sábado, 28 de agosto de 2010

Distinto tiempo, un lugar nuevo

Nito enredado en los cables de ENTel (1980-81)
Siguen los cumpleaños de discos. A Miguel Mateos con “Rockas Vivas” se le sumó Nito Mestre para festejar los 30 años de “20/10”, su primer trabajo solista.

RECITALES + CUMPLE DISCOS

Por Néstor Pousa © 2010

Primero fueron los discos tributo, le siguieron los regresos de bandas eternas, dos vetas del rock vernáculo que busca retroalimentarse mientras espera que en el amanecer del nuevo decenio algo o alguien patee el tablero con más inspiración que actitud. Ahora le llegó el turno a los aniversarios de discos, a Miguel Mateos con “Rockas Vivas” le siguió Nito Mestre (ex Sui Generis y Los Desconocidos de Siempre) con su debut solista “20/10” que está cumpliendo 30 años.
Tuvieron que pasar necesariamente tres décadas para que pudiera suceder, esto que era impensado cuando en el grabador gastábamos la cinta con esa música que fue la banda de sonido de una época. Por eso hoy la nostalgia garpa y las discográficas lo saben. Prefiero pensar que este rescate de discos emblemáticos de nuestro nunca bien ponderado rock argento al menos servirá para que las nuevas generaciones los descubran. ¿Servirá?

Historia: avanzaba el año 1980 y Nito Mestre dejaba atrás a Los Desconocidos de Siempre, banda que lideró luego de su participación en Sui Generis junto a Charly García. Los Desconocidos eran un perfecto ensamble de músicos inclinados hacia un folk rock electroacústico que luego de tres discos editados, ya habían agotado su propuesta artística sin poder reinventarla. A ellos Nito les había puesto su nombre y su chapa de líder, pero los tiempos pedían mayor protagonismo y entonces decidió lanzarse como solista. Así nació “20/10” (grabado en 1980, editado en 1981), álbum que debía su curioso nombre a los últimos cuatro dígitos del teléfono particular (el 631-2010) del Sr. Mestre, y que fue editado originalmente en vinilo y cassette por el sello Microfón.

Ese disco que esta considerado como lo mejor realizado por Mestre solista, contiene muchos de los temas que no faltan en su repertorio (a saber: Hoy tiré viejas hojas, Espero siempre por vos, Los remolinos de la inocencia, Contigo que pasa, Enero va, Distinto tiempo y el rock and roll Afuera de la ciudad, entre otros) y para celebrarlo -además de la reedición del trabajo, esta vez en formato de disco compacto y por la multinacional Sony- Nito realizó un concierto el jueves 12 de agosto en el Teatro ND/Ateneo de Buenos Aires, del que formaron parte los músicos que participaron de la grabación de “20/10”, hace nada más que 30 años: el Mono Fontana, Lapo Gessaghi, Carlos Tribuzy, Pablo Fernández y Pedro Aznar. Faltaron Charly, León Gieco y el Ruso Lebón para que la plantilla estuviera completa. También fueron de la partida la actual banda de Mestre, y Silvina Garré, quien últimamente se presenta con Nito en un espectáculo en el cual suman sus proyectos individuales actuales.-
Lamentablemente no hay en la agenda fechas de este mismo espectáculo para Córdoba o alguna otra ciudad del país, desde la producción nos aseguraron que “fue único e irrepetible”.-

lunes, 23 de agosto de 2010

Aplausos en el cosmos

Foto: Sergio Cejas / La Voz del Interior
Skay Beilinson presentó ¿Dónde vas?, su flamante cuarto disco, en el Orfeo Superdomo. Una banda potente y ajustada y un repertorio incuestionable, son sus mayores atributos.

RECITALES + DISCOS NUEVOS

Por Néstor Pousa © 2010

El paso a solista de un músico que construyó su carrera como integrante de una banda suele ser un salto al vacío con la póliza de seguro vencida. Mucho más si la banda tuvo el nivel de grandeza de Los Redondos, y que tras su disolución inconsulta depositó en la figura del Indio Solari casi toda la mística y el dominio de las peregrinaciones en que se transforma cada concierto. Skay Beilinson, la otra mitad histórica de la leyenda de Patricio Rey, la tuvo que remar, pero hoy tiene la satisfacción de haber consolidado una carrera propia sólida, que ya acumuló una discografía con cuatro álbumes que van de muy bueno a excelente.

El sábado pasado Skay cumplió con su escala regular anual por la capital cordobesa, está vez para presentar oficialmente ¿Dónde vas?, cuarto disco de la saga. Y fue una presentación rigurosa ya que se tocaron la totalidad de los temas nuevos, relegando, por esta vez al menos, algunos hits propios y una mayor abundancia de clásicos “redondos”, lo que se tradujo en menos pogo y agite por más aplausos y ovaciones.
Apenas pasadas las 22 Skay se trepó al escenario improvisando el riff de La bestia pop, un guiño sutil a su célebre ex banda, y tras las secuencias electrónicas apareció el temible Gengis Khan. La banda -Oscar Reyna guitarra, Claudio Quartero bajo, Topo Espíndola batería y Javier Lecumberry teclados- sonaba potente, ajustada, impecable, a puro volumen, pero que no obstante permitía escuchar detalles. El lugar, con pista y tribunas centrales habilitadas para un 50% de su capacidad total, tenía los laterales cubiertos por largos telones blancos que fueron utilizados para proyectar secuencias del show e imágenes creadas especialmente por el Mono Cohen (Rocambole) -el artista plástico desde la consola de sonido supervisaba todo atentamente- logrando el efecto de una enorme caja de fantasías, un pequeño gran hallazgo de producción.
Poco faltaba para empezar a repasar las nuevas canciones del muy buen trabajo que es ¿Dónde vas? Un disco que profundiza sobre algunos temas que desvelan a Beilinson: el ser humano, su existencia, su hábitat, la trascendencia de la muerte y la necesidad física y mental de recorrer nuevos horizontes.
Es difícil encontrar perlas dentro del nuevo cofre, ya que es un álbum de calidad muy pareja donde ningún tema sobresale demasiado sobre el otro. Entonces dependerá de los gustos personales. Para algunos será la libertaria En el camino, o aquella donde define a los pensamientos como pájaros inasibles (Aves migratorias). Promediando la primera parte del show presentó Aplausos en el cosmos, que junto con Territorio caníbal y La rueda de las vanidades podría conformar una especie de suite conceptual sobre la humanidad, el individuo, el tiempo cronológico, el planeta.
En Tarde de lluvia hay cierta similitud con El fantasma del 5° piso del anterior disco (La marca de Caín, 2007), sólo que esta vez el protagonista en vez de estar encerrado en un cuarto de hotel siente la opresión de la gran ciudad. Suelo chamán, otra de las nuevas, es una especie de baguala; y ya sobre el final La pared rojo lacre que en el vivo perdió el toque de guitarra electroacústica que remarca su estilo country para luego estallar en un furioso rock.
De los  anteriores trabajos, pocos y muy buenos, Arcano XIV, Ángeles caídos, Flores secas, Soldadito de plomo y la espectacular Astrolabio, con Skay forzando la voz y encarnando a ese personaje mezcla de brujo de historieta, que su cuerpo delgado y deliberadamente encorvado y su cara huesuda se encargan de acentuar.
Para los fundamentalistas ricoteros hubo un par de ansiolíticos, La parabellum del buen sicópata y la infaltable Ji ji ji, y todo estuvo en orden. Aunque quedó claro que con semejante repertorio -ver bises: El viaje de Mary, Oda a la sin nombre y El Golem de la Paternal- hoy a Skay con lo propio le basta y le sobra.-
Skay - ¿Dónde vas? (2010)

miércoles, 18 de agosto de 2010

Rockas que siguen vivas

Tapa del vinilo "Rockas Vivas" (1985), Mateos ¿era zurdo? 
La nueva veta a explotar en el rock vernáculo es la de los aniversarios de discos fundamentales. Miguel Mateos se alinea y celebra los 25 años del exitoso “Rockas Vivas” en Córdoba.

RECITALES + CUMPLE DISCOS

Por Néstor Pousa © 2010

Miguel Mateos está de festejo. Aquel muchacho terrible y algo arrogante, que con su dicción afectada para cantar arrasó el país con pop a mediados de los 80’s, lanzaba hace 25 años el álbum en directo “Rockas Vivas”, un trabajo que se convertiría en el disco más vendido (superando los 500.000 ejemplares) hasta que El amor después del amor (1992) de Fito Páez le arrebatara el cetro. Igualmente los temas que incluía aquel trabajo se transformaron en clásicos invencibles de la moda retro ochentosa.
El ex líder de Zas ya realizó en el Luna Park el primero de una serie de recitales aniversario, y la fecha elegida no pudo ser más apropiada, 7 de agosto, mismo día y lugar que 25 años atrás lo presentara oficialmente. Además ya tiene cerrada una gira nacional de este mismo espectáculo, que recorrerá Posadas, Resistencia, Córdoba, Mendoza, Rosario, Tucumán y Salta. La escala cordobesa será este viernes 20 de agosto en Quality Espacio (Av. Cruz Roja Argentina 200).

Bajo la consigna “En Argentina todavía hacen falta huevos”, en alusión a letra de En la cocina (huevos), Mateos promete para la ciudad mediterránea un show similar al realizado en el Palacio de los Deportes, más allá de la Gral. Paz. Si cumple, se podrá ver un espectáculo en tres partes: un set con la lista completa de Rockas Vivas junto a la formación original de Zas, Chino Sanz en guitarra, Raúl Chevalier en bajo, Alejandro Mateos en batería, Julio Lala en teclados y el saxofonista Oscar Kreimer como músico invitado. El concierto se completa con otro bloque con el resto del repertorio de Zas y un tercero con lo producido por Mateos solista. Las flamantes versiones sinfónicas de algunos clásicos -Tirá para arriba y Huevos, entre otras- prometen ser la sorpresa y el desafió para los paladares de los fans más ortodoxos.

El caso de Rockas Vivas es muy curioso en la historia de la música popular argentina. El material que lo compone fue grabado en el Teatro Coliseo durante los conciertos de presentación del disco Tengo que parar de 1984. Cuando al año siguiente se edita Rockas Vivas, compuesto en su mayoría de hits, se disparó el fenómeno descomunal de un álbum que fue determinante para la carrera de Miguel Mateos -elemento fundamental de Zas- pero también fue un suceso que jamás pudo volver a conseguir en la misma magnitud. La lista de canciones, de punta a punta, forma parte del Miguel Mateos esencial, y caben perfectamente en esa categoría de “temas que sabemos todos”, porque hasta el menos iniciado es capaz de, al menos, tararear números como: Perdiendo el control, Sólo una noche más, Va por vos, Tirá para arriba, Un poco de satisfacción, Extra extra, Un gato en la ciudad, En la cocina (huevos) y Un mundo feliz. Canciones que siempre tuvieron una alta rotación en los medios, además de ser íconos refractarios de la década a la que pertenecen.-