miércoles, 23 de octubre de 2024

Gabo Nubes y una banda de amigos, en Concierto

                            Por Néstor Pousa
 
Gabo Nubes, músico y cantautor independiente oriundo de Buenos Aires, anuncia sus primeros dos conciertos con banda en el Valle de Punilla con una mini gira serrana que abarcará dos presentaciones: el viernes 25/10 en San Marcos Sierras y el sábado 26/10 en Capilla del Monte. En ambos casos con entrada libre y gratuita —el público asistente solo abonará lo que consuma—
 
Con más de treinta años de trayectoria integrando bandas y en formato solista, como cantante, autor y compositor, Gabo Nubes —Gabriel Giordano, su nombre de nacimiento— ostenta en su currículum el haber debutado con su primera banda en el mítico Cemento, la discoteca y sala de conciertos propiedad de Omar Chabán, ubicada en el barrio de Constitución y que fuera un bastión fundamental en el desarrollo del rock en Argentina de los años ochenta y noventa.
 
Actualmente radicado con su familia en la ciudad de La Falda, Córdoba; Gabo también fue uno de los creadores y fundadores del Festival Oye Reggae en Capilla del Monte, en un lugar paradisíaco conocido como Agua de los Palos en el cerro Las Gemelas. Este festival se convirtió en un eslabón fundamental para el reggae argentino. Con ediciones realizadas entre los años 2002 al 2006, pasaron por su escenario artistas de la talla de Fidel Nadal, Los Cafres, Nonpalidece, Dread Mar I, entre muchas otras bandas de todo el país.
 
Hoy se encuentra dedicado a mostrar su repertorio de canciones propias, en donde aborda desde el rock y el reggae diversas temáticas que tienen que ver con su transición de estilo de vida, habiendo cambiado la gran ciudad por el entorno más campestre y reposado que ofrecen las Sierras de Córdoba.
 
Gabo Nubes y una banda de amigos, tal el nombre de este proyecto, programa dos fechas para el próximo fin de semana:
El viernes 25/10 en Ucle Bar (Mariano Moreno y Siete Colores) Costanera de San Marcos Sierras
El sábado 26/10 en Río Pacará Resto Bar (Sabatini esquina Triunvirato) Camino al Uritorco en Capilla del Monte
 
-       En ambos casos desde las 21:00 horas
-       Con Entrada Libre y Gratuita
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Solamente se abonará la consumición









lunes, 6 de mayo de 2024

Javier Martínez: Inventor del blues en castellano



Por Néstor Pousa
 

Javier Martínez fue un notable baterista y cantante, además de un compositor fundamental de rock y blues en los albores de este género en nuestro país. El pasado sábado 4 de mayo, a sus 78 años, partió de este mundo en forma casi imprevista, provocando una enorme conmoción entre sus fans, amigos y periodistas que expresaron su tristeza y lo despidieron a través de las redes sociales.
Pionero del rock argentino, ilustre habitué de La Cueva de Av. Pueyrredón, contemporáneo de Moris, Pajarito Zaguri, Litto Nebbia, Tanguito y Miguel Abuelo. Fue el primero que se atrevió a escribir blues en castellano con indudables tintes tangueros. El que junto a Claudio Gabis (guitarra) y Alejandro Medina (bajo) fundara el trío Manal en 1968. Pese a su notable historial tuvo escasas apariciones por nuestra zona (La Falda y Valle de Punilla), las que repasamos a continuación:

La Falda '81. Tras disolverse en 1971, Manal vuelve a reunirse en 1980 en consonancia con el regreso de otra de las bandas fundamentales de ese mismo período: Almendra.
El trío realiza una serie de conciertos en Buenos Aires y giran por algunas ciudades del país, desembarcando en febrero de 1981 en la segunda edición del Festival de Rock de La Falda para cerrar con su actuación la noche del sábado 14 de febrero. Ese año el festival tuvo el privilegio de tener en su prestigiosa grilla de programación a dos de las reuniones más mentadas de la época: Almendra y Manal. Y aunque en estos últimos continuaban los problemas internos que una década atrás habían provocado su temprana ruptura, fue un momento épico en la historia del ciclo serrano.


Manal en el Anfiteatro Municipal de La Falda (1981)

Cosquín Rock 2017. Cuentan que cuando Javier Martínez fue contactado para tocar en Cosquín Rock, exclamó: “Por fin se acuerdan de mí”. Habían transcurrido varias ediciones del mega festival y el ex Manal consideraba injusto no haber estado nunca. Pero en 2017 se rendía homenaje a 50 años de Rock Nacional con un escenario y una cartelera especial. El autor de auténticas gemas del rock nacional fue uno de los primeros en aparecer sobre el escenario y con escaso tiempo asignado. “Espero volver para hacer un show de dos horas”, se quejó, pero antes repasó en plan jam session páginas gloriosas como: “No pibe”, “Una casa con diez pinos”, “Jugo de tomate”, para el delirio de un público no tan numeroso a esas tempranas horas. Igual bastó para dejar constancia de que tanto su inconfundible voz como su toque no habían perdido ninguna de sus reconocidas cualidades. Fue un inmenso privilegio de veinte minutos.

 
Javier Martínez en Cosquín Rock 2017 (S.M. de Punilla)

El Pungo 2023. San Francisco del Pungo, mítico pub con 30 años de encumbrada historia musical en Córdoba, anunciaba para el sábado 14 de octubre del año pasado a Manal Javier Martínez (así se presentaba en sus últimas incursiones solistas) acompañado por el músico Pino Callejas.
Lo que hubiera sido una extraordinaria fiesta de rock y blues (para un selecto público) terminó en frustración para quienes ya habían reservado su lugar con anticipación. Por problemas de salud del artista la fecha se canceló definitivamente y con ella la última oportunidad de ver en vivo y directo en esta zona a uno de los músicos más trascendentales del rock en nuestro idioma.


lunes, 26 de febrero de 2024

Cosquín Rock 2024: ¿DEBERÍA CAMBIAR SU NOMBRE?

Reseña: Néstor Pousa

Fotos: Juan Facundo Pousa

“Cosquín Rock debería cambiar su nombre”. Una frase que se sigue escuchando a más de una semana de finalizada la edición veinticuatro. Los que piensan que este mega festival traicionó su esencia por lo general es gente que no es habitué del mismo. Seguramente desconocen que en los primeros años del ciclo la organización dudó en convocar a Gustavo Cerati por interpretar que su estilo no era compatible con el perfil rolinga y chabón de los inicios. Hoy que ya es lamentablemente imposible sumar al autor de Crimen a la grilla, seguramente estarán arrepentidos de no haberlo hecho a tiempo.

Este encuentro serrano supo adaptarse a los nuevos tiempos. Con veinticuatro años de trayectoria debió reinventarse para no agotar su propuesta. De tal forma, en determinado momento y desafiando los fundamentalismos, puso en una misma temporada a un grupo pesado como era Almafuerte junto a Babasónicos y Miranda. Y se comprobó que podían convivir. La siguiente apuesta fue traer a Calle 13 en 2011. Las redes y la voz de la calle se hicieron escuchar con sus argumentos en contra, pero la performance de los puertorriqueños fue tan contundente y convocante que obligó a repetir al año siguiente. La polémica por las grillas que cada año presentan los festivales es un clásico con gente a favor y en contra. Pero de ahí a pretender que Cosquín Rock modifique su nombre, es tan absurdo como pedirle a Coca Cola que por lanzar al mercado una gaseosa sabor manzana no se llame más así. Son marcas acreditadas a través de años y eso no desmerece el contenido. Si hilamos grueso, también se sigue llamando "Cosquín" cuando hace exactamente 20 años que ya no tiene como base a esa ciudad.

 

Cosquín Rock decíamos, se adaptó para no repetirse con riesgo de extinción y sus responsables jamás ocultaron su intención de expandirse cuantitativamente hasta donde les fuera posible. Inauguraron franquicias por otras ciudades del mundo, tanto en LATAM como Estados Unidos y España. Y el año pasado colgaron por primera vez en su historia el cartel de “No hay más localidades”, durante la edición 23 realizada en Santa María de Punilla. Y esto se logró por pensar en una grilla más expansiva y atenta a los cambios de la industria que van de la mano con los cambios de época. No obstante fueron a por más. En la edición que acaba de finalizar (el 10 y 11 de febrero) se pudo ver a Lali, Ke Personajes y Damas Gratis confraternizando con la flor y nata del rock nacional, como son: Skay, Divididos, Ciro y Los Persas, Las Pelotas o El Bordo. Jamás se habían atrevido a tanto. Y sumar artistas de la talla de Escalandrum y Julieta Laso, mucho más cercanos al jazz y al tango que al rock.

El formato de seis escenarios funcionando en simultáneo permite armar tu propio festival y pasar de lo que no despierte curiosidad o interés. Por ahí teníamos a Bandalos Chinos versionando a Charly, mientras que desde el SUR profundo llegaban los acordes de Airbag. Te acercabas al escenario BOOMERANG y aparecía Dante Spinetta con su furibundo Funky Latin Nation. En el NORTE (antes conocido como escenario principal) empezaba Dillom quien ya se perfila como un clásico ineludible de este encuentro anual. Y seguirían los Babasónicos (con algunos problemas de sonido) y Conociendo Rusia, para comprobar que en la variedad está el gusto. En el escenario MONTAÑA los Miranda replicaban en modo virtual la colaboración con Andrés Calamaro (Tu misterioso ángel) con el Salmón asomándose desde las pantallas. Nos quedábamos para cerrar la primera jornada con los Auténticos Decadentes, una banda tan fiestera como legataria de los orígenes del rock de los 80. Digo esto por la tremenda versión que entregaron de Los viejos vinagre en homenaje a Sumo, la que para nada desentonó con su repertorio de clásicos indiscutidos (El murguero o El osito de peluche, por citar solamente dos de una lista interminable).

El futuro llegó (hace rato) a Cosquín Rock y vino de la mano de los artistas urbanos, los dee jays y la Bresh, decisiones que tanto descolocaron a los más tradicionalistas y preocupados por el “futuro del rock”. El futuro del rock puede estar en las manos virtuosas de un violero como Slash o de Usted Señálemelo, Catupecu, El Kuelgue o Estelares. La gente se apretujará frente a los proscenios ya sea que se trate del Duki, Ysy A, Las Pastillas del Abuelo o La Vela Puerca. Mientras que en el escenario PARAGUAY, mudado a la parte posterior del escenario NORTE, se empezaba a cocinar a fuego lento una fiesta reggae con el regreso a las filas del CR de una histórica de este evento como es Mimi Maura. Y Los Caligaris montaban un terrible asado en pleno escenario e invitaban a algunos colegas a entonar ese himno cordobés llamado Asado y Fernet.

 

El Cosquín Rock que tuvo tantos cierres como escenarios, programaba en el SUR a unos viejos conocidos como Molotov. En el NORTE se esperaba por Pablo Lescano al frente Damas Gratis. Y en el MONTAÑA Steve Aoki ponía a bailar a todo el que pasaba por delante. Pero el cierre rockero estaba a pocos pasos de allí, en LA CASITA DEL BLUES con La Golo’s Band, un quinteto liderado por Alejandro “El Golo” Cavoti (exintegrante de bandas de Lebón, Charly García, Santaolalla, entre otros). Entregaron una buena dosis de rock y blues con temas propios y buenos contrapuntos en las guitarras de un violero histórico como Gonzalo Viñas y el propio Golo. Dos covers en los bises: Rock and Roll de Zeppelin, en una sorprendente versión en castellano y Despiértate Nena (Spinetta, Pescado Rabioso) empezaban a bajar el telón de un nuevo año, ya pensando en la celebración del primer cuarto de siglo que se le avecina.

Especial para: Ecos de Punilla Digital

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