lunes, 20 de mayo de 2019

El mundo agradable de David Lebón

El notable guitarrista y músico argentino lanzó un nuevo disco que combina duetos y nuevas versiones de viejos éxitos. Julieta Venegas, Coti, Aristimuño, Andrés Calamaro, Eruca Sativa, Fito Páez, acompañan al ex Seru Giran.
 
NOVEDADES DISCOGRÁFICAS

Por Néstor Pousa

El músico argentino David Lebón es uno de los grandes clásicos dentro de la historia del rock nacional, pero aun así no reniega de las nuevas tendencias del mercado. Por eso, alineado con lo que es moda a nivel planetario, pone a consideración Lebón &Co. un trabajo que combina duetos junto a invitados especiales y nuevas versiones de viejos éxitos. El notable guitarrista aparece presentando (en la jerga: featuring) una larga lista de artistas nacionales e internacionales de primer nivel, que son referentes cada uno en estilo. El flamante disco se estrenó en todas la plataformas digitales a las cero horas del pasado viernes 10 de mayo, además de ser comercializado en formato de CD y vinilo.
A tan solo tres años de su antecesor, el excelente Encuentro Supremo, plagado de canciones nuevas, con menos tiempo de espera que en anteriores ocasiones, el Ruso se dispone a seguir en la ruta más activo que nunca con este nuevo material con el que revisita distintas etapas de su trayectoria y su extenso repertorio. Son doce canciones con producción artística de Gabriel Pedernera, baterista del power trío cordobés Eruca Sativa, y producción ejecutiva de Patricia Oviedo.
El resultado es un sonido típicamente leboniano, pero con versiones actualizadas e impregnadas por cada uno de los invitados. Tal el caso de Julieta Venegas, la invitada que todos quieren tener, su performance no falla en Puedo sentirlo, un tema de 1986. De la misma forma Coti Sorokin entiende a la perfección lo que hay que hacer en Dejá de jugar, de un disco casi olvidado (Contactos, 1989) lanzado en el medio de una terrible crisis hiperinflacionaria.  Hola dulce viento, aquella primera canción que escribió para Pescado Rabioso en 1973, sigue maravillando por su simpleza, aquí en dueto con Emmanuel Horvilleur. A Casas de arañas, perteneciente al debut solista de David (1973), le queda muy bien la base de batería digital y el estilo personal de Lisandro Aristimuño.

Encuentro en el estudio: David, Fito y Gaby Pedernera
Con Pedro Aznar reeditan aquella dupla que produjo gira y disco doble en 2007. Conocidos desde los tiempos de Seru Giran, parece que entre ambos no hay secretos, ni divismos. Aznar se hizo cargo de la producción, puso su voz e instrumentos varios (+Cristian Judurcha en batería) en Hombre de mala sangre, uno de los grandes clásicos de todos los tiempos.  En Tu llegada, otro símbolo del reconocido estilo baladístico de Lebón, aparece otro invitado internacional, el músico y productor madrileño Leiva.
Mundo agradable nos trae un duelo de guitarras entre David y Ricardo Mollo, estirando sus cuerdas en un hit de Seru ‘92, aquel (controvertido) regreso de la emblemática banda.  Choque de planetas en Parado en el medio de la vida (otro título de Seru, pero en su mejor versión, 1981) con Andrés Calamaro compartiendo los créditos en una de las mejores performances del álbum.  Los ya mencionados Eruca Sativa le ponen su impronta a una versión millennial de Dos edificios dorados, para que las guitarras (de Lula Bertoldi y David) se vuelvan a florear en sus respectivos solos.  Carlos Vives es la presencia más inesperada en la lista de invitados. El colombiano, autor junto a Shakira del mega-hit La bicicleta, participa en Llorar de amor, otra de las baladas rescatadas. La otra sorpresa es Polifemo, banda de mediados de los 70 que protagonizaban Lebón con Rinaldo Raffanelli en bajo y Juan Rodríguez en batería. Participantes de la última etapa de Sui Generis, formaron este trío de corto recorrido como banda. A ellos pertenece la versión original de Suéltate Rock and Roll, desde entonces infaltable en cada cierre de concierto del Ruso quien, a más de cuarenta años de su separación, se da el gusto de volver a reunirlos en un estudio de grabación para repasar aquel número inmortal.
El cierre es para Fito Páez y una versión a dos pianos de El tiempo es veloz, con el rosarino y David en un contrapunto entre la bella melodía y la letra de una de sus canciones más reconocidas. Se escucha en el final un intercambio que es un claro mensaje de admiración entre ambos músicos.
Salvo en los momentos ya indicados, acompañaron a David en esta nueva entrega, su actual banda formada por: Daniel Colombres (batería), Leandro Bulacio (piano), Dhani Ferrón (guitarra acústica, eléctrica y coros en Puedo sentirlo y El tiempo es veloz) y Gustavo Lozano (guitarra).

Escuchá a David Lebón & Lisandro Aristimuño:

lunes, 13 de mayo de 2019

Los Bichos: en busca del rock perdido

Reeditan en CD el primer y único disco de la banda cordobesa que formó parte del nacimiento del rock nacional. El trabajo se completa con bonus tracks y una abundante ficha técnica.

REEDICIONES DISCOGRÁFICAS
 
Por Néstor Pousa

Quiero contarles una buena historia, la de una banda que vivió la euforia de ser parte del rock. Parafrasear a Charly bien puede servir para empezar a desandar esta historia. Los Bichos fue un grupo surgido en la ciudad de Córdoba en la segunda mitad de los años 60. Cuentan que un día los “descubrió” Billy Bond, músico, cantante y productor de rock de la primera hora, y les propuso llevarlos a Buenos Aires. Así, Billy, que en aquella gira cordobesa andaba acompañado por los hermanos Hugo y Osvaldo Fattoruso (uruguayos ex integrantes del célebre conjunto Los Shakers), se convirtió en el padrino del desembarco de los cordobeses en la gran metrópoli.
Era el año 1968/69 y Los Bichos formaban con: Jorge “Lalo” Ordás en guitarra y voz, Enrique Baró en órgano, Carlos René Avalos en bajo y voz y Oscar “Jimmy” Arce en batería y voz. Con esta formación y graban el primer y único disco long play (larga duración) con Billy Bond en la consola de sonido. Fue gracias a estas canciones que llegaron a codearse con la plana mayor del rock nacional de aquellos años.

Pues bien, resulta que 50 años después es reeditado por primera vez en formato CD aquel disco, en un álbum que se completa con bonus tracks y una abundante ficha técnica. Esta compilación pudo concretarse, en principio por la gestión que realizó el Instituto Nacional de la Música (INAMU), presidido por Diego Boris, para recuperar el catálogo discográfico que perteneció a Sicamericana, sociedad anónima que operaba comercialmente a través de los sellos Music Hall, Sazam y TK.
Los Bichos habían fichado para Music Hall, compañía que también tenía contratados a Los Walkers, Trocha Angosta, La Barra de Chocolate (de Pajarito Zaguri) y Banana, entre otros.
El disco que en este 2019 se publica bajo el título de Los Bichos Re-Edición Antología Music Hall contiene las 12 canciones originales, remasterizadas por Gustavo Gauvry, la mayoría firmadas por los integrantes de la banda y catalogadas como shake, una especie de baile, muy de moda en aquellos años, que consistía en sacudir las extremidades y la cabeza sin ningún tipo de coreografía predeterminada.
El equipo de trabajo de esta compilación se completa con: Nacho García Vieyra (Agencia Córdoba Cultura) como curador y los periodistas Martín Carrizo y Lucio Carnicer en los textos internos.

Los Bichos hoy, sin Ordás (fallecido)
Este disco, un viaje en clave beat a las profundidades de la década del 60, abre con El baile terminó (Jorge Ordás-Billy Bond), una de esas canciones que uno elegiría para fin de fiesta pero que sin embargo es el elegido como track inicial. Ordás en la primera voz y un pegadizo riff de órgano Hammond de Hugo Fattoruso, como músico invitado, lo convierten en un auténtico número uno.
Tus pies descalzos en la arena (Carlos Avalos) es otro de los hits de la placa, con Carlitos en voz líder y bajo Hofner, respaldado por el resto de la banda, para un número que nos remite a Los Gatos. Avalos no oculta las innumerables escuchas al primer disco de la popular banda de Litto Nebbia al momento de escribir esta canción.
No obstante, de acuerdo al texto publicado originalmente en la contratapa del LP lanzado en 1969, los productores apostaban como seguros hits a Y la amaré, con reminiscencias beatles ya desde su título, una traducción casi literal del clásico And I love her de los de Liverpool. Y Cuando te sientas vieja, que abandona la canción romántica para abrirse hacia una temática que ironiza sobre el paso del tiempo y sus consecuencias.

Los Bonus tracks. La reedición se complementa con cuatro bonus tracks, Volverán las oscuras golondrinas y Quiero volverme ayer, ambas firmadas por Carlos Avalos y originalmente incluidos en un disco simple de la banda. Sobre el primero, su autor apunta: “Yo quería hacer un tema como Muchacha (de Spinetta) y no me salió!... pero me acuerdo que pegaba mucho en Baires”.
Los otros dos pertenecen al Grupo Sol, un alter ego de Los Bichos, con los mismos integrantes salvo por el guitarrista Lalo Ordás. Su lugar fue ocupado por Nacho Smilari en estos dos temas que por el cambio de década (1970) apostaban a un rock progresivo con aires latinos, estilo que tenía como máximo referente a Carlos Santana. Los títulos: Lo que llaman suerte y No esperes que llore. 
El Grupo Sol tuvo su momento de gloria al participar del primer Festival BARock realizado en el Velódromo de Buenos Aires, en una jornada en la que compartieron cartel con Los Gatos, Sanata y Clarificación y La Barra de Chocolate. En su corta trayectoria experimentaron algunos cambios de integrantes, pasando por sus filas el baterista uruguayo Willy Cáceres y el reputado guitarrista Poli Martínez. Son estos algunos datos que nos aporta Carlos Avalos, nuestro rocker de Yofre Norte. 

jueves, 2 de mayo de 2019

Luisito, la biblia y sus devotos

De reciente edición, “Luisito” es un eslabón más en la celebración permanente que, desde Córdoba, Jorge Kasparián hace sobre la vida y obra de Luis Alberto Spinetta. El libro contiene 30 entrevistas a personajes del círculo íntimo del Flaco.
 
LECTURAS

Por Néstor Pousa

De la innumerable cantidad de homenajes y tributos que generó la figura de Luis Alberto Spinetta tras su partida un 8 de febrero de 2012, sin dudas que el más original en cuanto a su concepción surgió desde Córdoba. El hombre detrás de esta historia se llama Jorge Kasparian, un  serigrafista de profesión que tiene su taller-bunker de estampados en la capital cordobesa. Dentro de la gama de trabajos que con su empresa Rayosan desarrolla, está la impresión de remeras de rock, mundillo al que se vinculó de diferentes maneras. Jorge es un personaje inefable, muy amigo de sus amigos y reconocido por su trabajo. Pero vale decir que ese reconocimiento se multiplicó el día que decidió publicar La Biblia Spinetteana, un libro de 240 páginas impresas en tela y serigrafía, divididas en 4 tomos, que compilan la obra poética de Spinetta. Fabricó 200 ejemplares de este libro-objeto y los regaló a músicos, amigos y familiares. Muchos lo quisieron comprar y no pudieron, en principio porque no se vendía, y pronto se convirtió en una pieza de culto que muchos, aún hoy, anhelan atesorar. La Biblia… fue su forma de manifestar su reconocimiento al artista que, asegura, le cambió la vida, y vaya que fue así.
Entonces parecía que la historia quedaba ahí, pero no. Este original trabajo se convirtió en una marca, un sello que desde Córdoba se convertiría en una celebración permanente a la vida y la obra del Flaco. Y uno de los tributos más originales que se concibieron.
Cuestión que en 2015 La Biblia Spinetteana se transformó en un programa de radio que se emitió todos los sábados por la frecuencia modulada de Radio Universidad Nacional de Córdoba, con Jorge como conductor y productor, junto al periodista y locutor José Ávila (del programa Furia Nacional) y el músico y periodista Tincho Siboldi (un ex Proceso a Ricutti). En el envío que se prolongó hasta abril de 2018 se dieron el gusto despuntar el vicio por la música de Spinetta. Difundirla y analizarla, aportar datos minuciosos, como profundos conocedores en la materia. De la misma forma que se realizaron entrevistas telefónicas a personajes que habitaron el universo spinetteano, que formaron parte de los afectos más cercanos, del día a día del fundador de Almendra, Pescado Rabioso e Invisible, entre otros grupos.
Una vez que La Biblia… se quedó sin “aire” comenzó otro capítulo. Aparece en escena Roque di Pietro que le propone a Kasparian publicar esas entrevistas en un libro, esta vez con hojas de papel, y así surgió Luisito. 30 entrevistas al universo spinetteano (Vademecum, 2019). “El título fue lo más fácil, porque todos los entrevistados cuando se referían al Flaco lo llamaban así: Luisito”, explica su autor. Lo cierto es que de las más de 70 entrevistas realizadas para el programa radial, debieron seleccionar las treinta que finalmente se imprimieron, siendo este, afirma Kasparian, la decisión más odiosa que tuvieron que tomar.

"Luisito", presentación en Córdoba (*)
Lo que destaca a esta singular biografía (con una muy llamativa foto de portada acreditada a Eduardo Tano Forte) es que en la lista de nombres aparecen personajes no del todo conocidos, incluso para los fans más tenaces. En orden alfabético aparecen: Juanjo Carmona (jefe de prensa, road manager y productor), Graciela Cosceri (coach vocal), Mario “Pototo” D’Alessandro (amigo personal, odontólogo e inspirador del Tema de Pototo), Juan Carlos Diez (periodista, escritor, autor del libro Martropía), Javier Galarza (asistente), Cristian Iannamico (luthier), Pablo Mangone (productor del concierto de Las Bandas Eternas), Roberto Mouro (amigo personal y coautor de algunas canciones), Gerardo Pricky Prícolo (amigo personal, arquitecto y músico), Daniel Doc Rawsi (amigo personal, médico y músico) y Ana Spinetta y Gustavo Spinetta (sus hermanos).
También hablan músicos que compartieron banda, estudio y escenarios. Algunos como Daniel Colombres, Paul Dourge, Martín García Reynoso, Matías Méndez y Dhani Ferrón (bajista del disco póstumo Los Amigo), con un paso fugaz acompañando a Luis, pero que aun así conservan un recuerdo imborrable. 
Con esta selecta convocatoria de su entorno más íntimo, con quienes el influyente músico compartió, comidas, mates, reuniones, charlas, salidas, anécdotas, visitas mutuas, viajes y vivencias cotidianas, Kasparian pretende humanizar la figura del ídolo, objetivo que en las páginas de Luisito alcanza plenamente recreando aquellos momentos. Basta con chequear los testimonios de Aníbal “La Vieja” Barrios, su inseparable asistente durante 34 años y con quien mantenía una relación de amistad idílica; las anécdotas de back stage de Juanjo Carmona; el relato de Gerardo Prícolo o el recuerdo de su hermana Ana. En todos los casos historias breves que no vamos a spoilear en estas líneas, pero que cualquier devoto del Flaco no debería dejar de leer.

(*) Tincho Siboldi, Jorge Kasparian y Pototo D'Alessandro presentando oficialmente "Luisito", en el Paseo del Buen Pastor de Córdoba. Foto: Rodrigo Ordás