lunes, 21 de marzo de 2016

Eminem en Lollapalooza 2016: Los reyes nunca mueren

INFORME ESPECIAL

Por Néstor Pousa

El rapero estadounidense Eminem fue la estrella central en la tercera edición del Lollapalooza Argentina, festival nacido en Chicago (EE.UU.) que está a punto de celebrar 25 años de existencia y con franquicias en: Alemania, Colombia, Brasil, Chile y Argentina. En nuestro país va por la tercera edición consecutiva desde 2014 a la fecha, siempre con sede en el imponente predio del Hipódromo de San Isidro en Buenos Aires.
Lollapalooza históricamente integra su cartelera con bandas y solistas de géneros musicales como rock alternativo, indie pop, rap, nü-metal, punk, house y dj’s sets, los que cuentan con un escenario exclusivo. Para la edición 2016, en su versión Argentina realizada los días viernes 18 y sábado 19 de marzo pasado, se destacaron los nombres del ex-Oasis Noel Gallagher, los australianos y exitosos Tame Impala, la inglesa Florence + The Machine, el californiano-argentino Albert Hammond Jr, los notables Alabama Shakes, los islandeses Of Monsters and Men (con una cantante físicamente muy parecida a Bjork), quienes compartieron cartel con los créditos argentinos: Babasónicos, IKV, Boom Boom Kid, Carajo y los cordobeses Eruca Sativa y Juan Ingaramo.
Pero el más esperado, sin dudas, era Marshall Bruce Mathers III, mejor conocido como Eminem, la estrella blanca del rap y hip hop mundial que llegaba aquí por primera vez en la historia, caso curioso para un artista como él, con tanto predicamento en el firmamento del pop ecuménico. La imponente convocatoria de 170.000 personas (cerca de 85.000 en cada una de las dos jornadas), seguramente las más importante en Argentina para un festival con entrada paga, daban cuenta de la extraordinaria expectativa que generaba la presencia del autor de Stan.

La performance de Eminem fue abrumadora, respaldado por una banda de músicos negros que suenan tremendos y secundado por su ladero de siempre, Mr Porter. La escenografía contextual estaba dominada por un telón de fondo representando un enorme radiograbador (de esos que portan los rappers urbanos) cuyos vúmetros y parlantes reaccionaban a las exclamaciones del público, y luego mutaba en una factoría siderúrgica (en alusión a Detroit, ciudad de la que es originario el músico), un cielo oscuro con tormenta eléctrica o una casa embrujada.
Eminem hizo su aparición puntualmente a las 22.00 enfundado en unas bermudas camufladas y riguroso buzo con capucha que ocultaba una gorra de combate. Al instante empatízó con la multitud que aguardaba su debut local a 20 años de la publicación de su primer disco. Rescatado de los problemas que afectaron su vida personal y de los cuales diera cuenta en sus canciones, se pudo observar a un artista compenetrado y a la altura de su leyenda pero con la capacidad de generar un insospechado feeling con sus seguidores, haciéndolos participar durante la hora y media que duró su show y con permanentes alusiones a “Aryentina”, mientras descerrajaba sus provocadoras rimas a una velocidad sin concesiones. La lista de temas dejó conforme hasta al fan más escéptico, que suponía que algunos números ya no los cantaría en los vivos. Alucinaron con una perfecta combinación de clásicos junto con sus nuevas producciones: Mosh (en el que alude a Bush), Kings never die, The way i am, Sing for the moment, Like toy soldiers, My name is, The real Slim Shady, Without me y la muy coreada Stan, hicieron de este un recital para guardarlo en la carpeta de eventos históricos. Si hasta aceptó posar para la típica selfie final con el público de fondo.

A favor: más que un festival musical. Lollapalooza es una experiencia que comienza al mediodía y se prolonga durante poco más de 12 horas. Propone varias actividades (charlas, clases, talleres y espacios de gastronomía típica y exótica) y cuenta con varios aspectos para destacar e imitar. Los rubros técnicos son de altísimo nivel, el sonido alcanza una calidad asombrosa, al igual que las luces y la parte visual de los escenarios. Los horarios de los shows, previamente publicados, se respetan con una precisión rigurosa. Los artistas de los Main Stage 1 y 2 (escenarios principales) nunca se superponen, lo que no obliga a tener que elegir o descartar entre uno u otro. El escenario Alternativo cuenta con las mismas características técnicas de los anteriores y aunque el predio es enorme no es necesario desplazarse demasiado para acceder allí. Hay 2 escenarios más: uno para las performances de DJ’s y otro con programación exclusiva para los más chicos. Por más que llovió copiosamente durante la madrugada del primer día, el terreno no se vio demasiado afectado y estaba en muy buenas condiciones. Tanto el público como cualquier otra persona que concurría a cumplir alguna función, todos son tratados por el personal de seguridad con total respeto y cortesía. La programación artística, como ya se observó, fue muy atractiva y en muchos casos permite descubrir en directo a las nuevas bandas del panorama internacional.

En contra: desconcentrarse o perecer. La salida una vez finalizado el recital puede llegar a ser un verdadero caos. Las miles de personas que intentan desconcentrarse se encuentran con la desagradable sorpresa que los trenes del Ferrocarril Mitre dejan de funcionar a la medianoche, que conseguir un taxi puede convertirse en una verdadera odisea y tomar un colectivo obliga a una fila interminable, con la desventaja para los que asistimos desde otras provincias que si no tenés la tarjeta SUBE, no subís. Si la opción es volverse en remis la lista de espera puede superar las 3 horas. En tanto que ir en vehículo particular, salvo que con la entrada hayas podido adquirir tu estacionamiento, también tiene sus bemoles. En definitiva, un aspecto sobre el que deberían trabajar en conjunto la productora local del evento y las autoridades del Partido de San Isidro.    

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