miércoles, 18 de febrero de 2015

Tema x tema: Calamaro en Cosquín Rock 2015

Por Nestor Pousa

A las 0.15 del domingo 15 de febrero Andrés Calamaro pisó por primera vez el escenario del Cosquín Rock respaldado por una banda de lujo: Wiedemer – Comotto - Kanevsky – Verdinelli - Domínguez.  Entró quitándose la campera, hizo un breve saludo, se colgó su Telecaster verde y largaron un tándem demoledor y rockero con Alta suciedad y El Salmón. Casi sin pronunciar palabra continuó con Cuando no estás, el primer corte de BohemioA los ojos, de Los Rodríguez; y dos más de Bohemio: Rehenes (flamante single y video clip) y Doce pasos. Recién entonces tomó el micrófono para agradecer a Cosquín Rock por la paciencia y el respeto, y mencionar a los artistas que lo habían precedido en la grilla de esa primera jornada. Nacimos para correr, la balada existencial con guitarra slide de Julián Kenevsky, fue el número que precedió a La libertad. Recordó a Joe Cocker, Johnny Winter y Paco de Lucía, “Sin ellos la vida ya no será la misma”, dijo, y les dedicó Tuyo siempre. Uno de los comentarios más festejados sirvió de introducción para Loco, “Que linda noche para fumarse un…”, y pidió al auditorio que completaran la frase. “Si nos imputan, que nos imputen a todos”, remató, uniendo sutilmente un affaire del pasado con actualidad política. Mil horas, un súper clásico de los 80’s, fue la única referencia de su paso por Los Abuelos. Anunció: “Una canción sensible incluida en El Salmón”, era Gaviotas. “Aplaudan, putos”, fue el regaño de Andrés ante la tibia respuesta del público al único “lado B” de una lista antológica. El bloque que siguió no dio respiro, con Andrés al piano en Los Aviones con final a lo Santana; y una nueva revisita a la obra de Los Rodríguez con una extensa e insuperable interpretación de Me estás atrapando otra vez, Todavía una canción de amor, con el coro de miles de gargantas, y Mi enfermedad. La banda se pone heavy para una flamígera versión de Out put, in put, con fragmentito de Smoke on the wáter (Deep Purple). El piano de Germán Wiedemer nos introduce en Estadio Azteca. Vuelve el jaleo con Sin documentos y de nuevo el piano acompaña a Andrés en la primera parte de Volver (Gardel-Le Pera) que funciona como intro de Flaca. Con la lluvia ya instalada Media Verónica y Paloma fueron los últimos temas de una lista a la que todavía le quedaban los bises. Los chicos (a los amigos que se fueron primero) y Sucio y desprolijo (cover de Pappo’s Blues). De la guitarra de Baltasar Comotto brotaban chispas. Fue el cierre de un show inolvidable.-

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