Carlos García López, guitarrista de La Torre, Zas y Charly García, editó su tercer solista. “Esta vez invita el Negro”, como lo dice su título, es una devolución de gentilezas.
NOVEDADES DISCOGRÁFICAS
Por Néstor Pousa © 2010
Uno de los guitarristas más requeridos y codiciados de la escena argentina es Carlos García López. Desde sus inicios como guitarra líder en La Torre, banda que integró en el primer lustro de los 80’s junto a Patricia Sosa y Oscar Mediavilla, sus enormes dotes para las seis cuerdas lo fueron llevando a cambiar de banda. El primero que reparó en él fue Miguel Mateos quien lo tentó para formar parte de un Zas reciclado que pretendía con el guitarrista conseguir mayor solvencia rockera. El Negro García López se dejó tentar y abandonó La Torre en pleno éxito. El cambio de fichaje se concretó durante el mismísimo “Festival de Rock de La Falda” en 1986. En el Auditorio Municipal, en la misma noche, tocó por última vez para La Torre y debutó con la nueva formación de Mateos, todo un hito para la ciudad y para la música de entonces.
Pero el entusiasmo por Zas -demasiado pop para su fibra rockera- le duró poco al Negro que ya estaba flirteando (musicalmente, claro) con Charly García, un personaje muy afecto a reclutar para sí, músicos consolidados en otras bandas. Después de algunas idas y vueltas, el presente lo encuentra nuevamente junto Charly, haciéndole el aguante en su actual formación y en el proceso de recuperación física, mental y musical.
En paralelo a su carrera como músico de otros, García López no dejó pendiente la posibilidad de ser protagonista de su propio proyecto. Como solista grabó el disco Da Cruz (1992) y Números rojos (2006) con La García López Band. Aún sin conseguir demasiada repercusión con ninguno de ellos, sus perfomances en vivo eran siempre de una intensidad propia del más poderoso rock and roll, cuando está en manos de un virtuoso como él.
Continuó siendo convocado por otros colegas, porque tenerlo al Negro en el escenario o en el estudio es darle volumen y tensión al sonido, aunque a veces se corra el riesgo que haga poner colorado al guitarrista que tenga al lado. En febrero en el Festival Cosquín Rock -al que concurrió acompañando a Charly- lo vimos también como invitado en el show de Viejas Locas, convirtiendo esa parte del set en lo más sobresaliente de la presentación de la reformada banda que comanda Pity Álvarez.
Pero nada hará olvidar al Negro de su plan solista, por eso en 2010 sale de nuevo al ruedo con el que es su tercer disco propio. Esta vez invita el Negro (editado el 11 de febrero pasado) es una devolución de gentilezas a todos sus amigos y colegas.
De hecho es un disco “de invitados”, ese es el carácter, a pesar que una de las cosas que más se destacan es el sonido de su guitarra, y lo bien que suena la banda, un power trío que por momentos suena muy hard, y está integrado por Claudio Bolterstein en bajo y Mariano López, su sobrino, en batería.
La lista de invitados tiene una particularidad, y es que si hacemos una rápida lectura, además de encontrar nombres notables, veremos que estos representan a todas las décadas de agite rock en la Argentina. Así, el trabajo abre con Siempre, tema que trae de invitado a otro Piti, el de Las Pastillas del Abuelo, quien pone la particular garra y actitud del rock actual.
El track 2 se titula Será, uno de los momentos más sobresalientes del disco, en donde aparece David Lebón; e inmediatamente el vampiro Juanse (Ratones Paranoicos) hace de las suyas acompañando al Negro en Solo por hoy. Con la escucha de estas tres primeras pistas ya se percibe que, o bien fueron compuestas para ellos, o son los invitados los que ponen su inconfundible impronta, porque a cada uno le calza como un guante la canción que le toca.
Nada más que dos temas de los doce nos muestran a la banda pura, esos son Sueños y Tratar, y después siguen los invitados: Los Tipitos en Nada de nada, Willy Quiroga (Vox Dei) en Indios y Facundo Soto (Guasones) en Quiero ver. En tanto que el tema También, nos devuelve al recuperado Charly García cantando increíblemente bien; tan bien como hacía mucho que no lo escuchábamos. Y finalmente Pity Álvarez (Viejas Locas-Intoxicados-Viejas Locas) un nuevo amigo del Negro, que no podía faltar, pone su voz en A mi lado.
Tal vez lo menos consistente de este trabajo sean las letras, que hablan sobre los avatares de la vida rocker, amoríos y esas cosas, sin ser demasiado profundas. Pero todo lo suple el sonido de rock and roll en donde las partes y solos de guitarra de García López (look a lo Mona Giménez con Telecaster) son francamente notables. Un disco recomendado para los amantes de este género en su estado crudo.
NOVEDADES DISCOGRÁFICAS
Por Néstor Pousa © 2010
Uno de los guitarristas más requeridos y codiciados de la escena argentina es Carlos García López. Desde sus inicios como guitarra líder en La Torre, banda que integró en el primer lustro de los 80’s junto a Patricia Sosa y Oscar Mediavilla, sus enormes dotes para las seis cuerdas lo fueron llevando a cambiar de banda. El primero que reparó en él fue Miguel Mateos quien lo tentó para formar parte de un Zas reciclado que pretendía con el guitarrista conseguir mayor solvencia rockera. El Negro García López se dejó tentar y abandonó La Torre en pleno éxito. El cambio de fichaje se concretó durante el mismísimo “Festival de Rock de La Falda” en 1986. En el Auditorio Municipal, en la misma noche, tocó por última vez para La Torre y debutó con la nueva formación de Mateos, todo un hito para la ciudad y para la música de entonces.
Pero el entusiasmo por Zas -demasiado pop para su fibra rockera- le duró poco al Negro que ya estaba flirteando (musicalmente, claro) con Charly García, un personaje muy afecto a reclutar para sí, músicos consolidados en otras bandas. Después de algunas idas y vueltas, el presente lo encuentra nuevamente junto Charly, haciéndole el aguante en su actual formación y en el proceso de recuperación física, mental y musical.
En paralelo a su carrera como músico de otros, García López no dejó pendiente la posibilidad de ser protagonista de su propio proyecto. Como solista grabó el disco Da Cruz (1992) y Números rojos (2006) con La García López Band. Aún sin conseguir demasiada repercusión con ninguno de ellos, sus perfomances en vivo eran siempre de una intensidad propia del más poderoso rock and roll, cuando está en manos de un virtuoso como él.
Continuó siendo convocado por otros colegas, porque tenerlo al Negro en el escenario o en el estudio es darle volumen y tensión al sonido, aunque a veces se corra el riesgo que haga poner colorado al guitarrista que tenga al lado. En febrero en el Festival Cosquín Rock -al que concurrió acompañando a Charly- lo vimos también como invitado en el show de Viejas Locas, convirtiendo esa parte del set en lo más sobresaliente de la presentación de la reformada banda que comanda Pity Álvarez.
Pero nada hará olvidar al Negro de su plan solista, por eso en 2010 sale de nuevo al ruedo con el que es su tercer disco propio. Esta vez invita el Negro (editado el 11 de febrero pasado) es una devolución de gentilezas a todos sus amigos y colegas.
De hecho es un disco “de invitados”, ese es el carácter, a pesar que una de las cosas que más se destacan es el sonido de su guitarra, y lo bien que suena la banda, un power trío que por momentos suena muy hard, y está integrado por Claudio Bolterstein en bajo y Mariano López, su sobrino, en batería.
La lista de invitados tiene una particularidad, y es que si hacemos una rápida lectura, además de encontrar nombres notables, veremos que estos representan a todas las décadas de agite rock en la Argentina. Así, el trabajo abre con Siempre, tema que trae de invitado a otro Piti, el de Las Pastillas del Abuelo, quien pone la particular garra y actitud del rock actual.
El track 2 se titula Será, uno de los momentos más sobresalientes del disco, en donde aparece David Lebón; e inmediatamente el vampiro Juanse (Ratones Paranoicos) hace de las suyas acompañando al Negro en Solo por hoy. Con la escucha de estas tres primeras pistas ya se percibe que, o bien fueron compuestas para ellos, o son los invitados los que ponen su inconfundible impronta, porque a cada uno le calza como un guante la canción que le toca.
Nada más que dos temas de los doce nos muestran a la banda pura, esos son Sueños y Tratar, y después siguen los invitados: Los Tipitos en Nada de nada, Willy Quiroga (Vox Dei) en Indios y Facundo Soto (Guasones) en Quiero ver. En tanto que el tema También, nos devuelve al recuperado Charly García cantando increíblemente bien; tan bien como hacía mucho que no lo escuchábamos. Y finalmente Pity Álvarez (Viejas Locas-Intoxicados-Viejas Locas) un nuevo amigo del Negro, que no podía faltar, pone su voz en A mi lado.
Tal vez lo menos consistente de este trabajo sean las letras, que hablan sobre los avatares de la vida rocker, amoríos y esas cosas, sin ser demasiado profundas. Pero todo lo suple el sonido de rock and roll en donde las partes y solos de guitarra de García López (look a lo Mona Giménez con Telecaster) son francamente notables. Un disco recomendado para los amantes de este género en su estado crudo.