miércoles, 11 de febrero de 2015

Alejandro Lerner: pasado y presente en La Falda

Alejandro Lerner, hoy.
El creador de “Todo a pulmón” regresa a la ciudad en la que se consagró hace más de tres décadas. En la previa de su show del próximo sábado (con entrada libre y gratuita) reproducimos la reseña publicada en ocasión de su última visita a La Falda en 2004.

NOTA DE ARCHIVO                                   

Por Néstor Pousa

Los manuales destacan que Alejandro Lerner luego de integrar Soluna junto a Gustavo Santaolalla; Reino de Munt con Raúl Porchetto; acompañar como tecladista a Sandra Mihanovich, quien le dio el primer impulso importante; y de fundar Solopororo, su primera banda profesional pero de existencia efímera; recién en febrero de 1982 en el Festival Argentino de Música Contemporánea de La Falda fue que logró su consagración definitiva. La tercera edición del legendario ciclo, al que llegó acompañado por el grupo La Magia, fue la plataforma de lanzamiento de una promisoria carrera solista que a partir de ahí se iría desarrollando y consolidando sin demora. En paralelo a sus dotes de intérprete, como autor y compositor sus canciones empezarían a ser codiciadas por destacados intérpretes de los más diversos estilos; a la vez de requerirse sus servicios para realizar los temas originales de envíos televisivos en franja central, los que invariablemente se convierten en hits; y de destacarse como compositor de música para películas y puestas de teatro.
Así Lerner vio cómo su target cambiaba, toda vez que él mutaba de rocker ATP (apto para todo público) seguido preferentemente por adolescentes de ambos sexos, para convertirse en un baladista melódico con una platea mayoritariamente adulta y femenina.

Una costumbre argentina (*) Con su excelente presente, aunque también con su historia, Lerner visitó una vez más el Auditorio Municipal de La Falda para mostrar los temas de su último disco y repasar viejos éxitos. Acompañado por una interesante repercusión en boleterías, un muy buen sonido y una banda de músicos en la que se destacan el guitarrista Gringui Herrera y el bajista Paul Dourge; el tecladista pisó el escenario a las 22:30 tras los primeros acordes de Algo de mí en tu corazón y enseguida hizo referencia a La Falda como el lugar que desde sus inicios siempre lo respaldó. Una refinada puesta en escena, excelente iluminación y la proyección de diapositivas en blanco y negro, le dio a la sala un clima de teatro, mucho más acorde a la actual propuesta del cantautor. Y así empezaron a sucederse los viejos y nuevos clásicos. Si te vas, La belleza -dedicado a las mujeres que eran mayoría esa noche- y Chacarera de mis pagos, para Santiago del Estero y los lazos que lo unen con esa provincia. Sorprendería con una fusión de blues y malambo en una versión de Desconfío, uno de los tantos clásicos de Norberto Pappo Napolitano.  Del nuevo disco se escucharon solamente Cuando una mujer se enamora y Después de ti.
Rock & Roll hubo, pero en pequeñas dosis, con un viejo tema que hacía mucho no tocaba: Nena neurótica, al que, con introducción de Humo sobre el agua, le sacó las telarañas en honor a sus primeros conciertos en esta ciudad, en el festival que organizaba Mario Luna. Luego siguió un homenaje al gran Carlos Santana, que dio paso a los encendedores que iluminaron el mega hit Todo a pulmón, para despedirse con uno de sus mejores números de la última etapa, Volver a empezar.
El lugar de privilegio de los bises lo reservó para Costumbres argentinas, en un nuevo guiño a las incondicionales fans que festejaron con delirio, de pie y con los brazos en alto.
Alejandro Lerner acompañó sus canciones con una puesta en escena muy elaborada y el mismo formato que llevará por Latinoamérica. Un espectáculo de la jerarquía que una ciudad con la trayectoria musical que tiene La Falda se merecía.-

Lerner y La Magia (1982) reedit. en cd
“Aquí siempre me fue súper bien”. Finalizado el show, en camarines del Auditorio Municipal y en diálogo con este cronista, Lerner se expedía sobre el Festival de Rock de La Falda: “Cuando nosotros peleábamos por tratar de jugar en primera, eran tiempos en que había que tener mucho coraje para mostrar una línea de música nueva y canciones que la gente no conocía. Y sin embargo La Falda siempre me dio respaldo. En los Festivales de La Falda a mí me fue siempre súper bien”.
Y completaba: “Yo creo que las cosas nunca van a ser como fueron. Las cosas se adaptan a los cambios, hoy en día hay un montón de festivales de rock, nuevos y absolutamente multitudinarios. El rock va cambiando porque es la expresión de una generación, y las generaciones van cambiando, la tecnología, los códigos, cambian. El rock de hoy no se parece en nada al de los ‘70 y los ‘80. Tiene un espíritu propio, ni mejor, ni peor, pero distinto. El Festival de La Falda es legendario y ha quedado en la historia de los grandes festivales de Rock Argentino y nunca va a volver a ser como antes. Su futuro depende de un acto de voluntad, son voluntades que se ponen de acuerdo para organizar un festival, donde hoy en día tiene que haber más organización y seguridad que en otra época, que tenían su desorden pero se hacían igual. Hoy creo que hay mucha más capacidad organizativa que antes”.-


(*) Crónica publicada en el semanario Ecos de Punilla (edición impresa), sobre la presentación en el Auditorio Municipal de La Falda el jueves 08/04/2004 ante 1.500 personas.                    

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