martes, 24 de abril de 2012

Joe Cocker: garganta con arena

Joe Cocker: la voz del blues
Aunque el motivo de la gira era presentar su reciente disco “Hard Knocks”, lo cierto es que Joe Cocker, en su primera visita a Córdoba, conformó a todos con un repertorio repleto de clásicos.              


RECITALES DE COLECCIÓN

Por Néstor Pousa © 2012 

¿Cómo debería diseñar la lista de temas para una gira un artista de rock con varias décadas de trayectoria sobre sus espaldas? Opción uno: concentrándose en su más reciente producción (algunos críticos dirán que “no está a la altura de sus trabajos anteriores”). Opción dos: realizar un repaso por lo mejor de su carrera (y que el mismo critico opine: “se convirtió en un tributo de si mismo”). Imposible conformar a todos los paladares, pero sin dudas la tendencia en estos tiempos es el repertorio antológico. “Es lo que el público quiere escuchar, y no hay motivo para no darle lo que piden”, alegarán, y tal vez sea una buena razón con varios motivos atrás. Son muchos los que se quedaron colgados de tiempos pasados -en apariencia mejores-, y tampoco está mal que de artistas que visitan esta plaza por primera vez, podamos escuchar en directo aquellas viejas versiones que ocupan un lugar privilegiado en las discotecas.

El inglés Joe Cocker, figura legendaria del rock mundial que visitó por primera vez Córdoba en su tercera visita al país, no escapó a esta regla de oro. Aclaremos primero su condición de leyenda. Ocurre que Cocker participó y fue uno de los músicos más destacados del mítico Woodstock, padre de los festivales de rock, que se realizó en Estados Unidos el fin de semana del 15, 16 y 17 de agosto de 1969. Sus contorsiones espasmódicas interpretando el With a little help of my friends de Los Beatles, se transformó en un ícono de aquel lejano encuentro y de la cultura rock. Muy pocos de los que integraron esa célebre cartelera lograron atravesar la barrera de las décadas siguientes, a algunos les faltó éxito, a otros les faltó vida, pero a Joe le sobraron ambas cosas, y le fue muy bien en el intento, aunque no descuidó ninguna materia de la carrera de "estrella de rock", ni siquiera las más peligrosas para el organismo.
Cocker llegó con la gira de presentación de su más reciente disco, titulado Hard knocks, un muy buen trabajo editado con suficiente éxito durante 2010. Pero eso sólo fue un pretexto, la voz del blues había anticipado que el concierto sería un repaso de su extensa y prolífica carrera. No se iba a privar de tocar los grandes éxitos, ni iba a someter a su público al fastidio de no escuchar en vivo clásicos como la poderosa Unchain my heart.

Así y todo, el comienzo del concierto fue dedicado a los fans de la primera hora con un tridente que incluyó Hitchcock railway, Feelin' alright y The letter. De castellano no habla casi nada, lo mínimo para poder saludar y empezar a pasar lista por la etapa ochentosa a la que tantos éxitos le proveyó el inglés de voz áspera, como la power balad When the night comes, o las músicas de películas: Up where we belong (de la cinta que aquí se conoció como Reto al destino) y You can leave your hat on (de 9 semanas y media), la pista de sonido de streap tease más famosa del planeta y sus alrededores.      
Del nuevo material probó solamente dos, la notable balada Unforgiven y el rock cadencioso que titula e inaugura el disco. El final aparente del show dejó conformes a todos los estratos de público con la ya mencionada Unchain my heart y su descomunal versión de With a Little help… que fue como un viaje de ida y vuelta a la psicodelia y el flower power. ¿Quién otro se atrevería a desarmar y rearmar una canción de los mismísimos Beatles con tanta maestría? Su debilidad por el cuarteto de Liverpool se confirma con un par de versiones más, una muy famosa: Come together y la otra un lado B: She came intrough the bathroom window (ambas de Abbey Road).  
La poblada lista de bises (en dos ocasiones fríamente calculadas debió volver) venía con Shelter me, Cry me a river y un broche calmo pero muy intenso con otra obra maestra de las versiones Cocker, Long as i can see the light, el clásico de John Fogerty y Creedence Clearwater Revival (ver video inserto).

Se cuida Joe, en escena toma hectolitros de agua y agita sus manos con sus clásicos movimientos de prestidigitador. Una big band acompaña al cantante nacido en Sheffield, la componen un trío de rock and roll, piano, órgano, percusión, saxo y dos coreutas de voces tan negras como su piel, soporte ideal para la música de este colosal intérprete al que los excesos le dieron, en esta última década, el respiro necesario como para poder seguir en la ruta sobrio y con la voz intacta.-   

Lugar: Orfeo Superdomo - Fecha: 24/03/2012

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