Pequeñas historias sobre grandes músicos, escritas para un programa de rock (*)
RADIO_GRAFÍAS DEL ROCK
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por Néstor Pousa
El Indio Solari conmocionó a la ciudad de Gualeguaychú en Entre Ríos con un nuevo megarecital y el hecho mereció una infinidad de notas a favor y en contra sobre esta nueva intervención bate records de la figurita más difícil del Rock Argentino, otrora incuestionado y hoy dividiendo las aguas entre los pro y los contras, como un termómetro más de los tiempos que corren en el país. Pero no es de él de quien nos vamos a ocupar hoy en esta columna -o al menos no directamente- sino de su violero estrella, el sesionista más codiciado y uno de los más requeridos por las grandes figuras, que no es otro que Baltasar Comotto. En mi caso, lo conocí allá por el verano del 2004 integrando la banda de apoyo de Spinetta durante su show en Cosquín Rock, último año del festival en la Plaza Próspero Molina. Fue el Flaco quien con su bendición lo introdujo en las grandes ligas, y aquella tarde, en el atardecer de un domingo, a todos lo que nos manteníamos atentos a los nuevas incorporaciones con que acostumbraba a sorprendernos, nos impactó notablemente por su forma de tocar, su enorme capacidad técnica, su ductilidad para abordar distintos estilos dentro del género y sus cualidades de guitarra solista. Desde entonces siempre apareció en las bandas de Luis, inclusive lo acompañó en su último concierto en Córdoba (el 12 de febrero de 2011) en el Cosquín Rock con nueva sede en el Aeródromo de Santa María de Punilla. Comotto fue “músico invitado permanente” de Spinetta, tanto en el estudio de grabación (participó en Vacío sideral y Despierta en la brisa, ambos de Un mañana, última obra de Luis producida en 2008) y fue un infaltable colaborador en los vivos durante la última década.
Mientras esto ocurría, parece que el Indio Solari le echo el ojo y contrató sus servicios para Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, banda en la que se alista desde el primer disco solista del exRedondo, a la fecha.
Luego, en 2013, alternó como músico de acompañamiento de Andrés Calamaro. El Salmón se lo pidió prestado al Indio para los conciertos de presentación de su más reciente producción (el excelente disco Bohemio, 2013) y, compinches como son con el calvo más famoso, este no se lo podía negar. Así vimos a nuestro guitarrista estrella de gira por Córdoba con Andrés y formando tándem con el talentoso baterista Sergio Verdinelli, otro exintegrante de la última banda de Spinetta.
¿Pero, a qué viene tanta fascinación por este guitarrista? Será que estamos hablando de uno de los mejores, sino el mejor, guitarrista eléctrico de la nueva generación del rock de nuestro país, continuador de una estirpe iniciada a finales de los años 60’s por tipos como Claudio Gabis (Manal), Norberto “Pappo” Napolitano, David Lebón, Edelmiro Molinari (Almendra y Color Humano), Ricardo Soulé (Vox Dei), Héctor Starc, Skay Beilinson (Redondos de Ricota), Ricardo Mollo (Sumo y Divididos) y varios más.
Afirmar que es el mejor en su estilo se podrá refutar de acuerdo a gustos personales. A favor de esta hipótesis: tres artistas tan influyentes como Spinetta, Solari y Calamaro, disminuyen el margen de error.
Era habitual que Spinetta lo presentará como: “Un guitarrista mortal y estratosférico”, y a continuación Baltasar Comotto se asomaba casi tímidamente por un costado del escenario para aportar desde su filosa guitarra: virtuosismo jazzero y fiebre rockera. Con esa banda (Claudio Cardone, Sergio Verdinelli y Nerina Nicotra) acostumbraban tocar Tu vuelo al fin, canción con la que aparece en los créditos de Spinetta y Las Bandas Eternas, aquel antológico evento perpetrado en el Estadio de Vélez Sarsfield ante la mirada atónita de 35.000 personas, el 4 de diciembre de 2009, en el que Luis reunió por única vez a todas las bandas de su vida y su carrera.
Como miembro estable de Los Fundamentalistas, junto al otro guitarrista Gaspar Benegas (hijo de María José Cantilo y sobrino de Miguel); Marcelo Torres en bajo; Hernán Aramberri y Martín Carrizo en baterías y Pablo Sbaraglia en teclados; se ganó la confianza del Indio para ser quien interprete en directo los temas de Los Redondos casi como lo haría Skay. Menuda responsabilidad que a Baltasar parece no pesarle.
En paralelo a su trabajo junto a las grandes figuras, lleva adelante una carrera solista con la que ya facturó dos discos de estudio: Rojo (2008) de estilo funk y jazzero y el más reciente, Blindado (2011), con un viraje casi al heavy metal y guitarras distorsionadas. Para este último se aseguró las participaciones estelares de Luis Alberto Spinetta (voz en Hipnotic), de Ricardo Mollo (voz y E-bow en Las penas) y del Indio Solari que puso su inconfundible registro en A lo mejor.
Así reparte sus días Baltasar Comotto, al frente de su propia banda Los Dragones Albinos tocando en un bar para cien personas como una estrella de culto de under; y luego irrumpiendo ante una audiencia de seis dígitos en los lugares más diversos de la Argentina secundando al polémico Solari. En cualquiera de estas dos funciones, préstenle atención, estarán escuchando al guitarrista eléctrico más influyente de las próximas generaciones.-
(*) Mendigos de la luna, sábados de 19 a 22, por "Nuestra Radio", la FM de la Universidad Nacional de Córdoba. Link: http://www.raddios.com/4861-nuestra-radio