La
presencia de la banda liderada por Chrissie Hynde, como artista invitado, hizo
que la visita de Phil Collins a Córdoba fuera doblemente irresistible. Enrico
Barbizi, músico anfitrión.
Por Néstor Pousa
Cuando a finales del año pasado trascendía que
esta nueva gira de Phil Collins prometía como teloneros
a The Pretenders aventaba cualquier duda sobre si ir o no ir a
presenciar el regreso a los escenarios del ex Genesis tras su obligado retiro
por problemas de salud.
A priori cualquier conjetura se volvía
innecesaria, porque era muy tentadora la oferta de ver a estos dos artistas
fundamentales de la música pop a escala planetaria en un mismo escenario, el
mismo día y por el mismo precio.
A poco de anunciada la gira, a la fecha en
Buenos Aires se le sumó la escala cordobesa, confirmando a esta plaza como la
segunda más importante del país. El estadio de Instituto, en el corazón del
barrio de Alta Córdoba, sería la sede elegida ante la negativa, por capricho o
impericia, de las autoridades municipales de no ceder el Kempes, sin dudas un
lugar logísticamente más apto para este tipo de eventos macro.
Total, al fin y al cabo, el público igual sacará
su ticket y se aprestará para ver a su banda favorita en las condiciones que le
impongan las autoridades y/o productores de turno.
Y así llegó el día del concierto, precedido por
los comentarios que llegaban desde las diferentes plazas que previamente
recorría la gira: Brasil, México, Perú, Chile, Uruguay. Sabíamos que por sus
achaques esta vez Collins no podía tocar la batería, ni el piano piano. Se
decía que afrontaría todos los shows del tour sentado en una butaca. Pero lo
más impactante fue verlo ingresar al escenario casi encorvado y valiéndose de
un bastón.
La lista de temas no superaría los 90 minutos de
duración y un solo bis para finalizar. Un programa demasiado escueto para los
estándares internacionales, y más en este caso por tratarse de un artista tan
prolífico tanto al frente de Genesis, como en su carrera en solitario. Pero
seguramente era más de lo que su maltrecho físico podía ofrecer en esta
instancia, y también a eso los fans se tendrían que adaptar.
Es ahí donde cierra la idea de The Pretenders
como artista invitado (para algunos puede sonar despectiva la categoría
“teloneros” o “banda soporte”). La banda fundada y liderada desde 1979
por Chrissie Hynde ofrecería un set de 60 minutos que haría
más suculenta la función. Además agregaba un nuevo atractivo para asistir al
show. Como resistirse a la tentación de ver en acción a otra de las bandas
determinantes del rock y el pop de los '80.
A las 20 hs en punto apareció Chrissie Hynde en
el escenario de inusual pelo rubio, chaqueta y remera alusiva a la banda,
seguida por la actual formación: el miembro fundador Martin Chambers en la batería, James Walbourne en
guitarra, Nick Wilkinson en bajo y Carwyn Ellis en teclados.
Alone fue el primer tema que
sonó, y único que repasarían del disco homónimo publicado en 2016, lo más
actual que entregaron. El resto sería una variada selección de singles de todas
las épocas. Kid, Message of love y My city
was gone, le darían paso a la impresionante balada Hymn for her (con
una especie de dedicatoria a Phil Collins) en la cual Chrissie luce su extraordinaria
voz de tono profundo y seductor, atributos que la llevaron a convertirse en una
de las vocalistas más personales del rock.
Rockearon con Night in
my veins, pero la mayoría de los asistentes que esperaban por el número de
fondo recién acusaron recibo con la seguidilla de hits del final.
Corearon el estribillo de Don´t let me wrong, se mecieron con otra
gran balada como I’ll stand by you y finalmente con Middle
of the road terminaron de caer en la cuenta que una de las bandas insignes
del pop mundial de las últimas tres décadas había pasado por la ciudad.
Un Barbizi auténtico
No
obstante, los comandados por Hynde no fueron el único número soporte de la gran
jornada cordobesa, en el primer turno Enrico Barbizi, oficiando de
músico anfitrión, fue el encargado de abrir el show. Cantante y pianista de
singular estilo, autor y compositor de prolífica trayectoria con siete discos
editados y uno en camino (Cable Canal
es su título), Enrico expresó su alegría en las redes anunciando la noticia tan
sólo 48 hs antes y colgando al otro día del show la siguiente frase: “Nunca
dejaré de sembrar, pero un olor a cosecha se asoma, y es un bello aroma”. Un
Barbizi auténtico.
Lugar: Estadio Instituto Atlético Central Córdoba
Fecha: 19/03/2018
Asistencia: 25.000 personas
Asistencia: 25.000 personas
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