miércoles, 4 de septiembre de 2019

David Lebón revisa su obra


El reconocido músico argentino está celebrando 45 años de trayectoria con una gira en la que presenta su flamante álbum con nuevas versiones de sus clásicos. Crónica del show en Quality de Córdoba.

EN CONCIERTO
 
Por Néstor Pousa

La imagen que nos devuelve David Lebón desde el escenario es la de un tipo relajado y de muy buen humor, física y espiritualmente en estado de gracia. Enfundado en unos jeans y una amplia camisa leñadora y pronto a cumplir 67 años en octubre, el notable violero asegura sentirse mejor que a los 20 y agradece que una discográfica multinacional lo vuelva a convocar para un nuevo trabajo. Fue a través de Sony Music que salió el flamante Lebón & Co. (que ya comentáramos en estas columnas), un disco de versiones de sus clásicos con renovados arreglos, la participación de invitados especiales y la producción artística de Gabriel Pedernera (baterista integrante de las banda cordobesa Eruca Sativa).
En 2018 el fundamental músico argentino celebró 45 años de trayectoria, a contar desde la edición de su debut solista (“David Lebón”, 1973) y este proyecto estaba destinado a celebrarlo, pero por su ambiciosa producción debió salir con un año de delay.
El sábado 31 de agosto fue la noche de su presentación para Córdoba en la sala Quality Espacio (Av. Cruz Roja Argentina 200), un lugar ideal para escuchar conciertos, con un aforo ajustable a cada pretensión.  La presentación del disco era la excusa de este concierto al que el Ruso llegó con banda completa para revisar algunas de esas canciones en actualizadas versiones.
Ante una sala repleta y con los músicos dispuestos en sus lugares, se corrió el telón para que comenzaran a sonar los acordes de En una hora, un número ideal para la apertura, con el que su creador empezaba a despuntar el vicio de héroe de la guitarra. Dejá de jugar fue la canción que inauguró la lista de Lebón & Co, con Dhani Ferrón haciéndose cargo de las partes que Coty Sorokin hizo para el disco.
A propósito, es fundamental en el actual sonido de Lebón la presencia de un músico como Ferrón. Si bien es reconocido como bajista, aquí se encarga de las segundas guitarras, de seis y doce cuerdas, eléctricas y acústicas, además de los coros y las voces adicionales, con notable precisión. La banda suena compacta y potente, rockea y funkea con solvencia, un sexteto que se completa con el experimentado Daniel Colombres en batería, Leandro Bulacio en piano, Roby Seitz en bajo y Tavo Lozano en teclados y guitarra.    

Este concierto pone énfasis en el repertorio de Seru Giran, súper banda que Lebón fundó a finales de los setenta junto a Charly Garcia, con Pedro Aznar y Oscar Moro. Repasaron muchos de sus clásicos, como Esperando nacer, Cuánto tiempo más llevará y En la vereda del sol.
Siguió un mini-bloque dedicado a Pescado Rabioso con Dhani Ferrón entonando Credulidad con estilo spinetteano. Luego David cerraría ese momento con Hola dulce viento, la primera canción que escribió para aquel legendario grupo del rock progresivo nacional que integró junto al Flaco Spinetta.      
Con luces tenues y alineación de trío, Lebón, Bulacio y Ferrón, armarían un set de versiones semi-acústicas con El tiempo es veloz (etapa solista), Parado en el medio de la vida y San Francisco y el lobo (dos covers de Seru).

La referencias a esa banda, para regocijo y sorpresa de los numerosos fans presentes, no se detendrían allí, se prolongarían con Encuentro con el diablo y Noche de perros, con su dramático final de obra maestra, y una vez más David concediendo sus inspirados solos y sus agudos vocales como puñales.
El revisionismo no incluiría su obra más reciente, por eso no hubo canciones de Encuentro supremo, aquel disco que fechado en 2016 ratificó su vigencia de gran autor. A cambio siguió con una versión de Puedo sentirlo, un éxito cosecha ‘87, y otra vez Ferrón al rescate para cantar las partes que Julieta Venegas aportó en Lebón &Co.
Reacio a conceder bises, esa institución de la música en directo por la cual el músico se despide para luego volver ante el clamor del público, David avisa que quedan los cuatro últimos temas. Mundo agradable el primero, un clásico revitalizado, que en estudio grabó con Ricardo Mollo. Copado por el diablo, un hit eterno que lo acompaña desde 1973. Sueltate Rock & Roll, la enérgica oda inconformista que produjo la reunión 2019 de Polifemo, trío formado en 1976 con Rinaldo Rafanelli y Juan Rodríguez. Y, finalmente, Seminare, la canción de Seru que más lo identifica. Lebón se despidió (sin bises, el que avisa no traiciona) prometiendo volver, admitiendo que necesita el contacto con su público más que nunca.-

Fotos: Producción David Lebón

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