miércoles, 24 de enero de 2018

Dread Mar I en el histórico escenario faldense

Foto: Nico Papa
RECITALES

Por Néstor Pousa

Todo lo que necesita un artista de música pop es imponer un hit, y Mariano Castro, conocido profesionalmente como Dread Mar I, encontró con Tú sin mí un exitazo de esos que te propulsan hacia otros niveles de popularidad. 
El solista de reggae fue la nueva apuesta que el productor privado Matías Cibin y su equipo de trabajo de XL Abasto, con auspicio de la municipalidad local, programó para esta temporada de verano en el Auditorio Municipal de La Falda. 
Fue la noche del 19 de enero, calurosa y con un alto porcentaje de humedad, que tras la actuación de Botánica Reggae, banda de la ciudad de Córdoba que ofició de soporte, pasadas las 23.30 aparecía por primera vez en el histórico escenario faldense el cantante y compositor de reggae más popular del momento, ante una aceptable cantidad de público. Luego de la introducción instrumental que entregaron Los Guerreros del Rey, banda de reggae roots que lo acompaña, apareció el solista luciendo remerón amarillo, nikes del mismo color y la clásica gorra de lana que al quitársela descubre sus larguísimas rastas. 
De esta forma, el artista que es reconocido en buena parte de Latino América, se dedicó durante casi una hora y media a repasar su extenso repertorio ante un público compenetrado que no paró de cantar y menearse con el flow cadencioso del ritmo originario de Jamaica. Fue un tema tras otro, sin solución de continuidad, ni tiempo para largos discursos, una brillante selección de canciones que se ajustan a una temática principalmente romántica, hasta rematar sobre el final con Tu sin mí, el one hit wonder que puso en foco a todo lo que lo precedió y lo que llegó después.  


martes, 23 de enero de 2018

Planeador de alto vuelo

TRIBUTO A SODA/CERATI

Por Néstor Pousa

Si hay una banda que impuso mucho más que un hit, esos fueron los Soda Stereo que tienen en los cordobeses de Planeador V a una de sus más eficaces bandas tributo, un proyecto que ya celebró un poco más de década de actuaciones.
Si bien es cierto que el repertorio de la banda que lideró Gustavo Cerati es incuestionable e inabarcable, tanto como la obra solista de este, no menos cierto es que provocar un regreso a los dorados 80/90 puede resultar resbaladizo si no se cuenta con los atributos necesarios. Lo de Planeador V es efectivo porque se basa en la solvencia de sus integrantes. Ellos, que humildemente se definen como “un grupo de fans que le rinden tributo al maestro”, tienen en Daniel Tapia a un cantante que no sobreactúa, ni abusa de un registro que por momentos recuerda al de Cerati, un bajista y un tecladista que con sobriedad no se desplazan de su metro cuadrado de escenario. Claro, las performances más destacadas hay que buscarlas por el lado de la guitarra que replica cada uno de los sonidos originales de los temas y en el baterista, de un rendimiento tan sobresaliente que es imposible que no acapare todas las miradas, se trata de Matías Sabagh, anoten ese nombre, es el mismo que vimos tras los tambores de The Greets.
Al margen de los clásicos de Soda, algunos “lados b” y un breve repaso por la etapa solista. de Gustavo, que la gente esperaba escuchar, es un placer extra chequear en vivo y directo las partes instrumentales en donde el cantante se refugia tras bambalinas para que brille la banda en toda su magnitud e intensidad, lo mejor en este sentido fue la versión de Lago en el cielo (Cerati solista).
Este fue el segundo año consecutivo que la Secretaría de Turismo de La Falda programó a Planeador V en La Falda bajo las Estrellas y a juzgar por la respuesta del público, la banda ya se convirtió en un clásico del ciclo veraniego con entrada libre y gratuita.


domingo, 14 de enero de 2018

Enrico Barbizi solo piano

Foto: Silvia Olmedo
EN CONCIERTO

Por Néstor Pousa

Con siete discos editados Enrico Barbizi es uno de los autores compositores más prolíficos de Córdoba, así como un intérprete muy personal, de una voz única (si me pongo vintage, por momentos me recuerda un toque a Raúl Porchetto).
La noche del jueves 11 de enero trajo sus canciones a La Nogalera de Villa Giardino en un formato poco habitual para él. Solo con su piano para entregar un repaso en modo random por su extenso repertorio. “No sé para qué hago lista de temas si después cambió todo” dispara, promediando un show intimo e interactivo para unos pocos afortunados espectadores que se enteraron que esa noche estaría allí.
Es interesante ver cómo funcionan solo al piano canciones como Un punto entre dos líneas que en su versión original, grabada para el disco Otropedia (2014), contó con un equipazo formado por: Lula Bertoldi, José Gómez, Palín Sosa, Juan Toch, Jorge Galizia y Juan Cruz Peñaloza como productor.
Y así con cada una de las canciones que repasó, todas .precedidas por su correspondiente apostilla para hacer más sabroso aún el menú musical en la cálida noche giardinense.

Hay que decir que la sala La Nogalera, un acogedor espacio con todo lo necesario para este formato de conciertos, que la Biblioteca Popular Leopoldo Lugones dispone en su sede de Villa Giardino, programa una muy interesante agenda durante todo el año, la que se pone más intensa durante los meses de verano. Es por eso que sugerimos consultar semanalmente en su perfil de Facebook (La Nogalera) para luego no tener que lamentar habérselo perdido a Enrico Barbizi.    

martes, 9 de enero de 2018

Tuti Ruggiero: debut bajo las estrellas

Foto: CUBO Media
El cantante y compositor nacido en Quilmes, Buenos Aires, y hoy radicado en Villa Giardino, tuvo un muy buen debut en el escenario de “La Falda Bajo las Estrellas”.

RECITALES

Por Néstor Pousa

Nació en Quilmes y vivió en Vicente López, pero desde hace cuatro años eligió Villa Giardino como su nuevo lugar en el mundo. Con una carrera como músico solista en marcha y dos discos editados como carta de presentación, empezó a buscar lugares donde poder mostrar su música y este verano, luego de insistir, por fin se le empezaron a abrir espacios de difusión. Hoy Tuti Ruggiero, de él se trata, tiene por delante una agenda de actuaciones que lo entusiasma, pero sin dudas que su debut en el inicio de una nueva edición de La Falda Bajo las Estrellas era uno de los compromisos más importantes que debía afrontar, por la importancia que acredita el ciclo y porque precedería en el escenario nada menos que a Javier Calamaro, uno de sus músicos favoritos y referente del estilo de música que él defiende.
Ruggiero tiene a favor un capital muy importante que son sus propias canciones, especialmente las de Mil preguntas, su segundo disco solista editado en 2013 y distribuido por Sony Music. Un trabajo que lo tuvo como productor artístico, tocando guitarras acústicas y cantando en las once canciones de su autoría. Además del aporte del reconocido Indio Márquez en la producción musical junto a Marcos Rodríguez.

Tuti asumió su estreno en  el escenario faldense con la responsabilidad que la ocasión merecía y dispuesto a hacer conocer sus más recientes composiciones que van por el camino del folk rock de guitarras slide y punteos prolijos. Canciones country (Deja estar contigo) un estilo poco frecuentado en el rock argentino; la balada (A mi lado), el rock (Aquí), la balada rock (Ida y vuelta), hits de melodías pegadizas (Princesa) y las referencias a su lugar de origen (Buenos Aires ¿dónde está?).
Como un auténtico hijo del rock nacional rinde tributo a sus mayores con una selección de covers que insertará entre sus propias creaciones. En honor al artista central de esa noche hará su propia versión de No me nombres. Demostrará las cualidades de su voz para cantar blues con un clasicazo de Pappo como es Desconfío. Y rockeará a placer con otra del Carpo, Sube a voiture. Y para redondear una lista perfecta repasará alguna de las pistas de Sin ser quien soy, su primer solista datado en 2009.

Respaldado por una banda completa y aún en formación, integrada completamente por músicos locales, Tuti Ruggiero aprobó su primer examen ante un público de locales y veraneantes reunidos en la intersección de Edén y San Martín. Si se lo perdieron, a no desesperar, porque además de los distintos lugares de Punilla que recorrerá en la actual temporada estival (pubs y escenarios abiertos de Huerta Grande, La Cumbre, Capilla del Monte y su ciudad adoptiva, Villa Giardino), seguramente la que pasó fue la primera de una serie de presentaciones faldenses que no tardarán en llegar.

domingo, 7 de enero de 2018

Juan Cruz Peñaloza: música para curar las heridas

Peñaloza, Ceballos & Dall'Amore
El Museo Ambato de La Falda estrenó su ciclo de conciertos 2018 con el notable pianista Juan Cruz Peñaloza. Sus organizadores prometen frecuencia semanal durante todos los sábados de enero y febrero, con grilla a confirmar.

EN CONCIERTO

Por Néstor Pousa

El pianista y compositor Juan Cruz Peñaloza tiene profundas raíces que lo vinculan con La Falda. Aquí vive su madre Nora, que además integra la Asociación Amigos del Museo Ambato, por lo tanto no sorprende cuando asegura: “El Ambato ya es como mi casa”.
Esa conexión de Juan Cruz con esta ciudad se prolonga desde que, siendo muy joven, vino a tocar con el Trío 4 de Luis Lewin en las recordadas veladas musicales del pub Tante Ida. O como cuando en el mismo espacio, que más tarde tomaría el nombre de Ugolino, aparecería una noche de hace unos cuantos años acompañando a Los Músicos del Centro en una de las últimas encarnaciones de esa agrupación imprescindible de la música producida desde Córdoba. Y entre tanto músico groso Juan Cruz aparecía como un niño prodigio con destino del pianista notable en que se convirtió en la actualidad.
Estas referencias biográficas cobran sentido porque fue con el mismo Peñaloza que los Amigos del Ambato estrenaron la versión 2018 del ciclo de conciertos en los jardines de la antigua casona-museo el pasado sábado 6 de enero, una propuesta musical alternativa que se suma a la vorágine de shows que la ciudad y la provincia ofrece al visitante durante las vacaciones de verano.

Juan Cruz Peñaloza se manifiesta conmovido ante la magnificencia del lugar y con esa inspiración elige un tema propio para iniciar su concierto, La Fuente, dedicado al gran Manolo Juárez, su maestro y amigo. Acompaña su exquisita interpretación al piano, Franco Dall’Amore en guitarra. Y juntos lograrán una dupla perfecta e inseparable durante todo el recital.  Juan Cruz añade que dicho tema está incluido en Alma de Resonancia, título del disco que grabó en Madrid en 2013, un trabajo que además de confirmarlo como un notable intérprete, revela su veta compositiva en la mayoría de los temas que conforman la placa, las que comparten lista con piezas de Raúl Carnota y Cuchi Leguizamón.

Pero a su concierto del sábado 6 de enero al que bautizó Cuando el arte ataque (más adelante verán por qué) está consagrado no a la obra propia sino a la de otros autores que, aunque no lo dijo, seguramente también fueron fuente de inspiración del pianista que se mueve como pez en el agua por el jazz, el jazz-rock, la bossa nova, el folklore, la canción popular y la música contemporánea (“No me pidan reggaetón”, aclaró jocosamente). Y así, como segundo tema apareció Samambaia, para luego invitar a la cantante del grupo Moira Ceballos en Soledad Jujuy 1941, una letra de Atahualpa Yupanqui musicalizada por Pedro Aznar.
Uno de los momentos más celebrados llegaría con DLG, la baguala de enigmático nombre compuesta por Fito Páez para Giros, su disco de 1985. “Yo no tenía que cantar, pero era un gusto que me quería dar”, se justificaba luego del show Juan Cruz, que animado por el buen ambiente que se había generado asumió la voz principal en ese segmento al que también se le sumó el cuarto invitado de la noche, Claudio Pacheco, en bombo legüero y cajón.

Alentados por el resultado fueron aparecieron nuevos momentos de elevada factura como Superhéroes en la cual Peñaloza se enfunda maravillosamente en los dedos de Charly García. Le seguirían: una milonga y El olvidao, la chacarera del Duende Guernica con un texto de efecto catártico que logró sacar algunas palmas de la ilustre platea. 

Solo restaba definir el sentido del título. Cuando el arte ataque es una canción compuesta Spinetta para La la la, disco surgido de la ocasional alianza protagonizada por el Flaco con Fito Páez, producto de la amistad y la mutua admiración. Cuando el arte ataque en la interpretación del cuarteto de Peñaloza-Dall’Amore-Ceballos-Pacheco funciona como el leitmotiv del encuentro y la invitación a sumarse a los coros, aunque más no fuera en los bises, junto a la siempre protectora energía de Luis Alberto dando vueltas como parte del aire.