sábado, 20 de diciembre de 2014

Para Lisette, cantar es vivir

Surgida de la cantera del Festival Nacional del Tango de La Falda, la cantante y multiinstrumentista Lisette Grosso Schmid presentó este año su disco debut.   

COMENTARIOS DE DISCOS

Por Néstor Pousa

Cuando hizo su aparición por primera vez en el Festival Nacional del Tango de La Falda dejó a todos boquiabiertos. ¿Escuchaste cantar a la nena? era el comentario que se repetía en la platea y en la gente. La nena era Lisette Grosso Schmid (artísticamente, Lisette a secas), que con apenas 11 años se plantaba a cantar, tocar el bandoneón, cambiar a violín o teclado, con asombrosa autoridad y enfrentando a una audiencia entendida y exigente.
“Tirao por la vida de errante bohemio” canta Lisette, y aunque queda claro que de ninguna manera pudo haber vivido una experiencia como la que cuenta la letra, su interpretación suena absolutamente creíble. Luego, con una mirada al grupo dispara el siguiente tema y se prende en un diálogo de fraseos a dos bandoneones con el Maestro Carlos Nieto, director del trío que la respalda, además de su amigo y profesor de bandoneón desde que tenía 10 años.
Aunque su lugar de nacimiento fue Córdoba y su actual residencia es en la ciudad de Morteros, para Lisette La Falda significa mucho más que el lugar que la consagró como artista; en esta ciudad hay una calle que lleva el nombre de su bisabuelo materno. Ella es casi faldense, y si bien tiene asegurado un promisorio futuro en la música, declara con convicción que una vez que finalice su secundario le gustaría estudiar Ciencias Políticas o Periodismo.
Con asistencia perfecta desde 2011 en el legendario festival serrano, Lisette eligió este imponente escenario durante la pasada edición para oficializar la presentación de su álbum debut, lanzado al amparo de una discográfica multinacional de primera línea como es Sony Music y respaldada por una ficha técnica de respetados artistas del género.

Lisette en Lunas de Tango 2014
Cantar es vivir es el nombre de su opera prima y refiere a un tango escrito por la poeta Marta Pizzo (una bella letra al estilo Eladia) y música de Daniel García, encargado de los arreglos y dirección orquestal del trabajo con colaboraciones de José “Pepo” Ogivieki.
Elegir como leit motiv un número del nuevo repertorio es una apuesta osada que marca el carácter de esta novel artista que empieza a desmarcarse de su imagen de niña prodigio para comenzar a transitar una carrera con sustento, aún cuando hoy todavía sea una preadolescente que transita los 14 años.
El material que compone el disco está formado por un repertorio que la cantante viene defendiendo en vivo en los últimos tiempos. Como heredera directa de Rubén Juárez (¿quién más puede cantar y tocar el fuelle a la vez?) repasa mayoría de temas que eran clásicos del inolvidable Negro: Toda mi vida, Como dos extraños, Los cosos de al lao y Bien de abajo, figuran en el menú. En los rubros invitados especiales aparecen Raúl Lavié, único cantante al que Lisette cede protagonismo vocal para un gran dueto en El último café. Horacio Ferrer, irreemplazable pérdida de las últimas horas, aporta su inconfundible estilo en el recitado de Libertango, de la que es autor junto a Piazzolla. Mientras que de José Colángelo es el piano que se escucha en Malena.
La madurez interpretativa de Lisette se manifiesta en dos pasajes que son los más logrados de este muy buen debut discográfico: Nada, con el único acompañamiento de la guitarra de un especialista como Esteban Morgado; y Anclao en Paris. De esta última había circulado un demo de difusión con acompañamiento de orquesta; para su registro definitivo Lisette eligió hacer un unipersonal en el que sola se encarga de la voz y el bandoneón. Resultado: dos notables versiones.

A esta mesurada convocatoria de figuras de prestigio que colaboraron en el disco, Lisette la define con naturalidad y hasta cierta inocencia como “una reunión de amigos”. Ocurrencias de una niña que entre los grandes se mueve como pez en el agua, y que desairando su edad cronológica parece acreditar la experiencia de las grandes cancionistas que alumbró el Tango.-

martes, 16 de diciembre de 2014

Virus con mirada experta

Dos obras, una literaria y la otra audiovisual, se encargan de dejar registro de la trayectoria de Virus, una de las bandas más influyentes de los años 80. 

LIBROS / DOCUMENTALES

Por Néstor Pousa
                                                                                                  
Con lenguaje llano Marcelo Moura en su libro Virus se encarga de contar como fue el nacimiento de una de las bandas más significativas de los años ‘80. Desde una posición privilegiada  -ya que el menor de los Moura es miembro fundador del grupo junto a sus hermanos Federico y Julio-  el músico platense brinda datos hasta ahora desconocidos o no revelados apelando a su visión personal del fenómeno, prescindiendo del rigor cronológico, con una prosa más visceral que depurada y plagada de porteñismos, en donde el uso de términos al “vesre” (forma lunfarda de invertir las sílabas de  las palabras) sorprende por su exceso.
El relato se tensa en el capítulo dedicado a Jorge, el mayor de los hermanos Moura, cuya historia estuvo velada durante los años de mayor popularidad de la banda. Jorge, que no se dedicó a la música, fue desaparecido y asesinado por la última dictadura militar por ser integrante activo del ERP. No es esta la única tragedia que atravesó a la familia, el otro suceso es más conocido y se refiere a la enfermedad de Federico, quien por personalidad y talento nadie deja de reconocerlo como el líder indiscutido del grupo. A Federico se le manifestó su infección de VIH en 1987 durante su estadía en Brasil mientras grababan las canciones de Superficies de placer y en el momento de mayor auge de la banda. A partir de ahí ya nada volvió a ser igual, los hechos se desencadenaron vertiginosamente y para el siguiente disco (Tierra del Fuego) el cantante debilitado en su salud debió ser reemplazado en las voces por su hermano Marcelo, que hasta ese momento tocaba los teclados y tomó la posta al frente de la banda a instancias del propio Federico que le encomendó el difícil compromiso de sucederlo.
Es en estos pasajes donde la narración pasa por sus momentos de mayor intensidad aunque sin caer en el melodrama, ni intentar capitalizar el morbo, para lo cual se reservan los detalles demasiados íntimos que tengan que ver con la vida privada, enfermedad y muerte de Federico.
Surgidos en la ciudad de La Plata en el seno de una familia clase media acomodada, la carrera profesional de Virus desde sus inicios, no fue fácil. Mirados de costado por buena parte de la crítica especializada y por muchos de colegas que los tildaban de “frívolos y de ser una banda de putos”; a su estilo de ruptura le llegó tardíamente el reconocimiento hasta ser considerados hoy como uno de los referentes ineludibles del género. De todo esto se encarga de dejar registro Marcelo Moura en sus escritos autobiográficos a modo de un descarnado ejercicio catártico.
Título: Virus por Marcelo Moura - Editorial Planeta © 2014 - 174 páginas que incluyen un apéndice con fotos rescatadas del archivo familiar.

Imágenes Paganas. Haciendo foco en la figura de Federico Moura, el filme del realizador Sergio “Cucho” Constantino estrenado en 2013 es un complemento audiovisual imprescindible para terminar de comprender el contexto sociopolítico y musical en el cual se desenvolvió la historia de Virus y cómo llegaron a ser uno de los fenómenos del Rock Nacional. Con un tratamiento estético elevado y a la altura del legado de los hermanos Moura, la película estrenada en Buenos Aires y Córdoba el año pasado, giró por el país junto a otras de su estilo como parte del colectivo documental denominado La Pesada del Doc.  
Título: Imágenes Paganas - género: documental - duración: 98 minutos.

martes, 9 de diciembre de 2014

Contramano Trío: En la dirección correcta

Contramano Trío: Della Vedova-Martínez-Almeida
Fueron los primeros locales en convertirse en grupo estable del Festival Nacional del Tango en sus 50 años de existencia. Sobre como influyó este hecho y otros temas hablamos con Mauricio Martínez.


ENTREVISTA                                   
    
Por Néstor Pousa                        

Mauricio Martínez gira la cuchara de café en una no premeditada imagen tanguera, mientras busca las palabras precisas para explicar cómo influyó en la incipiente carrera del Contramano Trío el hecho de haberse convertido en los primeros músicos locales que funcionaron como grupo estable del Festival Nacional del Tango de La Falda, lugar que ocuparon maestros de la talla de Carlos Nieto o Hermes Bálsamo. Un bar del micro-centro faldense por afuera de la hora pico es el lugar indicado para que la charla fluya.
“Para nosotros fue importantísimo, una experiencia hermosa la de subir tantas veces al escenario, porque para cuando nos tocó actuar con el trío era la sexta vez que subíamos y ya estábamos súper relajados; a diferencia del año anterior que subimos y nos temblaban las piernas… porque ese escenario es muy imponente”, comienza a relatar Mauricio. “Esto nos posibilitó viajar a Uruguay con el cantante uruguayo Francisco Falco que fue quien hizo de intermediario para que toquemos en el Festival Internacional de Uruguay, y allá hicimos algo parecido porque estuvimos acompañando al ganador del Pre La Falda de este año, Leandro Ponte, y a la cantante uruguaya María de los Ángeles, además de hacer lo nuestro instrumental. Luego surgió grabar un disco con Falco en Buenos Aires; y ahora estamos próximos a grabar con Leandro Ponte su primer disco que posiblemente sea presentado el año que viene en el Festival Internacional de Buenos Aires. Realmente esto nos ha abierto muchas puertas y fue algo que tal vez no se nos hubiera ocurrido a nosotros, si no hubiera surgido del municipio faldense”, reconoce.
Mauricio se toma un tiempo para recapitular como nació la idea: “Nunca habíamos acompañado cantantes con esta formación que siempre fue instrumental, aunque cada uno por separado sí lo había hecho. Al principio estaba la pregunta si no íbamos a incorporar un cantante, un bandoneón o un violín que son instrumentos típicos del tango, y a nosotros nos gustaba el timbre del trío, nos parecía nuevo o raro dentro del género. Lo primero que nos llamó la atención es que con esta formación sin bandoneón nos llamaran para ser el grupo estable. En principio nos pidieron que acompañáramos a un cantante, después a dos, a tres, y entonces surgió la idea de ser grupo estable porque además nunca había sido una banda local, y a la vez era algo pintoresco”.

   -Decís que el estilo que hacen es novedoso, ¿no remite acaso a los orígenes del Tango?  “Sí, de hecho Gardel tocaba sólo con guitarras. Yo creo que a lo que más nos parecemos en cuanto a sonoridad, y es también uno de nuestros referentes, es a lo que hacían Salgán-De Lío que era piano y guitarra, aunque De Lío tocaba con guitarra eléctrica y a mí me gusta más la calidez de la guitarra clásica. Creo que por una cuestión for export se ha impuesto mucho el bandoneón, y entonces no tenerlo, a la gente le resulta nuevo. Y también el hecho de tocar con bajo eléctrico en lugar de contrabajo, creo que tiene que ver con todo eso la sonoridad del trío”.

   -¿Qué pasa con el intérprete cuando no tiene un bandoneón que lo respalda?, que es como si en el rock faltara la batería, ¿los incomoda o condiciona?   “A nosotros no, porque ya estamos muy acostumbrados a esta sonoridad y a como pensar los arreglos para reemplazar el bandoneón. En arreglos para una formación típica de piano-bandoneón-contrabajo, en Contramano Trío el piano queda igual, el bajo eléctrico lo adaptamos al contrabajo y yo con la guitarra reemplazo al bandoneón. Con respecto a los cantantes: algunos no reniegan de la formación porque ya están acostumbrados, pero hubo otros que preguntaron si no podíamos incorporar otro instrumento que llevaran ellos”. 

Mauricio Martínez (26 años, guitarra y arreglos) y Rodrigo Della Vedova (22 años, piano), son ambos miembros fundadores del trío y los que aún permanecen de la formación original, la que pasó por algunos cambios de integrantes en lo que respecta al tercer instrumento, el bajo eléctrico. Para Mauricio es habitual que los músicos jóvenes que hoy abordan géneros como el Tango y la Milonga acrediten un pasado rockero. Para muestra, Mauricio se conoció con Rodrigo tocando rock en Siempre Verde.

   -¿Y el Tango cómo llegó?   “En el conservatorio tuve un profesor que me acercó la música de Piazzolla, y fue la primera vez que toqué Libertango, Verano Porteño, Fuga y Misterio, y con guitarra eléctrica que era lo que yo estudiaba en ese momento. Después durante muchos años me dediqué a otras cosas, hasta que en el 2008 Javier Ruax (bandoneonista de Villa Giardino) me propuso armar un dúo de bandoneón y guitarra. En un primer momento me costó adaptarme porque no había escuchado lo anterior a Piazzolla, de a poco empecé a engancharme por lo musical más que por lo cultural y descubrí a Horacio Salgán que fue mi otra gran influencia. Empecé a estudiar y escribir arreglos y me apasionó”, confirma.

   -¿Se puede abordar el tango si no estás previamente formado académicamente?   “Creo que tanto teóricamente como técnicamente es necesario en cualquier instrumento tener una técnica clásica, conservadora, de la limpieza del sonido y la precisión del movimiento, para después romper con todo eso y ensuciarlo, si se quiere, o entorpecer algunas acentuaciones. El Tango es tan rico desde lo teórico, en lo melódico, en lo armónico, en lo rítmico, que faltan recursos si uno no pasa por un estudio más académico”.

   -En La Falda, hace algunos años, hubo un clamor de los artistas locales por un cupo obligatorio en los espectáculos que organizaba la municipalidad. ¿Hubieras suscripto?   “Sí. Pero creo que también uno tiene que ganarse los espacios. Me parece fundamental que se difunda la gente de acá, sobre todo porque no hay lugares para tocar, pero sí creo que uno tiene que pelearla y llegar a un nivel para ganarse ese espacio, porque si te juntas a ensayar dos veces, estás sonando más o menos y ya te dan un lugar en un escenario grande, a lo mejor te quedás en esa.  A nosotros nos pasó cuando formamos el dúo y no nos pusieron en el escenario; nos molestó, pero ahora escuchó lo que hacíamos en ese momento y me doy cuenta que no tenía el nivel como para que nos pusieran. Al segundo año nos dieron un espacio chiquito, pero ya sonaba mejor”.

   -Desde una ciudad como La Falda ¿es una utopía vivir de la música? o en tal caso, ¿qué otras cosas te exige hacer para poder dedicarte a esto?   “En este momento de alguna forma podemos decir que estamos viviendo de la música, pero más por el lado de dar clases (particulares y en colegios secundarios) que por tocar. Es complicado dentro del país poder vivir de la música, nosotros tenemos la esperanza, las ganas, la energía de, en el corto plazo, empezar a viajar lo más posible y salir del país si se puede, porque sabemos que el Tango funciona en todo el mundo y hay lugares en donde a los argentinos no nos quieren dejar entrar, pero vos decís que tocás tango y tenés la chapa de ser argentino y creo que es lo único en que te beneficia en el exterior”.

   -El año que viene se cumplen los 50 años del festival, ¿en qué lugar te ves?   “Es algo que todavía no lo pensé, pero creo que vamos a estar otra vez como grupo estable o esperamos que así sea. Para nosotros fue una experiencia increíble y queremos volver a vivirla. Volver a compartir con artistas, como en el 2013, que pude escuchar al Quinteto Real en vivo que fue el grupo por el que yo empecé a escribir arreglos de tango y se lo pude contar al hijo de Horacio Salgán; fue muy enriquecedor también tener una larga charla con el Maestro Osvaldo Piro; conocer a Amelita Baltar, la mujer de Piazzolla; saludar y compartir escenario con Baglietto-Vitale; y que te presente Silvio Soldán. Realmente fuimos conscientes de todo lo que nos estaba pasando, lo disfrutamos muchísimo y fue terriblemente emocionante. Son sueños que se cumplen, pero que uno ni siquiera se atrevió a soñar”.-

sábado, 29 de noviembre de 2014

El Cavern Club ya tiene domicilio en Carlos Paz

The Cavern VCP (foto: Silvia Bush)
El museo y club que rinde homenaje a Los Beatles abrió su primera sucursal fuera de Buenos Aires. Su creador y propietario Rodolfo Vázquez fue el anfitrión en la noche inaugural del viernes pasado.

MUSEO BEATLE
                                                                Por Néstor Pousa

Si hacemos el ejercicio de googlear Cavern Club, el navegador de la pc nos devolverá dos únicas opciones. Una nos indica el mítico sótano de Liverpool que entró en la historia cuando Los Beatles se transformaron en la banda de rock más famosa del planeta. Ellos habían empezado a tocar allí en 1961, al regreso de la experiencia en Hamburgo y cuando aún no los conocía nadie, y fue en ese lugar donde los vio por primera vez Brian Epstein, el tipo que se convirtió en su primer manager y quien los eyectó a la estratosfera.
La otra opción que aparece es The Cavern Buenos Aires, un espacio multimedia de inspiración Beatle en donde se encuentra el museo con la colección privada más grande del mundo, una cantidad casi incalculable de discos, fotografías, autógrafos y objetos de las más variadas clasificaciones que tienen que ver con la imagen del cuarteto. El lugar que abrió sus puertas en 1998 y funciona en el Paseo La Plaza (Av. Corrientes 1660), está diseñado al estilo del original y por allí pasan bandas que recrean en vivo el repertorio beatle; a la vez que en sus otros espacios (un pequeño pub, un lugar al aire libre y la Sala John Lennon) se ofrece una variada cartelera de espectáculos. La primera sucursal que tuvo este emprendimiento fue The Cavern Colegiales (en el barrio del mismo nombre) con una oferta análoga y manteniendo el atractivo de poder recorrer la colección declarada Record Guinness en 2001 y 2011.
El creador y propietario de este fascinante mundo que evoca a la banda más influyente del rock mundial es Rodolfo Vázquez quien ahora nos presenta la primera extensión que la marca emplaza fuera de los límites de Buenos Aires. El lugar se llama The Cavern Villa Carlos Paz y se encuentra en el Shopping Melos (Florida 69), el mismo lugar que durante las vacaciones de invierno de 2011 expuso la colección con un éxito rotundo: “Aquella vez la muestra fue visitada por 5000 personas y muchos no pudieron verla, y te quedás un poquito mal cuando eso pasa -revela Rodolfo- por eso y porque para todo coleccionista el sueño es tener un museo propio, aparte de Buenos Aires ahora está este en Carlos Paz, que si bien es más chico, pero la idea es tener un poco de cada cosa para que la gente pueda disfrutar de algunas piezas”.
Rodolfo aclara que la sala de museo será con entrada libre y gratuita, mientras que en la parte del Cavern abarcará todo lo que tiene que ver con la música en vivo, el teatro, el stand-up y el arte en general. La intención es que ambos espacios estén abiertos todo el año, para lo cual sus responsables tienen planeada una agenda de espectáculos para la temporada y durante el año también, acompañado por una oferta gastronómica de estilo gourmet y todo muy tematizado Beatle.

La esperada inauguración en la villa se concretó el viernes 28 de noviembre por la noche y con Rodolfo Vázquez en el rol de anfitrión. Con él recorrimos la sala que contiene una selección de piezas de una variedad realmente impredecible, como la réplica de la chaqueta mao del memorable concierto en el Shea Stadium de Nueva York, un juego trivial pursuit, relojes pulsera y hasta un retrato de la “Yokonda”, irreverente simbiosis entre Yoko Ono y la obra maestra de Leonardo da Vinci.
Rodolfo, que visitó en varias oportunidades la ciudad de Liverpool y el Cavern original, me dice que aquel y el suyo de Buenos Aires son los dos únicos en el mundo, y adelanta: “Estamos avalados por ellos, y ahora van a lanzar internacionalmente la marca junto con nosotros”.
Sala del Museo
Además de su valiosa colección, el fanatismo y admiración que demuestra Vázquez por John, Paul, George y Ringo lo llevan a imponerse metas. En 2011 durante la primera entrevista que realizamos se lamentaba: “Aún no pude darle la mano a ninguno de ellos”. No paso demasiado tiempo para que pudiera tachar ese casillero, fue cuando estrechó la mano de Ringo Starr durante las dos visitas del baterista a la Argentina. Sobre este encuentro que quedó congelado en la imagen fotográfica que allí se exhibe, dice sin que suene exagerado: “Me hacés acordar y me emocionó también ahora, fue una cosa extraordinaria, fue una de las cosas más lindas que me pasaron con respecto a la música”.
  
   -¿Y lo próximo, qué? le digo, y la respuesta desnudó lo obvio de la pregunta: “Lo próximo es Paul, espero que algún día me dé bola… pasa que Paul Mc Cartney es muy top, hoy es el músico más importante del mundo, el más rico y más prolífico de todos los tiempos. Hay gente que ha tenido la suerte de encontrarlo en la calle y se ha sacado una foto. En Argentina, en todos los recitales que hizo, estuve en la primera fila, estuve en el vip, en la prueba de sonido, y nunca pude llegar.   Siempre estuve ahí…” (hace el ademán de estirar el brazo para alcanzarlo y remata el gesto con una carcajada).

Sobre el origen de las piezas, explica: “Muchas cosas son compradas y muchas otras son canjeadas. Hoy tirás un dato en internet y te comunicás con coleccionistas de todo el mundo y cambias cosas. Hay muchos discos y objetos nacionales que son muy requeridos, el material en español sobre todo; y te digo una cosa sorpresiva, algo que me llenó de alegría fue cuando abrí el museo en Buenos Aires (que ya fue visitado por 50.000 personas) y la gente me empezó a traer muchísimos regalos, vienen con discos, un álbum de figuritas brasileño del año ‘65, completo, que ni sabía que existía. Me dicen: ‘Vos lo vas a cuidar’, ‘Lo tenía en mi casa, lo voy a terminar tirando, sé que va a estar en el museo’. Un tipo me trajo hasta un aparato para pasar magazines. Eso es muy lindo”, expresa con satisfacción.

   -¿Te genera alguna ansiedad saber que permanentemente sigan saliendo cosas? “Y, es muy complicado porque realmente no se termina nunca. Es terrible, fíjate que ahora sale un disco nuevo de Mc Cartney con cuarenta y pico de temas. Cuando salió la reedición de Submarino Amarillo me mandaron un catálogo con casi 400 piezas nuevas: muñequitos, submarinos rompecabezas, es interminable”, concluye.-

miércoles, 19 de noviembre de 2014

David Lebón: “Este país me enseñó a ser humilde”

David y su tatoo de Hendrix
Era enero de 2012, la salud del Flaco se deterioraba y David Lebón no ocultaba la congoja por la situación que atravesaba su amigo. En esa circunstancia ocurrió este encuentro en el que David pidió no tocar el tema.
             
ENTREVISTA

Por Néstor Pousa

El reciente aniversario de Ecos de Punilla (el número 600 publicado la semana pasada), semanario para el cual escribo desde más de 10 años, me motivó a revolver archivos. Suele ocurrir en momentos de acumulación de información que algunas notas quedan postergadas y expectantes por un espacio en la sección. En la jerga gráfica se les suele llamar también “notas de parrilla”, es decir: esas que te pueden salvar cuando el ritmo informativo decae o la inspiración no acude. Así fue que encontré una grabación hasta hoy inédita con uno de los pilares fundamentales del Rock Argentino, David Lebón. Una entrevista no tan antigua en realidad y que decidí sacar a la luz por dos motivos. El primero, por el momento en que se dio: era sábado 7 de enero de 2012, tan sólo unos meses atrás había tomado estado público la enfermedad de Luis Alberto Spinetta y si bien se había instalado un fuerte rumor acerca de la extrema gravedad de su salud, solamente sus íntimos lo sabían de manera fehaciente. David era uno de ellos y pidió expresamente que no se le consultara sobre el tema (“Me hace muy mal y me pongo a llorar, me parte el alma”, se excusó al borde de la angustia). Con ese condicionamiento, entendible por cierto ya que tan sólo un mes y un día después el Flaco nos dejaba, el intercambio dejó jugosos conceptos que no perdieron vigencia. Este es el segundo motivo por el cual transcribo aquí esta charla ocurrida en el verano de 2012 en La Falda, en la previa de un show que también se vio afectado por la notoria congoja del músico.
La circunstancia fue una conferencia de prensa y lo aquí desgrabado son las preguntas que personalmente pude filtrar ante una atiborrada convocatoria de medios.
“Sigo siempre nervioso”, asegura el Ruso en las horas previas de un nuevo show, y justifica: “Recién, hace un rato en el hotel, era Oscar David Lebón y ahora estoy haciendo una conferencia de prensa y es muy difícil vivir con las dos personas. Parezco un esquizofrénico pero es así, porque me gustaría que la gente entienda que soy una persona que tiene un regalo que me hizo Dios y que es un préstamo hasta que me vaya, y a la vez también soy una persona común. A mí a veces me asusta un poco cuando se me acercan chicos hasta temblando, me da como cosa, pero bueno es parte de la religión, como dice Charly”.  Y continúa reflexionando sobre su status de rockstar: “Yo no me quejo de este país, a mí me secuestraron, me torturaron, me pasó de todo, pero gracias a este país aprendí a ser una persona relativamente humilde, porque no estoy en un escenario a mil kilómetros de la gente, con un jopo así, súper vestido y que mis asistentes no me pueden mirar a los ojos porque soy demasiado grande. Lo bueno es que yo puedo andar por la calle y la gente me para, y me dicen ¿cómo estás?; no me gusta que me digan maestro porque los maestros cobran poco (risas). En Buenos Aires, después de estar dos años viviendo en Mendoza, cambió la policía, ahora son más jóvenes que yo y me paran y me piden autógrafos. Es como vivir en un lugar increíble, porque hay personas en el mundo que no pueden salir a la calle”, concluye.

   -¿Quién te impuso el apodo de “Ruso”?   “Me lo puso la gente creo, no tengo idea. En realidad está bien porque no soy paisano, pero soy de abuelos rusos y quedó bien, porque como me llamo David piensan que soy judío, pero está todo bien, así cobro más” (nuevamente risas).

    En una época decían que eras el Eric Clapton argentino… “Ojalá, tendría un Rolls-Royce en la puerta, no tendría calor”, interrumpe. Y continúo con la pregunta sobre quiénes fueron sus influencias como guitarrista. “Acá tengo uno”, dice, y levantándose la manga de su remera muestra un tatuaje de Jimi Hendrix.  “Clapton por supuesto que también -agrega- hubo muchos. Yo lo fui a ver a Clapton, y es raro porque soy medio claustrofóbico, tengo pánico, me estoy tratando hace muchos años por eso, antes no viajaba en avión, perdía muchas giras, muchos trabajos a raíz de eso, hasta que empecé a manejar yo los aviones (se dispersa). Pero lo fui a ver, me senté en sexta fila y realmente vi a un tipo muy tranquilo, después de una vida… fuerte. Porque es muy difícil tocar en (el estadio de) River ante 60.000 personas y después llegar a tu casa y que una sola persona te cague a pedos, es difícil”, remata entre más risas.

   -¿Estás atento a las nuevas bandas que surgen?   “Sí, más o menos, yo tengo 59 años pero en realidad tengo 50 mil. Hace desde los 12 años que me dedicó a esto con todo corazón, con todo amor y gracias a Dios, por eso no soy intelectual, o sea siento más con el corazón que con la cabeza. En nuestra época teníamos que grabar en 2 canales lo que ahora graban en 16 y hacer la batería con un lavarropas y una zapatilla. Por suerte (los músicos de) ahora empezaron a escuchar de a poco el ABC: Los Beatles, Manal, Almendra, por eso creo que las bandas de hoy van a crecer. Los Beatles inventaron la juventud, esta es una frase de Charly, y yo creo en eso”.

   -¿Cómo es tu sistema de trabajo: componés, ensayás y grabás, o sos desordenado?   “Soy refiaca, soy totalmente desordenado y no me gustan las conferencias de prensa (lanza una carcajada), no mentira, mentira, sabés lo que es estar encerrado todo el día en la habitación con el aire acondicionado que no anda, venir acá es una gloria, y tocar a la noche son dos glorias, y con tres glorias mataría, ¡sabés la fiesta que me hago!”.

   -¿Es cierto que sos adicto a la televisión?   “Cuando yo era chiquito (sic) y tocaba con Pescado Rabioso me iba con el bajo y el televisor al ensayo. Había 3 canales, estaba el Capitán Piluso… y prendía el televisor y no se veía nada, hacía shhh, nada. Y en los recitales ponía el televisor como si fuese un monitor. Ahora, en el hotel, quedó prendido el televisor, creo”.

   Las biografías dicen que Charly García tuvo insistir mucho para convencerlo a David de formar parte de Seru Giran y aunque la anécdota es demasiado conocida, una vez más le consultó al respecto.  “La verdad, no sé por qué dije que sí, ¡carajo!”, entrecierra los ojos, piensa un instante y agrega: “Pero bueno, éxito y nada más, todavía no lo conozco, no sé quién es”.
   
   -¿Realmente estás arrepentido?   “No, para nada, yo no me arrepiento absolutamente de nada, el grupo mató, Pedro, Moro, Charly y yo éramos cuatro tipos distintos que logramos realmente hacer algo. El último long play, Seru ‘92, bueno la separación de Los Beatles, Let it be, es Heidi comparado con nosotros, ¡no nos podíamos ver! y sin embargo el disco es increíble, para mí es el mejor”.-


Mi amigo El Golo: “Conozco a toda la familia del Golo, somos amigos desde muy chicos, siempre viene a mi casa cuando va a Buenos Aires, uuuh, te podría contar mil cosas. Un gran tipo, un gran tipo”, dice David cuando le menciono que Alejandro “Golo” Cavoti (exintegrante de Seleste y La Máquina de Hacer Pájaros) está radicado nuevamente en Córdoba.

El Gurú y la Luz. “Nosotros teníamos algo porque pelear. Yo lo entendí tarde… tenía un Maestro que una vez me dijo que iba a ver Luz, pero cuando me picanearon los milicos nunca vi tanta luz en mi vida como ese día. Los disculpé, un día fui a ver a los tipos que me torturaron y pegaron, y los disculpé ¿viste? Les dije: yo estoy acá afuera pero uds. están adentro, adentro de uds. mismos, uds. están presos. ‘No me venga con la filosofía del Gurú’, me contestaron.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Jorge Fandermole: versiones de autor

Fander nos presenta “Fander”, su flamante álbum doble en el que repasa parte de su obra previa, a la vez que estrena nuevas canciones que manifiestan su vigencia. Conversamos con él.

NOVEDADES                                                                                  
Por Néstor Pousa

Lo primero que impacta mi atención una vez que ingreso en Sala de las Américas de la Ciudad Universitaria en el momento en que Jorge Fandermole inauguraba su actuación con una versión actualizada de Río marrón, es el silencio absoluto en el que se mantiene la platea. Hay algo de ceremonia en esa forma de disfrutar la música y mucho tiene que ver con la expectativa; la misma que provocó que se agotaran localidades logrando un lleno total no muy frecuente en los últimos tiempos salvo, claro está, honrosas excepciones. Se entiende, porque el santafecino llegaba a esta ciudad que lo tiene al menos una vez al año en su cartelera de espectáculos, con un flamante disco bajo el brazo.
Fander vino a presentarnos Fander y la ocasión merecía una celebración así, a escalas mayores, porque Fander es un álbum doble de gran resolución, editado por el sello Shagrada Medra en abril de este año y que había sido previamente tocado en Buenos Aires, La Plata, Mar del Plata y Rosario. Córdoba, la siguiente parada, es precisamente una ciudad que profesa un amor incondicional por el músico nacido en Pueblo Andino, patria chica distante casi 50 kilómetros al noroeste de Rosario. Un amor que empezó a forjarse a fines de los ‘90, desde las épocas de Arrope aquel mítico pub que inauguró la movida musical y cultural en Alta Córdoba. El hombre atrás de aquel proyecto pionero fue José “Pepe” Morlans, hoy amigo personal y productor local del creador de la Oración del remanso.   
La historia preliminar indica que Jorge Fandermole fue uno de los baluartes autorales de lo que en 1982 emergió con el nombre informal de Trova Rosarina, con fecha de fundación simbólica en el verano de 1982 en La Falda, durante la tercera edición del Festival Argentino de Música Contemporánea. Juan Carlos Baglietto, punta de flecha de aquel movimiento no premeditado interpretaba Era en abril, uno de los principales números de un temprano repertorio; una canción de Jorge Fandermole que rotó incansablemente en los medios y que su autor curiosamente siempre se abstuvo de grabar. La había compuesto a los 15 años y para cuando se transformó en hit de difusión él ya lo había cantado demasiado tiempo, argumenta.


Pero la carrera de Fandermole se sustenta con una vigencia notable por ser uno de los autores y compositores más lúcidos de habla hispana, y a la vez uno de los más recurridos por otros intérpretes. Su presente tiene que ver con un nombre necesariamente autorreferencial: Fander, un acertado título que legitima el apodo con el que ha sido afectuosamente llamado desde hace muchísimo tiempo. Así bautizó a su flamante álbum que se desdobla en dos volúmenes distintos en contenido. Fander lo resume así: “El disco 1 tiene canciones de un repertorio más reciente y en el 2 corresponden a nuevas versiones de producciones de los años ‘83, ‘85 y ’88 que estaban en vinilo; la idea era recuperarlas un poco porque no habían sido reeditadas y en esos discos había un material que a mí particularmente me interesaba volver a poner a circular después de mucho tiempo, porque hay generaciones que no lo habían escuchado, y por algunas de esas canciones todavía tengo un especial afecto, todavía las canto y quería que suenen de nuevo”.
Cuando le comento que el disco de versiones no luce como un repaso “a la grandes éxitos”, sostiene: “No, son canciones que yo prefiero, o que estaban allí como sumergidas, ocultas y ya no sonaban. Tal vez no sean las que más se escucharon en su momento, es cierto, pero son las que a mí más me gustan”.
Sí aparecen Río Marrón, Tema del vino y Canción de navegantes representando a esos clásicos impostergables de principios de los 80’s; junto a otras como Puerto Pirata (escrita con Lucho González) y Carcará. Para su autor, actualizarlos implicaba: “Buscarles una sonoridad que tuviese que ver con cómo uno siente esas canciones hoy. Estas versiones nuevas pasan un poco por el oído de uno de hoy, así fue que ambos discos por más que sean de repertorios muy diversos en cuanto a origen, tienen una buena unidad en cuanto a lo sonoro”. Suscribo este último concepto.

Entre las nuevas composiciones está Hispano, una de esas canciones perfectas, con un texto que se manifiesta claramente sobre nuestros controvertidos orígenes, donde predice: “Ya saldará nuestro idioma sus dos deudas con la historia: pedir perdón tras los mares y aquí guardar la memoria”. La conocimos por la extraordinaria interpretación de Baglietto y ahora Fander deja un registro de su exquisita versión de autor. Y apunta: “La compuse en el 2004, año en el cual toda la ciudad de Rosario se sumó a lo que fue el Congreso de la Lengua Española. Surgió con la idea de formar parte de las festividades de ese evento, pero finalmente no sucedió y la canción quedó en el repertorio. Fue evolucionando, la arreglamos y quedó tal como la conocemos hoy”.
Hispano es uno de los puntos sobresalientes del disco 1, pero no el único, ya que figuran composiciones de profunda belleza poética y enorme musicalidad como Alunados, Yarará, Aquí está la marcha, La luminosa y Corazón de bombisto.
Sustentan la labor de Jorge Fandermole, en la ficha técnica y en los vivos, sus dos habituales compañeros de ruta: Marcelo Stenta (virtuosa guitarra solista y coros) y Fernando Silva (bajo, contrabajo y violoncello); reforzados por el pulso certero de Juancho Perone (percusión), Carlos Aguirre (piano, flauta e instrumentos digitales), Julio Ramírez (acordeón) y las voces de los cantautores Julián Venegas y Lucas Heredia (coros).

Así se armó Fander, un trabajo ambicioso desde su concepción que arrojó como resultado uno de los mejores discos del 2014. Que dejó a todos conformes, en especial a su responsable que revela: “Llevó mucho tiempo de gestación, sobre todo por esta dinámica de las producciones independientes que a veces te llevan más tiempo de lo que sería lo conveniente en el mercado estándar, además por ser un mercado tan conflictivo y crítico como lo es el del disco, actualmente”.-

miércoles, 22 de octubre de 2014

"Early Stones": la lente sobre la leyenda

5 músicos, 11 manos (Foto: Michael Cooper)
Se exhibe en Córdoba la colección de fotos sobre los primeros años de los Rolling Stones, retratados por Michael Cooper, amigo y fotógrafo oficial de la legendaria banda. Hablamos con su hijo Adam Cooper.

MUESTRA FOTOGRÁFICA

Por Néstor Pousa

Podríamos asegurar que Michael Cooper estuvo en el lugar preciso y en el momento oportuno. O tal vez por su cercanía y amistad con los Rolling Stones, pudo predecir el futuro. Sea que supiera o no lo que iba a ocurrir, ya que estamos hablando de la banda más longeva del rock mundial; con su ojo avizor y un talento innato Michael se dedicó a retratar todos y cada uno de los momentos de la génesis del grupo durante sus primeros 9 años de existencia.
Pero Cooper no era un mero observador. Fue un artista polifacético dedicado a las artes visuales, especialmente a la fotografía, que también formaba parte del asunto, y como una consecuencia no deseada de la experimentación y búsqueda que resultaron los convulsionados años 60’s a nivel mundial, él pagó con el alto precio de su propia vida. 
El legado de Michael, luego de que en 1973 y a la edad de 32 años tomara la drástica determinación de quitarse la vida, quedó en poder su hijo Adam, por entonces menor y a cargo de un albacea. Al llegar a la mayoría de edad, este decide desclasificar esos archivos para que el mundo se asombre.
En la actualidad todo ese intenso trabajo se encuentra recopilado en la colección Early Stones by Michael Cooper, son más de 200 fotografías que abarcan el período 1962-1971, nacimiento de la legendaria banda. La misma se exhibe en Córdoba y para quien la visita es difícil no maravillarse ante la fuerza documental que encierra ese material.  Ahí están Mick Jagger, Keith Richards, Bill Wyman, Charlie Watts y el tempranamente malogrado Brian Jones, con gesto adolescente de los primeros años (early Stones = primeros Stones); inclusive en algunas tomas de cuando todavía no habían adoptado el nombre con el que adquirieron status universal. Están los personajes periféricos que rodeaban al fenómeno, sus amigos, managers, sus históricas novias, las bellas Anita Pallenberg y Marianne Faithfull. Los grandes conciertos, como la multitudinaria despedida a Brian Jones en Hyde Park de 1969. El autoexilio en el sur de Francia de 1971. Y atisbos de genialidad psicodélica como la foto de las “Once manos”. Además de las portadas de discos antológicos como Their Satanic Majesties Request; en un cruce insospechado con el no menos emblemático Sgt Pepper’s Lonely Hearts Club Band de Los Beatles, del que Michael también fue autor de la magistral foto frontal. Aun así, la mayoría de las imágenes documentan momentos de intimidad y de la vida cotidiana de los músicos, en los que Michael siempre tenía la lente lista. “Jamás te fastidiaba poniéndote una cámara en tu cara, ni haciéndote consciente de ella. Lo hacía tan bien y tan sigilosamente que la mayor parte de las veces nadie notaba que nos estaba fotografiando”, aclaró Keith Richards en uno de sus tantos comentarios que completan la obra. Las fotos que reveladas en blanco y negro adquieren, gracias al ingenioso diseño de presentación de esta versión cordobesa, un realce artístico que eleva la muestra a la categoría de imperdible.

El día de la inauguración, entre periodistas e invitados especiales, Adam Cooper recorre con total naturalidad las diversas salas y espacios en donde se expone la obra de su padre. Con algo de la típica formalidad inglesa, viste de traje aunque sin corbata y luce en la solapa un pin con la lengua Stone. Adam manifiesta estar “Totalmente destruido”. Junto a su mujer, la argentina Silvia Ripoll, y a Elio Kapszuk, ambos curadores del proyecto, estuvieron trabajando sin descanso las últimas 48 horas en la puesta a punto de la exposición; aun así responde muy atento y amable ante la requisitoria del cronista, y en un aceptable castellano con acento británico relata la sucesión de hechos que dieron vida a la muestra.  “Para el 50° aniversario de los Stones recibo una invitación especial de la embajada de Gran Bretaña en Buenos Aires, preparamos un pequeño show de 30 imágenes nada más y fue un éxito total. Empecé a pensar en la edición de un libro con 350 fotos y textos de una entrevista a Keith Richards; yo había producido este libro en inglés en el año ‘92 y no quedé muy conforme con la impresión y la presentación. Entonces hablamos con el jefe editorial del Grupo Planeta, que por suerte es un  gran fanático de los Stones también, sacamos el libro y fue un éxito. Un año después hacemos una edición para Brasil, otro éxito. Entonces Silvia me dice que lo mejor era preparar una muestra y planificar un tour por Latinoamérica empezando por Argentina. En junio pasado lo presentamos en el Festival Emergente de Buenos Aires, con imágenes un poco más chicas de las que se pueden ver acá, y fue un éxito increíble con casi 200.000 personas en 3 semanas”.
Adam, que conoció a su mujer trabajando en la filmación de Highlander II en Argentina, tomó contacto con Córdoba cuando vino a producir un comercial para una compañía de teléfonos en la Quebrada del Condorito. “Me gustó mucho Córdoba, la ciudad y su gente, y gracias a Elio conocí a José (Palazzo) quien tiene mucho interés en traer exposiciones con temas de rock”, resume cuando le pregunto porque eligió esta plaza.

Adam Cooper interview (Foto: Silvia Bush)
Curiosamente uno de los objetos más conmovedores de la muestra es un texto, el de la carta que Michael le dejó a su hijo, la que hace las veces de testamento y en donde además le explica los motivos de su irreversible decisión. Entre otras cosas le dice al pequeño Adam, por entonces de tan sólo 8 años, los motivos por los cuales elige irse a conocer “otro mundo”. Adam me cuenta porque decidió exponer al público por primera vez semejante documento.  “Una parte de la muestra es un time line (línea de tiempo) que termina en 1973, que es el año que mi papá murió. Pero en esos dos últimos años Michael no tenía muchas energías para tomar fotografías, entonces escribía guiones para cine y esas cosas. Cuando me piden fotos de ese período yo no tengo nada. Esa noche pensé que este era el mejor momento para publicar la carta”.

-¿Dudabas en mostrarla porque era algo demasiado íntimo?  “Emocionalmente es difícil -confiesa- pero yo tengo la obligación de mostrar toda la historia, las cosas buenas y las malas. Por otra parte la prensa, de Inglaterra particularmente, escribió que Michael murió por sobredosis de heroína, y esto no es verdad, la verdad es que él sí tenía un problema con las drogas y se internó en un hospital para rehabilitación, pero en esos años ni los médicos entendían muy bien lo que eran las drogas, entonces ellos le sacaron la heroína y le recetaron metadona que es un químico y lo hicieron adicto a la metadona, la que en realidad es más peligrosa y fue peor. Había mucha ignorancia”.
Para ilustrar, cuenta la siguiente anécdota: “Mirá, en una de las redadas en busca de drogas en Redlands (nota: la casa de campo de Richards, famosa por las orgiásticas fiestas) entra la policía en busca de marihuana y en el medio del living había una inmensa mesa de café con un montón de heroína, pero los policías no sabén qué es, y creen que es incienso, entonces Mick y Keith tienen un problema por la marihuana pero no les hacen cargos por la heroína. Ahora, personalmente, yo no tengo mucha simpatía por la gente con adicción a las drogas duras, porque hay información por todos lados, pero en los 60’s y 70’s nadie entendía, y hasta ellos mismos no entendían, los 60’s eran una fiesta…”
-Interminable  
“Vos lo dijiste”

-Tu padre tenía una relación muy estrecha con los Stones, ¿vos prolongaste esa amistad con ellos?   “Él tenía relación con todos, pero en particular con Keith con quien eran íntimos amigos. Por suerte yo siempre mantuve una buena relación con él, por ejemplo para este show hablé con su gerente, aunque no necesito permisos, yo tengo todos los derechos para esto, pero para mí es importante que lo sepa la banda, ellos conocen cual es mi intención al usar sus caras y a ellos les gusta este tipo de cosas. Porque hay un montón de gente que no tiene permiso para nada, merchandising y todo eso, y yo no tengo interés en esas cosas”. Y agrega: “Yo visité muchas veces su oficina en Nueva York y hay un piso solamente para temas legales en donde trabajan unas 50 personas. Tienen mucho poder, mucha plata y, la verdad, yo no quiero tener problemas con ese departamento”, remata la nota Adam con una risotada.-


Datos útiles. "Early Stones by Michael Cooper" se exhibe en el espacio “220 Cultura Contemporánea” subsuelo de Plaza de la Música (Costanera y Mendoza - Córdoba). Días, horarios y precios: martes a jueves (15 a 21 hs) $25, y viernes a domingo (15 a 22 hs) $35. Durante los meses de octubre y noviembre 2014.-

martes, 14 de octubre de 2014

Fabi Cantilo: Reina Nacional del Rock

Fabi brillando sobre el mic
La cantante y compositora brilló en el cierre musical de la exitosa XVII Fiesta Nacional del Alfajor en La Falda. Desplegó todo su arsenal de recursos interpretativos en un show intenso e inolvidable.

RECITALES                                                    

Por Néstor Pousa

Con lo complicado que suele ser para los cantantes extra género interpretar el repertorio tanguero y sin embargo a Fabiana Cantilo (tapado negro largo, calzas rojo sangre y pelo un toque desaliñado) no pareció pesarle ni ese condicionamiento, ni el hecho de encontrarse en la mismísima ciudad capital del tango, para expedirse con una versión muy precisa de la Balada para un loco. Así, la intérprete, en la noche de cierre de la exitosa XVII Fiesta Nacional del Alfajor y luego de la elección de la reina que la representa, vino a defender su propio cetro de Reina del Rock Nacional. Y lo consiguió, exponiendo una notable variedad de recursos interpretativos y matices compositivos, expandiendo el rango musical más allá del pop, el rock y la balada, para experimentar, además de tango, con algunos mínimos aires folklóricos.
Sino la conociéramos como la conocemos podríamos asegurar que la del domingo a la noche en el escenario callejero sobre avenida Edén fue una performance consagratoria que tuvo más momentos intensos como el descripto al principio de esta nota. Repasemos. Recién iba por el tercer tema de la lista (Me arde) cuando invitó a subir a la cordobesa Marian Pellegrino. En tan sólo 3' 30 la voz y guitarra del trío Lucila Cueva dejó a todos con la boca abierta, especialmente con su solo de viola final. La energía que desataron en vivo las dos féminas que extienden una relación de amistad desde que sus caminos se cruzaron en la ajetreada Ibiza, harían poner colorado a más de un macho cabrío del rock. El tercer momento para el podio fue Eiti Leda, el clásico de Seru es uno de los altos exponentes de su reconocida etapa “versionística” en la que Fabi facturó un repertorio del que no reniega, pero muestra en cuenta gotas. Muy por el contrario luego de empezar el show con Una tregua atacó con buena parte del que es hasta aquí su disco más reciente (Ahora, 2011). De allí extrajo: Micrón de segundo, Una vez más, Meteoritos y la canción que le dedicó a Spinetta. En Rayo de luz le escribe al Flaco líneas que dan cuenta de un difícil desapego: “Al final me quedo sola, tanta gente que me habla, y no estás, aquí no estás”.   

Fabi nunca dejará de reconocer a Luis Alberto como su gran inspiración; así como a quienes con su aprobación la introdujeron al mundillo del rock. A ellos los llama "mis maestros musicales", uno es Charly García a quien invoca en Inconsciente colectivo; el otro Fito Páez, su pareja en aquellos años, y dice: “Este tema lo compuso para mí”. Ese tema es Brillante sobre el mic. Nada más acertado, así luce hoy la Cantilo: brillante y, a diferencia de otros tiempos no tan lejanos, muy segura de sí misma; comunicativa con un público con el que bromeó permanentemente, sin afectaciones, ni poses; y muy concentrada en lo que tiene que hacer. A pesar de ser un torbellino híper kinético al borde de volver loco a su asistente personal, al que le pide un té, una silla, un pañuelo para el cuello o que le arregle el cable del auricular.  Moviéndose y bailando tan alocadamente como en las mejores épocas de la Bay Biscuits, aquella protobanda de rock teatral que encarnó en los tempranos 80’s junto a Vivi Tellas e Isabel de Sebastián. Y antes de que se vinieran los hits, apostó con Profecía, un número poco conocido del provocador De qué se ríen?, álbum publicado en 1998 que no tuvo el respaldo del sello grabador, “Hoy soy una artista independiente, aplausos por favor”, ironizó. Al mejor estilo Calamaro, Fabi toma mate entre tema y tema cebados por (adivinaron) su asistente, y para redondear la referencia entona con la acústica esa conmovedora oda escrita por Andrés que se llama La libertad. Ya en el cierre de una lista de canciones para nada complaciente, llegaron algunos clásicos como Fue amor, Dos días en la vida y Mary Poppins, reservando en los bises un lugar de privilegio a Zona de promesas, con un emocionado recuerdo por Gustavo Cerati.
Cuando un artista de más de 30 años de trayectoria en la música popular ofrece mucho más de lo que de él/ella se puede esperar, es que estamos ante el hecho consumado de un recital inolvidable.-

La Banda: Cay Gutierrez (teclados y coros), Marcelo Capasso (bajo), Javier Miranda (batería) y Sergio Liszewki (guitarra eléctrica y acústica)
Lugar: Escenario al aire libre de Av. Edén 100 (La Falda)
Fecha: domingo 12/10/14
Evento: XVII Fiesta Nacional del Alfajor (entrada libre y gratuita)
Foto: gentileza Ezequiel Giardelli

sábado, 11 de octubre de 2014

Omar Mollo: sin traje ni charol

Mollo: intimo e interactivo
Omar Mollo presentó en Córdoba su primer disco en directo, el flamante “Tangazos”, una antología de grandes clásicos. El público cordobés se rindió ante la personalidad del singular cantor.                                                

PRESENTACIÓN DE DISCO

Por Néstor Pousa

La clave del éxito en el caso de Omar Mollo puede explicarse cuando la calidad expresiva y carisma no forzado del artista se encontraron con un nuevo público de tango que no tenía hasta ahora un referente con el que se identificara. Puede observarse que en el género del 2X4 emergen continuamente nuevas camadas de músicos e intérpretes, pero no obstante esta renovación no experimenta un correlato en auditorios donde cuesta encontrar promedios de edades por debajo de los 40.
Es ahí donde la personalidad de este rocker devenido en tanguero encontró su lugar, sin adoptar poses, ni ceñirse a los clichés. Pero no como una estrategia, Omar es así y el público lo percibe. Jamás negoció su pelo largo en favor de un look que se adapte al estilo. “Siempre me aceptaron tal como soy. Eso fue siempre una señal que lo importante estaba en lo que yo hacía y no en la estética del zapato de charol y el traje”, nos decía en una nota que le realizamos en julio de este año.
En esta nueva visita Omar llegó hasta Córdoba para bancar la salida de Tangazos, su flamante disco registrado en vivo en donde reúne una antología de grandes clásicos; y con el que también resume una carrera de once años con el género y cuatro discos publicados; uno de ellos (Barrio sur) premiado con el Gardel 2013 en el rubro mejor álbum de artista masculino de tango.

El 4 de octubre pasado en ese reducto musical-gastronómico conocido como Cocina de Culturas, el cantor que desde el escenario acusa 64 de edad, se muestra más espontáneo y auténtico que nunca. Juega durante toda la noche, aunque sin descuidar el repertorio, con un público de variedad etaria pero con supremacía de gente joven. La cercanía del público facilita los diálogos; el formato intimista, también.  “Hay un fuelle que… no está”, canta, y cambiándole la letra a Melodía de arrabal blanquea que el repertorio de Tangazos será revisado en dúo. Omar llegó con el único acompañamiento del pianista de su trío, el Maestro Diego Ramos, quien a su turno, también será blanco de  sus bromas: “El Maestro está con tendinitis, pero no por tocar el piano, sino por el mouse de la computadora”, suelta ante las risas de todos. No será la única ocurrencia que delatará la incipiente relación de Omar con el universo virtual. Cuando una voz anónima desde el fondo le pide Rocanrol (tango del uruguayo Edu "Pitufo" Lombardo), le retruca: “¿Tenés el disco o lo bajaste de Youtube?”. Y para presentar Grisel, dirá: “Tiene una historia tremenda que pasó aquí en Córdoba, busquen en Google”. Sobre este clásico de Mores y Contursi y su exigente final confesará: “Sí no llegás a esta nota, te tenés que bajar del escenario”. Y luego dirigiéndose a la platea femenina les advertirá: “Miren que nosotros somos bravos, también”, en alusión a la letra fatal del bolero Venganza que acaba de interpretar.
Así, entre grandes versiones del vasto repertorio del Tango Argentino y las apostillas lúdicas entre un tema y otro, termina por meterse en el bolsillo a un público absolutamente cómplice de su estilo.-
En la presentación oficial de Tangazos en Córdoba, a sala llena, igual que las 6 fechas con entradas agotadas en el Maipo de Buenos Aires, se escuchó: Afiches, Malena, Nada, Gricel, Melodía de arrabal, Desencuentro, Se tiran conmigo (“El primer tango que me enseñaron cuando tenía 17 años”), Garúa, Que nadie sepa mi sufrir, Naranjo en flor y Pasional. Combinados con versiones de Bailarín, Venganza, Los ejes de mi carreta, Con pan y cebolla, Siempre Paris y Rocanrol; todos del precedente Barrio sur, uno de los álbumes más logrados de su discografía solista. En suma, los grandes clásicos repensados sin la estética del traje y los zapatos de charol, sino con jeans y borcegos, tal como se acostumbra en el “Planeta Mollo”.-

Lugar: Cocina de Culturas 
Fecha: sábado 4 de octubre
Asistencia: sala llena
Foto en vivo: myself