domingo, 10 de mayo de 2015

Talentos revueltos: Fattoruso y Di Pietro

foto: www.guillermodipietro.com
El notable músico uruguayo Hugo Fattoruso llegó a Córdoba para acompañar la presentación del flamante disco del cordobés Guillermo Di Pietro. Una dupla para un concierto histórico en Cocina de Culturas.

RECITALES

Por Néstor Pousa

Asistir a una performance de Hugo Fattoruso, y en un espacio como el de Cocina de Culturas, es poder chequear en vivo los motivos por los cuales al músico uruguayo se lo ha elevado a la categoría de semidiós de la música del Río de la Plata, venerado y admirado por varias generaciones de músicos, en su país natal, en Argentina, Brasil, Estados Unidos, y por extensión en toda América Latina.
Hugo Fattoruso es un artista que se manifiesta desmesuradamente desde unos teclados que ocultan su marca. Como todo buen chamán no devela todos sus trucos y articula sonidos con sutiles efectos para interpretar a los clásicos de forma magistral, sea cual fuere la obra en cuestión: Milonga sentimental, un collage de Los Beatles (A hard day’s night - I’ll follow the sun) que apabulló de buen gusto o una perla gardeliana con Golondrinas. En frente está Guillermo Di Pietro al comando del piano de cola, siguiéndolo atentamente con la mirada y con las teclas.  Fattoruso, se sabe, fue quien junto a Osvaldo, su hermano menor, se subieron a la ola beatlemaníaca en 1965 y fundaron Los Shakers, banda uruguaya que los emulaba pero a su modo, con propio estilo y propias canciones, en inglés y castellano. Esa etapa no sólo quedó documentada con un hit eterno (Break it all - Rompan todo), sino que fundamentalmente sentaron las bases para que el Rock en Castellano emerja en ambas orillas. No conformes, los Fattoruso desandaron ese camino y se dedicaron a investigar las raíces, el candombe uruguayo, el rock que de jóvenes los había “contaminado”, el jazz como padre de todos los ritmos, para fusionar eso en un cocktail con marca registrada.

El arribo de Hugo Fattoruso a Córdoba se daba en el marco de una seguidilla de conciertos que alcanzaron el rango de gira de presentación de Adstratos, flamante cuarto disco de Guillermo Di Pietro, notable pianista cordobés nacido en Marcos Juárez. Un concierto que transitó previamente por salas de Capital Federal y La Plata, y que lleva por nombre: Solos, Juntos y Revueltos. Por lo que luego de ese prólogo a dúo, lo que continuó fue el set solista de Di Pietro en el cual se enfocó en presentar su nueva obra. Su condición de local, el cartel de localidades agotadas y la presencia de sus familiares y amigos, en definitiva el entorno, tal vez conspiraron para que Guillermo se expresara poco desde el micrófono, hablando lo justo y necesario. No ocurrió así con lo que mejor sabe hacer que es tocar el piano, donde se desató como un vendaval en intensas versiones de Esa tristeza (Eduardo Mateo) y A Starosta, el idiota (Spinetta), en la que notablemente logra recrear la atmósfera psicodélica de esa verdadera gema contenida en Artaud.  En su personal estilo, en el que se enlaza lo académico y lo popular, seguiría con Te abracé en la noche (Fernando Cabrera) y un medley con Té para tres (Cerati), Tema de Pototo (Almendra) e Inconsciente colectivo (Charly García); y para concluir, una particular versión-homenaje de Rompan todo. Todas pertenecientes al nuevo disco.

En su turno solista Hugo dejaría una muestra incuestionable de su genialidad en estado puro. El gran piano de cola tocado por sus manos exhala notas de un apabullante virtuosismo. Como un médico brujo se funde con el instrumento para sacar versiones únicas e irrepetibles de temas propios y ajenos, del cancionero de todos los géneros. Parando en la mitad si hace falta retomar la letra (en la bellísima Milonga de la luna) o dar una indicación como si se tratara de un ensayo sin público; cantar y tararear las canciones completas o en fragmentos; y dedicar temas a sus amigos en la platea (Mi prima Mabel para Mingui Ingaramo; el vals Palabras para Sonia). Un personaje, musical y personalmente, en el más amplio sentido de la palabra, que se toma su tiempo para hacer docencia sobre el estilo que más lo apasiona. Luego de presentar a uno de los músicos invitados, Matías Martínez (tambor piano) se apura en aclarar que es uno de los tres tamaños de tambor (piano, repique y chico) que se utilizan para el candombe, por si algún desprevenido pensaba que se trataba de un elemento de percusión con teclas. A dúo repasan Repique y La luna vino al candombe, músicas concebidas con su grupo Rey Tambor.
En la tercera parte, y esta vez revueltos, los protagonistas de la noche presentaron al invitado especial, Juan Carlos Ingaramo (teclados). Juan Carlos, ese amigo del alma, es quien propició la reunión de Di Pietro-Fattoruso para el disco que se estaba presentando, en el que dejaron registrada una maravillosa interpretación de Giros, el clásico en clave tanguera de Fito Páez al que Hugo le aporta su acordeón y su voz.  
Entrevistado por este blogger en las horas previas al concierto, Di Pietro se entusiasmaba con la llegada del exintegrante de Los Shakers y Opa a esta ciudad: “¡No lo tenemos que dejar bajar del escenario! no sabemos cuándo volverá a Córdoba. Y además tocamos en una sala que es informal y estamos todos cerca, ideal para Hugo. Puede ser histórico, tal vez…”, sentenció. Y estaba en lo cierto.-

6 comentarios:

  1. Alma, piel, corazón, mente, oficio de periodista. Mi admirado Nestor Pousa pone de manifiesto, en cada crónica, en todo comentario, por qué es uno de los criticos que mejor describen lo que ven y sienten ( y hacen ver y sentir a quienes lo leemos ) después de un recital, y si no, compruébenlo ustedes mismos cuando asistan a un espectáculo y después lean su crónica. Entonces entenderán por qué lo admiro y me enorgullece tenerlo entre mis amigos.

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  2. gracias por tu sensibilidad querido amigo ...

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  3. espectacular nota de un concierto que ha sido histórico!

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  4. Gracias a Uds. por leer y comentar. Abrazo!

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