Omar Mollo: Lunas de Tango (La Falda, 08/02/14) |
RECITALES
por Néstor Pousa
Los amagos de una tormenta que no fue y un público que aguantó a pie firme para ver a Omar Mollo, fue la primera nota del cierre del Festival Lunas de Tango 2014, que durante tres noches convocó a una muy interesante grilla de artistas: Marcelo Santos, Carlos Habiague (estrenando su flamante Premio Carlos 2014 al mejor cantante masculino de espectáculos en Carlos Paz), Rodolfo Tulián, Mariana Mazzola, Lisette, Janette, Contramano Trío y los Hermanos Tulián.
“Aguantá un cachito más”, imploró
Omar mirando al cielo, ante lo que parecía un aguacero inevitable que
arruinaría el show. Con mejor suerte que Miguel Cantilo, al tercer tema la
tormenta se cortó y, ahora agrandado, el intérprete exclamó: “Yo cortó todo”, para completar en todo
confidencial: “La verdad, ¡tuve un culo!”.
Fueron las apostillas de la noche inolvidable de Omar Mollo en su reencuentro
con el público faldense y también la oportunidad para presentar su cuarto disco
tanguero titulado Barrio Sur, un
trabajo magistral que recibió merecidamente el Premio Gardel 2013 al mejor álbum
de cantante masculino de tango.
La intensa relación de Omar Mollo con esta ciudad comenzó hace una
década, en lo que fue su debut y consagración en la edición 2004 del Festival Nacional
del Tango. A modo de celebración de estos diez años, rescatamos la primera
entrevista que le realizáramos en aquella ocasión, y en donde hablamos sobre
sus comienzos con el tango.
“Un bicho raro”. “El que me descubrió
fue Pepe Albistur (productor de Adriana Varela), cuando una vez haciendo
zapping, me ve en (el canal de cable) ‘Solo Tango’, y el chabón dice: ¿quién es
este peludo raro que canta bien?, lo quiero. Empezó a preguntar y Hernán, dueño
del Torquato Tasso (célebre tanguería
del barrio de San Telmo), le djjo, yo lo conozco, y nos presentó. Voy a verlo y
me dice: tenés que grabar un disco de tango porque sos el indicado para captar
el público joven que es lo que necesita el tango”.
Ese especial para el cable Omar lo grabó por
insistencia de Graciela Minervino (su mujer y manager) y también por el Pelado
Cordera (ex Bersuit), Andrés Ciro (ex Los Piojos) y otros músicos amigos, que
siempre le decían: vos tenés que cantar tangos. “Y fue así -continúa- porque
resultó que los pendejos siempre me dicen que gracias a mí le dieron bola al
tango, olvidándose de los rótulos”.
-¿El
tango y el rock tienen muchas cosas en común, no te parece una paradoja que los
públicos sean tan distintos?
“Lo que pasa es que acá siempre se trató de
fusionar el tango y el rock, pero desde la música, yo voy a hacer al revés, voy
a fusionar a la gente. Entonces cuando hago tango hago tango, cuando hago rock
hago rock, los que llevan la ventaja son los pibes porque me van a ver a los
dos lados, y los tangueros no me van a ver al rock. Entonces cuando canto tango
se juntan los pibes con los viejos. Viste esos tangueros ortodoxos que no
aguantan nada, a mí me dieron cabida porque les gusta como canto, a mí me
dieron ese permiso”.
-¿Llegará
el día en que te animes a cantar un rock en un show de tango?
“Lo que pasa que tengo que cambiar todos los
músicos, porque necesito los músicos adecuados. Fue lo que hice en Cosquín Rock
este año (2004), empecé con el set de tango, se retiraron los músicos de tango
y los pibes no querían que se fueran, fue una gran satisfacción para mí. Cuando
les dije: ¿con qué quieren que siga, con rock o tango?, ¡con tango! gritaron todos, en pleno festival de rock en
donde el más grande tendría 25 años, ponele”.
-¿Vos
tenés una relación especial con Córdoba?
“Sí,
gracias a Dios con la gente de Córdoba, ya sea en Cosquín Rock o en el
Teatro Real (en la capital cordobesa) siempre me han recibido muy bien y lo he
llenado”.
-Como
músico sos muy ecléctico, tu primer disco con MAM (Opción, 1999) tiene de todo: power rock, reggae, tango,
chacarera, un clásico de los ‘70. Parece que todo te sienta bien.
“Sí, yo no tengo drama, hago música desde muy
chico, toda mi experiencia se la pasé a mi hermano, le enseñe a tocar la
guitarra (su hermano es Ricardo, ex Sumo y actualmente Divididos), el primer
grupo que hicimos con él fue MAM en los ‘70, qué más me queda por hacer, si yo
no grabé antes la culpa es mía, por loco. Yo estuve muy loco muchos años, ahora
dejé mi locura de lado y empecé a laburar y me está yendo muy bien. Antes no
tenía la edad suficiente, si yo me hubiera metido hace veinte años atrás la
hubiera cagado, hubiera defraudado a más de uno, por eso preferí no meterme,
porque estaba muy loco”.
-Sos
una prueba de que nunca es tarde.
“Sí, totalmente. Aparte voy a cumplir 54
años, entonces me dije, la música me está esperando, si yo me pierdo esta
oportunidad soy un pelotudo. Y tan bien me está yendo que, te doy una primicia,
dentro de cinco días me voy a Europa a una gira por España, Holanda y Bélgica a
cantar tangos”.
-¿Cómo
fue eso de que el padre de Spinetta, Don Luis Santiago, se juntaba con vos a
cantar tangos?
(Larga una carcajada y exclama) “Uh, yo soy
muy amigo del Flaco de hace años. Iba siempre a su casa y de ahí nos íbamos a
la casa del viejo, entonces Luis se ponía a charlar con la vieja, y el viejo me
decía: ‘Vení, vení’, y me llevaba a un cuartito que tenía al fondo de la casa y
cantábamos juntos. Un gran cantor de tangos el viejo, impresionante. Y el Flaco
decía: vos tenés que hacer un show de tango con este”.
-¿Te
molesta que te comparen con el Polaco Goyeneche?
“Para nada, al contrario, es un orgullo para
mí, pero en realidad yo me parezco más a Belussi, vos hacele escuchar mi disco
a algún tanguero y preguntale a quien me parezco más. El Polaco era más decidor
y yo tengo otro arrastre. Lo que sí sé es que tardé 50 años en asumir que yo
puedo cantar tango, porque le tengo mucho respeto, si no lo hubiera hecho
antes. Yo empecé a cantar tango a los 5 años, folklore a los 7 y a los 13,
cuando me fui de Pergamino a Buenos Aires, empecé con la historia del rock and
roll, Los Beatles y todo eso”.
-Sos un
bicho raro, realmente.
“¡Por eso pegó!”
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