Dentro de la variada cartelera de espectáculos de la villa, destaca esta comedia escrita por el francés Laurent Baffie, que sin escándalos mediáticos que la respalden arrasó con elogios y premios
TEATRO EN CARLOS PAZ
por Néstor Pousa
Para Jorge Schussheim, adaptador de la obra
escrita por el francés Laurent Baffie, “Toc
Toc parece haber sido escrita especialmente para el sofisticado público
argentino, eterno psicoanalizado que se verá a sí mismo en el espejo del
escenario, en un goce perverso y sano a la vez”. Suscribo, porque estoy
casi seguro que ni bien uno se acomoda en su butaca y antes de las palabras del
locutor en off, más de uno se pone a pensar si al salir de casa cerró bien la
llave del gas, si puso la alarma en el auto que quedó estacionado en la calle y
se lavó suficientemente las manos después de pasar por el baño público del bar.
Sobre esas y otras obsesiones y fobias se basa la trama argumental de Toc Toc, pero llevadas a un extremo que
aunque parezca delirante, no lo es, cruzando ese difuso límite en el cual lo
que para uno (el que lo padece) es un drama, para otros (los observadores
ocasionales) se convierte en algo humorístico.
La historia gira en torno a seis personajes,
todos afectados con serios Trastornos Obsesivos Compulsivos (TOC), que acuden a
la consulta de un eminente especialista, el afamado y misterioso Dr. Cooper. Es
en la sala de espera del consultorio, en donde los protagonistas esperarán
“pacientemente” al psiquiatra, se desarrolla toda la acción.
De a uno los personajes se van incorporando a
la escena: Alfredo quien padece el incurable y antisocial síndrome de Tourette y copralalia, traducido: no puede evitar
proferir insultos constantemente, a la vez que realiza todo tipo de gestos
obscenos y emite sonidos extraños. Camilo, un taxista que no puede controlar su
manía de realizar todo tipo de cálculos matemáticos, hasta los más
inverosímiles e innecesarios, y está allí sin asumir su problema e instado por
su mujer que lo obligó a acudir a la consulta. Lo de Blanca aunque parezca más
clásico no resulta menos perturbador, le teme a todas las enfermedades y por
eso lava sus manos constantemente y abre las ventanas para ventilar, con el
agravante que es empleada de un laboratorio de análisis clínicos y por lo tanto
en permanente contacto con todo tipo de virus y bacterias. Otto tiene obsesión
por la simetría y lo manifiesta desde su propio nombre y hasta en su color
preferido, el verde, intermedio en la escala cromática del arco iris. Liliana
no puede evitar repetir absolutamente todo lo que dice, al punto de
transformarse en un verdadero martirio para ella y para sus circunstanciales
acompañantes. Finalmente, María Auxiliadora es una fanática religiosa,
maniática del orden, que revisa treinta veces la llave del gas y controla
permanentemente si en su cartera están las llaves de su casa. Hay un séptimo
personaje que entra y sale de escena, es la disparatada secretaria interpretada
por Lara Ruiz que con marcada tonada cordobesa de la ciudad trata de mantener
la calma de los pacientes, informando que el doctor está demorado pero pronto a
llegar, algo que hasta el final no se develará si ocurre o no, lo que obligará
a los personajes a realizar una improvisada terapia de grupo con una partida de
Monopoly incluida. Con todos los personajes sobre el escenario la comedia toma
un ritmo por momentos frenético aunque con la perfección de un mecanismo de
relojería. Sobresalen, la magistral composición del personaje de Alfredo (Claudio
Da Passano) que con sus irrupciones desmesuradas y
fuera de lugar es también quien ilustra a los demás sobre sus propios
padecimientos; el hiperactivo Camilo (Osqui Guzmán) quien se convierte en una
especie de nexo entre los personajes; la santulona María Auxiliadora (Patricia
Echegoyen) quien se espanta ante todo lo mundano; las desopilantes
intervenciones de Liliana (Malena Figó) que se destacan como lo más hilarante
del guión; las permanentes corridas de Blanca (Leticia González de Lellis) y
las sobrias participaciones, pero con resultado de revelación, de Otto (Juan
Grandinetti).
Tras casi dos horas en donde se enlazan
y superponen todo tipo de situaciones tragicómicas, Toc Toc nos tiene reservado un insospechado final que ni el más
entrenado espectador esperaba. Otro de los secretos de esta exitosísima comedia
que no pretende aleccionar, ni plantear moralejas, sino simplemente entretener
y demostrar que la risa puede ser uno de los remedios más infalibles.-
Ficha técnica. Elenco:
Claudio Da Passano, Patricia Echegoyen, Osqui Guzmán, Malena Figó, Leticia González
de Lellis, Juan Grandinetti y Lara Ruiz.
Autor: Laurent Baffie. Dirección: Lía Jelín. Traducción: Julián
Quintanilla. Adaptación: Jorge Schussheim. Asistente de Dirección: Matías
Strafe. Escenografía: Paula Sabina. Producción General: Eloísa Canton, Sebastián
Blutrach, Morris Gilbert y Bruno Pedemonti. Prensa: Valeria Krupick y Adriana
Gorosito. Funciones: martes a domingo en Teatro Melos (Alberdi 50 - Villa
Carlos Paz).
En los Premios Carlos 2014. Sin
necesidad de aparecer en los programas de la tarde con los recurrentes escándalos
y cruces mediáticos que la respalden, “Toc Toc” arrasó por mérito propio en la
última entrega de los Premios Carlos 2014, alzándose con 6 categorías, a saber:
Mejor Comedia, Mejor Guión (Laurent Baffie), Mejor Dirección (Lía Jelín), Mejor
Actor (Claudio Da Passano), Mejor Actriz de Reparto (Lara Ruiz) y Revelación
Masculina (Juan Grandinetti).-
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