lunes, 29 de octubre de 2018

Serrat propone una vuelta al principio

Foto: Facundo Luque - La Voz digital
El catalán presentó en el Quality de Córdoba "Mediterráneo Da Capo", espectáculo en el que repasa en forma completa un disco esencial, publicado en 1971. Fueron dos  los conciertos a sala llena.

EN CONCIERTO

Por Néstor Pousa

Si repasáramos los primeros años de la siempre prolífica carrera musical de Joan Manuel Serrat podríamos coincidir si temor a equivocarnos que su disco Mediterráneo fue el que lo consolidó definitivamente como el gran autor y compositor de habla hispana. Ese disco rápidamente se transformó en un grandes éxitos, repleto de canciones imborrables que, muchas de ellas, no podían faltar en cualquier presentaciones en vivo.
Mediterráneo, la canción que da nombre al disco, fue su carta de presentación desde aquel lejano 1971 en que fue publicado. No extraña entonces que su creador haya decidido homenajearlo con una nueva gira a escala mundial que se conoce como Mediterráneo Da Capo, una expresión musical de origen italiano que significa “volver al principio”.
La segunda de las dos funciones mostraba a la sala de Espacio Quality de Córdoba tan repleta como la del día anterior. Las entradas se agotaron rápidamente ni bien se abrió la venta de la escala cordobesa. Es que Argentina, y Córdoba, siempre fueron incondicionales al catalán y le prodigan su amor y reconocimiento sin mesura.
Casi al filo de las diez de la noche la banda de acompañamiento arremetía con un medley instrumental sobre canciones de la obra que esa noche será repasada en forma completa en sus diez movimientos.
La intro sirve para calentar los dedos y poner a la platea en situación de concierto. Hasta que aparece la figura central para una primera versión de Mediterráneo, leit motiv de este renovado encuentro. Luego, y a modo de prólogo, apunta que puede que resulte extraño celebrar un disco a 47 años de su lanzamiento, que lo lógico hubiera sido hacerlo a los 50, o en alguna otra fecha “redonda”. No es la ansiedad lo que adelanta el festejo, Serrat justifica el apuro en la fragilidad de la vida que lo llevan a ser prudente, y así invita a un viaje por un disco esencial en su catálogo, por diez canciones que, revelará, fueron escritas en 1971, en un pequeño hotel de la Costa Brava catalana, con el Mediterráneo como espejo.

"Mediterráneo" (portada, 1971)
La lista de reproducción que planeó para este show no seguirá el orden del disco, lo que hace difícil adivinar cual sigue a cual hasta que no sonarán los primeros acordes. A la voz de “Andiamo da capo” las canciones fueron apareciendo una a una en modo random, a Que va ser de ti, le siguió Vagabundear y Barquito de papel. El cantautor aparece con su veta más sensible en esa parte que dará lugar a una de las perlas del álbum: Pueblo blanco, con una letra y una interpretación que, aunque conocida, no dejan de estremecer a la platea.
La velada se aliviana con Tío Alberto, de quien el Nano se apura a aclarar que “No era mi tío”. Alberto Puig Palau, el destinatario de la canción, era uno de los tantos pintorescos habitués que agitaban las noches de Bocaccio, una boite que era sinónimo de la bohemia barcelonesa de finales de los ‘60 hasta mediados de los ‘80. Como souvenir Serrat conserva el taburete tapizado en rojo que hasta hoy lo acompaña en todos sus conciertos y cuida como un fetiche.
En el último tramo de la primera parte se suceden más clásicos como: La mujer que yo quiero (“Con dedicatoria transversal”, sostendría con humor), la historia de amor de Lucía, la evocación al Quijote de la Mancha en Vencidos (con letra de León Felipe) y Aquellas pequeñas cosas. Como un viaje musical circular, que termina y vuelve a empezar, el primer tramo del concierto cierra con un nuevo vuelo rasante por un fragmento de la canción que titula el disco.

"Mediterráneo Da Capo" en Quality
Respaldado por un sexteto con varias caras conocidas: la base de Vicente Climent (batería) y Tomás Merlo (bajo eléctrico y contrabajo), el toque rockero de David Palau (guitarras eléctricas y acústica), el imprescindible Josep Mas (teclados y programación), la encantadora Uixi Amargós (viola) y la compañía inseparable de Ricard Miralles (piano, dirección y arreglos), en la segunda parte no desaparece el eje temático del mar Mediterráneo, “esa patria líquida” como acertadamente alguien lo definiera. Porque para nuestro protagonista es tan importante el terruño natal como las aguas que bañan sus costas. El homenaje sin solución de continuidad se sucede con relatos épicos sobre la Odisea de Ulises y otros cuentos más mundanos. Nada desvía al catalán del camino trazado, ni siquiera algún grito destemplado que los fans más enfervorizados cuelan en los silencios, logran desviarlo del guion y la narración que lleva adelante sin fisuras. Un espectáculo de 2 horas que deparará alguna sorpresa como la canción La Mer, versión de la tradicional tonada del francés Charles Trenet, y un repaso bien pensado por algunos clásicos del nacido en el barrio de Poble Sec. El reclamo de Plany al mar (Lamento al mar), Cantares (letra de Antonio Machado), Menos tu vientre y Para la libertad (textos de Miguel Hernández), Disculpe el señor, y los obligados De vez en cuando la vida, Hoy puede ser un gran día y No hago otra cosa que pensar en ti.
La lista de bises (Fiesta y De cartón piedra) ya no es tan extensa como en otras épocas, Serrat bromea con esa imposibilidad pero promete una futura visita. Con el cierre del show se relaja y ahora sí responde comentarios y recibe algún presente al pie del escenario. A sus casi 75, con su apostura de hombre español y sus modos de catalán intactos, cada nuevo encuentro siempre será esperado y muy bien recibido por aquí.

Lugar: Espacio Quality
Fecha: 27/10/18
Asistencia: entradas agotadas
Prensa: Fátima Siri


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