Por Néstor Pousa © 2009
A la hora del triste e irreversible último adiós, es también el momento en el que nos ponemos a reflexionar sobre la persona y la gran artista que fue Mercedes Sosa, y sobre cual de todas sus facetas fue la más relevante.
Como artista surgió desde el folklore y accedió a la popularidad luego de su aparición en los tempranos años del Festival Nacional de Folklore Cosquín, ciclo que al cumplir su 50º aniversario el próximo verano, no podrá contar con su estrella máxima.
Pero Mercedes no se quedó con lo puesto, fue probando nuevos géneros y pronto descubrió que la música popular no debía tener fronteras. Desde entonces, si bien podían tolerar que sumara su voz a artistas del nuevo folklore, no veían con buenos ojos, y hasta desaconsejaban su acercamiento a figuras de otro palo, como: León Gieco, Charly García, Nito Mestre, Spinetta, Alejandro Lerner o Gustavo Cerati. A partir de ahí ningún estilo le fue extraño y se movió con soltura por el rock, el pop, el tango, bossa nova, folklore latino americano, la canción melódica. A tal punto llegaba su búsqueda incesante, que nos había confesado, en su última visita a La Falda, que estaba intentando cantar en inglés, era su materia pendiente y el tema Imagine de John Lennon, el nuevo desafió.
Pero para poder afrontar esos desafíos, aún siendo una cantante (cantora, prefería llamarse ella) de unas dotes técnicamente extraordinarias, nunca dejó de estudiar. Y he aquí el otro valioso mensaje, ‘no dormir en los laureles’. Un ejemplo invalorable para las nuevas generaciones, sobre todo en tiempos de famas efímeras de generación espontánea. El talento necesita de esa gran cuota de trabajo y dedicación -cuando no de sacrificio- que ella tenía. La genialidad se alcanza solamente a través de la perseverancia.
Por eso resulta mezquino e impropio que hoy se diga que se fue una 'grande del folklore'. Mercedes Sosa, cariñosamente la Negra, fue y será el gran estandarte de la Música Popular Argentina, Latino Americana y del Mundo, dicho con mayúsculas.
Generosa, maternal y protectora, a sabiendas que su palabra era influyente, siempre cobijo a los autores, compositores, músicos e intérpretes nuevos que ella consideraba indispensables para el devenir de la música contemporánea. Por eso el conmovedor cariño y respeto que hoy y siempre le profesaron. Y es en el reconocimiento de sus colegas -a la vez que del público- la demostración incontrastable que con ella se fue todo un símbolo de la cultura de esta era.-
A la hora del triste e irreversible último adiós, es también el momento en el que nos ponemos a reflexionar sobre la persona y la gran artista que fue Mercedes Sosa, y sobre cual de todas sus facetas fue la más relevante.
Como artista surgió desde el folklore y accedió a la popularidad luego de su aparición en los tempranos años del Festival Nacional de Folklore Cosquín, ciclo que al cumplir su 50º aniversario el próximo verano, no podrá contar con su estrella máxima.
Pero Mercedes no se quedó con lo puesto, fue probando nuevos géneros y pronto descubrió que la música popular no debía tener fronteras. Desde entonces, si bien podían tolerar que sumara su voz a artistas del nuevo folklore, no veían con buenos ojos, y hasta desaconsejaban su acercamiento a figuras de otro palo, como: León Gieco, Charly García, Nito Mestre, Spinetta, Alejandro Lerner o Gustavo Cerati. A partir de ahí ningún estilo le fue extraño y se movió con soltura por el rock, el pop, el tango, bossa nova, folklore latino americano, la canción melódica. A tal punto llegaba su búsqueda incesante, que nos había confesado, en su última visita a La Falda, que estaba intentando cantar en inglés, era su materia pendiente y el tema Imagine de John Lennon, el nuevo desafió.
Pero para poder afrontar esos desafíos, aún siendo una cantante (cantora, prefería llamarse ella) de unas dotes técnicamente extraordinarias, nunca dejó de estudiar. Y he aquí el otro valioso mensaje, ‘no dormir en los laureles’. Un ejemplo invalorable para las nuevas generaciones, sobre todo en tiempos de famas efímeras de generación espontánea. El talento necesita de esa gran cuota de trabajo y dedicación -cuando no de sacrificio- que ella tenía. La genialidad se alcanza solamente a través de la perseverancia.
Por eso resulta mezquino e impropio que hoy se diga que se fue una 'grande del folklore'. Mercedes Sosa, cariñosamente la Negra, fue y será el gran estandarte de la Música Popular Argentina, Latino Americana y del Mundo, dicho con mayúsculas.
Generosa, maternal y protectora, a sabiendas que su palabra era influyente, siempre cobijo a los autores, compositores, músicos e intérpretes nuevos que ella consideraba indispensables para el devenir de la música contemporánea. Por eso el conmovedor cariño y respeto que hoy y siempre le profesaron. Y es en el reconocimiento de sus colegas -a la vez que del público- la demostración incontrastable que con ella se fue todo un símbolo de la cultura de esta era.-
En mi casa se escuchaba de todo, menos la Sosa. Mi padre no la quería, porque decia que la "negra no hacia FOLKLORE" del tradicional. Mi madre me decía que "no era nadie hasta Cosquín y despúes no venia si no le pagaban una locura, quien se creía".¿Propaganda, de quien?
ResponderEliminarAsi es que de "grande" la escuché y no podia creer que no me hubiesen dado la posibilidad de apreciarla.
Acompaño a los pueblos a lo largo de tantas transformaciones históricas que sin duda, estoy de acuerdo America enmudeció.