Burgos y su clase maestra |
Por Néstor Pousa © 2011
El primer sábado de primavera fue uno de esos días tan perfectos que te dan ganas de hacen mil cosas juntas. Horacio Burgos lo advirtió y por eso agradeció sinceramente a su auditorio por haberse tomado el tiempo para presenciar su clínica sobre “Acercamiento a la guitarra”.
El evento fue el primero organizado en el presente año por la Jammer’s School que dirige Marcelo Avilés; y fue el debut, en su condición de auspiciante, de la reformulada Dirección de Cultura y Educación de la Municipalidad de La Falda, a cargo de Alicia Auferil, en funciones desde el 1 de septiembre pasado.
Fue un auspicioso debut tanto para la escuela como para el flamante ente municipal, porque el programa resultó ser de una altísima calidad.
Horacio Burgos se sumará prontamente al staff de profesores de la Jammer’s, academia que con casi dos años de actividad en la enseñanza de la música y las artes, pretende hacer historia en La Falda. De esta forma la clínica y master class de guitarra realizada por Burgos fue, además de su presentación ante el alumnado, el primero de una serie de eventos que prometen multiplicarse en el futuro cercano.
Casi todos conocemos a Horacio Burgos (guitarrista, docente, compositor y arreglador) no obstante repasar su curriculum no deja de sorprender. Tocó al lado de un montón de notables personajes, bastaría nombrar al Dúo Salteño, Alejandro Dolina (en la opereta Lo que me costó el amor de Laura), Rubén Rada, Baglietto, Ligia Piro, Zamba Quipildor, Peteco Carabajal, Mingui Ingaramo, Los Huanca Hua, Silvia Lallana, Germán Nager, Ica Novo, Claudia Brant, y nos quedaríamos cortos. Porque además compuso y grabó música para películas y sacó a pasear su arte por el lejano Japón, de gira junto a Jorge Cumbo y Hugo Fattorusso. De entrecasa, es miembro estable del elenco del Festival Nacional del Tango de La Falda.
Su discografía personal incluye los álbumes: Burgos toca tango, Celebración, Reunidos y Burgos-Nager-Clark en Vivo.
En la concurrida intimidad de la sala Burgos confiesa haber renovado votos con la docencia, aunque desde hace ya diez años que es titular de la cátedra de guitarra en la especialidad de Música Argentina en La Colmena, prestigiosa escuela de música de la ciudad de Córdoba; y en el Laboratorio de Música Popular de Villa Carlos Paz. Y aunque desarrolla de manera intensiva sus clínicas sobre el Arte de la rítmica por distintas ciudades del país, la que realizó en La Falda el pasado sábado 24 de septiembre en el Salón Leopoldo Marechal fue distinta, y eso se percibió claramente.
Él propio protagonista reconoció haber contado cosas que no había dicho antes, y que de ahora en más debía sostener. Lo hizo con el magnetismo natural de un chamán, y consiguió mantener a la platea en atención permanente y en un silencio absoluto, para escuchar sus relatos de 40 años de experiencia. Un riquísimo universo de palabras que no sólo trataban sobre acordes, escalas, digitación y ritmos; sino que además mezclaba con cuentos, historias de vida, infaltables anécdotas, y citas a Borges, Piazzolla, Bach o Los Beatles, entre muchos otros.
“Me di cuenta que la sensibilidad está a flor de piel en cualquier persona, y que la ciencia y el arte siguen aportando libertad; porque tocar un instrumento, pintar un cuadro, bailar, cantar; es una mera, maravillosa, hermosísima excusa que nos brinda el arte, pero para otra cosa: nada más, ni nada menos que para ser libres”, dejó como mensaje introductorio Horacio Burgos, y a la vez funcionó como epílogo de una clase maestra de guitarra y de música, en el más amplio sentido de la expresión. Ya se dijo, sus organizadores prometen que vendrán muchas más. Así sea.-
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