Aznar volvió a La Falda |
RECITALES
por Néstor Pousa
Hubo dos instancias en la visita de Pedro Aznar a La Falda, una fue la conferencia de prensa realizada
en la previa del show y la otra propiamente el show que ofreció esa misma noche.
Era el mediodía del viernes 14 de febrero y la prensa estaba citada en el hotel
de avenida Edén al 700 donde desde la noche anterior se alojaba el músico.
Durante la concurrida rueda con los periodistas Aznar dejó conceptos muy
interesantes sobre la música y otras cuestiones afines, pero se negó
enfáticamente y eludió todo intento cuando se trató de hablar de momentos no
tan recientes de su valiosa carrera: “Ah
no, para atrás ya está, ya fue”, cerró secamente y en el límite de la
descortesía. Esto sucedió cuando empezamos a recordar las anteriores visitas de
Aznar a La Falda, época en la que formaba parte de Seru Giran junto a Charly García, David Lebón y Oscar Moro. Pedro dijo
no recordar absolutamente nada de su paso por el Festival Argentino de Música Contemporánea, al que acudió en su
primera y tercera edición, años 1980 y 1982, respectivamente. Sin embargo, y en
relación a este ciclo, expresó: “Nos
solían tirar cosas, creo que tenía que ver con la extraña relación que tenía
Charly con Córdoba por aquellos años, era una relación de amor-odio muy
particular, y la ligábamos los cuatro. Con Seru nos tiraban pilas”, afirmó
sin dudar y sin dar derecho a réplica. Y aunque se equivocó en este punto, ya
que no fue en La Falda el episodio de los pilazos a Seru, instó a los presentes a cambiar de tema, denotando cierto
fastidio que nadie pretendió hacerle padecer. Todo lo contrario, ya que a
partir de allí la conferencia se transformó en algunas preguntas y otros tantos
monólogos laudatorios hacia la figura del artista.
Afortunadamente en horas de la noche la imagen del mediodía cambió por otra mucho más amable, Pedro se manifestó en un recital a la altura de las expectativas y con una asistencia acorde a sus últimos antecedentes. Hay que decirlo: Pedro Aznar agotó por mérito propio la capacidad del Auditorio Municipal como hacía mucho tiempo un músico de rock no lo hacía y, afortunadamente, en este caso sin necesidad de exagerar en las cifras oficiales.
Luego de un año -el 2013- en el cual se dedicó a difundir su obra
en formato solista -solo con sus instrumentos frente al mundo- para La Falda
retomó su trabajo junto al quinteto en lo que fue su primer show del año en
esta modalidad. La misma banda que lo acompañó en su presentación del Cosquín
Rock del verano pasado, estuvo aquí, en la que fichan: Julián Semprini en
batería, Coqui Rodríguez en guitarras, Alejandro Oliva en percusión y Tomás Fares
en teclados. Este show debe tomárselo como la puesta a punto de la banda en lo
que será un año con mucha actividad y por lo tanto el repertorio elegido estuvo
acorde a eso. Fue, como el mismo Aznar lo anunció previamente, un recorrido por
toda su prolífica carrera, aunque se notó la supremacía de dos excelentes
discos de estudio como lo son Ahora -facturado
en 2012- del que se escucharon el intenso Panteras
de polvo; una zona de baladas con Par
(¿tributo a Harrison?) y Rencor,
y el inesperado rap que titula el disco. Y de Quebrado -álbum de 2008- la magnificencia de Fugu y Los perros del
amanecer, y el jazz-rock Nocturno
suburbano. El público devolvió ovaciones en momentos claves, eso ocurrió con
Tu amor (de Tango4, de su obra junto a Charly), Mientes (de Seru ’92), Ya no hay forma de pedir perdón (de
Elton John, pero que en adaptación al castellano es un clásico de Aznar) y Quebrado (canción epónima del disco ya
citado). En un intermedio solista volvió a demostrar su buen gusto para lograr
versiones con un tríptico mágico compuesto por Blackbird (The Beatles), Barro
tal vez (Spinetta) y Lisa
(Gustavo Cerati). Una suite que se puede revisitar en Mil noches y un instante, su más reciente trabajo editado en 2013.
Con una audiencia absolutamente rendida y la cúpula tan rebelde a
la tarea de los operadores de sonido como ya es costumbre, Aznar y su quinteto
volvieron para dejar en bises Si es que
se trata de mí con Sandro cantando desde la pantalla, versión castellana
del Break it all de Los Shakers que se encuentra escondida
en Tango4; y A cada hombre, a cada
mujer, otra de sus contribuciones para el regreso de Seru en el ‘92. Fue el cierre de un esperado regreso de Pedro Aznar
al legendario escenario faldense. Un regreso con todos los aditamentos.-