Mestre y los clásicos de Sui Generis cortaron la tormenta |
RECITALES
Por Néstor Pousa © 2011
El día anterior al show, en una larga charla y mientras tomábamos un café, Nito recordaba perfectamente, entre sus múltiples visitas a La Falda, la que realizó en el verano de 1989 para tocar en El Cantautor, ciclo producido por el BB Muñoz en el desaparecido Cine Teatro Rex. Una anécdota personal hizo de aquella vez algo especial: “Lo recuerdo muy bien porque me estaba empezando a conocer con la que hoy es mi mujer, ella voló desde Pinamar a La Falda para verme cantar por primera vez”, me confiaba. Al mismo tiempo remarcaba que su espectáculo actual es un recorrido por toda su carrera incluyendo sus últimas producciones, tocadas en formato de trío junto a Eduardo Salgueiro en guitarra y voz adicional y el tecladista Marcelo Piloto (músico de Silvina Garré), además de Nito en voz, guitarra y flauta traversa.
Desafiando los pronósticos climáticos la noche del show se veía amenazada por una lluvia que no terminaba de decidirse. En consecuencia el recital se largó un rato antes de lo previsto, ante una escasa concurrencia que se fue incrementando hasta llenar completamente el predio a medida que avanzaba el recital y que la tormenta levantaba el pulgar.
Así Mestre empezó a desentrañar un listado de clásicos-clásicos, con una notable abundancia de temas archiconocidos del catálogo Sui Generis. Abrió con Aprendizaje y como si hiciera falta anunció su título, “Por si en la platea hay algún turista sueco”, bromeó, mostrando un excelente humor y un estado de relax que ni la posible suspensión del show pudo alterar.
Tal lo prometido, hubo un repaso por varias épocas: Distinto tiempo y Hoy tiré viejas hojas, de 20/10, de su debut solista del cual se cumplieron 30 años.
De lo más nuevo incluyó Flores en el mar (dedicado a su madre) y My dear (a su mujer), pertenecientes al e. p. Flores en Nashville de 2009.
Repasó canciones menos conocidas, como La verdad (del álbum Colores puros, 1999) y El fin del mundo (de Mestre, 2005), pero que igual están a la altura de los grandes éxitos, aunque quedaba claro qué era lo que había ido a buscar la gente: los temas de Sui Generis, y Nito no los hizo esperar. Porque a partir de la separación de bienes, así como Charly García electrificó su sonido para siempre, desde Instituciones (1974) en adelante; Nito se hizo legítimo acreedor del legado acústico del célebre dúo, y especialmente de las canciones contenidas en sus dos primeros álbumes: Vida (1972) y Confesiones de invierno (1973).
Con su enorme guitarrón electroacústico, que inunda el escenario con cada acorde, Nito guiaba al trío que interpretaba a la perfección: Canción para mi muerte, Necesito, Cuando ya me empiece a quedar solo y Confesiones de invierno, ante el calmado delirio del público. Recordó el primer tema que con Charly llevaban a las grabadoras (Cuando comenzamos a nacer) cuyo título original era Vida, de ahí el nombre del primer LP. Luego recreaba con humor el dramatismo de Mariel y el Capitán y la frescura breve de Estación.
Fue breve el repaso por los repertorios de Los Desconocidos de Siempre (su banda pos Sui), con el Fabricante de Mentiras; y de PorSuiGieco, aquel “dream team setentista”, del que se escuchó El Fantasma de Canterville, canción por entonces prohibida. Pero una platea en estado de emoción permanente celebraba el tributo a Sui Generis, con versiones renovadas y otras que respetaban los arreglos originales, hasta que llegó el golpe de gracia con los bises: Mr. Jones (en versión gospel), Bienvenidos al tren y Rasguña las piedras, que redondearon un recorrido perfecto por buena parte de la música más representativa de los años 70’s. Un puñado de canciones que, está claro, se ganaron merecidamente un lugar de privilegio en la antología perpetua de la Música Popular Argentina.-
fecha: 09-01-11 / predio: Av. Edén y San Martín (espacio público) / entrada libre y gratuita
foto: Carlos Alberto Romero
No hay comentarios:
Publicar un comentario