miércoles, 6 de mayo de 2015

Di Pietro cruza el charco

El talentoso pianista cordobés entrega un nuevo volumen de versiones. La novedad: revisa el repertorio de autores uruguayos e incorpora voces de notables intérpretes. En esta nota explica los por qué.

NOVEDADES DISCOGRÁFICAS

Por Néstor Pousa

El pianista marcosjuarense Guillermo Di Pietro suma un nuevo volumen a su catálogo personal. En Adstratos -tal el nombre del flamante álbum- si bien reincide con la obra de Spinetta/García/Páez, agrega músicas de autores de igual talla como el Cuchi Leguizamón, Nebbia y Cerati; y revisa repertorios de autores uruguayos, con una particularidad: a su formato, que hasta aquí se mantenía instrumental, le agrega voces de notables intérpretes. A lo largo de esta nota Di Pietro brinda detalles de cómo se fue configurando este nuevo repertorio en el que aborda composiciones de los hermanos Fattoruso, Eduardo Mateo y Fernando Cabrera: “Lo tenía en la cabeza desde hacía un tiempo y tomó forma definitiva cuando decidí que el disco iba a estar dedicado a Liliana (Herrero), su amor por Uruguay me conmueve. Por fuera de Spinetta, Charly y Fito, estos autores son lo que vengo escuchando más intensamente desde hace ya muchos años”, resume. Y prosigue: “En todos los casos el punto en común fue que despojar a esas canciones de las interpretaciones de sus autores, geniales, personales, viscerales, era ponerlas en un plano completamente nuevo, porque estamos acostumbrados a escuchar esas canciones por sus autores… bueno, pero qué pasa si le sacamos esas voces y esos instrumentos… qué hay ahí. Por ejemplo: Somos eras era de Mateo. Es una obra genial -se entusiasma- con letra y la voz de Mateo es una canción, pero sin la letra y en solo piano es una cosa absolutamente distinta, maravillosa para mí. Y ahí la melodía la toco tal cual, y no agrego ni saco estrofas. Pero lo que sale es fantástico, una cosa totalmente nueva. Esa canción me conmovió cuando la escuché por primera vez. Quedé medio en shock. Cómo se le puede ocurrir a un cancionista hacer esa canción, es totalmente “ilegal” para los cánones de la canción, esas repeticiones, esos cambios a cualquier lado… oriente y occidente sintetizados en Mateo”, argumenta.
Hay más pasajes en los que se observa al pianista más propenso a "respetar" la melodía original, por caso: A Starosta, el idiota y Te abracé en la noche; algo que no había sucedido de forma significativa en sus trabajos anteriores. Di Pietro acuerda: En todos los discos hay casos así, pero es verdad que en este me impuse menos restricciones. Dejé que las cosas salieran y luego veía qué pasaba. En la trilogía de las variaciones, cuando aparecía una idea, me autoimponía ese límite de trabajo para esa canción, esa variación. No trabajé así en este disco. Por eso también no lleva el título de variaciones, este trabajo es más abierto, más fluido en ese sentido”. [Adstratos es su cuarto álbum y sucede a la serie Variaciones, sobre Spinetta (2007), Charly García (2009) y Fito Páez (2011)]


Un Shaker en la banda

   -¿Qué sentiste como músico al tocar al lado de una figura como Hugo Fattoruso? ¿cómo llegaste a él?   “Aun no lo puedo creer. Es una emoción muy grande. Sueños que ni siquiera me animaba a soñar de tan disparatados que eran. Me acuerdo de mi adolescencia, el vinilo de Los Shakers traído por mi hermano; y escuchar eso. Y de pronto, estoy sentado al piano y el que está a mi lado es Hugo que me dice: “Maestro, vos dirás…”, y se pone a disposición. Eso no se puede explicar. Hay toda una ligazón entre el chico que fui y el adulto actual que es un golpe directo a la emoción. Me pasó muchas veces estar preparando las músicas y encontrarme con los ojos humedecidos… “¿esto lo voy a tocar con Hugo Fattoruso?”, me decía… Hace unos meses tocó con Hermeto Pascoal, después con Gismonti y ahora conmigo, esto habla mucho de él. Lo pinta tal cual es. El que nos contactó fue Juan Carlos Ingaramo. Cuando estaba armando el disco había un par de temas que no podía encontrar y se los pedí para escucharlos como referencia. Luego le mandé los demos de mis versiones y ahí Hugo se enganchó y terminamos grabando para el disco nuevo”.

   -Liliana Herrero es una figura omnipresente en todo el disco. Se lo dedicás a ella, lo prologa con un texto de puño y letra, y como si fuera poco aporta su voz a una gran versión de No soy un extraño...   “Sí, no tengo más que agradecimiento para con Liliana. Mi idea era dedicarle el disco a ella por lo mucho que había influido en mi música. Todo lo otro era fantasioso: grabar con ella y que escriba para el disco. Ambas cosas las soñé, pero no pensé, realmente, que eso pudiera pasar. Y está. Liliana es un claro ejemplo de poner el cuerpo a lo que dice con la boca”.

   -Se puede intuir que con Fernando Cabrera te entendés telepáticamente, ya que ambos coinciden en eso de sacar a las canciones de los espacios de confort que suponen las versiones convencionales...    “Claro, si había alguien con quien me identificaba a la hora de hacer algo personal, incluso más allá de lo que se conoce como "buen gusto", ese es Fernando. Ese disco de versiones que grabó Cabrera es tremendamente arriesgado y muy personal. Tensa la manera de versionar como pocas veces se escucha. Digamos que en Liliana, Fernando y Hugo encontré los intérpretes perfectos para mi idea de versión. Eso es maravilloso. El tema, ahora, es cómo seguir…”


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