INAUGURACIÓN CALLE
Por Néstor Pousa
Cuando el viernes 30 de enero al mediodía quede inaugurada la calle “Norberto Pappo Napolitano”, serán tres las arterías de La Falda que recuerdan a reconocidas figuras del Rock Argentino. El proyecto tiene que ver con una idea integral sostenida a través del tiempo e impulsada por la productora de origen local LF Rock (Caro Amezaga y Andrés Fried), cuya primera acción fue en junio del 2001 con la imposición del nombre “Miguel Abuelo” a la ex Entre Ríos y siguió en diciembre de 2002 con la ordenanza que asignó el nombre de “Luca Prodan” al último tramo de la calle Carlos Gardel. Tanto la vía que recuerda al juglar y pionero del Rock en Castellano mentor de Los Abuelos de la Nada; como la del líder de Sumo en los 80’s y la que desde ahora llevará el nombre del creador de Pappo’s Blues y Riff, son calles que convergen en un lugar común, circundando el predio del Estadio Las Murallas y la pista de patín carrera en Villa Caprichosa, uno de los barrios más antiguos de la ciudad. Si bien están ubicadas en una zona suburbana alejada del centro, cuentan con un paisaje natural privilegiado e imponente. El cambio de nombre de la ex Corrientes que desde ahora recordará al gran violero de blues y rock fue sancionado por Ordenanza N° 2772 del HCD faldense. En la inauguración oficial estará presente Luciano Napolitano, único hijo del músico.
A
propósito de este acontecimiento, que ya empezó a tomar trascendencia nacional a
través de medios de comunicación y en redes sociales, nos comunicamos con Liliana
Napolitano, hermana del Carpo, para conocer su opinión sobre este
homenaje.
“Estoy muy
contenta con esto del nombre de mi
hermano en una calle de La Falda. ¿No te enojás si te pido un favor?” -me pregunta
Liliana en el inicio de nuestra conversación- “Que le trasmitas a la gente que
hizo realidad esto y a todos los de ese lugar, que mi agradecimiento es muy
grande, que muchas gracias por recordarlo”. Liliana, que se encuentra en este momento en San Diego, California, asegura
que: “Si estuviera en Argentina hubiese ido a la inauguración, pero quiero que
sepan que mi corazón va a estar allí presente”.
Ante la pregunta de si está radicada allá definitivamente, describe como transcurren sus días en la actualidad. “Acá viven todos mis hijos: el mayor en Miami, el segundo en San Diego,
donde yo vivo con él, y mi hija en Phoenix. Prácticamente estoy un poco acá y
otro poco en mi casa de la Paternal, normalmente viajo para Argentina alrededor
del 20 de febrero para estar el 25, que es la fecha del accidente y el 10 de
marzo que es su cumpleaños, y es cuando hacemos el homenaje en la plaza. Me
quedo más o menos hasta julio o agosto y me vuelvo, y así es mi vida desde que
él se fue, lo único que tengo ahora son mis hijos y mis nietos, y su recuerdo
que me acompaña siempre”.
Liliana Gladys es la única hermana de Pappo, que fue anotado como Norberto
Aníbal. El hermano del medio, Carlos Hugo, falleció poco antes de cumplir un
año. Liliana es 6 años mayor que Norberto, por lo que siempre su trato para con
él fue como el de una segunda mamá. Eso se podrá advertir durante la charla que
mantuvimos. Sus días en Argentina Liliana los pasa en la histórica casa de la
calle Artigas 1917 en La Paternal. “Ahí nacimos mis hermanos y yo -me cuenta- y
mi mamá cumplió sus 15 años en ella, o sea que es una casa familiar de más de
100 años. Ahí vivo, con mis recuerdos de toda la vida”. Y completa: “El
homenaje del 10 de marzo se hace en la plaza del barrio, a 8 cuadras de mi
casa, es la plaza donde jugábamos de chicos mi hermano y yo. Está en la Av.
Juan B. Justo al 4800 y se llama Roque Sáenz Peña, pero todos la conocen como La Plaza de Pappo, todos la llaman
así”.
Pappo padrino en la boda de Liliana (1970) |
-Todos lo recuerdan como un tipo
de familia. “Muy familiero, cariñoso y
respetuoso de su familia, yo te hablo con respecto a mis padres, a mí y a mis
hijos, siempre fue respetuoso y con códigos. Realmente muy buena persona, lo
extrañamos tanto, era un placer vivir con él, siempre nos hacía reír con sus
ocurrencias, nos ponía apodos a todos: a un amigo que era gordo le puso Jamón; al armoniquista Luis Robinson, Soplete. Un día llamó un muchacho
diciendo que su nombre era Pan,
‘Norberto me llama así porque dice que soy muy bueno’. Después hacía
imitaciones y tenía una risa contagiosa, contaba un cuento y el que lo
escuchaba se reía de verlo reírse. Cuando era chico y yo estaba estudiando con mis
amigas aparecía disfrazado de Drácula con colmillos de miga de pan y los labios
pintados con rouge ¡y nos asustaba!”, recuerda con ternura, Liliana.
-Ese aspecto de su personalidad lo
consigna Sergio Marchi en su libro El
Hombre Suburbano, ¿estás conforme con esa biografía? ¿le hace
justicia? “Sí. En todo libro hay cosas
que no son la realidad, pero también hay cosas que no se pueden publicar. En un
total está bien, pero hay muchas cosas que no son ciertas, pero Sergio escribió
lo que cada uno le contaba, es así”.
-¿Estás en contacto con Luciano,
tu sobrino? “No, de ninguna manera, es
una persona que borramos hace mucho tiempo de nuestras vidas”.
-¿Existe en el país alguna otra
calle con su nombre? “Sí, en San Luis, la calle donde está la
Escuela de Rock Norberto Pappo Napolitano, y así se llama la calle; y en
Rosario, pero no está inaugurada todavía. Por eso espero que salga todo bien,
que pasen la fiesta en paz y vuelvo a agradecer a La Falda por este homenaje
que es una caricia para mi alma. Y… que sea rock!”.
-¿Vos como lo nombrás: Norberto,
Pappo, Carpo?
“Para mí siempre fue y es Norberto”.