miércoles, 28 de diciembre de 2016

Antihéroe: canciones medicinales

“Antihéroe” es el título del debut solista de Juanjo Ceccón, músico cordobés nacido en Arroyito. Una lista de canciones con vocación de hit y claras referencias al rock argentino.   

ESCUCHANDO DISCOS

Por Néstor Pousa

Hello hippie! es la frase con la que Juanjo Ceccón rompe el silencio en Antihéroe, su álbum debut de carácter solista lanzado durante 2016.
Juanjo nació en Arroyito, pero actualmente vive junto a su mujer Noé y sus hijos Francisco y Malena en Rafaela, Santa Fe, y desde allí defiende y impulsa Antihéroe, un puñado de canciones con claras referencias al rock & pop rosarino de los 90’s, a Fito Páez y a los cordobeses de Proceso a Ricutti, entre otras influencias.
Ceccón siente debilidad por la emblemática banda cordobesa que lideraban el Hueso Horsmann y Tincho Siboldi, y como testimonio escribió la canción Mamá está en la cocina que, además de su provocador título con doble sentido, se despacha con frases para nada complacientes, como: “Nos duele la derrota en clave de rocanrol, lo que pasa es que ya estamos hartos que nos pongan cuarteto”, con un estilo que remite directamente a Danza Mogo de los Ricutti, un disco fundamental del rock de Córdoba. Y Ceccón no oculta esa influencia, sino que por el contario la expone cuando revela que: “Danza Mogo es uno de mis discos de cabecera”.

Varios estilos atraviesan la placa. Ritmos latinos en Los lunes, una canción que bien podría haber compuesto Santana. La versión piano-man, a la manera de Elton John, Charly García, Lerner o el Miguel Mateos de “Rockas Vivas”, se destacan en Kamino y Cuando el invierno llegue.
Ciegos en la terraza es una canción que se banca dos versiones en las antípodas, una de aires folklóricos con el tucumano Sergio Facundo Quiroga en segunda voz; y la otra definitivamente rockera.
Entre los más destacados está La camilla, un rock and roll que devela la fobia que experimenta su autor por los hospitales (“Tengo pánico a los hospitales, por eso traté de tomármelo con humor”, confiesa). Y eso se refleja en varias de las letras, aunque en ninguna como en la enunciada. Y aparecen más temas con vocación de hits como Telegrama y La marcha nupcial. En todos queda claro el énfasis que este músico de 32 años le pone a los textos, aquí documentado en un puñado de canciones escritas durante los últimos catorce años y que recién ahora, luego de girar como miembro de diferentes bandas, se animó a recopilar y mostrar en rol solista.

Antihéroe, la que con aires Beatles titula el disco, es una canción dedicada. “Empecé a tocar la batería a los doce años gracias a mi tío Pato Ceccón, un entrañable ser humano que bien podría haber formado parte de algún guion de Woody Allen”, refiere. “En su dormitorio lleno de libros, música y películas, armamos su bata y a fuerza de voluntad y discos de lo más variopintos -cita- Piano Bar, Peperina, Canción Animal, Sinchronicity, The Wall, comencé a dar mis primeros pasos”.
Es por eso que Juanjo le dedicó todo el disco, pero principalmente esta canción a su tío Ricardo que murió hace ocho años. ''Nadie se pierde del todo, nadie se va porque sí'', escribió como forma de despedida y duelo.
Al rock actual le están haciendo falta letras inteligentes e irónicas como las que aporta Juanjo Ceccón, aunque sin descuidar, ni renegar de la melodía, ni temerle a la canción pop con destino radial o televisivo.
Con Antihéroe pueden pasar dos cosas: que sea reconocido en tiempo real como uno de los mejores discos del año, o que en un futuro mediato sea reivindicado por algún ensayo revisionista. De las dos opciones la que le haría más justicia, sin dudas, es la primera.-  


domingo, 11 de diciembre de 2016

Polen: siguiendo los pasos del maestro

Una auténtica veta spinetteana florece en “Polen”, el tercer disco de 4° espacio, banda que lideran Daniel Ferrón y Matías Camisani. Aquí una aproximación a ese trabajo  

ESCUCHANDO DISCOS

Por Néstor Pousa

Daniel Ferrón fue, hasta los últimos días de Luis Alberto, un compañero inseparable, un amigo con quien cenar, escuchar música, mirar películas y charlar sobre literatura. Espontáneamente cubrió el rol de chofer personal en los ajetreados días de ensayo y realización de ese monumental y maratónico concierto de Las Bandas Eternas, en el que Spinetta recorrió y celebró toda su trayectoria musical y discografía.
No resultó extraño que cuando hubo que reemplazar al ex Almendra Emilio del Guercio (bajo) en un grupo alternativo que tenía Luis con su otro amigo y ex Almendra Rodolfo García (batería), pensará en Dani para cubrir el lugar del bajista.
Esa banda que se llamó Los Amigo -nombre surgido de una ocurrencia de la Vieja Aníbal Barrios, asistente y otro de los hombres inseparables del autor Muchacha- tenía los miércoles como día de ensayo, y de esas sesiones surgió la obra póstuma Spinetta - Los Amigo, que se llevó el último Premio Gardel y nominación para la reciente entrega de los Grammy Latinos.

“Cuando me buscaron para tocar con ellos pensé que se habían terminado todos los bajistas del mundo”, manifestaba con humor Daniel para graficar la sensación de incredulidad que le produjo el hecho de ser convocado a tocar al lado de su principal referente musical de toda la vida. Esto me confiaba en octubre pasado, durante su última visita a La Falda como miembro estable de la banda de Jairo, músico al que acompaña desde hace nada menos que 23 años. Pero Daniel, quien recientemente se sumó como guitarrista rítmico a la banda de David Lebón, también encabeza su propio proyecto musical con 4° espacio, banda en la cual comparte liderazgo con Matías Camisani.
Con 4° espacio acaban de editar su tercer disco titulado Polen, grabado íntegramente en el estudio de Camisani, los dos anteriores fueron concebidos en La Diosa Salvaje, la casa-estudio de Spinetta. Con todo el historial citado no sorprende que Polen remita directamente a un sonido de corte marcadamente spinetteano, condición que indudablemente corre por la sangre de la dupla Ferrón-Camisani.
Las letras, los timbres vocales, los sonidos y los guiños a Pescado Rabioso, Spinetta Jade o alguna de las tantas encarnaciones solistas de Luis conforman una paleta de influencias que llegan a intervenir, sin invadir, un sonido que es propio y personal de la banda.

4° espacio lookeados by Rayosan
Tampoco entonces sorprenderá el buen gusto y la exquisitez que se manifiesta en cada pista de Polen. “Es rock argentino”, según definía escuetamente Ferrón en su reciente visita, para explicar por dónde iban las canciones, entre las que se destacan -y algunas hasta piden pista en la carrera de hits-  Fue, una bella balada de guitarra acústica y slide. Una guitarra distorsionada domina la acción en Fuego de ayer; mientras que en Pronóstico aparece como invitado un ex Jade como Juan del Barrio en teclados y sintetizadores. Otoño es otro de los momentos a mencionar, y casi cerrando el trabajo Rojo eléctrico y Solo la canción aportan buenos arreglos y pulsión rockera, respectivamente, y no está mal para un disco que no admite puntos flojos.
Acompañan a Daniel Ferrón (voz, bajo, guitarra acústica y eléctrica) y Matías Camisani (guitarra eléctrica, acústica, slide y tambura), Gustavo Horche en batería y, aunque no grabó en el disco, Gabriel Améndola en guitarra completa la banda. Pero además hay una larga lista de músicos invitados.

Alguna vez lo escuché a Spinetta refunfuñar sobre la tan mentada influencia que ejerció en las nuevas generaciones de músicos de rock argentino. “Yo escucho algunas bandas que, la verdad, no veo que las haya influenciado demasiado”, aseveraba frunciendo el ceño. No obstante si hubiera escuchado Polen el Flaco se sentiría satisfecho y reconfortado.