciste clase sesenta

Asombrosa como pocas

Con una gambeta loca

Debutaste en los setenta

Debimos perder la cuenta

De goles excepcionales

Festejo en los bacanales

Fama de niño terrible

Con talento indiscutible

Destacaste en los mundiales.

 

Pienso que Italia '90

Fue el cenit de tanta gloria

Fue la suma de la euforia

Nadie nos tenía en cuenta

Pelamos prosapia argenta

Para bancar la parada

Con una bola endiablada

Sacamos a los cariocas

Epopeyas como pocas

Con una final birlada.

 

El Pelusa de la gente

De Fiorito al Universo

Al 10 le escribe estos versos

Un hincha de Independiente

Le vimos mostrar los dientes

En México y en Italia

Y en un partido en Australia

En que nos sacó del pozo

Con la zurda, puro gozo

Aunque jugara en sandalias.

 

Lo estábamos esperando,

Pase Maestro Bochini

No fue penal de Sensini

Branco estaba bostezando

Me encuentro aquí divagando

Historias de los mundiales

Dos fabulosas finales

Una nuestra, otra teutona

Recordando a Maradona

El Diez de los Inmortales.

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lunes, 23 de noviembre de 2020

Editan a "Los Músicos del Centro" en vivo

La última presentación en vivo de la gran banda cordobesa de jazz-rock fusión, a casi 20 años de su realización, es lanzada ahora en casete por el sello independiente Discos en Cba.

NOVEDADES

Por Néstor Pousa

Los Músicos de Centro fue, sin lugar a dudas, la gran banda cordobesa de jazz-rock fusión de la música contemporánea argentina de las décadas 80 y 90. Liderada por los hermanos Juan Carlos Ingaramo y Mingui Ingaramo fueron un verdadero referente por el que pasaron notables instrumentistas, especialistas en cada rubro. Además conformarían junto a Litto Nebbia una de las más insospechadas y productivas uniones musicales durante los dos años que duró esa experiencia, documentada con dos discos imprescindibles en 1982 y 1983.        En febrero de 2001 ponen punto final a su extensa carrera con un concierto en vivo realizado en la Plaza de la Intendencia de la ciudad Córdoba con la participación de músicos invitados. Ese registro inédito es lanzado ahora a través del sello independiente Discos en Cba en formato de casete (o cassette), un soporte que antes de los años 90 fue clave, que luego cayó en desuso por imperio del CD, pero que en este caso fue muy bien recibido por la comunidad melómana.

El trabajo lleva por título Los Músicos del Centro / En Vivo 2001 y contiene ocho temas grabados de consola en aquel recital. Reúne varios clásicos de la banda y hasta algún rescate del primigenio Grupo Encuentro. La lista contiene: Agua pesada (de Pelusa Navarro y BB Caniza), El aroma de un beso y la bellísima Cuando yo me transforme (ambas firmadas por JC Ingaramo y Litto Nebbia), La huella (Mingui Ingaramo), Cuesta Blanca (de Mingui y Nebbia) y El casamiento de los músicos (de Litto con arreglos de JC y Mingui). En el único momento en que se escucha la voz de Juan Carlos, este dice: “En el 2000 pasaron cosas raras, eso de las computadoras y Mingui caza la viola de nuevo después de años”, es para presentar Ochenta y ocho, composición de uno de sus primeros discos.

La lista de músicos que participan junto a Juan Carlos (piano, teclados, arreglos) y Mingui (piano, teclados, guitarra eléctrica, arreglos) es un verdadero seleccionado: Fernando Bobarini (bajo), Hugo Ordanini (batería), Martín Bruhn (percusión), Chelo Seguí (saxos), Juan Cruz Peñaloza (teclados) y Luis Lewin (piano en Agua Pesada).

Ficha técnica. Operación de sonido: Mario Palacios y Camacho Cagliero – Diseño Gráfico: Juan M. Guareschi – Pintura original de portada: Juan Carlos Ingaramo. Instagram para pedidos: @discosencba

 

Martín Carrizo de Discos en Cba. “Esta grabación, conjuntamente con una de un concierto de Tamboor, me las pasó una persona que me cruzó en el camino mi pasión por los vinilos. Un ex asistente del sonidista Mario Palacio, que las guardó por mucho tiempo en CD y con gran calidad de sonido. Yo le pasé una copia a Juan Carlos Ingaramo que la subió a su SoundCloud pero no tuvo mucha más circulación que esa”, nos revela Martín Carrizo sobre este flamante lanzamiento para el sello que impulsa.  Y fundamenta: “Este nuevo lanzamiento (el segundo luego de Alma Mater de Sullivan) va dedicado primero a satisfacer un capricho personal, tenía muchas ganas de hacerlo. Después está destinado a los amantes de la música en general y sobre todo a coleccionistas de la música de Córdoba. Estaba bueno sumar la data que teníamos disponible, a pesar de que no hay registro en ningún lado de ese último concierto de LMDC. Toda la info que incluye la gráfica salió de la memoria de Juan Carlos Ingaramo”.


Por otra parte, agrega: “No creo que salga una edición en CD, ya que es bastante más complicado si hablamos de costos de fabricación, y difícilmente se pueda recuperar la inversión. La idea es hacer tiradas cortas que permitan reinvertirlo en otra edición”, resume con mirada experta.

 A la pregunta ¿en qué momento histórico se encontraba la banda al tiempo de dar ese directo? Martín resume: “Estaban dando sin saberlo (o tal vez sí) el último concierto de esta formación escuela de músicos en Córdoba y que tanto ama Litto Nebbia. Sin separación formal, sin peleas internas. En los textos que sumaron Juan Carlos y Mingui Ingaramo se deja entrever cual era el sentimiento de cada uno de ellos hacia ese último concierto”.

 

 Tal vez quede como anécdota que Discos en Cba le arrebató la idea a Melopea (el sello de, precisamente, Litto Nebbia) que editó mucha de la obra de los hermanos Ingaramo.

 ¿Te lo pusiste a pensar? “¡Tenés razón! (exclama Carrizo a la distancia) y completa: “Perdón, Litto, aunque no creo. Me parece que el rosarino escuchó en la casa de Juan Carlos el concierto, que incluye algunas canciones de su autoría, y quedó fascinado con el sonido que tiene, pero no dijo nada de editarlo. Quizás más adelante, sí. Y sería un honor. La tirada de casetes de DISCOS EN CBA es muy corta y seguro se agotará. ¡Ojalá lo tengamos en CD a través de Melopea!”, concluye con entusiasmo.-

lunes, 9 de noviembre de 2020

RADIO EDÉN: una emisora pionera

Hace 33 años iniciaba sus transmisiones Radio Edén 105.9, inaugurando desde La Falda la era de las emisoras de frecuencia modulada en el centro y norte del Valle de Punilla.

 


Por Néstor Pousa

 

Octubre 1987. Nos habían invitado a formar parte, como columnistas, de dos programas radiales para la nueva FM Edén, radio que inauguró la era de las emisoras de frecuencia modulada en La Falda y en el centro y norte de Punilla.

Por distintos motivos (que no vamos a detallar ahora) ambos proyectos se cayeron. Fue entonces que Norma y Daniel, dos de los dueños de la flamante emisora, nos dicen que el horario de los sábados a las 19 estaba libre y nos proponen que armemos algo propio.

Casi que nos convencieron. Nos juntamos con Santiago "Gringo" Cardozo (el de la voz profunda y ensimismada), Tommy Records (disc-jockey de exquisito paladar musical) y yo (con aspiraciones periodísticas), nos pusimos un nombre (Los Elegidos) y largamos, inspirados por Pink Floyd, Bob Dylan, Eric Clapton, Bob Marley, Peter Tosh, Yes, Charly, Spinetta, Sumo, Soda Stereo, Los Redondos y toda esa mano. Fue un sábado de fin de octubre de, hace ya, 33 años.

Radio Edén había comenzado con sus emisiones piloto dos meses atrás (agosto 1987), con proyecto y dirección de Norma Canapino, Daniel Ammiraglia y Gustavo Villa, quien representaba a su padre, Tito Villa, reconocido precursor de la radio en Villa Carlos Paz.

Hoy Norma rememora así aquellos días: “La idea de instalar una emisora de frecuencia modulada fue, como muchas veces, con la expectativa de poner un negocio, en este caso, relacionado con mi actividad. En aquel momento recién comenzaban a instalarse unas pocas emisoras en la provincia de Córdoba, en Villa Carlos Paz la primera fue Radio Carlos Paz. La opinión visionaria de Juan Enrique “Tito” Villa, fue muy importante en la decisión, ya que se hablaba que en un corto plazo serían muchos los que seguirían nuestros pasos. Así surgió la sociedad”.

 Con buen ojo, el grupo empresario eligió la ciudad de La Falda, por estar ubicada en el centro de Punilla y por cuestiones técnicas de cobertura, “Una hermosa ciudad y un punto estratégico”, destaca Norma. A la nueva emisora la bautizarían Radio FM Edén y se ubicaría en el 105.9 MHz del dial de frecuencia modulada.

“Por cuestiones técnicas necesitábamos un espacio físico relativamente alto, abierto, de fácil estacionamiento y en donde no se molestara a vecinos con el movimiento habitual de un medio radiofónico. Buscando, nos encontramos con Martín Salbachian, dueño del Hotel Araxi que nos ofreció un lugar en su predio con las características que necesitábamos, y así arrancamos una de las mejores historias de radio conocidas hasta el momento”, reconstruye con tono nostálgico la locutora.

Aquel primer lugar que ocupó la radio era un edificio de una planta, con dependencias para alojar una oficina de recepción, una sala de operadores y una sala de locución. Estaba ubicado en el sector deportivo del complejo del Hotel Araxi, sobre la Avenida Edén al 1000. Un sitio ideal y paradisíaco, en una de las zonas más bonitas de La Falda.

Rápidamente se fue formando el plantel de locutores, conductores y operadores, la gran mayoría, sin experiencia previa, y se fue delineando la primera programación. Gustavo Arraigada (con formación de periodista y locutor) se hizo cargo del noticiero y del programa deportivo que pronto empezaría con las transmisiones futbolísticas desde exteriores, con el debut de Víctor Hugo Sánchez como relator deportivo.

Los operadores de consola eran avezados disc-jockeys de los boliches (discotecas) de la zona que rápidamente se adaptaron a la actividad radial. Eran capaces de destrabar, a toda velocidad y sin dejar bache, la cinta clavada de un casete o manipular discos (vinilos) con extrema precisión, mientras preparaban la tanda publicitaria. Formaron parte de aquel primer plantel de operadores: Tommy Records, Diego Florio, Germán Florio, Adrián Di Natale, Edgardo Miniböck y Marcelo Rivero. Eran tiempos analógicos, sin ordenadores de escritorio, ni laptops, sin sonido digital, ni celulares.

 


Fuimos muchos más. Tuvimos que convencer a los habitantes de la ciudad que una radio local era posible. Hasta entonces la radio “se hacía” en las grandes urbes o, en su defecto, estaban las emisoras de circuito cerrado, como la preexistente LF1 Radio La Falda del querido y recordado Raúl “Negro” Sosa, decano de la actividad. Pero una radio de FM era inédita. Emprendimos proyectos radiales personales y diversos, sin habernos sentado nunca antes frente a un micrófono, ni que una luz roja nos avisara que estábamos EN EL AIRE. Pero salvamos la inexperiencia con coraje e intuición. Completaban aquel grupo inicial (aparte de los ya nombrados): Rafael Villarreal, Pablo Bracamonte, Gabriel Razza, Sergio Finzi, Ezequiel Giardelli, Karim Blanco, Daniel Capdevila, Hugo Heller y Roxana Agüero.

La radio fue el punto de encuentro de un grupo humano muy heterogéneo que terminó siendo un grupo de amigos con una pasión en común. Buenos amigos y colegas que afianzábamos el vínculo juntándonos a comer, a ver fútbol por televisión, a jugar al fútbol o colaborando recíprocamente en cada uno de nuestros proyectos radiales.

Sin ser conscientes de la situación, estábamos escribiendo una página importante dentro los medios de comunicación del interior. Fuimos pioneros sin darnos cuenta. Si bien para algunos fue solo darse el gusto de hacer un programa de radio y atesorar el recuerdo como una anécdota, para muchos otros fue el inicio de una profesión, de una forma de vida y de ganarse la vida. Radio Edén fue una escuela y un semillero.-

martes, 6 de octubre de 2020

Alfajor en La Falda: una fiesta con historia propia

 



Por Néstor Pousa

La Fiesta Nacional del Alfajor de La Falda tiene bien ganado un lugar en el podio de las fiestas populares que la ciudad supo albergar en los recientes 55 años de historia.

Ostenta un meritorio 3er. puesto (detrás de la Fiesta Nacional del Tango y el Festival de Rock) aventajando a la ya olvidada Fiesta del Inmigrante, quizás la única irrecuperable.

De hecho la Fiesta del Alfajor surgió como un sustituto de las anteriores, en momentos en que las mismas habían perdido su brillo y relevancia, o directamente se encontraban inactivas. Eso ocurría en el año 1989, cuando un grupo de ciudadanos agrupados en el Centro Comercial, Industrial y Hotelero de La Falda, presidido entonces por Roberto Burrone, delineaban a grandes rasgos la 1ra. Fiesta del Alfajor Cordobés que, desde entonces, siempre se realizaría en el mes de octubre (aprovechando el feriado nacional del día 12). Los objetivos eran: potenciar ese período anual de baja temporada y fortalecer la producción del alfajor cordobés, como típico souvenir que nos identifica como región turística en el contexto nacional.

Con escasos meses de anticipación se organizó aquella edición inaugural que contó con el auspicio de la Secretaría de Turismo local y fue declarada de interés municipal. Todos destacan a Roberto Burrone como su inspirador y principal impulsor, quien estaba acompañado en su gestión al frente de cámara comercial local por: Carlos Schork, Alfredo Schäffer, Sergio Miskoski, Adolfo Sánchez, Carlos y Margarita Vanini, entre otros.

Aquella primera edición funcionó como una prueba piloto, un proyecto que muchos no entendían y otros todavía no lo tenían bien claro. Los stands se ubicaron desde Av. Edén 100 hasta la intersección con la calle Bahía Blanca, lugar en el que se instaló un escenario que fue cedido a préstamo por una localidad vecina. El corte de cinta estuvo a cargo del Intendente Municipal Dr. Carlos Enrique Pérez, la Secretaria de Turismo Prof. Susana Ghilardi y el Sr. Roberto Burrone.  La Comisión de Promoción y Servicios Turísticos aportó la infraestructura y se encargó de la prensa y difusión. Las principales fábricas alfajoreras locales: La Súper, Jockey Club e Irwo, estuvieron presentes.

 

Edición inaugural (Octubre 1989)

Con todo un año por delante, la segunda edición ya fue tomando otra forma. Se instaló una carpa gigante de 60 metros de largo en la primera cuadra de la Av. Edén en la cual se montó un pabellón industrial que emulaba la cadena de producción, y se construyeron cabañas de madera para los stands.  La 2ª Fiesta del Alfajor Cordobés fue acompañada por el Primer Certamen del Alfajor Nacional. Las importantes firmas nacionales empezaban a poner los ojos en la fiesta faldense que recibía el apoyo de instituciones locales como la Asociación Serrana de Hoteles y Afines (ASH), presidida por Jorge Gallardo.

Para la tercera edición fue declarada “fiesta nacional” por resolución del Ente Nacional de Turismo.  La novedad fue el cambio de locación. De la arteria principal de la ciudad se movió al Anfiteatro Municipal. El número de stands creció a 45 y el pabellón industrial ocupaba la olla del domo faldense convertido en predio ferial.  En la cabeza de los organizadores crecía la idea de una fiesta con características de gran congreso alfajorero nacional, que además del perfil comercial, no perdiera de vista la faz industrial a través de la organización de seminarios y la exportación de los productos a nuevos mercados. El momento era propicio ya que en marzo de ese mismo año 1991, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay firmaban el tratado que establecía las bases para un mercado común que se conoció con el nombre de Mercosur  

En 1993 la organización se delegó en forma definitiva a la municipalidad local, reemplazando a las primeras comisiones que acusaban el impacto de un desgaste prematuro, el que suele suceder cuando el trabajo recae sobre unos pocos en beneficio de muchos.  La fiesta había encontrado un contexto óptimo en el anfiteatro, pero en desmedro de la participación masiva y comunitaria que lograba en la calle. Por esa razón, para la edición de 1994 retorna a las calles céntricas de la ciudad.  El nuevo epicentro sería la Diagonal San Martín. Al formato gastronómico, comercial e industrial se le sumaría una grilla de espectáculos artísticos de primer nivel. Para afianzar este renovado impulso, el Honorable Concejo Deliberante de La Falda creaba mediante ordenanza la Comisión Municipal de Fiestas con la designación de doce miembros que cumplirían funciones ad-honorem.

El primer logo

Así llegábamos a la 10ª edición con un crecimiento sostenido y constante, la participación de 60 expositores y la contratación de una grilla artística de mayor jerarquía que redundaban en una cada vez mayor convocatoria de público compuesto por turistas que aprovechaban el fin de semana largo, pero también por los vecinos que completaban el marco multitudinario de la Fiesta Más Dulce del País.

Recordamos aquel décimo aniversario como la confirmación del evento en su punto más alto. Tan solo con chequear los artistas que pasaron por el escenario montado en la intersección de Av. Edén 100.  Fueron diez días de espectáculos con la participación de las más variadas figuras: León Gieco (con Nito Mestre de invitado sorpresa), Los Iracundos, Peteco Carabajal, Facundo Toro, Rubén Juárez, La Orquesta Provincial de Música Ciudadana, Cuti y Roberto Carabajal, Amboé, Adrián Maggi, Los Alonsitos, el Trío San Javier, los números locales Lunara y el Ballet José Hernández dirigido por Rudolf Lescano. Y como en cada edición desde 1990, la Elección de la Reina Nacional del Alfajor.

El éxito alcanzado en la primera década, lejos de ser un estímulo, concluyó en la inesperada discontinuidad del ciclo que recién se reflotaría tímidamente en los primeros años del nuevo milenio y, luego un nuevo intervalo, resurgir con nuevo impulso en el 2013.
Es esta una breve síntesis de un ciclo que en 31 años atravesó por todas las vicisitudes propias de los festivales faldenses, que conoció distintos formatos y etapas. Y que en este atípico 2020 (tan redondo como impredecible) nos entregará su primera edición on line. Siempre en octubre, como desde 1989.-

martes, 29 de septiembre de 2020

Orfeo Superdomo: réquiem para un gigante


Por Néstor Pousa

Estos primeros seis meses de cuarentena y aislamiento social por la pandemia, empezaron a hacer sentir sus efectos adversos y sus consecuencias nefastas en la economía y especialmente en algunos rubros, gremios y actividades. 

Sobre finales del mes pasado se conoció la nada feliz noticia del cierre, aparentemente definitivo e irreversible, del Orfeo Superdomo de Córdoba, una de las arenas (pistas de espectáculos artísticos y deportivos) más grandes e importantes de Latino América.

La drástica determinación fue informada a los medios el empresario cordobés Euclides Bugliotti, titular del Grupo Dinosaurio al cual pertenece el gigante ubicado en Cardeñosa y Rodríguez del Busto en el Barrio Alto Verde de la capital cordobesa.

Los factores de su cierre, según la palabra del empresario, son estrictamente económicos, agravado por la incertidumbre de no saber cuándo se podrán reactivar, al menos en un cincuenta por ciento de su aforo, los espectáculos en vivo y con presencia de público.

Para entender el problema es necesario saber que el costo de mantenimiento del Orfeo con sus puertas cerradas, según lo informado, es de 1.7 millones de pesos por mes. Para tener una idea, tan sólo el puente peatonal que une el estacionamiento con las instalaciones del mismo, cuesta $ 70.000 de impuestos mensuales. Es inviable, según palabras de Bugliotti, mantenerlo en estas condiciones.

Por sus características y desde su inauguración (el 6 de septiembre de 2002) el Orfeo Superdomo fue una pieza estratégicamente clave para instalar a Córdoba como la segunda plaza del país en la realización de espectáculos artísticos y deportivos, nacionales e internacionales de gran envergadura.  Su fácil accesibilidad, sus amplias dimensiones, el confort exterior e interior, las condiciones técnicas, sanitarias y de seguridad, su amplio parking, hicieron del inmenso domo, en sus 18 años de vida, un lugar único en el país. Con una capacidad máxima aproximada de 10.000 espectadores para espectáculos artísticos (que puede ascender a 14.000 si se trata de eventos deportivos), el Orfeo fue una de las piezas decisivas para que Córdoba y todo el centro del país hayan podido acceder a una cartelera espectáculos de primer nivel y sin precedentes, que hoy a causa de un virus se encuentra en modo pausa y en vías de extinción.

                             


                            

Los años dorados. En sus casi dos décadas el Orfeo Superdomo programó con producción propia o por gestión de empresarios privados, una larga lista de espectáculos musicales que convirtieron a Córdoba en un polo de atracción sin competencia en el interior del país. Un menú artístico que, en la mayoría de los casos, no hubiera sido posible de no contar con un espacio de sus características.  Muchos recordarán las célebres presencias de Bob Dylan en 2008, o la seguidilla de presentaciones del grupo Les Luthiers, ellos fueron uno de los números más programados junto a Luis Miguel. Pero hay un lapso de tiempo que podemos destacar como “los años dorados”, y es el período que va desde el 2010 hasta el 2012. Repasando los archivos, recordamos conciertos como el de Divididos en 2010, presentando su disco Amapola del 66; o la indescriptible sensación de ver a Metallica (2010) en un poco habitual formato indoor, en la cima de los mejores conciertos vistos en esa sala en toda su historia. También al año 2010 corresponden los conciertos de: (la banda inglesa) Yes, Skay Beilinson, Luis Alberto Spinetta (su último show en la ciudad de Córdoba fue en Orfeo), Charly García en su regreso a los escenarios cordobeses (performances que luego repetiría en 2011, 2012 y 2013) y los californianos Stone Temple Pilots.

En el 2011 sería el año de Deep Purple, Alan Parsons, Calle 13, Roxette y Guns & Roses.

Y en el 2012 la lista se engrosaría con: Megadeth, La Renga, Fito Páez, Noel Gallagher (ex Oasis), Joe Cocker (en mi lista figura como uno de los mejores shows), Robert Plant (ex Led Zeppelin) y Roger Hodgson (ex Supertramp).

Metallica en la cima del Orfeo (2010) - foto: lavoz.com.ar


Tras esto, y por desastroso advenimiento del dólar blue y sus nefastas consecuencias devaluatorias (algo que podríamos denominar como la pandemia sin fin), la cartelera de conciertos internacionales se vio seriamente disminuida, pero igualmente el Orfeo seguiría proponiendo espectáculos de alta calidad y convocatoria por algún tiempo más, como el realizado por: el beatle Ringo Starr.

Cada uno tendrá su momento para recordar en el Orfeo y hasta podrá armar su propio podio personal. Muchos elegirán alguno de los conciertos de Gustavo Cerati, Andrés Calamaro, Los Fabulosos Cadillacs o Abel Pintos; figuras de la talla de Joan Manual Serrat, Joaquín Sabina o Silvio Rodríguez; bandas y solistas internacionales como Black Sabbath, Bryan Adams, Arctic Monkeys, Muse, Queen + Adam Lambert y un largo, larguísimo, etcétera.

Para la anécdota con sabor amargo quedará el último show al que asistí como cronista, Andrés Calamaro (19/10/2019), o el último show antes de que el telón baje definitivamente, Ricky Martín (25/02/2020) y el primero de una larga lista de suspendidos por la pandemia, el de Chayanne, inicialmente programado para el jueves 19 de marzo de 2020, aquel fatídico día en que el mundo cambió.

Parece una irrealidad que hoy toda esa rica historia vaya a esfumarse así como así. Que no haya un plan B para su subsistencia. Alguna estrategia de salvataje para un lugar que además de su importancia como epicentro de la cultura, el deporte y el entretenimiento, fue generador de fuentes de trabajo en los diversos rubros afines.

Como epílogo, cuando esta nueva realidad pase, tal vez el célebre Orfeo Superdomo y su colosal estructura, ya formen parte de la historia y sobre su despojos se llenen los cimientos para nuevo emprendimiento inmobiliario.

jueves, 3 de septiembre de 2020

Tuti Ruggiero: canciones de pospandemia

ENTREVISTAS

Por Néstor Pousa

Nueva normalidad. Conciertos vía streaming. Reuniones por Zoom. Hay todo un nuevo glosario que impuso este año 2020. Los músicos, los artistas en general, fueron los primeros en bajar el telón a causa de la pandemia y, según se especula, serán los últimos en reactivarse. Una delicada situación para este gremio y sus afines, que además pone en modo espera la actividad del cronista musical.

¿Si un músico reconoce lo difícil que es realizar un show en vivo sin público presente? ¿Cómo se supone que se pueda escribir una reseña de eso?

La última crónica que escribí para este blog-semanario data de principios de marzo de este año. Un par de semanas antes de la invasión del virus a escala mundial. Un hecho, para todos nosotros, sin precedentes y que nos obligó a reconfigurar todas las actividades conocidas. Por ejemplo: la de escribir una columna cada siete o diez días.

Ahora, con la prolongación (¿por tiempo indeterminado?) de la cuarentena/aislamiento, algunas cosas empiezan a reacomodarse e intentan reactivarse. Y surge así esta primera nota en la pospandemia.

Tuti Ruggiero es el protagonista de este re-estreno de la sección en modo crónica-reseña-entrevista.

El músico, compositor, productor, cantante, nacido en Buenos Aires, pero radicado en las Sierras de Córdoba desde hace seis años, tiene novedades para contar. Y ameritaba entrevistarlo en modo virtual, en aislamiento social y respetando el protocolo.

Lo primero que queríamos saber es como venía sobrellevando este tiempo de aislamiento obligatorio, y esto nos respondió: “En este periodo de cuarentena, que me alejó de los escenarios (cosa que extraño mucho), aproveché para terminar de producir las nuevas canciones que hace tiempo venía trabajando. Además, con muchas noches de desvelo y sin dejar pasar los momentos de inspiración, seguí componiendo otras nuevas, de las cuales elegí un par para el nuevo álbum. Si bien, siempre trato de estar activo en las redes, ahora, en aislamiento, es la manera más cercana que tengo de mantener y seguir en contacto permanente con la gente que me apoya y me sigue mediante mi música.

En definitiva, trato de llevar de la mejor manera este período, como puedo y me dejan, adaptándome a la circunstancias y siempre haciendo música que es lo que me mantiene vivo”.

 -De qué se trata Así como me ves, el nuevo single que vas a presentar en las redes el próximo 9 de septiembre (en todas las plataformas digitales).   

"Así como me ves es una canción que nace partiendo de vivencias propias, resumiendo en pocos minutos que lo que realmente importa es ser uno mismo, sin tener que excusarse por eso, al fin y al cabo es imposible poder agradarle a todos. Es una canción optimista que desde la letra deja en claro que me planto ante la vida, persiguiendo sueños, siempre manteniendo la dirección del rumbo al que quiero ir”, resume Tuti, desde su casa en Villa Giardino

 -Teniendo en cuenta todos los condicionamientos actuales, ¿cómo fue el proceso de grabación?

“Esta canción, que es la que da nombre al nuevo material, fue grabada en su totalidad durante esta cuarentena, de manera poco convencional, parte en mi estudio y parte en Eclectic Music de Buenos Aires, a la distancia. Realmente estoy muy contento con el resultado final y más aún de poder llegar al punto de poder presentarlo en sociedad”.

 -¿Qué fue lo que te motivó a radicarte en las Sierras de Córdoba?

“Fue un cambio radical de vida. Siempre me gustó la idea de vivir en un lugar más campestre, que tenga montañas y arroyos... y lo encontré en Córdoba. En el 2012 estaba promocionando mi primer disco (Sin ser quien soy) y estuve en radios de Merlo (San Luis) y Villa Carlos Paz (Córdoba). Aproveche para pasar unos días en Villa Giardino, así la conocí y me encantó. A los dos años ya estaba plantando bandera donde hoy es mi hogar, mi lugar en el mundo”.

 -¿Fue complicado para vos resetear tu actividad musical desde aquí?

“Mirá, para ser sincero me mudé a las sierras justo cuando estaba saliendo mi segundo álbum (Mil Preguntas) y se me complicó un poco, por el hecho de que era el momento de promoción y de presentarlo en Buenos Aires. Viajar seguido y tratar de acomodarme en el nuevo lugar, justo al mismo tiempo, fue raro.  Una vez instalado en Giardino, comencé a conocer músicos de la zona para el armado de la banda que me acompaña y a golpear muchas puertas, al principio, sin ser escuchado. Costó mucho, pero soy un ‘testa dura’ (sic)... y si bien viajaba a tocar a otros lugares del país, por estos lares tuve que insistir mucho para ser tomado en cuenta, hasta que llegó el día que pude pisar las tablas mostrando mi arte. Doy gracias por la oportunidad. De ahí en más tuve muchísimos shows”.

 -¿Cómo te imaginás que será la vuelta a los conciertos con presencia de público?   

“Creo que en un principio va a ser de manera más íntima y va a ir normalizándose gradualmente en lugares chicos y cerrados. En cuanto a escenarios grandes y al aire libre, tomando las medidas correspondientes y respetando el distanciamiento del público, se puede hacer. De hecho en varios países del mundo ya lo están realizando. Quiero imaginar que la vuelta va a ser de la mejor manera. Necesitamos volver a disfrutar los shows, tanto el espectador como los artistas”.

 -¿Con qué herramientas cuenta un músico para sobrevivir, de prolongarse esta situación?

“Hay muchas maneras, en mi caso me dedico a la composición y producción de canciones para cantantes y músicos, como también jingles para radios o publicidades que me lo requieran. Otros se dedican a dar clases del instrumento que ejecutan, entre otras cosas. No voy a negar que se hace cuesta arriba ya que de cierta manera me impiden trabajar con normalidad y no recibo ningún tipo de ayuda. Es mi medio de vida y trato siempre de generar, cualquiera sea la situación en la que estemos viviendo. Hoy por hoy se dificulta más, por no poder tocar en vivo”.

 

martes, 25 de febrero de 2020

Cosquín Rock: un aguante de 20 años

Ricardo Mollo (Divididos)
Con el muy esperado regreso de Divididos y la ausencia de último momento de Charly García que obligó a un reemplazo de emergencia, transcurrió la edición #20 del festival más longevo del rock nacional. Aquí nuestra reseña con fotos.

FESTIVALES

Texto: Néstor Pousa
Fotos: Facundo Pousa

Pasado reciente y futuro inminente se conjugaron en el reciente Cosquín Rock para celebrar las 20 ediciones de un festival transcendente. Conscientes de lo que implicaba este aniversario, los productores del ciclo desde su inicio en 2001, con José Palazzo a la cabeza, unidos bajo la denominación comercial de En Vivo Producciones (que antes fue Nueva Tribu, y antes de antes, Perro Producciones) estaban decididos a tirar la casa por la ventana para festejar el acontecimiento de las veinte temporadas ininterrumpidas, casi nada, en un contexto como el nuestro. Así, diseñaron una programación superlativa con la guardia vieja, la nueva guardia y los clásicos obbligatos que (casi) nunca faltan en la grilla, tales como: Las Pastillas del Abuelo, Skay, Guasones, La Vela Puerca, Ciro, Las Pelotas, y que en esta ocasión sumaba a Los Decadentes, Ratones Paranoicos y Los Caballeros de la Quema, debutantes en este encuentro, y muchos más.
Una grilla que presentada en un evento especial, allá por noviembre del año pasado, anunciaba como números centrales de la convocatoria a Divididos (15 años sin presencias en #CR) y a Charly García, un poco menor su ausencia, pero también un número muy esperado. Después, el plan radicaba en mostrar un amplio paneo de lo que escucha en la actualidad, con referentes de la escena Indie y con muchos de los integrantes de la actual movida trap y la música urbana (WOS, Duki, Cazzu, Neo Pistea, YSY A, entre otros) tal vez lo más criticado previamente fue su inclusión en un festival que para muchos debe ser “de rock” y nada más, una polémica tan pasada de moda que ya aburre.
Dos grandes escenarios: el norte, que todavía no resignó su condición de “principal”, con los artistas clásicos de mayor convocatoria;  y el sur (ex temático) con lo más novedoso y atractivo para las nuevas generaciones. Y en ese extenso “Cosquín del medio”, entre ambos extremos cardinales, aparecían los demás proscenios: La Casita del Blues, para los amantes del género; el escenario Córdoba X, dedicado exclusivamente a las bandas cordobesas con más el agregado de algunos referentes nacionales; el escenario “acústico” ubicado en una carpa que en las dos jornadas presentó “El desconecte” de los mexicanos Molotov; el escenario “Urbano”, la segunda carpa de circo con muy buenas propuestas musicales; y la novedad del BNP stage, ubicado en un espacio lateral al escenario norte, que se inauguró esta temporada, y que durante toda la jornada, durante los dos días, programó una interesante grilla de DJ’s para los seguidores de la música electrónica.

Mon Laferte
En los hangares, desactivados como espacios para música en vivo, se podía visitar la muestra de los 20 años del festival, con fotografías en blanco y negro y a color de todas las ediciones y una colección de objetos y memorabilia para que los fans del ciclo se deleiten.
Se observaron modificaciones en el armado del predio, tendientes a mejorar la cuestión logística tan complicada cuando de grandes concentraciones humanas se trata, no olvidemos que por el predio circularon diariamente cerca de 60.000 asistentes. Por eso, cuestiones como las sanitarias, de desplazamiento, de zonas de descanso, sectores gastronómicos y un largo etc., suelen colapsar en las horas pico del día. Aspecto que año tras año se intenta mejorar, tanto en las inmediaciones como en el interior del predio.
A propósito del predio, así como se alcanzaron las 20 ediciones del ciclo en general, también fue la décima consecutiva en Santa María de Punilla (las 6 anteriores en la Comuna de San Roque y las 4 primeras en la Próspero Molina de Cosquín) es decir que el aeródromo es sin lugar a dudas el lugar en el mundo para la sede central de un Cosquín Rock que además ya salió a pasear su fama por buena parte del planeta, y que tendrá una edición, con carácter de especial y única, en Buenos Aires, los días 10 y 11  de octubre próximo.

Ca7riel
Musicalmente, como ya dijimos, entregó un menú muy variado y extenso, con jornadas de más de 12 horas de duración en 7 escenarios funcionando en simultáneo. Es una obviedad decir que con este concepto es mucho más lo que el espectador medio se pierde, de lo que puede disfrutar. Hay que elegir, y así en horas de la segunda siesta vimos a Airbag pisando por primera vez el escenario norte, luciendo su estilo sobrecargado e híper distorsionado, sonando muy potentes. Las referencias a Jimi Hendrix fueron muy obvias con una extensa versión instrumental de Pequeña ala y el Himno Nacional Argentino en versión completa, al mejor estilo de aquel gigante de la guitarra eléctrica.
Cumpliendo con un virtual cupo femenino se pudo ver a Deborah Dixon & Patán Vidal (en La Casita); los cordobeses de Fly Fly Caroline, Julieta Rada, Rosario Ortega, Sara Hebe, Nathy Peluso y a la muy esperada chilena Mon Laferte, todos en el tablado sur, mismo escenario que transitarían Bandalos Chinos, Ca7riel y Paco Amoroso, El Mató a un Policía Motorizado y Louta, entre muchos más.
La expectativa era enorme en el norte del campo por ver el regreso de Divididos, la banda que comandan Ricardo Mollo y Diego Arnedo que se mandaron con un show largo, empezando en horario vespertino, que arrancó con Cajita musical y nos paseó por buena parte de sus discos.  No ofrecieron novedades pero el público festejó. Un párrafo aparte para ese notable baterista que es Catriel Ciavarella a quien ya conocemos sobradamente pero que no deja de sorprender.

Dante Spinetta
Banda Spinetta. Mientras tanto en el escenario urbano habían hecho su debut los Flu Os (también conocidos como los nietos de Spinetta) los hemanos Ángelo y Benicio Mutti Spinetta, presentando sus primeros temas en la onda del trap y el rap, siguiendo los pasos del tío Dante que algunas horas después detonaría ese mismo espacio con su proyecto solista. “Una banda asesina” (sic) lo respalda, en la que se destacan Matías Rada en guitarra, Carlos Salas en la percusión y Axel Introíni en teclados (“El tecladista del festival”, lo bautizaría Dante). Ofrecieron un set arrollador que empezó con Mi vida, siguiendo con el trap Verano hater. Más tarde invitó a la notable Julieta Rada para poner las voces en Olvídalo. Con la banda a pleno repasarían el funk Jaguar house (hit de los Kuryaki) y una versión rockera e incendiaria de En la mía. Fue una performance para unos pocos, en el escenario norte hubiera sido consagratoria.

El público de #CR20
Este es el Aguante. A la producción se le había presentado un problema de difícil solución, a tan solo una semana del inicio del festival, ¿cómo suplantar a Charly García? Una de las figuras de la edición #20.  Tal como trascendió en las redes sociales primero y en los medios después, el bigote bicolor tuvo un accidente doméstico que lo alejará de las canchas (los escenarios) por un mes o más, y había que salir con la urgencia del caso a buscarle reemplazo. La opinión pública rockera especuló y hasta reclamó la convocatoria de algún nombre de peso para cubrir el bache. Sin embargo los responsables del ciclo con buena cintura decidieron convocar a la banda de Charly, los músicos chilenos que a las órdenes del Zorrito Von Quintiero ya se encontraban ensayando en Buenos Aires, e inspirado en el formato del inminente “regreso” de Soda Stereo, convocaron a destacados artistas para que canten las canciones de García. A este experimento se lo llamó El Aguante and The Prostitution. Así Nito Mestre junto a Rosario Ortega se hicieron cargo de Instituciones y El día que apagaron la luz; Fer Ruiz Díaz con Cerca de la revolución; la sorpresa de Andrés Ciro para Demoliendo hoteles; Celeste Carballo hizo suya Rezo por vos, mientras que Hilda Lizarazu, como en su casa, junto a Pato Sardelli de Airbag repasaron Fanky. La nueva generación estuvo muy bien representada por Bandalos Chinos (el look de Goyo Degano, su cantante, sin pretenderlo nos recordó a Charly) a cargo de Asesíname; Nathy Peluso y su extraordinaria versión de Promesas en el bidet, y Louta entonando con precisión Me siento mucho mejor. Si bien por momentos la banda sonó desajustada y faltos de ensayo con los ocasionales vocalistas, la emoción y la entrega dispuesta logró disimular los momentos de desconcierto con la ayuda de un público fervoroso y cómplice en la circunstancia. La épica final la aportó León Gieco, fue muy bueno volver a ver al santafecino sobre un escenario, quien se encargó de aclarar que: “Esto no es un homenaje, es una suplencia”, intentando restarle formalidad al encuentro. Sus dos atinadas elecciones fueron: Los Salieris de Charly y El fantasma de Canterville, para luego invitar a todo el selecto staff a corear juntos Inconsciente colectivo. De esta forma la vigésima edición del festival de rock más longevo de Argentina demostró que el ciclo puede ser clásico, moderno, ecléctico, emotivo, entretenedor y nostálgico, todo a la vez y al mismo tiempo.