Finizzola, licenciado en heavy metal |
ENTREVISTA
Por Néstor Pousa
Julián Finizzola es un faldense
clase ‘71 que creció escuchando heavy metal. Pero no se conformó con ser solamente
un fan, aprendió a tocar la batería y junto a sus amigos fundó las bandas:
Sexton, llegando a participar del legendario Festival de Rock de La Falda; y M.A.G.M.A.,
aún en actividad pero ya sin Julián en sus filas, quien luego de finalizar el
ciclo secundario marchó a Córdoba a continuar sus estudios en la carrera de Psicología.
Con él analizamos este impensado desembarco en Córdoba de las más importantes bandas
del género que lo apasiona. Las sensaciones de un chico del interior del interior devenido en reconocido
profesional que exhibe una extensa foja de servicios en el área de la
psicología educacional y aplicada al deporte (el nombre del Club Atlético
Belgrano, entre otros clubes, aparece en su CV), pero que sin embargo nunca desatendió
su amor por la música y su pasión por lo que él define como un “movimiento
mundial”: el heavy metal.
¿Imaginaste alguna vez un
presente en el que todas tus bandas favoritas llegasen a tocar en Córdoba?, es
la pregunta que le lanzo para empezar a hablar del tema: “No solo no lo
imaginé, en nuestros años púberes ni siquiera podía llegar a ser un sueño
lisérgico. Eran tan grandes estas bestias que hasta por momentos creíamos, al
menos yo lo creía, que no eran reales. La música, los spandex, las hebillas y
muñequeras, los instrumentos, las paredes de Marshall, todo era fantástico,
surreal, más que mágico y por ende irrealizable”, dice Julían, que como un
auténtico headbanger se entusiasma al
hablar del tema.
-Muchos aseguran que con haber visto a los colosos
Metallica, Megadeth y Iron Maiden ya
están hechos, ¿vos ambicionas algo más?
“El psicoanálisis nos enseña que el deseo es el motor de la vida. La
libido, o energía vital, es aquello que moviliza la propia existencia. Así que
siempre habremos de tener algo más por desear. Personalmente creo que la gira
de las cuatro leyendas británicas sería un sueño: Iron Maiden, Black Sabbath,
Saxon y Judas Priest. Y por supuesto el sueño no imposible de un sólo concierto
multi-aglutinador de la reunión de (la ex banda argentina) Hermética. Fin de la
libido”, remata con una carcajada.
-Que hayan venido artistas míticos como Deep Purple y Robert Plant (la voz de Led
Zeppelin), ¿también entran en tu agenda soñada? “Esa
es una de las características en nuestro movimiento mundial. No nos movemos sólo
por una banda, nos movemos por eventos. Obviamente que un Top 10 mueve más
gente que otras bandas, pero el metalero apoya y se regocija con el evento en
sí mismo. Por supuesto que he visto todo lo que ha venido y estoy más que
satisfecho”, reconoce.
-El público de heavy metal es, generalmente,
muy fundamentalista. La recientemente confirmada llegada de Paul Mc Cartney a
Córdoba (15 de mayo en el Kempes) ¿te genera alguna expectativa o no te mueve
la aguja? “Valoro
al Beatle por su obra y trayectoria. Me gusta mucho la versión de Eleanor Rigby que hace O’Connor
(Claudio, otro de los referentes nacionales), y creo que ayuda a consolidar la
plaza. ¡Bienvenido Paul! pero igual prefiero a nuestro Paul… Stanley, un
pibito”, y lanza otra carcajada por su ocurrencia al citar al guitarrista y
cantante de Kiss.
-¿Hay público adolescente siguiendo el heavy metal?
¿está asegurado el futuro del género? “Fuimos,
somos y seremos un movimiento humilde pero muy sólido. Nos caracterizan el
compromiso, el respeto mutuo y la lealtad, mientras haya seres cultivando esos
valores habrá heavy metal por siempre. El metal es casi hereditario, artesanal,
muy personal y emocional. Guarda con recelo a las bandas de sus bronces y
saluda a las nuevas corrientes. ¡El metal nunca muere!”, enfatiza. “De hecho,
Maiden está tocando para tres y cuatro generaciones”.
-No hay dudas que Córdoba es la segunda plaza
del país, si de espectáculos internacionales hablamos, no obstante faltó algo
de público en el show de Maiden, como faltó con Bob Dylan y con Ringo Starr, al
igual que falta en los shows que ofrecen las bandas locales. ¿Cuál es tu
análisis? “No creo que sea muy
difícil de develar. Por un lado el metal, así como las bandas que mencionaste y
muchas otras más, desarrollan un producto artístico que encuadra entre
variables con un alto estándar de calidad en relación a su orfebrería. La
búsqueda en general de esas obras y agrupaciones enfoca determinada cantidad y
calidad de objetivos entre los cuales la masividad, la penetración comercial y
la efímera diversión no se encuentran en los primeros lugares. Si se logra algo
de eso, pues bienvenido sea, o no tanto, depende. Por otro lado Córdoba, como
provincia y como capital, es muy cosmopolita, está muy visitada y adoptante de
muchas culturas vecinas y el punto de encuentro de todo eso está en lo más popular,
divertido, pasajero, masivo. Además siempre nos gustó ser medio pa’ entendidos ¿no?,
y eso desde mi visión también nos ralea en convocatorias. Aunque también somos
grandes consumidores de material, merchandising,
información y sobre todo muy fieles y seguidores. Un maidenero tiene todos los discos, y va de adelante para atrás y de
atrás para adelante. En otros géneros no pasa… géneros, no solo grupos”,
examina Julián con gesto freudiano, aunque luciendo una impecable remera de
Megadeth.
-Tu actividad de licenciado en psicología
está íntimamente ligada al fútbol, ¿existe alguna forma eficaz para seguir
realizando conciertos multitudinarios en el Kempes sin comprometer el estado
del césped? “Entiendo que sí, pero no
conozco en profundidad la cuestión”.
Para finalizar: ¿cuál es tu podio
personal de los shows realizados hasta ahora en Córdoba? “Mi
top 3 sería el siguiente (enumera en orden ascendente): Megadeth en Orfeo,
segundo Anthrax en Cosquín Rock y primero Iron Maiden en el Kempes".