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"Soy un músico frustrado" (Ale Ros) |
El diseñador estrella del
rock argentino nos cuenta de qué se trata “Ros Sin Receta”, la muestra que
trajo hasta Córdoba y que se puede recorrer hasta el 23 de julio en “220 Cultura
Contemporánea” (Costanera esq. Mendoza)
Por
Néstor Pousa
“Está planteado como un
resumen de toda mi obra gráfica y un par de performances que hice también de
arte”, explica Alejandro Ros sobre la muestra titulada Ros Sin Receta de diseño gráfico para música y editorial que se puede
visitar en Córdoba todos los días hasta el 23 de julio en “220 CC”, subsuelo
Plaza de la Música (Costanera esq. Mendoza), además de incluir la instalación audio-olfativa
Perfumancia que realizó junto al periodista y escritor
Pablo Schanton para la Feria Arco Madrid 2017.
Sin embargo Ros, el
diseñador que es referente indiscutido del rock argentino de los últimos 25
años, reconoce que la mayor trascendencia la logró a través de la música, con sus colaboraciones para Soda Stereo, Spinetta,
Cerati, Divididos, Fito Páez y Babasónicos, entre muchos otros, y explica por que: “Los discos son como más populares, a los discos los ve todo el
mundo, en cambio los diarios solo los ven los que lo compran, también se pueden
ver por internet, pero la relación que tiene la gente con la música es muy
fuerte, como muy emocional, entonces ese vínculo es más fuerte”, evalúa.
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"Rex Mix" (Soda, 1991) |
-¿Cómo fue tu ingreso al mundo de la música y
cuál tu primer trabajo en este sentido?
“Una vez que fui a ver
a la Mona Jiménez en Cemento (nota: mítica sala de conciertos fundada por Omar
Chabán, plataforma del mejor rock de los años 80/90) y el disc-jockey de ahí, Dani
Nijensohn, me presentó a Daniel Melero, músico que por entonces producía a Soda
Stereo”.
De esta forma Ros debutó diseñando para el trío de Cerati, Bosio y
Alberti la tapa de Rex Mix, EP publicado
en 1991. Fue poner en modo inicio la faceta más importante de su trabajo
profesional, la que le dio, según él concede, el mayor reconocimiento.
Puede pasar, y de hecho
muchas veces sucedió, que una tapa cobre una trascendencia inusitada cuando el disco que contiene se convierte en una obra maestra. En estos
casos el diseñador ¿consigue alguna regalía extra? “¡Para nada! -se apura en
contestar- yo cobro por el diseño y ya está. Se puede transformar en un afiche
o en una remera, ahí ya no tengo nada que ver, ese es el pueblo, pero me
encanta que la gente se apropie de las imágenes”, enfatiza.
Para alguien que llegó a
prestar servicios para los más grandes de la música, ¿cómo será trabajar con
ellos? “Yo me llevó re bien porque soy como un músico frustrado -revela- y
tengo el mismo lenguaje de ellos, la música es mi sangre, hablamos el mismo
lenguaje, entonces es como mi forma de hacer música”
-¿Los músicos son muy
demandantes o te dan vía libre para trabajar?
“Depende del músico”, hace una pausa y luego completa con una sonrisa
cómplice: “… no me hagas dar nombres”.
Ya que no podemos
hablar de músicos, hablemos de algunas tapas, no por ser las mejores, ni las
más exitosas, hablemos de las más significativas para vos. Empezamos a caminar
por la muestra y algunos de sus trabajos más emblemáticos (casi todos lo son)
empiezan a aparecer ante nuestra mirada en la forma de gigantografías traslúcidas, “Para Moda y pueblo -recuerda- fuimos
con Fito Páez al camarín de Susana (Giménez) a pedirle permiso para usar una
foto de ella de los años 80, y nos dijo: “Ay, sí, me encanta que me usen de
tapa pero me tenés que retocar la nariz porque ahora tengo otra nariz”,
entonces le tuvimos que hacer la nariz actual”.
Seguimos caminando y
aparece la de Baldíos
lunares disco de Juanse que nos muestra en primer plano unas nalgas, “No es
Juanse” -dice sonriendo- se trata de una amiga del líder de Ratones Paranoicos.
La siguiente es la portada de un disco de Juana Molina, trabajada sobre una
foto tomada con una cámara analógica”, repasa.
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"Damas Gratis" (2009) |
Estamos en el día de la
inauguración y Alejandro se ocupa de todos los detalles, desde la música
ambiental hasta los amigos que aparecen a saludar, en general gente del arte
gráfico, la música y los medios, todo muy cool.
Y en el medio de esa vorágine que implica una inauguración se recompone para
continuar respondiendo la entrevista lo más concentrado posible. De repente le observo que si la idea era que eligiera
algunos de sus trabajos más significativos, en realidad estamos viendo
los que van apareciendo en modo random según nos vamos moviendo por el lugar.
Entonces le propongo que me hable de alguna, aunque no esté a la vista. Sin
dudar elije la de Damas
Gratis, tal vez para demostrar que su trabajo no se aísla en el nicho del
rock. “Una vez vino Pablo (Lescano, líder del grupo de cumbia villera) a mi casa y me
empezó a contar de todas sus locuras y sus cosas, entonces le dije: ‘bueno a
ver, mostrame tus tatuajes’, entonces se sacó la remera y le saqué la foto que
ilustra la tapa de En vivo en el
Luna”. Me lleva a verlo, para lo cual cruzamos toda la sala central plagada
de esas enormes imágenes transparentes y llegamos a uno de los pasillos laterales tipo
catacumba que para la ocasión se ambientó con luz extremadamente tenue, y
aparecen por ahí unas vitrinas con discos físicos reales en donde, entre muchas
otras portadas reposa el disco del cual hablábamos.
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Spinetta y las BE (2010) |
Nuestra recorrida culmina a los pies de la gran imagen de Spinetta y Las Bandas Eternas, documento
que resguarda en audio, imagen y testimonios de lo ocurrido durante el mega-concierto homónimo en el
cual el Flaco repasó de forma excepcional toda su vida musical. Hablamos de esa
portada. “Dylan Martí, fotógrafo y uno de los mejores amigos de Luis, sacó esa
foto durante uno de los ensayos del show”. La imagen, que ya es un ícono, es deliberadamente
difusa y Ale nos explica que fue tomada en uno de los pasillos del complejo
donde ensayaban para el concierto. “Muchas veces las fotos las tomo yo -aclara-
como en el caso que vimos de Juana Molina, porque nos juntamos en su casa y
trabajamos tipo un juego; pero si no yo las dirijo, le digo al fotógrafo como
es el maquillaje, como es el fondo, los colores, tipo de luz a usar,
dirijo la foto”. Luego Alejandro escucha la música y lee todas las letras del disco
en cuestión, esa es la mayor fuente de inspiración del diseñador que se transformó en un gurú para los músicos, así desarrolló cubiertas de
discos que no casualmente fueron varias veces premiadas en las diferentes
entregas de los Premios Gardel a la Música. Sin embargo prefiere restar importancia
al asunto. “Son premios de la industria -sentencia- tengo ocho y nunca los voy
a recibir. Una vez mandé a una drag-queen a recibirlo por mí. El de Un mañana (Spinetta) se lo quedó Luis,
con Luis la relación era de locura, inasible sería la palabra. La única vez que
fui en persona a recibir un premio tenía puesta una remera de Coto y fui para
mostrarla” (sic).
-Podría especularse que Córdoba tuvo algo que
ver en tu faceta de diseñador de tapas de discos, ya que esta empezó una noche
durante un show de la Mona en Cemento. “Ponele (se ríe). Ese fue el
catalizador”.