miércoles, 11 de enero de 2023

LA RENGA en LA FALDA

A 20 AÑOS DE UN CONCIERTO HISTÓRICO


Por Néstor Pousa


Tal vez pocos lo recuerden y otros ni siquiera lo sepan, pero La Renga alguna vez tocó en La Falda. Fue el sábado 11 de enero de 2003 en el Auditorio Municipal.
En estos días se cumplieron 20 años de ese histórico concierto producido por la empresa Perro Records de José Palazzo y el Perro Emaides.

La banda de Mataderos y la producción completa, se alojaron en la modesta Hostería Las Playas de esta ciudad. Esa antigua hostería que nos remite a otros tiempos del pueblo La Falda fue la base de operaciones de lo que denominaron Gira Serrana 2003 que también programaba un show en Mina Clavero al día siguiente, pero que fue suspendido por decisión del municipio de aquella localidad.

Era la gira de presentación de “Documento Único”, un EP que habían lanzado el año anterior, con tres canciones: Dementes en el espacio, Detonador de sueños y Hielasangre. De hecho este trabajo fue un adelanto del siguiente disco de la banda que se publicaría durante 2003.
 
Compartieron escenario en La Falda con: la banda chilena Weichafe, El Puñetazo y Motor Loco (del ex-Viejas Locas, Fachi).

Las cifras oficiales apuntaron que cerca de 3000 fanáticos asistieron a la presentación en el domo faldense.

Días después la revista Rolling Stone Argentina elegía a La Renga como “Artista del Año” y ponía en su portada una foto del Chizzo Nápoli en acción en La Falda con su cabeza totalmente rapada, look que por entonces estaba estrenando.
 
La Renga formaba con Chizzo: voz y guitarra - Teté Iglesias: bajo - Tanque Iglesias: batería - Chiflo: saxo y trompeta - Manu: saxo y armónica.




LA RENGA ARTISTA DEL AÑO

Luego de la atronadora presentación en el Auditorio Municipal, la revista Rolling Stone Argentina lanzaba su edición número 59 (Febrero 2003) en el que La Renga eran los principales protagonistas.
El motivo: publicar los resultados de su encuesta anual 2002. “Por abrumadora mayoría, el staff de Rolling Stone eligió a La Renga como Artista del Año y Banda del Año 2002…”, expresaba el texto editorial firmado por Fernando Sánchez, Editor Musical de RS.
 
Ese número de la revista especializada en rock, venía con foto del Chizzo Napoli en la portada y en el poster central. Y una jugosa entrevista exclusiva con la banda.  Absolutamente todo (portada, poster y entrevista) producido en La Falda durante la previa de aquel espectacular concierto realizado el sábado 11 de enero de 2003.

Bonus track: En la entrada al auditorio la producción de La Renga entregó a los asistentes al mismo, ejemplares del fanzine “El Precipicio” con las letras de las 3 canciones del EP “Documento Único”.









El Chizzo con el público en el Auditorio Municipal, La Falda.
(Revista RS)








Chizzo, Teté y Tanque almorzando canelones en una modesta hostería faldense (Revista RS)

















Portada del fanzine "El Precipicio"
con las letras del EP "Documento Único"


#LaFaldaEnTiempoDeRock

sábado, 19 de noviembre de 2022

Calamaro y su voz como cantor

Calamaro en Córdoba
RESEÑA DE SU RECITAL EN CÓRDOBA

Por Néstor Pousa

Hubo un momento de inflexión en el recital que Andrés Calamaro ofreció la noche del jueves 17 de noviembre en Córdoba. Fue cuando entonó su canción “Maradona” (que no por casualidad lleva el número 10 en la lista), seguida del bolero “Espérame en el cielo” y “Estadio Azteca”, una especie de suite maradoniana con referencias tanto explícitas como implícitas al astro mundial nacido en Fiorito. Iban 45 minutos y el concierto estaba a punto caramelo.

Antes de esa conmovedora trilogía la lista había transitado climas de todo tipo sin nunca menguar la expectativa. Inició con “Bohemio” en una reversión distinta a la original. La balada “Cuando no estás” rompió el primer coro colectivo en un estadio que lucía colmado en su capacidad máxima (sold out). Siguiendo con “Verdades afiladas”, el hit de Cargar la suerte.

“Para no olvidar” fue el primer rescate perteneciente a Los Rodríguez y la ovación fue total. Siguieron “Me arde” y “All you need is pop”, que con entonación grave y oscura hizo que la multitud se entregara a escuchar con devoción.

Calamaro-Gotusso: un dúo dinámico

Sorpresa la de Zoe Gotusso presentada por Andrés como la gran artista cordobesa. Juntos protagonizaron una hermosa versión de la balada de amor “Tantas veces”. Con guiños cómplices entre ambos intérpretes, la cordobesa se movió con gran soltura, interactuando con su anfitrión como si fueran grandes amigos de toda la vida. 

Saltamos entonces a la segunda parte con una seguidilla de canciones/clásicos que no dieron respiro, al calor de una noche con clima agobiante afuera y más aún adentro del recinto. Una de las grandes pasiones de Calamaro es la salsa. Conocedor y coleccionista de ese género musical lo manifiestó luciendo una remera con estampa de Willie Colon y en momentos musicales con la coda añadida a “Los aviones”, que finaliza con el estribillo de “El ratón” de Cheo Feliciano y un enganchado con “Tuyo siempre” para que la pista, desde adelante y hasta el fondo, comenzara a menearse al son de la cumbia.

Otro momentazo de esta gira es la buena versión que banda y cantante sacan de “Para siempre”, cover de aquel hit histórico de Ratones Paranoicos, el  que pegado a “Mi enfermedad” suman nuevos momentos que nos recuerdan a Diego.

La recta final sale de memoria y pasa por los diversos estilos de un compositor tan ecléctico como prolífico. Absolutamente nadie dejó de cantar y saltar con la rumba de “Sin documentos”, “El salmón”, “Flaca”, “Alta suciedad” y “Paloma”. Volviendo para un set de bises con “Crímenes perfectos” (que la gente cantó  de principio a fin) y “Los chicos” con la pantalla explotando en imágenes de amigos ausentes.


Andrés Calamaro pasó por Córdoba cumpliendo con una de las escalas más importantes y exigentes de una gira internacional tan extensa como exitosa. Agradeció seguir gustando aquí. Cumplió con su propia premisa de hablar menos y cantar más. Tocó mucho la guitarra esta vez y presentó con honores a su banda que integran: Mariano Domínguez al bajo, Martín Bruhn (“el oriundo de Córdoba”, sic) a la batería, Germán Wiedemer en piano y teclados y Julián Kanevsky en lead guitar. Un quinteto que suena tremendo y con muchos matices.

Luego de atravesar dos años de insospechada pandemia y encierros forzados, este socio de la soledad volvió a por todo y honró una vez más aquella sextilla hernandiana con la que remata cada final de Estadio Azteca: “Porque ante tanto rigor y habiendo perdido tanto, no perdí mi amor al canto, ni mi voz como cantor”.

Fotos: Juanjo Coronell

viernes, 2 de septiembre de 2022

La Trova Rosarina en La Falda: 40 años después



Por
Néstor Pousa

1982. Aún resuenan los acordes de una noche inolvidable en el Auditorio Municipal de La Falda. Los que tuvimos la fortuna de estar presentes aquel sábado 6 de febrero, durante el tercer capítulo del legendario Festival Argentino de Música Contemporánea que se realizaba en esta ciudad, podemos decir que fuimos testigos privilegiados de algo único e irrepetible. 

Aquella edición prometía una cartelera prodigiosa con los más altos exponentes del rock argentino del momento (Seru Giran, León Gieco, Litto Nebbia y Los Músicos del Centro, Raúl Porchetto, Los Abuelos de la Nada, Pedro y Pablo, Dulces 16, Orion's) y entre ellos un ilustre desconocido que llegaba desde Rosario. Juan Carlos Baglietto no era un novato, ya sea integrando la mítica banda “Irreal” o como solista, acreditaba un largo recorrido de ruta y recitales, desde su ciudad natal hacia San Nicolás, Buenos Aires, Tucumán y hasta algún célebre garito de los que pululaban en la capital cordobesa sabían de la calidad y el magnetismo de este intérprete, alumno avanzado de la carrera de arquitectura que había abandonado ese destino para dedicarse a la música a tiempo completo.

Pero el público que se congregaba año a año en La Falda no tenía demasiadas referencias de él, que llegaba con la intención de imponer junto con su estilo un puñado de canciones inéditas. Contaba, sin saberlo, con la complicidad de Mario Luna, creador y organizador del festival, quien se había encargado de difundir en su programa radial “Alternativa”, esos temas (“Mirta, de regreso”, "Era en abril", entre otros) que en breve pasarían a formar parte de Tiempos difíciles, el exitoso álbum debut del nacido en el popular barrio de Arroyito.

Muchas veces lo conté, esa noche había cierta expectativa de que algo iba suceder, pero fue una sensación absolutamente apabullante cuando finalmente Juan Baglietto, solo con su Ovation, emergió desde las profundidades de un escenario en penumbras. Le bastaron los primeros acordes para que un auditorio, absolutamente colmado de gente como en sus mejores noches, virtualmente explotara.  Dos canciones, La censura no existe y Mirta, de regreso, para meterse al público en el bolsillo y abrirle la puerta a una camada de músicos rosarinos como él, a los que llevó como banda de acompañamiento. Aunque en rigor eran mucho más que eso, eran todos solistas en potencia. Integrando aquel combo fantástico e inusual aparecían: Silvina Garré, Fito Páez y Rubén Goldín; además de Sergio Sainz y Zappo Aguilera. 

Baglietto obtuvo un recibimiento solo reservado para las grandes figuras ya consagradas. Resultaba obvio que con su revelación faldense nacía una nueva estrella en el firmamento de la música contemporánea argentina, a la vez que se acuñaba el concepto de Trova Rosarina que se iría consolidando con el tiempo. 

2022. Este próximo sábado 3 de septiembre sobre el mismo escenario, pero 40 años después, se volverán a reunir esas voces que marcaron una época. Nuevamente de la mano de Mario Luna, el Auditorio Municipal de La Falda será el lugar indicado, la parada que no le podía faltar a esta gira, para que La Trova Rosarina, esta vez representada por Juan Carlos Baglietto, Silvina Garré, Rubén Goldin, Jorge Fandermole, Adrián Abonizio y Fabián Gallardo, se reúnan una vez más a celebrar el presente. 

miércoles, 27 de julio de 2022

La Falda Tango 2022: Por la vuelta










En la previa se suponía como un gran desafío para los organizadores la realización de la edición número 38 del Festival Nacional del Tango de La Falda que finalizó el pasado sábado 23 de julio.
Volver al formato presencial implicaba vencer la inercia de dos ediciones inevitablemente suspendidas por la pandemia y tres años de distancia desde la última. Era lógico entonces que todo fueran dudas. Dudas que se disiparon ante el rotundo éxito de una edición que quedará guardada en la memoria.
Las emociones fuertes empezaron desde muy temprano el viernes 22 (primera gala) en el Auditorio Municipal Carlos Gardel, con la presentación  de la Orquesta Escuela Municipal de Tango de La Falda, cuerpo estable oficial fundado por su director y arreglador Mauricio Martínez. Con un repertorio muy pulido certificaron la primera ovación de la noche en una actuación que debe calificarse, en términos festivaleros, de consagratoria.
Fue la misma noche de Eduardo Impellizzieri, ganador de la Final de Voces Masculinas representando a la Sub Sede Esperanza (Santa Fe). Alberto Guevara, quien se adjudicara el mismo certamen en 2019. La expresiva Ana Fontán, en su segunda visita a este festival. Esteban Morgado Cuarteto, un clásico esperado en la grilla. Leandro Ponte, el brillante ganador del certamen en 2014, quien presentó temas de su disco Historias de amor en Tango, acompañado por el cuarteto estable del festival (Mauricio Martínez, Lisette Grosso, Ana D’Ambrosio y Gabriel López Yehia) un desprendimiento de la orquesta escuela. La actriz y cantante María José Demare regresaba tras algunos años de ausencia con su personalísimo estilo,  acompañada por Morgado Cuarteto y el pianista Daniel García.
Raúl Lavié era uno de los más esperados de esa noche y el Negro devolvió tanta expectativa con una de sus mejores performances de los últimos diez años sobre ese mismo escenario. Para él es menester seguir cantando los grandes clásicos y entregó versiones memorables de La última curda, La bicicleta blanca y Balada para un loco, ante un público emocionado y aplaudiendo de pie.
El final de la primera noche llegaría con un debutante en el ciclo, Cucuza Castiello, un renovador del tango en términos estéticos; y la dupla de José Colángelo y Franco Luciani, piano y armónica para su proyecto en dúo titulado Tango Improvisado.
 
Osvaldo Piro y Tana Rinaldi: cumbre tanguera
El sábado 23 (segunda gala) no daría respiro. Gloria Guerra haciendo uso de su tiempo de escenario por haberse adjudicado el Certamen de Voces Femeninas (Sub Sede Amigos del Museo Carlos Gardel, CABA), mostró el aplomo de una cantante profesional. La faldense Lourdes Galiano, de tan solo 13 años, desplegó todo su dramatismo interpretativo en piezas como Canción Desesperada. El cordobés Marcelo Santos llevaba bien la cuenta de sus ausencias como solista en esta fiesta, 7 años sin venir fueron suficientes para volver con un espectáculo propio, de gran musicalidad y estilísticamente variado. Fue uno de los pocos que llegó con invitados, fue cuando convocó al folklorista cordobés Pablo Lozano para entonar juntos Una Carta de Daniel Toro.  
La intensidad iba en aumento cuando apareció en escena el Contramano Tango 4. Comandados por Mauricio Martínez (guitarra eléctrica y arreglos) y Lisette Grosso (bandoneón y voz) y la mitad de su plantilla renovada tras las incorporaciones de Andrés Sánchez en piano y Rodrigo Yáñez en bajo eléctrico. Brindaron una actuación descollante con una respuesta, pocas veces vista, con el público irrumpiendo con aplausos cerrados en medio de los temas. Notables desempeños en los solos (Libertango) como en las partes vocales (Gota de lluvia, Desencuentro), y un perfecto ensamble los convirtieron en uno de los puntos más altos de esta edición.
 
A continuación uno de los grandes aciertos de la grilla de este año: Inés Cuello y La Grela, dejaron concierto imposible de olvidar. Es la simbiosis perfecta de una eximia solista con un quinteto que se las trae. Juntos concibieron la obra titulada Gardel, disco nominado a los Premios Gardel 2022, instancia que se definirá en agosto próximo. Su repertorio para la ocasión fueron las canciones de ese trabajo que rinde tributo al Zorzal.
Osvaldo Piro y la Tana Rinaldi, un tándem casi inédito, pisaba el escenario de La Falda. Se sabe que grabaron un disco próximo a salir y que será la primera vez que lo firmen como dúo. La Falda Tango no se podía dar el lujo de perderse este show tantas veces aclamado en Buenos Aires. Tres temas del Maestro Piro, Diagonal (un estreno dedicado a La Falda), Milonga para Pichuco y Córdoba City, oficiaron como prólogo para la entrada de la Tana que se entregó a la inmejorable selección de clásicos arreglados por Piro y ejecutados por una orquesta de doce profesores. Patio mío (en soberbia versión), Sur, Fuimos, Yuyo verde, Como dos extraños y Tinta Roja, fueron precedidas por largas alocuciones de la calificada intérprete. Una cumbre tanguera de antología que excede los límites propios de esta edición.
Quedaba más, quedaba mucho más. El turno del Ballet José Hernández, un cantor al estilo de Grandes Valores como Alberto Bianco, los experimentos y fusiones de estilos de Tango Loco y el regreso luego de diez años de ausencia del renombrado Sexteto Mayor, próximos a cumplir los 50 años de existencia. La jerarquía de sus actuales integrantes, la exuberancia de sus arreglos que no caducan y un grand finale con Lluvia de estrellas, Muerte del ángel y Canaro en Paris, son marca registrada. 
Final que no fue final porque faltaba la milonga con música en vivo a cargo de la Orquesta Romántica Milonguera con el auditorio convertido en una enorme pista de baile para más de mil bailarines. Nadie quería que la fiesta se termine.-

jueves, 10 de marzo de 2022

Andrés Calamaro confirma fecha en Córdoba

El solista Andrés Calamaro confirmó su próxima fecha en Córdoba para el 17 de noviembre de 2022. Cuando esto ocurra se habrán cumplido más 3 años de su última visita a la capital mediterránea.

El esperado regresó del Salmón se concretará en Plaza de la Música, organizado por En Vivo Producciones y José Palazzo.

La entradas estarán a la venta desde el 11/3/22 a las 18 horas en @edenentradas 




miércoles, 2 de marzo de 2022

Calamaro Tour 2022 llega a Buenos Aires

Uno de los regresos más esperados por el público de Argentina es el de Andrés Calamaro, que llegará con su Calamaro Tour 2022 el próximo 24 de noviembre para una presentación en el Movistar Arena de Buenos Aires.

Nuevamente acompañado por su banda integrada por: German Wiedemer en teclados, Mariano Domínguez en bajo, Julián Kanevsky en guitarras y el cordobés Martín Bruhn en batería; Andrés ya se encuentra actualmente ensayando un repertorio que incluirá sus grandes clásicos más algunas sorpresas a las que nos tiene acostumbrados.

Dios Los Cría (2021) es su último registro en donde Calamaro reversionó algunas de las canciones más representativas de su repertorio junto colegas de la talla de Julio Iglesias, Vicentico, Lila Downs, León Gieco, Alejandro Sanz, Mon Laferte, Carlos Vives, Raphael, Milton Nascimento, Juanes, Julieta Venegas, Fernando Cabrera, entre otros, en lo que resultó ser un trabajo único e irrepetible con múltiples nominaciones a nivel internacional.

Data útil
Fecha
: 24 de noviembre de 2022
Hora: 20.30
Lugar: Movistar Arena Buenos Aires


*Entradas en venta a partir del 4 de marzo a las 18 horas por www.movistararena.com.ar


martes, 5 de octubre de 2021

La Trova Rosarina repasa su último show


La Trova Rosarina revivirá uno de sus últimos conciertos presenciales. En esta nota toda la data, además de un informe sobre el debut de Baglietto en LA FALDA '82.

Por Néstor Pousa
 
Los conciertos por streaming que se impusieron durante la pandemia y la cuarentena más estricta de la que se tenga memoria, se presentaban como un formato que había llegado para quedarse. Si bien dicha aseveración resulta al menos polémica, es cierto que sin el condicionamiento del encierro riguroso puede significar una buena opción para disfrutar de la música sin moverte del living de tu casa.
Veamos un ejemplo. El próximo jueves 7 de octubre desde las 21 horas se podrá revivir vía streaming el show en vivo y presencial realizado por la Trova Rosarina en el Teatro El Círculo de la mismísima ciudad de Rosario. La gacetilla anuncia detalladamente que: luego de cuatro décadas de alternar proyectos individuales y en conjunto, se presentará por primera vez una edición propia, muy cuidada, en alta calidad de audio y video de un concierto en vivo de este colectivo de prestigiosos intérpretes, autores y compositores.

Si decimos Trova Rosarina ya sabemos que estamos hablando de: Juan Carlos Baglietto, Silvina Garré, Jorge Fandermole, Rubén Goldín, Adrián Abonizio y Fabián Gallardo, integrantes de un proyecto único en su tipo, que representó a la ciudad de Rosario en plena década del ‘80. Ahora, se vuelven a juntar para presentar el registro de una noche memorable, con 22 canciones, la mayoría clásicos indiscutidos, que los confirman como auténticos referentes de la música popular argentina. Para esto contaron con una banda de apoyo formada por: Adrián Charras en teclado y acordeón; Leonardo Introini en bajo y contrabajo; Julián Baglietto en batería y Juancho Perone en percusión.

El repaso del que, hasta el momento, es el último concierto presencial ofrecido por el grupo, será matizado con comentarios exclusivos, anécdotas e historias de las canciones, relatadas por los mismos protagonistas. Un plus de alto valor documental que los seguidores de este sexteto de solistas sabrán valorar.
Las entradas se encuentran a la venta a través de TicketHoy.
 

La noche que Rosario copó La Falda

Aún resuenan los acordes de una noche inolvidable en el Auditorio Municipal de La Falda. La del sábado 6 de febrero de 1982, en la tercera edición del ya legendario Festival Argentino de Música Contemporánea que se realizaba en esta ciudad. Una cartelera prodigiosa mostraba a los más altos exponentes del rock argentino, y entre ellos un ilustre desconocido llegado desde Rosario. Juan Carlos Baglietto no era un novato, ya sea integrando la mítica banda Irreal o como solista, acreditaba un largo recorrido de ruta y recitales, desde su ciudad natal hacia San Nicolás, Buenos Aires, Tucumán y hasta algún célebre garito de los que pululaban en la capital cordobesa sabían de la calidad y el magnetismo de este intérprete, alumno avanzado de la carrera de arquitectura que había abandonado ese destino por dedicarse a la música a tiempo completo.

La Trova Rosarina, circa 1982

Pero La Falda no tenía demasiadas referencias de él, que llegaba con la intención de imponer un puñado de canciones inéditas. Contaba, sin saberlo, con la complicidad de Mario Luna, organizador del festival, quien se había encargado de difundir en su programa radial Alternativa, esos temas (“Mirta, de regreso”, "Era en abril" y tantos más) que en breve pasarían a integrar “Tiempos difíciles”, el exitoso álbum debut del nacido en el popular barrio de Arroyito.
Muchas veces lo conté. Fue una sensación extraordinaria la de aquella noche en la que Baglietto, solo con su guitarra, emergió desde el fondo del escenario en penumbras. Le bastaron los primeros acordes para que un auditorio, absolutamente colmado de gente como en sus mejores noches, virtualmente explotara.  

Además de meterse al público en el bolsillo, Baglietto le abrió la puerta a una camada de músicos tan rosarinos como él, a los que llevó como banda de acompañamiento. Aunque eran mucho más que eso, eran todos solistas en potencia. Integrando aquel grupo aparecían: Silvina Garré, Fito Páez y Rubén Goldín; junto a Sergio Sainz en bajo, Zappo Aguilera en batería y Marco Tulio Pusineri en percusión. 

Baglietto obtuvo un recibimiento solo reservado para las grandes figuras ya consagradas. Resultaba obvio que con su revelación faldense nacía una nueva estrella en el firmamento de la música contemporánea argentina, a la vez que se acuñaba el concepto de Trova Rosarina que se fue consolidando con el tiempo.-

miércoles, 4 de agosto de 2021

El Tango del Reencuentro


Con una abultada agenda de shows por los bares de la ciudad, La Falda contrarrestó dos años sin actividad festivalera presencial en vacaciones de invierno. Artistas de la ciudad y Punilla se destacaron en informales escenarios.

Por Néstor Pousa

Desde hace casi 20 años que julio es el mes del Tango en La Falda. Pero desde hace dos, por los motivos ya conocidos, no hay actividad presencial en los escenarios. Su tradicional Festival Nacional de Tango fue el primero que en 2020 tuvo que suplantar el formato en vivo por una edición virtual. Pero este año, sin una mejora en las condiciones sanitarias y debiendo observar un protocolo que aunque relajado todavía no permite el desarrollo de festivales multitudinarios, la ciudad se encaminaba hacia una nueva frustración en ese sentido. Sin embargo, la municipalidad local, organizadora del evento a través del Área de Turismo y Cultura, dispuso con buen criterio la realización de las actividades complementarias, entre ellas el exitoso ciclo denominado Tango Café, con una grilla conformada en su totalidad por artistas de La Falda y del Valle de Punilla.

Fue inusual para casi todos los presentes reanudar los shows presenciales un miércoles a las 11 de la mañana. Pero es que acaso todas las vicisitudes que venimos atravesando desde marzo del año pasado revisten el carácter de extraordinarias en nuestras vidas.Por eso la fecha del 21 de julio era una cita impostergable y muy especial para la comunidad tanguera local y algunos turistas que eligieron esta ciudad para su descanso invernal.
Las palabras de presentación de Daniel Capdevila no intentaban ocultar la emoción, más bien todo lo contrario. El periodista y locutor faldense que ostenta el record de presencias como maestro de ceremonias en eventos tangueros de la localidad, puso énfasis en lo que significaba el regreso a los espectáculos con público presente. Los protagonistas de esa jornada, sobre el informal escenario de un conocido lounge bar de la avenida Edén, eran los Contramano Tango 4, agrupación que a poco de reformular y rebautizar su propuesta, debió bajar la persiana de la actividad musical por un prolongado tiempo (casi todo el año pasado y buena parte del actual). Para ellos significaba casi un debut y así lo hizo saber Mauricio Martínez, guitarrista y la voz cantante del grupo en cada concierto.

El cuarteto apeló para esta ocasión a lo más afiatado de su repertorio. El comienzo con Mi refugio (música de Juan Carlos Cobián), creación que simboliza sus inicios en el género tanguero, por lo cual su inclusión no es azarosa. Había que sacudirse la mufa de tantos meses sin tocar y Milonga de mis amores de Pedro Laurenz, sonó con la energía de un rock, con una pulsión frenética y a la vez catártica. A continuación el vals Gota de lluvia fue como el agua mansa, y la primera de las tres a las que Lisette Grosso le puso, además del bandoneón, su personal y cálida voz. No es un secreto para los que conocemos al grupo, que la notable intérprete prefiera no cantar desde su inclusión en el ex trío, para concentrarse en su instrumento. Pero sucede que el público lo reclama y ella concede ese momento y dos más, con Para no llorar tu amor y Desencuentro, así todos felices.

Y hablamos de clásicos, aparecen en el atril Recuerdo (Pugliese), A fuego lento (Horacio Salgán), Nocturna (Julián Plaza) y Quejas de bandoneón (Juan de Dios Filiberto), en inspiradas interpretaciones donde se conjugan la calma y la tempestad, la historia de un género centenario a través de la impronta de músicos muy jóvenes que también entienden de sutilezas cuando toca revisar una partitura inédita de Osvaldo Piro titulada Plenilunio, que el gran maestro radicado en La Falda generosamente cedió al grupo para su repertorio.

Llegábamos al momento de los bises, esa ceremonia consensuada entre músicos y público en la cual los primeros amagan a retirarse y los segundos piden con insistencia “otra”. Desde el fondo del bar una voz anónima sugiere con cómplice ironía: “¡Toquen algo sencillito, Piazzolla!”. Casi como un acto armado, el cuarteto se despide con su infalible versión de La muerte del ángel. En el año del centenario del gran Astor, en el mes del reencuentro de La Falda con el Tango.
 

TANGO CAFÉ 2021 (grilla completa)

La idea de los
“Tango Café” se expandió por la mayoría de los bares y confiterías de la ciudad como nunca antes había sucedido. Nadie quiso perderse la oportunidad de volver a vivir esa sensación irremplazable del contacto en vivo y directo con la música..
La grilla completa de este año presentó a: Daniel Simmons, Cascarrabia (Lezcano-Heredia), Carlos Habiague, Raíz de Tango (Beatriz Montenegro y Juan Cruz Barbero), Marisa Santos & Cecilia González Bollia, Lourdes Galiano y 2 por Tango (Vanesa Katopodis y Gringo Polidori).

lunes, 12 de julio de 2021

De todo Rock and Roll y algo más..

El periodista riotercerense Maxi Carranza publicó su primer libro en el cual recopila crónicas de 25 años de actividad. Lo entrevistamos para que nos cuente detalles sobre este trabajo.                                                                                

Por Néstor Pousa


En el 2019 Maxi Carranza (Río Tercero, 1971) celebró 25 años de su primer artículo periodístico en un medio gráfico de su ciudad natal. Luego de esa experiencia iniciática, continuó publicando en diferentes medios de la ciudad y la región. Consciente de la importancia del aniversario, el periodista recibido en la Escuela de Ciencias de la Información (hoy Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UNC) decidió festejarlo con la publicación de su primer libro, titulado “De todo Rock and Roll y algo más” (El Mensú Ediciones), en el cual recopila alguna de esas crónicas.

Hace unos días Maxi me hizo llegar una copia de su libro y entonces le propuse esta entrevista para que él mismo nos cuente qué significó abrir sus archivos y reencontrarse con esos trabajos.

“En realidad la idea de recopilar algunas notas –las que envejecieron bien- venía hace años”, asegura. “La consigna era que todo fuera bien localista: mis notas, el dibujante local  y el editor (Darío Falconi), que si bien vive en Villa María es riotercerense. La anécdota es que algunas tenían muchos años, las había guardado en disquete  y no tenía dónde verlas.  Por suerte estaban en papel y las tuve que tipear otra vez, lo que fue un trabajo extra que me llevo bastante tiempo de un verano”.

¿Te sentiste tentado a retocar alguna o las rescataste con sus textos originales?

“Muy poco, se hicieron retoques pero muy simples. Podría haber actualizado algunos informes (Boxeadores-Complejo de Edipo-Prostitutas-RACING) pero decidí dejarlas como estaban. También quedaron  afuera otros informes de aquellos años, como el de los trenes, las vedettes, los bandidos rurales, las rutas, todas vinculadas al rock nacional. Hice una que me gustó mucho -tampoco la incluí- sobre las calles con nombres de rockeros. Incluso viajamos a La Falda para hacer las fotos de la intersección Luca Prodan y Miguel Abuelo. Fuimos al Concejo Deliberante y pedimos la resolución. Por otro lado, estuve cuando inauguraron la calle Luca Prodan, que se hizo en la misma fecha que un Cosquín Rock”.


Maxi Carranza repasa 25 años de profesión con su primer libro

En el libro hay algunos hallazgos como el del Bocha Montalvo, músico devenido en cronista de espectáculos. ¿Qué podés agregar sobre esa faceta del creador del “Blues para la Falda”?

“Sos el primero que me pregunta sobre el Bocha, que bueno, quien vivió la última etapa de su vida en Río Tercero. La verdad que sorprende verlo en el rol de periodista de espectáculos. Además, su vínculo con TRIBUNA era muy particular porque no le pagaban con dinero sino con periódicos que luego él salía a vender. O sea que pasaba de cronista a canillita y como no tenía kiosko propio lo voceaba en las esquinas. Con respecto a ese tema, intenté buscarlo con los amigos locales pero ninguno lo tiene. Incluso el mismo Martín Carrizo (periodista y recopilador) me dijo que no lo posee. Sería una lástima que se perdiera porque es el único dedicado al Festival de La Falda. Te digo que las reseñas del Bocha en Tribuna estaban muy buenas, me sorprendió al leerlas en la actualidad”.

Mencionás al pasar el fatídico suceso del 3 de noviembre de 1995. ¿Dónde estabas la noche en que la Fábrica Militar de Rio Tercero voló por el aire?

“Por suerte me encontraba con mi familia en la ciudad de Córdoba, porque estaba estudiando periodismo. Ellos habían ido a visitarme justo el día anterior. De todos modos, nuestra casa estuvo en uno de los barrios más afectados y se dañó bastante, aunque se pudo arreglar, no es que la tiró  abajo como a otras. Incluso a un primo tuvieron que cortarle unos dedos de uno de sus pies por la herida de una esquirla. En síntesis, no viví el trauma de haber estado pero la pasamos muy mal a la distancia por no saber, en un primer momento, el destino de familiares y amigos”.


Seru en Río  Tercero, histórico show con fecha incierta (Foto: Sergio Gotelli)

La crónica de Seru Giran en Río Tercero es el ejemplo de un tiempo en que todo estaba por descubrirse. El rock pre Malvinas y toda esa época tan hippie está plasmado en esa anécdota. ¿Estuviste la noche del show?

“No, era muy chico aunque me hubiera gustado estar. Hablé con casi 100 personas y a pesar de eso hasta el día de hoy no pude establecer la fecha exacta del recital, lo que a esta altura ya no tiene tanta importancia. Incluso me ayudó bastante (el periodista) Jorge Cuadrado con su grupo de secundario y tampoco pudo dar con la fecha. Él estudiaba en Río Tercero, era un cantor de protesta y también estuvo. Hasta el día de hoy, muchos no se enteraron que estuvo Seru en la ciudad y otros no pueden creer que haya tocado para 200 personas. De todos modos, la gran anécdota es la del chico de 16 años que le va a pedir a Charly que por favor toque a pesar de no haber juntado el total del cachet”.

¿La trayectoria de los Proceso a Ricutti es reconocida y valorada en la ciudad o nadie es profeta de su tierra?

“Buena pregunta. Por suerte es un emblema local que se conoce bastante y el año pasado hasta se declaró un escenario local con el nombre de Paco Ferranti (miembro fundador de la banda). Creo que ayudó a revalorizar bastante eso que Paco vivió los últimos años en Río Tercero y era un héroe musical. También participaba en producciones locales y colaboraba con músicos. Cuando falleció, le estaban organizando -unos amigos músicos- un homenaje en vida que quedó trunco. Aunque el máximo héroe local es Luis Amaya, que tiene una calle y el Anfiteatro Municipal lleva su nombre”.


El autor manifiesta su pasión futbolera en la nota "Racing & Roll" (Ilustración de Mario Olmos)

Otra particularidad del libro es que rescata artistas poco conocidos o de muy bajo perfil. Por ejemplo Mario Olmos, el autor de los dibujos que ilustran las crónicas.

Mario es un amigo de siempre. Incluí sus dibujos porque son increíbles y eso le dio un plus al libro porque son ilustraciones originales hechas especialmente para mis notas de esa época. Quedaron afuera algunos dibujos hermosos y también sus fotos, porque me acompañó mucho tiempo como fotógrafo a los recitales. En realidad, más que perfil bajo es subterráneo porque no lo conoce nadie y trabaja de sereno en un depósito. El dibujo de Racing se lo pedí para este libro y el de Raly Barrionuevo es inédito porque lo hizo para una entrevista que le hice a Raly y nunca salió”.


Río Tercero tuvo una intensa actividad de recitales de rock generada por los boliches bailables, ¿qué sobrevivió de toda esa movida?

“Claro, en las ciudades del interior si no es por los boliches no van a tocar los artistas consagrados. La “guerra” de boliches logró que tocaran muchos ídolos y lamentablemente queda muy poco registro de eso. Dejando de lado la pandemia, hoy ya no existen los boliches grandes como en aquella  época. Ahora es más diversificada la noche y los lugares para bailar son más y más pequeños. Antes eran dos boliches grandes, o tres, y se disputaban la noche de Río Tercero y la zona”.

lunes, 21 de junio de 2021

Baglietto Vitale: Postales 1 y 2

La  biografía de dos artistas imprescindibles de la música popular argentina, escrita por un cordobés y un uruguayo. Así nació “Postales 1 y 2”, de Lucas Fernández y Miguel Dente.

LIBROS DE ROCK

Por Néstor Pousa

De los creadores de El Concierto del aire llega ahora Postales 1 y 2, biografía en dos volúmenes de Juan Carlos Baglietto y Lito Vitale, un trabajo que aborda sus respectivas carreras solistas y el dueto inamovible que este año está cumpliendo tres décadas de labor artística. Un repaso por la vida y la obra de ambos astros, desde sus orígenes hasta nuestros días.

Lucas José Fernández y Miguel Ángel Dente conformaron una sociedad autoral que ya nos entregó ese encantador trabajo sobre Las Bandas Eternas (Spinetta) y, al igual que Baglietto y Vitale, también siguen sus propios proyectos cada uno por su lado.
Lucas, cordobés de Huinca Renancó, produce y conduce desde hace 19 años un clásico de la radiofonía cordobesa: Mama Rock por Radio Nacional Córdoba (junto a Germán Hidalgo y Lucio Carnicer). Y luego de su debut editorial con El Concierto del aire escribió Historias de Vox Dei en coautoría con Néstor Petruccelli.
Miguel, uruguayo de Montevideo, tiene un largo y vasto recorrido en la gráfica y las biografías de rock, con trabajos sobre Spinetta, Charly, Cerati, Andrés Calamaro, Pedro Aznar, Litto Nebbia y una enciclopedia del Rock Argentino, entre otros títulos.
Postales 1 y 2, editado por Disconario, sigue la tónica de los trabajos anteriores. En sus páginas se puede encontrar muchísima información de primera mano, datos y testimonios hasta ahora inéditos, fotografías nunca antes publicadas y la historia completa de estos dos Artistas imprescindibles de nuestra música popular, tal como los definen sus biógrafos desde el subtítulo.

Las dos historias que se revisan en paralelo comienzan: una en Villa Adelina, Buenos Aires y la otra en Rosario, Santa Fe. Con Lito, un muchacho nacido en el seno de una familia de artistas de fuertes convicciones, sus padres Donvi Vitale y Esther Soto, su hermana Liliana, los inicios con la fundación de M.I.A. (Músicos Independientes Asociados) cooperativa musical que dio sentido a la banda del mismo nombre durante los años 1972 a 1982, un modelo de autogestión.  
Y Juan Carlos, un flaco nacido en el barrio de Arroyito en Rosario, de padre empleado ferroviario y madre ama de casa, que un buen día al ver que sus caminos vocacionales se bifurcaban, tuvo que optar entre la arquitectura o la música. Del underground a la popularidad.
Historias reconstruidas al detalle por un archivo de entrevistas de enorme valor documental, un insuperable archivo gráfico, el comentario detallado de la discografía completa y una colección de fotografías de todas las épocas, además de la mención puntillosa de la bibliografía y hemeroteca consultada.
 

Mientras que el
volumen 1 está dedicado a: Vitale y los años de MIA; Baglietto con Irreal (mítica banda rosarina en épocas del proceso); el notable éxito de Lito con El Trío junto Bernardo Baraj y Lucho González; y de Juan con su extraordinaria consagración en el Festival de La Falda 1982 acompañado por Silvina Garré, Fito Páez, Rubén Goldín y las canciones de Jorge Fandermole y Adrián Abonizio (La Trova Rosarina en pleno).
El volumen 2 se explaya sobre Vitale y sus recordadas formaciones en cuarteto y quinteto; Baglietto y la etapa del pos-éxito arrollador de los ‘80, la entrada en la nueva década y finalmente el dúo que ambos protagonizan desde hace 30 años.

Postales es un trabajo inusual por la dedicación y la minuciosidad expuesta por sus autores. Dos historias como dos ríos que se funden en dirección a un mar común. Relatos de vida desconocidos, anécdotas y algunos detalles que van a remover la memoria emotiva del lector-fan de estos dos claros artistas de la música contemporánea argentina.
Al fin y al cabo esa era la intención de Lucas Fernández y Miguel Ángel Dente al imaginar y concebir esta obra desde la primera a la última página. Y el resultado alcanzado debe dejarlos satisfechos con creces. 

jueves, 18 de marzo de 2021

Pappo, Charly y un registro inédito

                          Pappo y Charly juntos en Cosquín Rock 2005      


El sábado 5 de febrero de 2005 Pappo ofreció en Córdoba uno de sus últimos conciertos, pocos días antes del desgraciado accidente que le costó la vida. Anuncian ahora el lanzamiento de ese material inédito.
                                                                                                                                    
Por Néstor Pousa

 
El 25 de febrero de 2005 en un accidente de tránsito tan absurdo como evitable, perdía la vida uno de los músicos y guitarristas más notables que conoció el blues y el rock: Norberto Aníbal “Pappo” Napolitano.  Hace menos de un mes se cumplieron 16 años de la trágica noche en la que el Carpo luego de cenar en una parrilla junto a su hijo Luciano y la novia de este, emprendieron viaje cada uno en sus respectivas motocicletas (la Harley Davidson 1200 de Pappo y una Kawasaki 400 de Luciano) por la Ruta 5 de la localidad bonaerense de Jáuregui en el partido de Luján.
Según el relato de Luciano, a la altura del kilómetro 71 de la mencionada ruta, una maniobra inesperada de su padre provoca un roce entre ambos vehículos produciendo la perdida de equilibrio y caída de Pappo en plena carretera, siendo embestido en esa situación por un Renault Clío que circulaba en sentido contrario. El desenlace fue fatal.
 
El último concierto de Pappo había sucedido dos días antes en la ciudad de Villa Mercedes, provincia de San Luis, formando parte de la cartelera de un festival en el cual oficiaba de presentador Antonio Carrizo. El capo locutor conservó un emotivo recuerdo de aquel primer y único encuentro con Pappo además de la púa que el violero le obsequió en símbolo de amistad.
Pocos días antes había entregado su última presentación en tierras cordobesas en el Festival Cosquín Rock 2005, una edición histórica desde todo punto de vista. Era la inauguración del nuevo predio en donde desde ese año (y hasta el 2010 inclusive) se realizaría el encuentro anual de música rock, tras las cuatro primeras y conflictivas ediciones en la Plaza Próspero Molina de la ciudad a la que debe su nombre el evento.

La organización había diseñado un festival de cinco jornadas consecutivas y el inicio sería el jueves 3 de febrero con un único show de Charly García con entrada libre y gratuita.
La condición de gratuidad se relacionada con la presentación del nuevo espacio al ávido público rockero. La gran anécdota de ese día fue que un recital que estaba previsto para las 19 horas, por la caprichosa demora de Charly, empezó seis horas más tarde, a la una de la mañana del día siguiente.
Luego, entre el jueves y el domingo continuaban las atracciones con toda la grilla prevista para los tres escenarios dispuestos en el gran predio en la montaña. El sábado 5 de febrero era el turno de Pappo que se presentaba en formato solista en el escenario principal que al atardecer nos regalaba un fondo pantalla de una maravillosa puesta de sol y vista al lago San Roque coronado por las luces de Villa Carlos Paz.

Durante su set Pappo tenía preparada la sorpresa menos pensada. Luego de muchos años de idas y vueltas de una relación musical y personal conflictiva, el líder de Pappo’s Blues y Riff invitaba a su show a Charly García para tocar juntos una colosal versión de Sucio y Desprolijo ante el delirio de la multitud. 
El 10 de marzo pasado, coincidiendo con el cumpleaños número 71 de Pappo, el registro inédito de ese encuentro cumbre fue lanzado como single adelanto de un próximo disco en vivo que verá la luz en mayo, conteniendo el show completo, el último realizado en suelo cordobés por el genial guitarrista.
Esta nueva versión en vivo del súper clásico Sucio y desprolijo es presentado junto a un videoclip documental que registra los testimonios de: Luciano Napolitano, José Palazzo (productor del Cosquín Rock), Álvaro Villagra (productor artístico de Pappo en cinco de sus álbumes de estudio) y el Bolsa González (último baterista de Pappo’s blues).
La edición completa en formato físico que se espera para mayo contará con la curaduría artística de Luciano Napolitano y saldrá por el sello Pop Art Discos.


                      Luciano inaugurando en La Falda la calle de su padre

Pappo tiene su calle en La Falda. Desde enero de 2015 en La Falda hay una calle que recuerda y homenajea al gran ícono de la guitarra de blues y rock argentino. Fue mediante Ordenanza N° 2772 del Honorable Concejo Deliberante que se impuso el nombre de: Norberto “Pappo” Napolitano a una de las arterias del Barrio Villa Caprichosa.
En ese mismo sector de la ciudad y en forma colindante se encuentran sendas calles que evocan a figuras claves del rock como lo son: Miguel Abuelo, Luca Prodan y Luis A. Spinetta.