viernes, 7 de noviembre de 2014

Jorge Fandermole: versiones de autor

Fander nos presenta “Fander”, su flamante álbum doble en el que repasa parte de su obra previa, a la vez que estrena nuevas canciones que manifiestan su vigencia. Conversamos con él.

NOVEDADES                                                                                  
Por Néstor Pousa

Lo primero que impacta mi atención una vez que ingreso en Sala de las Américas de la Ciudad Universitaria en el momento en que Jorge Fandermole inauguraba su actuación con una versión actualizada de Río marrón, es el silencio absoluto en el que se mantiene la platea. Hay algo de ceremonia en esa forma de disfrutar la música y mucho tiene que ver con la expectativa; la misma que provocó que se agotaran localidades logrando un lleno total no muy frecuente en los últimos tiempos salvo, claro está, honrosas excepciones. Se entiende, porque el santafecino llegaba a esta ciudad que lo tiene al menos una vez al año en su cartelera de espectáculos, con un flamante disco bajo el brazo.
Fander vino a presentarnos Fander y la ocasión merecía una celebración así, a escalas mayores, porque Fander es un álbum doble de gran resolución, editado por el sello Shagrada Medra en abril de este año y que había sido previamente tocado en Buenos Aires, La Plata, Mar del Plata y Rosario. Córdoba, la siguiente parada, es precisamente una ciudad que profesa un amor incondicional por el músico nacido en Pueblo Andino, patria chica distante casi 50 kilómetros al noroeste de Rosario. Un amor que empezó a forjarse a fines de los ‘90, desde las épocas de Arrope aquel mítico pub que inauguró la movida musical y cultural en Alta Córdoba. El hombre atrás de aquel proyecto pionero fue José “Pepe” Morlans, hoy amigo personal y productor local del creador de la Oración del remanso.   
La historia preliminar indica que Jorge Fandermole fue uno de los baluartes autorales de lo que en 1982 emergió con el nombre informal de Trova Rosarina, con fecha de fundación simbólica en el verano de 1982 en La Falda, durante la tercera edición del Festival Argentino de Música Contemporánea. Juan Carlos Baglietto, punta de flecha de aquel movimiento no premeditado interpretaba Era en abril, uno de los principales números de un temprano repertorio; una canción de Jorge Fandermole que rotó incansablemente en los medios y que su autor curiosamente siempre se abstuvo de grabar. La había compuesto a los 15 años y para cuando se transformó en hit de difusión él ya lo había cantado demasiado tiempo, argumenta.


Pero la carrera de Fandermole se sustenta con una vigencia notable por ser uno de los autores y compositores más lúcidos de habla hispana, y a la vez uno de los más recurridos por otros intérpretes. Su presente tiene que ver con un nombre necesariamente autorreferencial: Fander, un acertado título que legitima el apodo con el que ha sido afectuosamente llamado desde hace muchísimo tiempo. Así bautizó a su flamante álbum que se desdobla en dos volúmenes distintos en contenido. Fander lo resume así: “El disco 1 tiene canciones de un repertorio más reciente y en el 2 corresponden a nuevas versiones de producciones de los años ‘83, ‘85 y ’88 que estaban en vinilo; la idea era recuperarlas un poco porque no habían sido reeditadas y en esos discos había un material que a mí particularmente me interesaba volver a poner a circular después de mucho tiempo, porque hay generaciones que no lo habían escuchado, y por algunas de esas canciones todavía tengo un especial afecto, todavía las canto y quería que suenen de nuevo”.
Cuando le comento que el disco de versiones no luce como un repaso “a la grandes éxitos”, sostiene: “No, son canciones que yo prefiero, o que estaban allí como sumergidas, ocultas y ya no sonaban. Tal vez no sean las que más se escucharon en su momento, es cierto, pero son las que a mí más me gustan”.
Sí aparecen Río Marrón, Tema del vino y Canción de navegantes representando a esos clásicos impostergables de principios de los 80’s; junto a otras como Puerto Pirata (escrita con Lucho González) y Carcará. Para su autor, actualizarlos implicaba: “Buscarles una sonoridad que tuviese que ver con cómo uno siente esas canciones hoy. Estas versiones nuevas pasan un poco por el oído de uno de hoy, así fue que ambos discos por más que sean de repertorios muy diversos en cuanto a origen, tienen una buena unidad en cuanto a lo sonoro”. Suscribo este último concepto.

Entre las nuevas composiciones está Hispano, una de esas canciones perfectas, con un texto que se manifiesta claramente sobre nuestros controvertidos orígenes, donde predice: “Ya saldará nuestro idioma sus dos deudas con la historia: pedir perdón tras los mares y aquí guardar la memoria”. La conocimos por la extraordinaria interpretación de Baglietto y ahora Fander deja un registro de su exquisita versión de autor. Y apunta: “La compuse en el 2004, año en el cual toda la ciudad de Rosario se sumó a lo que fue el Congreso de la Lengua Española. Surgió con la idea de formar parte de las festividades de ese evento, pero finalmente no sucedió y la canción quedó en el repertorio. Fue evolucionando, la arreglamos y quedó tal como la conocemos hoy”.
Hispano es uno de los puntos sobresalientes del disco 1, pero no el único, ya que figuran composiciones de profunda belleza poética y enorme musicalidad como Alunados, Yarará, Aquí está la marcha, La luminosa y Corazón de bombisto.
Sustentan la labor de Jorge Fandermole, en la ficha técnica y en los vivos, sus dos habituales compañeros de ruta: Marcelo Stenta (virtuosa guitarra solista y coros) y Fernando Silva (bajo, contrabajo y violoncello); reforzados por el pulso certero de Juancho Perone (percusión), Carlos Aguirre (piano, flauta e instrumentos digitales), Julio Ramírez (acordeón) y las voces de los cantautores Julián Venegas y Lucas Heredia (coros).

Así se armó Fander, un trabajo ambicioso desde su concepción que arrojó como resultado uno de los mejores discos del 2014. Que dejó a todos conformes, en especial a su responsable que revela: “Llevó mucho tiempo de gestación, sobre todo por esta dinámica de las producciones independientes que a veces te llevan más tiempo de lo que sería lo conveniente en el mercado estándar, además por ser un mercado tan conflictivo y crítico como lo es el del disco, actualmente”.-

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