Alejandro Lerner, hoy. |
NOTA DE ARCHIVO
Por Néstor Pousa
Por Néstor Pousa
Los manuales destacan que Alejandro Lerner luego de integrar Soluna junto a Gustavo Santaolalla; Reino de Munt con Raúl Porchetto; acompañar
como tecladista a Sandra Mihanovich, quien le dio el primer impulso importante;
y de fundar Solopororo, su primera
banda profesional pero de existencia efímera; recién en febrero de 1982 en el Festival Argentino de Música
Contemporánea de La Falda fue que logró su consagración definitiva. La
tercera edición del legendario ciclo, al que llegó acompañado por el grupo La Magia, fue la plataforma de
lanzamiento de una promisoria carrera solista que a partir de ahí se iría desarrollando
y consolidando sin demora. En paralelo a sus
dotes de intérprete, como autor y compositor sus canciones empezarían a ser
codiciadas por destacados intérpretes de los más diversos estilos; a la vez de requerirse
sus servicios para realizar los temas originales de envíos televisivos en franja
central, los que invariablemente se convierten en hits; y de destacarse como compositor de música para
películas y puestas de teatro.
Así Lerner vio cómo su target cambiaba, toda vez que él mutaba
de rocker ATP (apto para todo público)
seguido preferentemente por adolescentes de ambos sexos, para convertirse en un
baladista melódico con una platea mayoritariamente adulta y femenina.
Una costumbre argentina (*) Con su excelente presente, aunque también con su
historia, Lerner visitó una vez más el Auditorio
Municipal de La Falda para mostrar los temas de su último disco y
repasar viejos éxitos. Acompañado por una interesante repercusión en
boleterías, un muy buen sonido y una banda de músicos en la que se destacan el
guitarrista Gringui Herrera y el bajista Paul Dourge; el tecladista pisó el
escenario a las 22:30 tras los primeros acordes de Algo de mí en tu corazón y enseguida hizo referencia a La Falda
como el lugar que desde sus inicios siempre lo respaldó. Una refinada puesta en
escena, excelente iluminación y la proyección de diapositivas en blanco y
negro, le dio a la sala un clima de teatro, mucho más acorde a la actual propuesta
del cantautor. Y así empezaron a sucederse los viejos y nuevos clásicos. Si te vas, La belleza -dedicado a las mujeres que eran mayoría esa noche- y Chacarera de mis pagos, para Santiago
del Estero y los lazos que lo unen con esa provincia. Sorprendería con una fusión de blues y malambo en una
versión de Desconfío, uno de los
tantos clásicos de Norberto Pappo
Napolitano. Del nuevo disco se
escucharon solamente Cuando una mujer se
enamora y Después de ti.
Rock & Roll hubo, pero en pequeñas
dosis, con un viejo tema que hacía mucho no tocaba: Nena neurótica, al que, con introducción de Humo sobre el agua, le sacó las telarañas en honor a sus primeros
conciertos en esta ciudad, en el festival que organizaba Mario Luna. Luego siguió
un homenaje al gran Carlos Santana, que dio paso a los encendedores que iluminaron
el mega hit Todo a pulmón, para despedirse con uno de sus mejores números de la
última etapa, Volver a empezar.
El lugar de privilegio de
los bises lo reservó para Costumbres
argentinas, en un nuevo guiño a las incondicionales fans que festejaron con
delirio, de pie y con los brazos en alto.
Alejandro Lerner acompañó
sus canciones con una puesta en escena muy elaborada y el mismo formato que
llevará por Latinoamérica. Un espectáculo de la jerarquía que una ciudad con la
trayectoria musical que tiene La Falda se merecía.-
Lerner y La Magia (1982) reedit. en cd |
Y completaba: “Yo creo que las cosas nunca van
a ser como fueron. Las cosas se adaptan a los cambios, hoy en día hay un montón
de festivales de rock, nuevos y absolutamente multitudinarios. El rock va
cambiando porque es la expresión de una generación, y las generaciones van
cambiando, la tecnología, los códigos, cambian. El rock de hoy no se parece en
nada al de los ‘70 y los ‘80. Tiene un espíritu propio, ni mejor, ni peor, pero
distinto. El Festival de La Falda es legendario y ha quedado en la historia de
los grandes festivales de Rock Argentino y nunca va a volver a ser como antes.
Su futuro depende de un acto de voluntad, son voluntades que se ponen de
acuerdo para organizar un festival, donde hoy en día tiene que haber más
organización y seguridad que en otra época, que tenían su desorden pero se
hacían igual. Hoy creo que hay mucha más capacidad organizativa que antes”.-
(*) Crónica publicada en el semanario Ecos de
Punilla (edición impresa), sobre la presentación en el Auditorio Municipal de La Falda el
jueves 08/04/2004 ante 1.500 personas.
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