Osvaldo Piro con su hija Ligia |
Por Néstor Pousa
Informe Especial
Informe Especial
Un megafestival de tres días de duración y con una dinámica
que no da respiro, exige al cronista tratar de rendir en dos frentes abiertos:
el escenario y la sala de prensa. A cada actuación le sucede la correspondiente
conferencia con el artista que recién culmina su actuación y así es imposible
cubrir el 100% de lo que sucede. Luego se correrá el riesgo de concebir una reseña
parcial o cometer alguna omisión involuntaria. La edición número 33 del Festival Nacional del Tango de La Falda,
que culminó en la madrugada del lunes con el debut absoluto en esta ciudad del
virtuoso guitarrista Luis Salinas, dejó
mucha tela para cortar que intentará ser analizada a través de los apuntes que
a continuación transcribo.
-A decir verdad el festival comenzó diez días antes de las
galas que tuvieron lugar como es costumbre desde hace 51 años en el Auditorio
Municipal Carlos Gardel, y fue gracias al novedoso ciclo titulado Tango Café que la música ciudadana
salió a seducir voluntades por los bares céntricos de la ciudad. Fueron
mediodías, tardes y noches de vibrantes desempeños solistas de artistas como el
Contramano Trío (Safari y Scala), Lisette (Marco Polo, 1942 y Anonimous),
Marcelo Santos (Los Inmortales) y Marisa Santos (Van Gogh, Strauss y La
Floridita), entre otros, todos con entrada gratuita (salvo la consumición),
llenos absolutos y públicos muy receptivos. Una idea que de continuar podría
convertirse en un clásico. Por qué no, a lo largo de todo el año.
-En cambio la milonga callejera sobre la av. Edén ya es un
clásico que tuvo adhesión absoluta en una tarde de domingo no demasiado
apacible a causa del frío. Allí integrantes del ejecutivo faldense demostraron
su fuerza de voluntad por no desentonar frente a bailarines avezados. Animó en
la ocasión, y una vez más, el Contramano Trío.
-El Certamen Final de Voces fue acompañado por un lleno total
en el Salón Chino del Eden Hotel, otra de las locaciones a donde el tango muda
sus compases en la noche previa. Fue necesaria una segunda rueda para que el
jurado eligiera como ganadores: en voz femenina a Antonella Fernández de la Sub
Sede San Nicolás (Buenos Aires) y voz masculina a Martín Moine de la Sub Sede
Rosario (Santa Fe), sobre un total de 19 intérpretes, representantes de 10 sub
sedes.
Foto: Martín Carrizo |
-Nuevos valores como Jorge Vázquez tuvieron su consagración.
La nueva voz del tango surgida del programa Elegidos
(TELEFE) mostró sus enormes cualidades vocales sin perderse en la nebulosa de
su fulminante estrellato. De estilo sobrio, con un registro que remite
indudablemente a Julio Sosa, apeló a clásicos como Que me van a hablar de amor, el tema que lo lanzó.
-“No me gusta el formato de cantor con orquesta”, declaraba
Carlos Habiague a la prensa para explicar su intención de presentar siempre algo
novedoso. Su osada propuesta actual consta de cuadros de comedia musical para
ilustrar números clásicos de su repertorio. Lo acompaña una orquesta con bajo
promedio de edad, una pareja de baile y, compartiendo protagonismo, su hermana Alejandra,
que baila y canta.
-Contramano Trío es un sinónimo de este festival en su etapa
actual. Sea como banda estable, sea en su propio espacio de expresión los
faldenses no defraudaron ni cuando acompañaron figuras, ni cuando presentaron
oficialmente los temas de Bajo cuerda,
su primer disco. Ganaron en experiencia y aplomo sobre las tablas con vista a
una carrera que ya los está proyectando fronteras afuera.
-Lisette descolocó a todos empezando su performance con un
tango dedicado a La Falda (ver recuadro aparte) y siguió con un espectáculo muy
distinto al del año anterior. Acompañada por el grupo de Carlos Nieto
desarrolló un show con permanentes entradas y salidas, probando todos sus
recursos de multi-instrumentista y eficaz cantante. El Maestro Nieto se llevó
la sorpresa de su vida al recibir en vivo un homenaje de su talentosa pupila
que después dejó en el piano una elogiada versión de Uno, del gran Mariano Mores.
-Orquestas, lo que se dice orquestas, en esta edición hubo
dos. La que presentó Osvaldo Piro, una sinfónica compuesta por 12 músicos fichados
por el propio maestro. Fue uno de los puntos altos del fin de semana en el que
presentaron temas de su flamante cd (apareció oficialmente ese mismo día), su título Misteriosa Buenos Aires. El dato: no es
muy usual que Ligia Piro se presente en vivo con su padre. Verlos juntos sobre el
escenario faldense fue otro de los privilegios que tuvo esta edición, la
cantante, hija de Susana Rinaldi, heredó el talento y el carácter de sus progenitores.
Orquesta Provincial de Música Ciudadana (Martín Carrizo) |
-El Certamen de Voces de cada año siempre da sus frutos.
Pruebas a la vista, el enorme crecimiento de Leandro Ponte (ganador en la
edición 2014) que respaldado por el Contramano Trío hizo grandes versiones como
la de Milonga del Trovador. En tanto
que Antonella Fernández, flamante ganadora en 2016, asombró con su puesta en
escena de Sin palabras de Discépolo.
La cantera de La Falda sigue dando que hablar.
-Repeticiones. Perdí la cuenta de las veces que escuche el
tango Nada. La brillante creación de
Dames y Sanguinetti es la niña mimada de muchos repertorios. Sin embargo hay
quienes con buen criterio rescatan perlitas del amplio catálogo tanguero, por
caso la orquesta cordobesa que trajo Te
llaman Malevo en la voz de Visentin. O Fabián Torres que con su quinteto
apeló a un repertorio propio. “Me cansaría si tocará solamente los clásicos”, reveló
el bandoneonista cordobés que dejó para otra ocasión su inspirada versión de In my Life de Los Beatles.
-Rodolfo Mederos en trío entregó una voladísima versión del
clásico Sur (Troilo-Manzi) que fue de
lo mejor que se escuchó en todo el fin de semana. “No es para un festival”, me
advirtió un colega. Será que el tradicional encuentro faldense derribó un
paredón para ver que hay después.
-La Falda bailó el tango tal vez más que en ninguna otra
edición, con exponentes de peso como el asombroso ballet A Puro Tango (Colombia), Fidel y Constanza (Puerto Rico) y Paloma y
Maximiliano (Valparaíso, Chile), todos réditos del convenio de intercambio que
se conoce como Ruta Internacional del Tango. Además: los locales de La Juntada abriendo la primera y tercera noche, y las parejas del
Ballet José Hernández que enriquecieron el set de Marcelo Santos y el cierre
del sábado que quedó en los pies de Mora Godoy.
Javier Calamaro respaldado por Walther Castro |
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Lisette (Foto: Martín Carrizo) |
La cuestión es que luego de oírlo Lisette quedó encantada y
nos solicitó permiso para poder tocarlo. Nuestra respuesta (de la familia)
obviamente fue afirmativa y así en la noche del pasado sábado fue reestrenada,
después de varios años que no se escuchaba, la pieza que lleva por título Tango estoy con vos (letra: Tito Pousa
y música: Jorge Arduh), esta vez con nueva introducción para bandoneón y
arreglos escritos por la misma Lisette, aunque respetando la estructura original y
la letra completa que incluye un recitado. Y nuevamente, como hace 35 años, presentada por Silvio Soldán. Fue así un doble homenaje el que recibió mi padre
ya que desde el miércoles 20 de julio, por ordenanza del Honorable Concejo
Deliberante de La Falda, la sala de prensa del auditorio llevará su nombre. Un
reconocimiento que recae en una sola persona pero que por extensión alcanza a
todos los pioneros que pensaron y concretaron esta maravillosa Fiesta Nacional
del Tango desde 1965.
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