domingo, 24 de enero de 2016

Todos locos con Los Caligaris

RECITALES DE VERANO

Por Néstor Pousa

Sábado 23 de enero: el día en que Cosquín Folklore inauguraba su edición 56, el mismo en que Luis Alberto hubiera cumplido 66 y por quien se celebra el Día Nacional de Músico. En ese fin de semana históricamente record en aluvión turístico en Punilla Los Caligaris llegaron para ratificar su condición de banda cordobesa con mayor convocatoria en las sierras.
Los oriundos de Residencial América deben ser una de las presencias más constantes en La Falda a lo largo de los últimos 15 años, y siempre hay una fiesta cada vez que vienen. Lo del sábado pasado no fue la excepción e incluso se potenció con la presentación, aunque no formal por cierto, de Circología, flamante disco con fecha de publicación en 2015 y que ya viene facturando algunos hits de amplia rotación.
Con Circología la banda de los hermanos Pampiglione vuelve a exponerse como un referente del cuarteto con pulso rockero, pero que curten el ska como muy pocos saben hacerlo.
Tan cordobeses como el fernet con coca y tan divertidos como un asado con tus mejores amigos, Los Caligaris saben cómo va la cosa y una vez cumplido el propósito de hacer reír, fin primario de los payasos de circo, luego asombran con el poderoso sonido de una banda de 12 integrantes que se conocen de memoria y se complementan a la perfección. Escenarios de Argentina, México y España pueden dar fe de esto.

El show actual siempre arranca con Todos locos hit súper poderoso que viene como pista número uno del nuevo disco, que acredita un riff y un estribillo que se cuela por todas las radios y se multiplica en cortinas televisivas. Arrancar tan arriba te da una idea de cómo seguirá la cosa durante la próxima hora y cuarto. Que corran es el segundo tema del disco y del show, marchoso pero con letra reflexiva: “Que corran todos los demás, nosotros vamos caminando”, canta sobre un coro Martín Pampiglione, uno de los tres cantantes de la banda. 
En lección básica de cómo sonarían Los Redondos de haber nacido en Córdoba arrancan con la intro de Ji ji ji, entonces el pogo más grande del mundo suena con un ritmo de cuarteto que haría estremecer al mismísimo Indio Solari. Pegadito y al pie la broma se transforma en Razón, de su propio repertorio.
El show toma su forma más delirante con la infaltable rutina que protagoniza Raúl Sencillez (alter ego de Diego Pampiglione, baterista y miembro fundador). Presentado con bombos y platillos, como corresponde a un circo, uno nunca sabe que puede pasar durante ese segmento. Como que, por ejemplo, hagan subir a la persona menos pensada del público para que luego de un improvisado sapucai se desate una Sobredosis de chamamé (desde el sábado a la noche que no se me despega la clásica tonadita de los Amboé). A mitad de concierto se filtra Mi si bemol, una balada de amor en la onda de Jorge Serrano (Auténticos Decadentes) escrita por Valentín Scagliola, tecladista, productor y compositor estrella de los cordobeses.
Los Caligaris llegaron con familia completa y público propio a su compromiso faldense, y especialmente para ellos va dedicado el último tema de la lista, Kilómetros, una oda perfecta a la relación simbiótica que resulta de una banda con mucho feeling y sus seguidores. En realidad fue el anteúltimo tema, quedaba Nadie es perfecto, el hit fundacional que los proyectó, interpretado con toda la galería de personajes del circo en escena, cañón de papelitos metalizados y espuma loca anticipando el carnaval.

Foto: Prensa y Difusión - Turismo y Cultura La Falda

No hay comentarios:

Publicar un comentario