De
reciente aparición, el flamante “Tangazos”, primer disco en vivo en la carrera
del músico, recorre los clásicos que registrara en sus cuatro discos tangueros.
NOVEDADES DISCOGRÁFICAS
Por Néstor Pousa
Acaba de ver la luz Tangazos,
el flamante disco de Omar Mollo y
primero con registro en vivo, que repasa y resume buena parte de los temas
grabados con anterioridad en sus cuatro discos solistas de género tanguero,
desde 2012 a la fecha. Tangazos
contiene los clásicos que registrara en: Tango
(2003), Gola (2006), Y que siga (2008) y Barrio Sur (2012), este último ganador del Premio Gardel 2013 al
mejor álbum de cantante masculino de tango.
Estas renovadas versiones obtenidas en vivo durante una única presentación
en el Teatro ND Ateneo de Buenos Aires, la noche del 28 de mayo de 2014, ofrece
la posibilidad de chequear la polenta que un cantante nacido en el rock le imprime
a cada una de sus interpretaciones tangueras, con el plus que solamente se
consigue fuera del espacio de confort que ofrecen las cuatro paredes de un
estudio de grabación. En directo, en una sala repleta y con el feedback de la gente, se percibe definitivamente
el impacto que genera un artista. De ahí que en algunos casos resulte
imprescindible documentar ese momento.
“Nunca voy a dejar de cantar los clásicos”, reconoció Mollo a su paso por La Falda en el
pasado mes de julio, luego de su actuación en la 31° edición del Festival
Nacional de Tango en donde adelantó
parte de este nuevo material, hoy disponible en formato físico en las
disquerías.
Es que recurrir a los clásicos es volver a recuperar una vez más a esa
invencible pléyade de autores y compositores que alumbró este maravilloso género,
entre los que no faltan, ni faltarán, Aníbal Troilo y Cátulo Castillo, Gardel y
Le Pera, Demare y Manzi, Atilio Stampone, Dames y Sanguinetti, Cobián y
Cadícamo, Mores y Contursi y los hermanos Expósito, entre muchos más. Creadores
de una poesía y una música tan extraordinaria, y que tanto nos representa
aunque pretendamos mirar para otro lado y hacernos los “giles”.
El programa que se ofrece en Tangazos
es un manifiesto de ello, con una lista de 15 himnos indiscutidos, con Garúa inaugurando la escucha desde la
pista número uno, sitial de privilegio para, tal vez, una de las obras máximas
de todo el catálogo tanguero. Continúa con los absolutamente indiscutibles Melodía de arrabal, Desencuentro, Malena, Los cosos de al lao, Tarde, Pasional, Afiches, Nada, La última curda y Los
mareados. No podía faltar Se tiran
conmigo, un tango fundamental en los inicios de Omar en el Tango, y del que
ya había registrado dos versiones distintas: una con bandoneón en el ya citado Tango (2003), y otra sin bandoneón pero
con la base de batería de su banda de rock MAM en Opción, disco debut de estos, editado en 1999.
La parte final de Tangazos remite
al final del concierto, con una magistral versión de Grisel, con Naranjo en flor (y
su dedicatoria especial) y el cierre festivo de Que nadie sepa mi sufrir.
Omar Mollo ha encontrado en esta etapa de su carrera a los socios
perfectos para que lo respalden y que él ponga su voz. Ellos: Diego Ramos (piano
y arreglos), Hugo Satorre (bandoneón) y Hernán Cuadrado (contrabajo), componen
un trío de base que, desde la creación de los arreglos y la ejecución, parecen
más que tres. En esta oportunidad intervienen como invitados especiales Alicia
Alonso Baeza en violín y Lucas Caballero en cello (en Pasional, Gricel y Que nadie sepa…); junto a un gran staff
y la producción artística de Alejandro Pont Lezica.
Tangazos cierra un circulo en la carrera artística de Omar Mollo. Es, como
decíamos al principio, el resumen de once años de trayectoria en donde se definió
su dedicación full time a la excelsa
música del 2x4. Pero es también una fantástica antología. En la posibilidad que
tienen los intérpretes de poder armar su repertorio a placer, Mollo no se priva
de nada y selecciona la mejor banda de sonido del género, esa que durante tantas
décadas le cantó a la ciudad y a todos sus personajes -hombres y mujeres de la
vida real- que transitan por ese micro universo, afectados por las melodías de
arrabal de un barrio inquieto y plateado por la luna.-