miércoles, 27 de julio de 2022

La Falda Tango 2022: Por la vuelta










En la previa se suponía como un gran desafío para los organizadores la realización de la edición número 38 del Festival Nacional del Tango de La Falda que finalizó el pasado sábado 23 de julio.
Volver al formato presencial implicaba vencer la inercia de dos ediciones inevitablemente suspendidas por la pandemia y tres años de distancia desde la última. Era lógico entonces que todo fueran dudas. Dudas que se disiparon ante el rotundo éxito de una edición que quedará guardada en la memoria.
Las emociones fuertes empezaron desde muy temprano el viernes 22 (primera gala) en el Auditorio Municipal Carlos Gardel, con la presentación  de la Orquesta Escuela Municipal de Tango de La Falda, cuerpo estable oficial fundado por su director y arreglador Mauricio Martínez. Con un repertorio muy pulido certificaron la primera ovación de la noche en una actuación que debe calificarse, en términos festivaleros, de consagratoria.
Fue la misma noche de Eduardo Impellizzieri, ganador de la Final de Voces Masculinas representando a la Sub Sede Esperanza (Santa Fe). Alberto Guevara, quien se adjudicara el mismo certamen en 2019. La expresiva Ana Fontán, en su segunda visita a este festival. Esteban Morgado Cuarteto, un clásico esperado en la grilla. Leandro Ponte, el brillante ganador del certamen en 2014, quien presentó temas de su disco Historias de amor en Tango, acompañado por el cuarteto estable del festival (Mauricio Martínez, Lisette Grosso, Ana D’Ambrosio y Gabriel López Yehia) un desprendimiento de la orquesta escuela. La actriz y cantante María José Demare regresaba tras algunos años de ausencia con su personalísimo estilo,  acompañada por Morgado Cuarteto y el pianista Daniel García.
Raúl Lavié era uno de los más esperados de esa noche y el Negro devolvió tanta expectativa con una de sus mejores performances de los últimos diez años sobre ese mismo escenario. Para él es menester seguir cantando los grandes clásicos y entregó versiones memorables de La última curda, La bicicleta blanca y Balada para un loco, ante un público emocionado y aplaudiendo de pie.
El final de la primera noche llegaría con un debutante en el ciclo, Cucuza Castiello, un renovador del tango en términos estéticos; y la dupla de José Colángelo y Franco Luciani, piano y armónica para su proyecto en dúo titulado Tango Improvisado.
 
Osvaldo Piro y Tana Rinaldi: cumbre tanguera
El sábado 23 (segunda gala) no daría respiro. Gloria Guerra haciendo uso de su tiempo de escenario por haberse adjudicado el Certamen de Voces Femeninas (Sub Sede Amigos del Museo Carlos Gardel, CABA), mostró el aplomo de una cantante profesional. La faldense Lourdes Galiano, de tan solo 13 años, desplegó todo su dramatismo interpretativo en piezas como Canción Desesperada. El cordobés Marcelo Santos llevaba bien la cuenta de sus ausencias como solista en esta fiesta, 7 años sin venir fueron suficientes para volver con un espectáculo propio, de gran musicalidad y estilísticamente variado. Fue uno de los pocos que llegó con invitados, fue cuando convocó al folklorista cordobés Pablo Lozano para entonar juntos Una Carta de Daniel Toro.  
La intensidad iba en aumento cuando apareció en escena el Contramano Tango 4. Comandados por Mauricio Martínez (guitarra eléctrica y arreglos) y Lisette Grosso (bandoneón y voz) y la mitad de su plantilla renovada tras las incorporaciones de Andrés Sánchez en piano y Rodrigo Yáñez en bajo eléctrico. Brindaron una actuación descollante con una respuesta, pocas veces vista, con el público irrumpiendo con aplausos cerrados en medio de los temas. Notables desempeños en los solos (Libertango) como en las partes vocales (Gota de lluvia, Desencuentro), y un perfecto ensamble los convirtieron en uno de los puntos más altos de esta edición.
 
A continuación uno de los grandes aciertos de la grilla de este año: Inés Cuello y La Grela, dejaron concierto imposible de olvidar. Es la simbiosis perfecta de una eximia solista con un quinteto que se las trae. Juntos concibieron la obra titulada Gardel, disco nominado a los Premios Gardel 2022, instancia que se definirá en agosto próximo. Su repertorio para la ocasión fueron las canciones de ese trabajo que rinde tributo al Zorzal.
Osvaldo Piro y la Tana Rinaldi, un tándem casi inédito, pisaba el escenario de La Falda. Se sabe que grabaron un disco próximo a salir y que será la primera vez que lo firmen como dúo. La Falda Tango no se podía dar el lujo de perderse este show tantas veces aclamado en Buenos Aires. Tres temas del Maestro Piro, Diagonal (un estreno dedicado a La Falda), Milonga para Pichuco y Córdoba City, oficiaron como prólogo para la entrada de la Tana que se entregó a la inmejorable selección de clásicos arreglados por Piro y ejecutados por una orquesta de doce profesores. Patio mío (en soberbia versión), Sur, Fuimos, Yuyo verde, Como dos extraños y Tinta Roja, fueron precedidas por largas alocuciones de la calificada intérprete. Una cumbre tanguera de antología que excede los límites propios de esta edición.
Quedaba más, quedaba mucho más. El turno del Ballet José Hernández, un cantor al estilo de Grandes Valores como Alberto Bianco, los experimentos y fusiones de estilos de Tango Loco y el regreso luego de diez años de ausencia del renombrado Sexteto Mayor, próximos a cumplir los 50 años de existencia. La jerarquía de sus actuales integrantes, la exuberancia de sus arreglos que no caducan y un grand finale con Lluvia de estrellas, Muerte del ángel y Canaro en Paris, son marca registrada. 
Final que no fue final porque faltaba la milonga con música en vivo a cargo de la Orquesta Romántica Milonguera con el auditorio convertido en una enorme pista de baile para más de mil bailarines. Nadie quería que la fiesta se termine.-

jueves, 10 de marzo de 2022

Andrés Calamaro confirma fecha en Córdoba

El solista Andrés Calamaro confirmó su próxima fecha en Córdoba para el 17 de noviembre de 2022. Cuando esto ocurra se habrán cumplido más 3 años de su última visita a la capital mediterránea.

El esperado regresó del Salmón se concretará en Plaza de la Música, organizado por En Vivo Producciones y José Palazzo.

La entradas estarán a la venta desde el 11/3/22 a las 18 horas en @edenentradas 




miércoles, 2 de marzo de 2022

Calamaro Tour 2022 llega a Buenos Aires

Uno de los regresos más esperados por el público de Argentina es el de Andrés Calamaro, que llegará con su Calamaro Tour 2022 el próximo 24 de noviembre para una presentación en el Movistar Arena de Buenos Aires.

Nuevamente acompañado por su banda integrada por: German Wiedemer en teclados, Mariano Domínguez en bajo, Julián Kanevsky en guitarras y el cordobés Martín Bruhn en batería; Andrés ya se encuentra actualmente ensayando un repertorio que incluirá sus grandes clásicos más algunas sorpresas a las que nos tiene acostumbrados.

Dios Los Cría (2021) es su último registro en donde Calamaro reversionó algunas de las canciones más representativas de su repertorio junto colegas de la talla de Julio Iglesias, Vicentico, Lila Downs, León Gieco, Alejandro Sanz, Mon Laferte, Carlos Vives, Raphael, Milton Nascimento, Juanes, Julieta Venegas, Fernando Cabrera, entre otros, en lo que resultó ser un trabajo único e irrepetible con múltiples nominaciones a nivel internacional.

Data útil
Fecha
: 24 de noviembre de 2022
Hora: 20.30
Lugar: Movistar Arena Buenos Aires


*Entradas en venta a partir del 4 de marzo a las 18 horas por www.movistararena.com.ar


martes, 5 de octubre de 2021

La Trova Rosarina repasa su último show


La Trova Rosarina revivirá uno de sus últimos conciertos presenciales. En esta nota toda la data, además de un informe sobre el debut de Baglietto en LA FALDA '82.

Por Néstor Pousa
 
Los conciertos por streaming que se impusieron durante la pandemia y la cuarentena más estricta de la que se tenga memoria, se presentaban como un formato que había llegado para quedarse. Si bien dicha aseveración resulta al menos polémica, es cierto que sin el condicionamiento del encierro riguroso puede significar una buena opción para disfrutar de la música sin moverte del living de tu casa.
Veamos un ejemplo. El próximo jueves 7 de octubre desde las 21 horas se podrá revivir vía streaming el show en vivo y presencial realizado por la Trova Rosarina en el Teatro El Círculo de la mismísima ciudad de Rosario. La gacetilla anuncia detalladamente que: luego de cuatro décadas de alternar proyectos individuales y en conjunto, se presentará por primera vez una edición propia, muy cuidada, en alta calidad de audio y video de un concierto en vivo de este colectivo de prestigiosos intérpretes, autores y compositores.

Si decimos Trova Rosarina ya sabemos que estamos hablando de: Juan Carlos Baglietto, Silvina Garré, Jorge Fandermole, Rubén Goldín, Adrián Abonizio y Fabián Gallardo, integrantes de un proyecto único en su tipo, que representó a la ciudad de Rosario en plena década del ‘80. Ahora, se vuelven a juntar para presentar el registro de una noche memorable, con 22 canciones, la mayoría clásicos indiscutidos, que los confirman como auténticos referentes de la música popular argentina. Para esto contaron con una banda de apoyo formada por: Adrián Charras en teclado y acordeón; Leonardo Introini en bajo y contrabajo; Julián Baglietto en batería y Juancho Perone en percusión.

El repaso del que, hasta el momento, es el último concierto presencial ofrecido por el grupo, será matizado con comentarios exclusivos, anécdotas e historias de las canciones, relatadas por los mismos protagonistas. Un plus de alto valor documental que los seguidores de este sexteto de solistas sabrán valorar.
Las entradas se encuentran a la venta a través de TicketHoy.
 

La noche que Rosario copó La Falda

Aún resuenan los acordes de una noche inolvidable en el Auditorio Municipal de La Falda. La del sábado 6 de febrero de 1982, en la tercera edición del ya legendario Festival Argentino de Música Contemporánea que se realizaba en esta ciudad. Una cartelera prodigiosa mostraba a los más altos exponentes del rock argentino, y entre ellos un ilustre desconocido llegado desde Rosario. Juan Carlos Baglietto no era un novato, ya sea integrando la mítica banda Irreal o como solista, acreditaba un largo recorrido de ruta y recitales, desde su ciudad natal hacia San Nicolás, Buenos Aires, Tucumán y hasta algún célebre garito de los que pululaban en la capital cordobesa sabían de la calidad y el magnetismo de este intérprete, alumno avanzado de la carrera de arquitectura que había abandonado ese destino por dedicarse a la música a tiempo completo.

La Trova Rosarina, circa 1982

Pero La Falda no tenía demasiadas referencias de él, que llegaba con la intención de imponer un puñado de canciones inéditas. Contaba, sin saberlo, con la complicidad de Mario Luna, organizador del festival, quien se había encargado de difundir en su programa radial Alternativa, esos temas (“Mirta, de regreso”, "Era en abril" y tantos más) que en breve pasarían a integrar “Tiempos difíciles”, el exitoso álbum debut del nacido en el popular barrio de Arroyito.
Muchas veces lo conté. Fue una sensación extraordinaria la de aquella noche en la que Baglietto, solo con su guitarra, emergió desde el fondo del escenario en penumbras. Le bastaron los primeros acordes para que un auditorio, absolutamente colmado de gente como en sus mejores noches, virtualmente explotara.  

Además de meterse al público en el bolsillo, Baglietto le abrió la puerta a una camada de músicos tan rosarinos como él, a los que llevó como banda de acompañamiento. Aunque eran mucho más que eso, eran todos solistas en potencia. Integrando aquel grupo aparecían: Silvina Garré, Fito Páez y Rubén Goldín; junto a Sergio Sainz en bajo, Zappo Aguilera en batería y Marco Tulio Pusineri en percusión. 

Baglietto obtuvo un recibimiento solo reservado para las grandes figuras ya consagradas. Resultaba obvio que con su revelación faldense nacía una nueva estrella en el firmamento de la música contemporánea argentina, a la vez que se acuñaba el concepto de Trova Rosarina que se fue consolidando con el tiempo.-

miércoles, 4 de agosto de 2021

El Tango del Reencuentro


Con una abultada agenda de shows por los bares de la ciudad, La Falda contrarrestó dos años sin actividad festivalera presencial en vacaciones de invierno. Artistas de la ciudad y Punilla se destacaron en informales escenarios.

Por Néstor Pousa

Desde hace casi 20 años que julio es el mes del Tango en La Falda. Pero desde hace dos, por los motivos ya conocidos, no hay actividad presencial en los escenarios. Su tradicional Festival Nacional de Tango fue el primero que en 2020 tuvo que suplantar el formato en vivo por una edición virtual. Pero este año, sin una mejora en las condiciones sanitarias y debiendo observar un protocolo que aunque relajado todavía no permite el desarrollo de festivales multitudinarios, la ciudad se encaminaba hacia una nueva frustración en ese sentido. Sin embargo, la municipalidad local, organizadora del evento a través del Área de Turismo y Cultura, dispuso con buen criterio la realización de las actividades complementarias, entre ellas el exitoso ciclo denominado Tango Café, con una grilla conformada en su totalidad por artistas de La Falda y del Valle de Punilla.

Fue inusual para casi todos los presentes reanudar los shows presenciales un miércoles a las 11 de la mañana. Pero es que acaso todas las vicisitudes que venimos atravesando desde marzo del año pasado revisten el carácter de extraordinarias en nuestras vidas.Por eso la fecha del 21 de julio era una cita impostergable y muy especial para la comunidad tanguera local y algunos turistas que eligieron esta ciudad para su descanso invernal.
Las palabras de presentación de Daniel Capdevila no intentaban ocultar la emoción, más bien todo lo contrario. El periodista y locutor faldense que ostenta el record de presencias como maestro de ceremonias en eventos tangueros de la localidad, puso énfasis en lo que significaba el regreso a los espectáculos con público presente. Los protagonistas de esa jornada, sobre el informal escenario de un conocido lounge bar de la avenida Edén, eran los Contramano Tango 4, agrupación que a poco de reformular y rebautizar su propuesta, debió bajar la persiana de la actividad musical por un prolongado tiempo (casi todo el año pasado y buena parte del actual). Para ellos significaba casi un debut y así lo hizo saber Mauricio Martínez, guitarrista y la voz cantante del grupo en cada concierto.

El cuarteto apeló para esta ocasión a lo más afiatado de su repertorio. El comienzo con Mi refugio (música de Juan Carlos Cobián), creación que simboliza sus inicios en el género tanguero, por lo cual su inclusión no es azarosa. Había que sacudirse la mufa de tantos meses sin tocar y Milonga de mis amores de Pedro Laurenz, sonó con la energía de un rock, con una pulsión frenética y a la vez catártica. A continuación el vals Gota de lluvia fue como el agua mansa, y la primera de las tres a las que Lisette Grosso le puso, además del bandoneón, su personal y cálida voz. No es un secreto para los que conocemos al grupo, que la notable intérprete prefiera no cantar desde su inclusión en el ex trío, para concentrarse en su instrumento. Pero sucede que el público lo reclama y ella concede ese momento y dos más, con Para no llorar tu amor y Desencuentro, así todos felices.

Y hablamos de clásicos, aparecen en el atril Recuerdo (Pugliese), A fuego lento (Horacio Salgán), Nocturna (Julián Plaza) y Quejas de bandoneón (Juan de Dios Filiberto), en inspiradas interpretaciones donde se conjugan la calma y la tempestad, la historia de un género centenario a través de la impronta de músicos muy jóvenes que también entienden de sutilezas cuando toca revisar una partitura inédita de Osvaldo Piro titulada Plenilunio, que el gran maestro radicado en La Falda generosamente cedió al grupo para su repertorio.

Llegábamos al momento de los bises, esa ceremonia consensuada entre músicos y público en la cual los primeros amagan a retirarse y los segundos piden con insistencia “otra”. Desde el fondo del bar una voz anónima sugiere con cómplice ironía: “¡Toquen algo sencillito, Piazzolla!”. Casi como un acto armado, el cuarteto se despide con su infalible versión de La muerte del ángel. En el año del centenario del gran Astor, en el mes del reencuentro de La Falda con el Tango.
 

TANGO CAFÉ 2021 (grilla completa)

La idea de los
“Tango Café” se expandió por la mayoría de los bares y confiterías de la ciudad como nunca antes había sucedido. Nadie quiso perderse la oportunidad de volver a vivir esa sensación irremplazable del contacto en vivo y directo con la música..
La grilla completa de este año presentó a: Daniel Simmons, Cascarrabia (Lezcano-Heredia), Carlos Habiague, Raíz de Tango (Beatriz Montenegro y Juan Cruz Barbero), Marisa Santos & Cecilia González Bollia, Lourdes Galiano y 2 por Tango (Vanesa Katopodis y Gringo Polidori).

lunes, 12 de julio de 2021

De todo Rock and Roll y algo más..

El periodista riotercerense Maxi Carranza publicó su primer libro en el cual recopila crónicas de 25 años de actividad. Lo entrevistamos para que nos cuente detalles sobre este trabajo.                                                                                

Por Néstor Pousa


En el 2019 Maxi Carranza (Río Tercero, 1971) celebró 25 años de su primer artículo periodístico en un medio gráfico de su ciudad natal. Luego de esa experiencia iniciática, continuó publicando en diferentes medios de la ciudad y la región. Consciente de la importancia del aniversario, el periodista recibido en la Escuela de Ciencias de la Información (hoy Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UNC) decidió festejarlo con la publicación de su primer libro, titulado “De todo Rock and Roll y algo más” (El Mensú Ediciones), en el cual recopila alguna de esas crónicas.

Hace unos días Maxi me hizo llegar una copia de su libro y entonces le propuse esta entrevista para que él mismo nos cuente qué significó abrir sus archivos y reencontrarse con esos trabajos.

“En realidad la idea de recopilar algunas notas –las que envejecieron bien- venía hace años”, asegura. “La consigna era que todo fuera bien localista: mis notas, el dibujante local  y el editor (Darío Falconi), que si bien vive en Villa María es riotercerense. La anécdota es que algunas tenían muchos años, las había guardado en disquete  y no tenía dónde verlas.  Por suerte estaban en papel y las tuve que tipear otra vez, lo que fue un trabajo extra que me llevo bastante tiempo de un verano”.

¿Te sentiste tentado a retocar alguna o las rescataste con sus textos originales?

“Muy poco, se hicieron retoques pero muy simples. Podría haber actualizado algunos informes (Boxeadores-Complejo de Edipo-Prostitutas-RACING) pero decidí dejarlas como estaban. También quedaron  afuera otros informes de aquellos años, como el de los trenes, las vedettes, los bandidos rurales, las rutas, todas vinculadas al rock nacional. Hice una que me gustó mucho -tampoco la incluí- sobre las calles con nombres de rockeros. Incluso viajamos a La Falda para hacer las fotos de la intersección Luca Prodan y Miguel Abuelo. Fuimos al Concejo Deliberante y pedimos la resolución. Por otro lado, estuve cuando inauguraron la calle Luca Prodan, que se hizo en la misma fecha que un Cosquín Rock”.


Maxi Carranza repasa 25 años de profesión con su primer libro

En el libro hay algunos hallazgos como el del Bocha Montalvo, músico devenido en cronista de espectáculos. ¿Qué podés agregar sobre esa faceta del creador del “Blues para la Falda”?

“Sos el primero que me pregunta sobre el Bocha, que bueno, quien vivió la última etapa de su vida en Río Tercero. La verdad que sorprende verlo en el rol de periodista de espectáculos. Además, su vínculo con TRIBUNA era muy particular porque no le pagaban con dinero sino con periódicos que luego él salía a vender. O sea que pasaba de cronista a canillita y como no tenía kiosko propio lo voceaba en las esquinas. Con respecto a ese tema, intenté buscarlo con los amigos locales pero ninguno lo tiene. Incluso el mismo Martín Carrizo (periodista y recopilador) me dijo que no lo posee. Sería una lástima que se perdiera porque es el único dedicado al Festival de La Falda. Te digo que las reseñas del Bocha en Tribuna estaban muy buenas, me sorprendió al leerlas en la actualidad”.

Mencionás al pasar el fatídico suceso del 3 de noviembre de 1995. ¿Dónde estabas la noche en que la Fábrica Militar de Rio Tercero voló por el aire?

“Por suerte me encontraba con mi familia en la ciudad de Córdoba, porque estaba estudiando periodismo. Ellos habían ido a visitarme justo el día anterior. De todos modos, nuestra casa estuvo en uno de los barrios más afectados y se dañó bastante, aunque se pudo arreglar, no es que la tiró  abajo como a otras. Incluso a un primo tuvieron que cortarle unos dedos de uno de sus pies por la herida de una esquirla. En síntesis, no viví el trauma de haber estado pero la pasamos muy mal a la distancia por no saber, en un primer momento, el destino de familiares y amigos”.


Seru en Río  Tercero, histórico show con fecha incierta (Foto: Sergio Gotelli)

La crónica de Seru Giran en Río Tercero es el ejemplo de un tiempo en que todo estaba por descubrirse. El rock pre Malvinas y toda esa época tan hippie está plasmado en esa anécdota. ¿Estuviste la noche del show?

“No, era muy chico aunque me hubiera gustado estar. Hablé con casi 100 personas y a pesar de eso hasta el día de hoy no pude establecer la fecha exacta del recital, lo que a esta altura ya no tiene tanta importancia. Incluso me ayudó bastante (el periodista) Jorge Cuadrado con su grupo de secundario y tampoco pudo dar con la fecha. Él estudiaba en Río Tercero, era un cantor de protesta y también estuvo. Hasta el día de hoy, muchos no se enteraron que estuvo Seru en la ciudad y otros no pueden creer que haya tocado para 200 personas. De todos modos, la gran anécdota es la del chico de 16 años que le va a pedir a Charly que por favor toque a pesar de no haber juntado el total del cachet”.

¿La trayectoria de los Proceso a Ricutti es reconocida y valorada en la ciudad o nadie es profeta de su tierra?

“Buena pregunta. Por suerte es un emblema local que se conoce bastante y el año pasado hasta se declaró un escenario local con el nombre de Paco Ferranti (miembro fundador de la banda). Creo que ayudó a revalorizar bastante eso que Paco vivió los últimos años en Río Tercero y era un héroe musical. También participaba en producciones locales y colaboraba con músicos. Cuando falleció, le estaban organizando -unos amigos músicos- un homenaje en vida que quedó trunco. Aunque el máximo héroe local es Luis Amaya, que tiene una calle y el Anfiteatro Municipal lleva su nombre”.


El autor manifiesta su pasión futbolera en la nota "Racing & Roll" (Ilustración de Mario Olmos)

Otra particularidad del libro es que rescata artistas poco conocidos o de muy bajo perfil. Por ejemplo Mario Olmos, el autor de los dibujos que ilustran las crónicas.

Mario es un amigo de siempre. Incluí sus dibujos porque son increíbles y eso le dio un plus al libro porque son ilustraciones originales hechas especialmente para mis notas de esa época. Quedaron afuera algunos dibujos hermosos y también sus fotos, porque me acompañó mucho tiempo como fotógrafo a los recitales. En realidad, más que perfil bajo es subterráneo porque no lo conoce nadie y trabaja de sereno en un depósito. El dibujo de Racing se lo pedí para este libro y el de Raly Barrionuevo es inédito porque lo hizo para una entrevista que le hice a Raly y nunca salió”.


Río Tercero tuvo una intensa actividad de recitales de rock generada por los boliches bailables, ¿qué sobrevivió de toda esa movida?

“Claro, en las ciudades del interior si no es por los boliches no van a tocar los artistas consagrados. La “guerra” de boliches logró que tocaran muchos ídolos y lamentablemente queda muy poco registro de eso. Dejando de lado la pandemia, hoy ya no existen los boliches grandes como en aquella  época. Ahora es más diversificada la noche y los lugares para bailar son más y más pequeños. Antes eran dos boliches grandes, o tres, y se disputaban la noche de Río Tercero y la zona”.

lunes, 21 de junio de 2021

Baglietto Vitale: Postales 1 y 2

La  biografía de dos artistas imprescindibles de la música popular argentina, escrita por un cordobés y un uruguayo. Así nació “Postales 1 y 2”, de Lucas Fernández y Miguel Dente.

LIBROS DE ROCK

Por Néstor Pousa

De los creadores de El Concierto del aire llega ahora Postales 1 y 2, biografía en dos volúmenes de Juan Carlos Baglietto y Lito Vitale, un trabajo que aborda sus respectivas carreras solistas y el dueto inamovible que este año está cumpliendo tres décadas de labor artística. Un repaso por la vida y la obra de ambos astros, desde sus orígenes hasta nuestros días.

Lucas José Fernández y Miguel Ángel Dente conformaron una sociedad autoral que ya nos entregó ese encantador trabajo sobre Las Bandas Eternas (Spinetta) y, al igual que Baglietto y Vitale, también siguen sus propios proyectos cada uno por su lado.
Lucas, cordobés de Huinca Renancó, produce y conduce desde hace 19 años un clásico de la radiofonía cordobesa: Mama Rock por Radio Nacional Córdoba (junto a Germán Hidalgo y Lucio Carnicer). Y luego de su debut editorial con El Concierto del aire escribió Historias de Vox Dei en coautoría con Néstor Petruccelli.
Miguel, uruguayo de Montevideo, tiene un largo y vasto recorrido en la gráfica y las biografías de rock, con trabajos sobre Spinetta, Charly, Cerati, Andrés Calamaro, Pedro Aznar, Litto Nebbia y una enciclopedia del Rock Argentino, entre otros títulos.
Postales 1 y 2, editado por Disconario, sigue la tónica de los trabajos anteriores. En sus páginas se puede encontrar muchísima información de primera mano, datos y testimonios hasta ahora inéditos, fotografías nunca antes publicadas y la historia completa de estos dos Artistas imprescindibles de nuestra música popular, tal como los definen sus biógrafos desde el subtítulo.

Las dos historias que se revisan en paralelo comienzan: una en Villa Adelina, Buenos Aires y la otra en Rosario, Santa Fe. Con Lito, un muchacho nacido en el seno de una familia de artistas de fuertes convicciones, sus padres Donvi Vitale y Esther Soto, su hermana Liliana, los inicios con la fundación de M.I.A. (Músicos Independientes Asociados) cooperativa musical que dio sentido a la banda del mismo nombre durante los años 1972 a 1982, un modelo de autogestión.  
Y Juan Carlos, un flaco nacido en el barrio de Arroyito en Rosario, de padre empleado ferroviario y madre ama de casa, que un buen día al ver que sus caminos vocacionales se bifurcaban, tuvo que optar entre la arquitectura o la música. Del underground a la popularidad.
Historias reconstruidas al detalle por un archivo de entrevistas de enorme valor documental, un insuperable archivo gráfico, el comentario detallado de la discografía completa y una colección de fotografías de todas las épocas, además de la mención puntillosa de la bibliografía y hemeroteca consultada.
 

Mientras que el
volumen 1 está dedicado a: Vitale y los años de MIA; Baglietto con Irreal (mítica banda rosarina en épocas del proceso); el notable éxito de Lito con El Trío junto Bernardo Baraj y Lucho González; y de Juan con su extraordinaria consagración en el Festival de La Falda 1982 acompañado por Silvina Garré, Fito Páez, Rubén Goldín y las canciones de Jorge Fandermole y Adrián Abonizio (La Trova Rosarina en pleno).
El volumen 2 se explaya sobre Vitale y sus recordadas formaciones en cuarteto y quinteto; Baglietto y la etapa del pos-éxito arrollador de los ‘80, la entrada en la nueva década y finalmente el dúo que ambos protagonizan desde hace 30 años.

Postales es un trabajo inusual por la dedicación y la minuciosidad expuesta por sus autores. Dos historias como dos ríos que se funden en dirección a un mar común. Relatos de vida desconocidos, anécdotas y algunos detalles que van a remover la memoria emotiva del lector-fan de estos dos claros artistas de la música contemporánea argentina.
Al fin y al cabo esa era la intención de Lucas Fernández y Miguel Ángel Dente al imaginar y concebir esta obra desde la primera a la última página. Y el resultado alcanzado debe dejarlos satisfechos con creces. 

jueves, 18 de marzo de 2021

Pappo, Charly y un registro inédito

                          Pappo y Charly juntos en Cosquín Rock 2005      


El sábado 5 de febrero de 2005 Pappo ofreció en Córdoba uno de sus últimos conciertos, pocos días antes del desgraciado accidente que le costó la vida. Anuncian ahora el lanzamiento de ese material inédito.
                                                                                                                                    
Por Néstor Pousa

 
El 25 de febrero de 2005 en un accidente de tránsito tan absurdo como evitable, perdía la vida uno de los músicos y guitarristas más notables que conoció el blues y el rock: Norberto Aníbal “Pappo” Napolitano.  Hace menos de un mes se cumplieron 16 años de la trágica noche en la que el Carpo luego de cenar en una parrilla junto a su hijo Luciano y la novia de este, emprendieron viaje cada uno en sus respectivas motocicletas (la Harley Davidson 1200 de Pappo y una Kawasaki 400 de Luciano) por la Ruta 5 de la localidad bonaerense de Jáuregui en el partido de Luján.
Según el relato de Luciano, a la altura del kilómetro 71 de la mencionada ruta, una maniobra inesperada de su padre provoca un roce entre ambos vehículos produciendo la perdida de equilibrio y caída de Pappo en plena carretera, siendo embestido en esa situación por un Renault Clío que circulaba en sentido contrario. El desenlace fue fatal.
 
El último concierto de Pappo había sucedido dos días antes en la ciudad de Villa Mercedes, provincia de San Luis, formando parte de la cartelera de un festival en el cual oficiaba de presentador Antonio Carrizo. El capo locutor conservó un emotivo recuerdo de aquel primer y único encuentro con Pappo además de la púa que el violero le obsequió en símbolo de amistad.
Pocos días antes había entregado su última presentación en tierras cordobesas en el Festival Cosquín Rock 2005, una edición histórica desde todo punto de vista. Era la inauguración del nuevo predio en donde desde ese año (y hasta el 2010 inclusive) se realizaría el encuentro anual de música rock, tras las cuatro primeras y conflictivas ediciones en la Plaza Próspero Molina de la ciudad a la que debe su nombre el evento.

La organización había diseñado un festival de cinco jornadas consecutivas y el inicio sería el jueves 3 de febrero con un único show de Charly García con entrada libre y gratuita.
La condición de gratuidad se relacionada con la presentación del nuevo espacio al ávido público rockero. La gran anécdota de ese día fue que un recital que estaba previsto para las 19 horas, por la caprichosa demora de Charly, empezó seis horas más tarde, a la una de la mañana del día siguiente.
Luego, entre el jueves y el domingo continuaban las atracciones con toda la grilla prevista para los tres escenarios dispuestos en el gran predio en la montaña. El sábado 5 de febrero era el turno de Pappo que se presentaba en formato solista en el escenario principal que al atardecer nos regalaba un fondo pantalla de una maravillosa puesta de sol y vista al lago San Roque coronado por las luces de Villa Carlos Paz.

Durante su set Pappo tenía preparada la sorpresa menos pensada. Luego de muchos años de idas y vueltas de una relación musical y personal conflictiva, el líder de Pappo’s Blues y Riff invitaba a su show a Charly García para tocar juntos una colosal versión de Sucio y Desprolijo ante el delirio de la multitud. 
El 10 de marzo pasado, coincidiendo con el cumpleaños número 71 de Pappo, el registro inédito de ese encuentro cumbre fue lanzado como single adelanto de un próximo disco en vivo que verá la luz en mayo, conteniendo el show completo, el último realizado en suelo cordobés por el genial guitarrista.
Esta nueva versión en vivo del súper clásico Sucio y desprolijo es presentado junto a un videoclip documental que registra los testimonios de: Luciano Napolitano, José Palazzo (productor del Cosquín Rock), Álvaro Villagra (productor artístico de Pappo en cinco de sus álbumes de estudio) y el Bolsa González (último baterista de Pappo’s blues).
La edición completa en formato físico que se espera para mayo contará con la curaduría artística de Luciano Napolitano y saldrá por el sello Pop Art Discos.


                      Luciano inaugurando en La Falda la calle de su padre

Pappo tiene su calle en La Falda. Desde enero de 2015 en La Falda hay una calle que recuerda y homenajea al gran ícono de la guitarra de blues y rock argentino. Fue mediante Ordenanza N° 2772 del Honorable Concejo Deliberante que se impuso el nombre de: Norberto “Pappo” Napolitano a una de las arterias del Barrio Villa Caprichosa.
En ese mismo sector de la ciudad y en forma colindante se encuentran sendas calles que evocan a figuras claves del rock como lo son: Miguel Abuelo, Luca Prodan y Luis A. Spinetta.

martes, 9 de marzo de 2021

EL TORNADO EN LA FALDA DE 1966

La Fiesta Nacional de Tango de La Falda acreditaba dos exitosas ediciones cuando ocurrió lo inesperado: un violento tornado arrancó de cuajo todo el tinglado del nuevo auditorio.



El día que se voló el techo

Por Néstor Pousa

Luego de dos primeras ediciones coronadas con un notable suceso, con la presencia de los artistas consagrados del género, la Fiesta Nacional del Tango en La Falda marchaba inexorablemente a convertirse en una de las citas obligadas con la música ciudadana en las Sierras de Córdoba.
La segunda edición, realizada del 8 al 16 de enero de 1966, había repetido el éxito de convocatoria de la edición inaugural, con una cartelera magistral en la que resaltaban los nombres de: Mariano Mores, Aníbal Troilo, Astor Piazzolla, Héctor Varela, el debut de la orquesta de Osvaldo Piro, Jorge Arduh, Roberto Goyeneche, Alberto Castillo, Armando Pontier, Osvaldo Pugliese, Alba Solís, Jorge Sobral, Blanca Mooney, Héctor Maure, Ruth Durante, Enrique Dumas, Alfredo de Angelis, Edmundo Rivero, Tito Lusiardo, Horacio Deval, Jorge Durán, Nito Mores, Quinteto Real, Alberto Marco, Carlos Maidana, Héctor Pacheco, Tita Merello, Gloria y Eduardo, Mayoral y Elena, Juan Duval, Los Siete del Tango, Caldara-Lezica, El Alemancito, las intervenciones humorísticas de Coco Martínez y la animación de Aníbal Cufré y Lidia Sánchez.

La Comisión Municipal de Cultura y Fomento al Turismo, organizadora del ciclo, había tenido todo un año para terminar la obra del enorme auditorio que para el segundo capítulo se le habían realizado las mejoras necesarias para un mayor confort de las 10.000 personas que, según las reseñas periodísticas de la época, asistían en cada jornada con localidades numeradas cuyos valores oscilaban entre los 110, 210 y 310 pesos.
Esta segunda fiesta contó con la presencia de un equipo de filmación a las órdenes del reconocido director Homero Cárpena, para el registro de cada una de las veladas tangueras, con miras a la realización de un largometraje que documente el nuevo fenómeno que ofrecía La Falda en verano en conjunción con sus bellezas naturales.



El Tornado. Pero un mes y medio después de finalizada aquella segunda edición ocurrió un hecho sin precedentes para la ciudad del cual por estos días se cumplieron 55 años.
Fue el viernes 4 de marzo de 1966, en horas de la siesta cordobesa, que se desencadenaría un violento y devastador tornado que en su camino de destrucción levantaría por los aires la enorme estructura del flamante Auditorio Municipal del Tango.

Una Tromba Azotó a La Falda, titulaba “La Voz del Interior” en su edición del sábado 5 de marzo de 1966. Y en la bajada de la nota expresaba: “Causó daños por una cifra superior a los 25 millones de pesos. El escenario de los últimos festivales de tango fue totalmente destruido. Los ventanales de una estación de servicio fueron arrancados de cuajo. Volaron techos sembrando el pánico en la populosa ciudad veraniega. La depredación del fenómeno atmosférico dejó un saldo de desolación en cuatro manzanas”.

En tanto que “Los Principios” titulaba con grandes letras de molde LA FALDA: VIOLENTO TORNADO. “Abarcó una Amplia Zona y Causó Millonarios Daños. Nada Quedó del Auditorio Municipal”.

De acuerdo a una tesis realizada en 1988 para la Universidad de Buenos Aires, la misma arroja resultados técnicamente más precisos. En dicho estudio se clasifica al tornado acaecido en La Falda, CBA, 4-mar-66, como uno de los más importantes ocurridos en el país en el período 1930 a 1987, impactando en un área de 1 km de largo por 50 metros de ancho, con ráfagas de hasta 180 km por hora (Escala Fujita-Pearson) y una dirección de desplazamiento SO a NE.
 
Como si fueran papeles. “El tornado fue como a las dos y media de la tarde, yo venía de mi casa por el boulevard rumbo al taller”, nos cuenta Chiche Grosso, propietario de un taller mecánico y casa de repuestos justo enfrente del auditorio, negocio que mantiene desde 1962. “Abro la puerta del taller con los empleados y empezó el viento fuerte -reconstruye  Grosso- era un viento enorme, cada vez más fuerte y entre todos tiramos de la puertita para poder cerrarla. Después nos vinimos a sostener los vidrios del negocio porque se nos hundían. Entonces vi como el techo del anfiteatro se levantó como los gatos cuando están enojados, se volvió a bajar de golpe... y voló”, y refuerza la descripción con ademanes de sus manos. “Empezaron a volar las chapas como si fueran papeles. Había chapas arriba de El Cuadrado, arriba de la iglesia. Quedó todo destruido, daba pena verlo”, completa.
Chiche asegura que nunca en su vida había visto un viento semejante, inédito: “Como habrá sido la presión del aire que a la Estación de Servicio Shell (distante a doscientos metros del auditorio) le sacó la caja fuerte, la rompió y veíamos pasar los billetes volando por la ruta”.

La desazón fue tremenda en todo el pueblo. Muchos vecinos habían sido testigos visuales de todo ese chaperío de aluminio planeando por el cielo faldense sin rumbo fijo y no terminaban de entender que ese auditorio, que tanto esfuerzo había demandado su construcción, quedara reducido a escombros en cuestión de minutos. Un fenómeno de destrucción selectiva que había dejado intactas (afortunadamente) a las viviendas vecinas.
Un contratiempo inesperado que ponía en jaque al festival y a su comisión organizadora, que tendría que ponerse una vez más a trabajar contrarreloj para reconstruir lo que por efecto de la naturaleza había quedado convertido en un baldío de hierros retorcidos.

Cuatro meses después del tornado en La Falda otro cataclismo azotaba, esta vez al país: el 28  de junio de 1966 el Presidente Arturo Umberto Illia era derrocado por un golpe de estado instaurando un nuevo gobierno de facto en Argentina.

 

Agradecimiento
: Prof. Rubén Rubio por los recortes periodísticos de la Hemeroteca de la Legislatura de la Provincia de Córdoba.

miércoles, 27 de enero de 2021

El Flaco Spinetta en La Falda

El pasado 23 de enero Luis Alberto Spinetta hubiera cumplido 71 años. En la previa de un nuevo homenaje al fundamental músico, hacemos un repaso de sus presentaciones faldenses.


Spinetta Jade en La Falda '83 (foto: Lucía Seguí)


Por Néstor Pousa

Cada 23 de enero se celebra en el país el Día Nacional del Músico. La fecha, establecida por la Ley 27.106 en 2015, refiere al natalicio de Luis Alberto Spinetta, uno de los músicos argentinos más destacados e influyentes de todos los tiempos.
Desde su partida, un 8 de febrero de 2012, fueron innumerables los homenajes que se realizaron, y se siguen realizando, en su memoria.
Próximamente será el turno de la banda faldense Blind quienes brindarán su tributo al creador de Muchacha ojos de papel, el próximo jueves 11 de febrero en Isolina Casa de Té.
Blind es una formación de rock integrada por: Nacho Aguirre (voz y guitarra), Agustín Grasso (bajo), Basel Abdel Masih (guitarra) y Nahuel Loza (batería), y están pergeñando un concierto homenaje con la participación de músicos locales y evento multimedia, el cual se encuentra en etapa de pre-producción.
 
La relación de Spinetta con La Falda fue prolongada y muy fructífera. En reconocimiento una calle de esta ciudad lleva su nombre. Por eso nos pareció oportuno repasar, en orden cronológico, los diez conciertos que el Flaco ofreció aquí, entre 1981 y 2002.

1) El debut de Spinetta en La Falda no pudo ser más auspicioso. Fue el domingo 15 de febrero de 1981 con Almendra, durante la segunda edición del Festival Argentino de Música Contemporánea (luego Festival de Rock). Para ellos significaba el cierre de una extensa gira nacional en lo que se conoció como la reunión de aquel grupo pionero. Arribaron por la mañana al Auditorio Municipal, ensayaron en el camión que transportaba los equipos y a la noche brindaron el último concierto oficial de la banda (sin contar el set realizado en 2009 para Las Bandas Eternas).


Almendra en La Falda '81

2) La Falda ‘83. Luego de un paréntesis de un año Luis regresaría al Festival de La Falda al frente de Spinetta Jade, un seleccionado de talentosos músicos que, excepcionalmente, se había transformado en cuarteto con el ingreso del cordobés César Franov (de notables 17 años) en el bajo, Leo Sujatovich en teclados y “Pomo” Lorenzo en batería.

3) La Falda ‘84. Con el ingreso del guitarrista Lito Epumer, Spinetta Jade volvía a su habitual formación de quinteto. Era la antesala del álbum Madre en años luz y Luis concretaba su tercera aparición faldense. Durante esta edición se produciría el encuentro cumbre con el Cuchi Leguizamón.


Con el Cuchi en La Falda '84 (foto: Claudio Fantini)

4) La Falda ‘85. Ya sin Mario Luna al frente del festival, la municipalidad local montó una edición casi de emergencia y de una sola noche (sábado 2 de marzo). Spinetta mostraba allí su faceta solista y acústica, sin banda de apoyo. Un formato exclusivo que no dejó demasiados registros documentales en su discografía oficial (Kamikaze sería lo más aproximado).

5) La Falda ‘86 (El Festival del Siglo). Con una producción muchísimo más ambiciosa se realizó esta edición de cuatro noches, con estilo novedoso y las bandas más sobresalientes del momento. Ante tanto brillo, a Luis le bastaría su guitarra Ovation para deslumbrar con las baladas de su disco Privé. Siempre con el Auditorio Municipal como testigo.


Spinetta Presidente en La Falda '86 (foto: Andy Cherniavsky)


 6) La Falda ‘87. El siguiente sería un concierto fallido. Durante la caótica edición de febrero de 1987, Spinetta-Páez estaban listos para mostrar su muy elogiado trabajo a dúo (el álbum doble La la la), pero una pésima organización y los incidentes posteriores, determinaron la cancelación definitiva de la tercera y última noche (domingo 8 de febrero), la misma jornada en la que también se iban a presentar Luca Prodan con Sumo. Imperdonable.

7) El Cantautor ‘89. Para este ciclo producido por el BB Muñoz durante enero y febrero de 1989 en el Cine Teatro Gran Rex de La Falda, Spinetta se presentaría en dos noches consecutivas, nuevamente en plan solista, el sábado 21 y domingo 22 de enero. Dos conciertos inolvidables, por la cercanía y la intimidad que proponía la acogedora sala del hoy lamentablemente desaparecido coliseo faldense. “Fueron no menos de quince reuniones con él, para poder convencerlo”, nos confiaba el BB Muñoz. Ese verano el Flaco empezaría a festejar su cumpleaños número 39 nada menos que en La Falda. 


El Cantautor '89 (foto: Ricardo Sisti)

8) La Falda ‘92 (Renace el mito). Con el regreso de Mario Luna a La Falda, el histórico organizador convocaría a los nombres que escribieron parte de la historia grande del ciclo. Entre ellos el Flaco Spinetta que aprovecharía para apadrinar a unos debutantes Illya Kuriaky and the Valderramas (con su hijo Dante al frente). El Flaco subió muy tarde a tocar, cerca de las 5 de la mañana del domingo, asistido por una banda eléctrica similar a la que registró el disco en directo titulado Exactas.

9) La Falda Rock 2002. José Palazzo y el Perro Emaides, fundadores del Cosquín Rock, tomaban el control del legendario festival cambiando la fecha a septiembre (día de la primavera). Los productores imaginaron una noche dedicada a los clásicos del rock argentino. Y Luis no se la quiso perder. Todos esperaban que tocara un cancionero antológico que sintonizara con el perfil celebratorio que se le intentó imprimir a aquella jornada. Pero, demorando esa pretensión (hubo que esperar al ya mencionado concierto de Las Bandas Eternas para eso), se concentró en un repertorio actualizado con base en trabajos como Los Ojos y Silver Sorgo, aunque filtrando una remozada versión de Me gusta ese tajo (Pescado Rabioso) como única concesión a la nostalgia. “Que La Falda siga siendo un festival de paz y amor para siempre”, fue el saludo final de Spinetta antes de pisar por última vez suelo faldense.