Joe Cocker: la voz del blues |
RECITALES DE COLECCIÓN
Por
Néstor Pousa © 2012
¿Cómo debería diseñar la lista de temas para una
gira un artista de rock con varias décadas de trayectoria sobre sus espaldas? Opción
uno: concentrándose en su más reciente producción (algunos críticos dirán que “no está a la altura de sus trabajos
anteriores”). Opción dos: realizar un repaso por lo mejor de su carrera (y
que el mismo critico opine: “se convirtió
en un tributo de si mismo”). Imposible conformar a todos los paladares,
pero sin dudas la tendencia en estos tiempos es el repertorio antológico. “Es lo que el público quiere escuchar, y no
hay motivo para no darle lo que piden”, alegarán, y tal vez sea una
buena razón con varios motivos atrás. Son muchos los que se quedaron colgados de
tiempos pasados -en apariencia mejores-, y tampoco está mal que de artistas que
visitan esta plaza por primera vez, podamos escuchar en directo aquellas viejas
versiones que ocupan un lugar privilegiado en las discotecas.
El inglés Joe Cocker, figura legendaria del rock mundial que visitó por primera vez Córdoba en su tercera visita al país, no escapó a esta regla de oro. Aclaremos primero su condición de leyenda. Ocurre que Cocker participó y fue uno de los músicos más destacados del mítico Woodstock, padre de los festivales de rock, que se realizó en Estados Unidos el fin de semana del 15, 16 y 17 de agosto de 1969. Sus contorsiones espasmódicas interpretando el With a little help of my friends de Los Beatles, se transformó en un ícono de aquel lejano encuentro y de la cultura rock. Muy pocos de los que integraron esa célebre cartelera lograron atravesar la barrera de las décadas siguientes, a algunos les faltó éxito, a otros les faltó vida, pero a Joe le sobraron ambas cosas, y le fue muy bien en el intento, aunque no descuidó ninguna materia de la carrera de "estrella de rock", ni siquiera las más peligrosas para el organismo.
Cocker llegó con la gira de presentación de su más
reciente disco, titulado Hard knocks,
un muy buen trabajo editado con suficiente éxito durante 2010. Pero eso sólo
fue un pretexto, la voz del blues
había anticipado que el concierto sería un repaso de su extensa y prolífica
carrera. No se iba a privar de tocar los grandes éxitos, ni iba a someter a su
público al fastidio de no escuchar en vivo clásicos como la poderosa Unchain my heart.
Así y todo, el comienzo del concierto fue dedicado a los fans de la primera hora con un tridente que incluyó Hitchcock railway, Feelin' alright y The letter. De castellano no habla casi nada, lo mínimo para poder saludar y empezar a pasar lista por la etapa ochentosa a la que tantos éxitos le proveyó el inglés de voz áspera, como la power balad When the night comes, o las músicas de películas: Up where we belong (de la cinta que aquí se conoció como Reto al destino) y You can leave your hat on (de 9 semanas y media), la pista de sonido de streap tease más famosa del planeta y sus alrededores.
Del nuevo material probó solamente dos, la
notable balada Unforgiven y el rock
cadencioso que titula e inaugura el disco. El final aparente del show dejó
conformes a todos los estratos de público con la ya mencionada Unchain my heart y su descomunal versión
de With a Little help… que fue como
un viaje de ida y vuelta a la psicodelia y el flower power. ¿Quién otro se atrevería a desarmar y rearmar una
canción de los mismísimos Beatles con tanta maestría? Su debilidad por el
cuarteto de Liverpool se confirma con un par de versiones más, una muy famosa: Come together y la otra un lado B: She came intrough the bathroom window (ambas
de Abbey Road).
La poblada lista de bises (en dos ocasiones
fríamente calculadas debió volver) venía con Shelter me, Cry me a river y
un broche calmo pero muy intenso con otra obra maestra de las versiones Cocker,
Long as i can see the light, el clásico
de John Fogerty y Creedence Clearwater Revival (ver video inserto).
Se cuida Joe, en escena toma hectolitros de
agua y agita sus manos con sus clásicos movimientos de prestidigitador. Una big band acompaña al cantante nacido en
Sheffield, la componen un trío de rock and roll, piano, órgano, percusión, saxo
y dos coreutas de voces tan negras como su piel, soporte ideal para la música
de este colosal intérprete al que los excesos le dieron, en esta última década, el respiro necesario como para poder seguir en la ruta sobrio y con la voz
intacta.-
Lugar: Orfeo Superdomo - Fecha: 24/03/2012
Lugar: Orfeo Superdomo - Fecha: 24/03/2012
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