jueves, 3 de junio de 2010

Rubén Juárez: el último tango


Por Néstor Pousa © 2010

“Me banco vivir y el ruido infernal, total los silencios me van a sobrar”, canta Rubén Juárez con su voz gastada de los últimos tiempos. Cuestión de ganas es un tango, pero bien podría ser un blues, y lo pongo una y otra vez en el equipo. A principios de esta semana partió el Negro, imprevistamente, casi sin aviso. Los programas de televisión abierta, sumidos en sus banalidades, reflejaron tibiamente la triste noticia. Casi sin darse cuenta que con él se iba uno de los músicos más trascendentes y emblemáticos de la música popular argentina contemporánea, sumándose a una lista de referentes insustituibles de nuestra cultura. La mala racha se prolongó demasiado en este último año calendario, y con Juárez se va otro artista más que no tiene sucesores a la vista.
No sé si su talento fue debidamente reconocido en vida, será que cultivaba un perfil bajo y un nivel de producción independiente, que igualmente no eclipsó al músico extraordinario que fue, como cantante, como notable bandoneonísta, como compositor. Único.
Con sus 62 años, tan cordobés y tan porteño, era un tanguero que buceaba en las raíces con respeto y profundidad; pero que se proyectaba al futuro experimentando nuevos sonidos y formas para que el tango fuera un género de aquí y ahora.
El Negro Juárez era un tanguero de ley, que la Guardia Vieja se quede tranquila y que nadie lo dude (“Viva el tango”, exclamaba, así terminaba siempre sus actuaciones); pero no le temblaba el pulso a la hora de fusionarse con músicos de otras vertientes. Y creó un estilo propio, un estilo que no tuvo similares, imposible de copiar.
En 1984 tuve casi mi primer contacto con su música cuando se unió con Juan Carlos Baglietto para una versión del tema Cotidiano del brasileño Chico Buarque. En ese encuentro sin fronteras geográficas ni estilísticas, aparecía el bandoneón y la voz de Juárez haciendo dúo con el rosarino. La música que tanto se empeñaron en inculcarnos nuestros mayores se nos empezaba a filtrar por el lugar menos pensado. ¿Qué el tango te espera a los 40? No lo sé, sí estoy seguro que al tango no le podés sacar el cuerpo cuando viene de la mano de exponentes genuinos. Muchos formamos parte de esa generación que empezó a “descubrir” la música y la poesía ciudadana con Piazzola, Troilo, el Polaco Goyeneche, Atilio Stampone y Rubén Juárez.
En La Falda tuvimos la suerte de conocerlo de cerca a Rubén, su relación con esta ciudad fue constante y empezó a través del "Festival Nacional del Tango", luego se prolongó en actuaciones en peñas, salas y pubs; y en un momento hasta se propuso reflotar como organizador y productor el glorioso y posteriormente alicaído festival. No le fue bien, pero lo intentó y le puso el “cuore”. Después, siempre dijo presente, aún cuando algún problema de salud le boicoteaba la función.
Hay instantes imborrables de sus actuaciones en el Auditorio Municipal y quedarán ahí para siempre como una foto. Con la interpretación de Los cosos de al lao, acompañándose sólo con su bandoneón, nos enseñaba que los silencios en la música son tan importantes como los sonidos. Nadie tocaba el fuelle y cantaba como el Negro, no necesitaba una gran orquesta para dejarte con la boca abierta, y no sé si habrá alguien que pueda seguir su escuela.
Otro recuerdo: la versión de Malena, un clásico, pero acompañado solamente por bajo eléctrico con un cielo estrellado de verano como fondo. Seas del palo que seas, si eso no te conmovía, eras de piedra.
Y así cientos de momentos de un intérprete tan exquisito y sutil como pasional, que ponía las tripas y el corazón en cada nota; dueño de un carisma y un magnetismo propio de un verdadero frontman.
Y otra vez esa estrofa, “me banco vivir y el ruido infernal, total los silencios me van a sobrar”, que me sigue dando vueltas en la cabeza. Y el Negro que se fue así, de golpe, sin aviso, pero nos dejó la inmensidad de su música maravillosa.-


Rubén Juárez, "Encuentro en el Estudio" con Lalo Mir, su versión de "Yesterday" (de Lennon-Mc Cartney), Ge...nial!!!

2 comentarios:

  1. Estimado
    que fina y acabada su pensar sobre el maestro.
    lastima que se gasto todo el aire de vida para arrancarle tantas lagrimas a su blanco bandoneon
    fabian pala

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  2. Muchas gracias Amigo
    Y sí, es así como Ud. dice
    un abrazo
    Néstor Pousa

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