Compañero de banco en la secundaria y primer socio
musical de Spinetta. Miembro fundador de Almendra y Aquelarre, Emilio Del
Guercio, protagonizó en El Pungo un recital histórico.
RECITALES
por Néstor Pousa
Luego de haber sido parte indivisa de Almendra, banda que sentó las bases del Rock Argentino; de formar
parte de Aquelarre, emblemática
agrupación de rock progresivo que demostró en España que el rock en castellano no
era un utopía; y de dejar registro de su posterior carrera solista con un solitario
álbum (Pintada, 1983), Emilio Del Guercio
desarrolló una carrera musical de un deliberado bajo perfil con ocasionales
apariciones sobre los escenarios. Por eso fue un inesperado placer ver su
nombre en la abultada agenda de recitales de la actual temporada estival en
Córdoba. Gestionada su visita para participar del 8° Encuentro de Cantautores
de Alta Gracia (16 al 19 de enero), este pionero de la música de nuestro país
programó una minigira cordobesa de cinco días consecutivos que el viernes 17 de
enero recaló en El Pungo bar de La Cumbre.
No podía
dejar pasar la oportunidad y explico por qué. Tuve la enorme suerte de ver a
Emilio en vivo con Aquelarre (Luna
Park, 1977) y con Almendra (La Falda,
1981), pero no había podido verlo en directo en su faceta solista. Además de
ser el último almendra que me quedaba
por conocer personalmente. Entiendo que estas cuestiones meramente personales
poco le importen al lector, pero debo aclarar que mi condición de fan absoluto
de la etapa inicial de la Música Contemporánea Argentina fue impactada por la
presencia de un artista al que la baja frecuencia de actuaciones no le quitaron
timing arriba del escenario y puede despacharse
con un concierto de casi dos horas de duración. Del Guercio no muestra sus
credenciales para que solamente eso baste, su performance en vivo es de una
entrega total. Reproduce, en estilo acústico, canciones de sus dos célebres
bandas, de su única opera solista y otras que aún permanecen inéditas, entonces
termino de darme cuenta que la velada va ser histórica. Acompañado con
solvencia por Leandro Marquesano (piano) y por la percusión del puntano Luis
Ocampo (cajón, platos y accesorios) quien habitualmente acompaña a otro ex Almendra,
Edelmiro Molinari, Emilio elige una de Aquelarre para comenzar, Yo
seré animal, vos serás mi dueño; luego aparecerán los clásicos de la banda con algunos datos de biografía.
En Brumas en la bruma menciona a Rodolfo Alchourrón, orquestador de la versión original, y al cantarla dirige con sus
manos una orquesta imaginaria. De Aves
rapaces, que fue inspirada por el
golpe de estado de Pinochet en Chile. De la emblemática Violencia en el parque, que
presagiaría una etapa trágica del país. Mientras que Silencio marginal estimulaba la participación del público al estilo
fogón.
Cuando revisó Almendra eligió hacerlo a través de sus contribuciones y, minuciosamente,
una de cada disco. Así, Que el viento
borró tus manos representó al memorable debut (Almendra, 1969), Camino
difícil hizo lo propio con Almendra
II (1970), Cambiándome el futuro
de Almendra en Obras (1979) y Las cosas para hacer, la joya escondida dentro de El Valle interior (1980).
Las canciones fundamentales convivieron sin
conflictos con Trabajo de pintor (de
Pintada); con Canción de amor y de locura,
que destacó entre las que pronto abandonarán la condición de inéditas (por
ahora se la puede chequear por YouTube) y Como
boomerang, conocida por la versión de Baglietto y por ser leit motiv de Cómo hice, el programa de televisión creado por el músico y en el
que recopila una antología de imprescindibles canciones argentinas (por Canal
Encuentro y Canal 10 de Córdoba).
Vecino de La Falda. “Conozco muy bien La Falda porque viví en
Valle Hermoso”, me cuenta Emilio, y sorprende con el dato que entre los 9 y
los 26 años vivió alternativamente entre Córdoba y Buenos Aires. Su padre era
dueño del hotel (actual FOCRA) que está en la curva de la entrada sur de la
vecina ciudad. “Fui al colegio en Valle
Hermoso hasta que me cambié al San Román donde lo conocí a Luis”, recuerda.
La apostilla demuestra que no rehúye a hablar de su gran amigo, por más que su
dolorosa pérdida aún no pueda asimilarse. En el San Román fueron compañeros de
banco y formaron su primer proyecto musical adolescente, antes que junto a
Edelmiro Molinari y Rodolfo García fundaran Almendra.
Si se imponía un homenaje, mejor con el Tema
de Pototo: “la soledad es un amigo
que no está, es su palabra que no ha de llegar igual”, fue lo que hace
muchos años escribió Spinetta y que Del Guercio cantó en los bises de un
recital histórico.-
Fecha: viernes 17/01/14
Lugar: El Pungo bar (La Cumbre)
Foto: myself
Fecha: viernes 17/01/14
Lugar: El Pungo bar (La Cumbre)
Foto: myself
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