jueves, 20 de octubre de 2011

Deep Purple: perfectos conocidos

Gillan & Morse en acción  (*)
La célebre banda inglesa pisó por tercera vez suelo cordobés. El Orfeo Superdomo fue la locación elegida para este show que tenía que hacer olvidar la fallida performance en Cosquín Rock ‘09.

RECITALES

Por Néstor Pousa © 2011

Cuando Deep Purple llegó por primera vez a Córdoba -en diciembre de 2006- fue un hecho extraordinario que pensamos no volvería a repetirse. Pero en el verano del 2009, el Festival Cosquín Rock -por entonces en la comuna de San Rocke- los tenía como uno de los números internacionales y favoritos en su cartelera. Lamentablemente esta fue una actuación fallida a causa de los problemas de salud que tenían a mal traer las condiciones vocales de Ian Gillan. Y Purple con un Gillan en una gamba, no es Purple. Resultado: todos nos volvimos decepcionados esa noche de la comuna.
Por eso esta nueva aparición en los escenarios cordobeses de la banda que es una de las fundadoras del estilo pesado y duro del rock, tenía que hacer olvidar aquella falsa performance, había que poner las cosas en su lugar, y eso fue lo que ocurrió.
La presentación del martes 18 de octubre en el Orfeo Superdomo fue definitivamente superior a la de febrero de 2009, porque mostró a un Ian Gillan con su garganta en mejores condiciones para afrontar un repertorio que es muy exigente, aún para él mismo. Canciones que cuando fueron concebidas, jamás proyectaron que las iban a tener que seguir tocando a los 66 años (edad actual de Gillan), y que cada actuación iba a ser una exigente maratón.
Esta vez el cantante y líder pasó la prueba, a pesar que en algunos pasajes parecía no llegar a aquellos increíbles falsetes de otros tiempos.
En cuanto al resto, resulta difícil no extrañar la Stratocaster de Ritchie Blackmore; o al inefable Jon Lord atrás del Hammond, porque fueron ellos los que delinearon la marca registrada de su sonido. Pero estos ya no están y Deep Purple logró sobreponerse a esas bajas y siguió su camino como casi ninguna otra banda de rock and roll lo pudo hacer.
El repertorio, eso sí, es impecable. No hay objeciones, salvo que uno sea muy exigente y reclame números como Child in time, el que hace mucho tiempo que Gillan ya no canta en vivo. El lugar de ese colosal lento lo ocupa When a man blind cries. Hay otras canciones, como Burn o Stormbringer, que indefectiblemente se negará a entonar porque fueron grabadas por David Coverdale, el cantante que sustituyó a Gillan cuando este se alejó de la banda; y se sabe que los celos y peleas entre estos célebres músicos ingleses siempre estuvieron a la orden del día.
El único que tiene asistencia perfecta en 43 años de carrera es Ian Paice. Al baterista, y miembro fundador, es un placer verlo en vivo, por su increíble precisión y resistencia para tocar durante dos horas completas sin parar. En sus parches y en el monolítico bajista que es Roger Glover, se sustenta el clásico sonido púrpura.
A Steve Morse y a Don Airey les toca lo más difícil, ellos son los reemplazos de Blackmore y Lord, y la verdad es que por condiciones están a la altura de la responsabilidad que les toca. Tal vez por eso son presentados con especial énfasis cuando abordan sus partes solistas: Morse con sus propios temas instrumentales (Contact lost y The well dressed guitar); y “The incredible Don Airey” (sic Gillan) en una especie de suite que incluyó momentos de Piazzolla interpretados con solvencia.
La lista de temas no descuidó casi ninguna época. El comienzo fue demoledor y sin respiro con un doble tándem de Highway Star; Hard lovin’ man, Maybe I’m a leo (uno de esos riff implacables) y Strange kind of woman.
Viaje al más acá para presentar lo más moderno del repertorio, el tema que titula la placa Rapture of the Deep, una melodía orientalista que defiende el prestigio de la banda en el nuevo milenio.
Durante toda la noche Gillan entrará una y otra vez a tomar aire a su mini bunker camuflado atrás de la batería de Paice, y volverá a la carga con Knocking at your back door; y luego tras la intro fantasmagórica de los sintetizadores de Airey, con una gran versión de Lazy en donde desenfundará su armónica por única vez.
En los directos de Purple jamás faltaran los contrapuntos entre guitarra y órgano; y entre la voz y la guitarra; ni los fraseos de conocidas melodías que uno jugara apuradamente a adivinar de cual se trata, hasta que te quedas sin tiempo porque ya se viene otro set tan arrollador como el del comienzo, con Perfect Strangers, Space truckin’ y el riff más famoso del mundo: Smoke on the water, del que no hace falta agregar nada más.
Había que ver las caras de los fans, había que ver sus pintas. De lo más variado de la fauna vernácula recitalera, porque una banda como Deep Purple atraviesa generaciones. Pero faltaba algo, cumplir con la liturgia de todo concierto de rock, el cual debe tener, sí o sí, bises. Fueron dos: Hush (uno de los temas que menos se parecen a Purple) y por fin Black night, extraña paradoja para una noche que, por el contrario, se había iluminado con el mejor rock de todos los tiempos.-

(*) Foto: Sergio Cejas (http://www.lavoz.com.ar/)

sábado, 15 de octubre de 2011

Deep Purple va por el triplete en Córdoba

CARTELERA


Por Néstor Pousa © 2011

La mítica banda inglesa liderada por el vocalista Ian Gillan llegará a Córdoba por tercera vez, luego de su paso en 2006 en el Estadio Juniors y en 2009 en el Festival Cosquín Rock en la Comuna de San Rocke. Esta vez será en el marco del tour Around the World Live y la primera en el Orfeo Superdomo, espacio que presentará para la ocasión su formato teatro, el contexto ideal para que los fans del grupo puedan volver a escuchar en directo grandes éxitos como: Smoke on the water, Highway star, Strange kind of woman, Black night, y muchos más.
La banda, formada en 1968, está compuesta en la actualidad por los históricos Ian Gillan (voz), Ian Paice (batería), Roger Glover (bajo); a los que suman Steve Morse (guitarra) y Don Airey (teclados).
Lo que hay que saber. Deep Purple se presentará el martes 18 de octubre desde las 21:30 hs en el Orfeo Superdomo (Cardeñosa 3450). 
Precios: Pista $495 - $440 - $385 - $330.  Sector Rojo $330 - $275 - $242 - $198.
Anticipadas: Dino Mall (Rodríguez del Busto - Ruta 20 - Dino Express San Vicente).-

Bio Púrpura. La historia de Deep Purple comenzó a tener peso específico en 1970 con la edición de su cuarto álbum, “In rock”, con el cual comenzarían a tener verdadera notoriedad. Habían debutado en 1968 con “Shades of the Deep Purple”, siempre con el liderazgo de Ritchie Blackmore, pero fue recién dos años después y tras varios cambios en su formación que darían el gran salto gracias a números como Child in time y Speed king contenidos en “In Rock”.
Para ese entonces la banda ya contaba con los integrantes más célebres que tuvo en toda su historia, Ian Gillan en voz, Jon Lord en teclados, Roger Glover en bajo, Ian Paice en batería, además del nombrado Blackmore, su emblemático guitarrista.
El éxito comercial y su prestigio seguiría creciendo en años subsiguientes con la publicación de “Fireball” (1971), y más aún con “Machine Head” (1972), el que incluye uno de los himnos rockeros de todos los tiempos, Smoke on the water. El colofón de tan impresionante seguidilla de éxitos sería la edición de un memorable disco doble en vivo registrado durante una serie de conciertos en las ciudades de Tokio y Osaka. Ese trabajo aparecido en 1973 se tituló “Made in Japan” y en su lista aparecían calientes versiones en directo que realzaban lo que la banda había conseguido en estudio. Así, Child in time, Highway Star, Strange kind of woman, Lazy y especialmente Smoke on the water pasaron a formar parte de una antología de clásicos musicales a escala mundial.
Junto con el suceso arrollador llegarían las peleas internas y las deserciones que hipotecarían el futuro del grupo. Se producen importantes cambios en su formación, David Coverdale reemplaza a Ian Gillan y Glenn Hughes hace lo propio con Roger Glover, así publican durante 1974 dos reconocidos trabajos: “Burn” y “Stormbringer”. Para “Come taste de band” de 1975 Tommy Bolin sucede a Blackmore. Será recién en 1984 con “Perfect Strangers” que la banda vuelve a alistar al dream team de Blackmore-Gillan-Paice-Glover-Lord.
No obstante las idas y vueltas, las peleas y reconciliaciones, los altibajos y los trabajos solistas de sus integrantes, Deep Purple siguió escribiendo su rica historia hasta nuestros días. Hoy ya no están en sus filas ni Ritchie Blackmore, ni Jon Lord, las que podríamos considerar dos bajas sensibles. En su lugar aparecen, respectivamente, Steve Morse y Don Airey. De los históricos están presentes Gillan, Glover y Paice.
Su último disco editado a la fecha se llama “Rapture of the deep” (2005), pero lo que realmente les devolvió la sonrisa a los veteranos fans cordobeses es que por tercera vez en cinco años tendrán la oportunidad de reavivar el mito en un escenario local.-   

domingo, 2 de octubre de 2011

Horacio Burgos: “La música nos hace libres”

Burgos y su clase maestra
Organizado por Jammer´s School y con auspicio de la Secretaría de Cultura y Educación de La Falda, el  talentoso guitarrista Horacio Burgos dictó una clase maestra sobre su instrumento. 

Por Néstor Pousa © 2011

El primer sábado de primavera fue uno de esos días tan perfectos que te dan ganas de hacen mil cosas juntas. Horacio Burgos lo advirtió y por eso agradeció sinceramente a su auditorio por haberse tomado el tiempo para presenciar su clínica sobre “Acercamiento a la guitarra”.
El evento fue el primero organizado en el presente año por la Jammer’s School que dirige Marcelo Avilés; y fue el debut, en su condición de auspiciante, de la reformulada Dirección de Cultura y Educación de la Municipalidad de La Falda, a cargo de Alicia Auferil, en funciones desde el 1 de septiembre pasado.
Fue un auspicioso debut tanto para la escuela como para el flamante ente municipal, porque el programa resultó ser de una altísima calidad.
Horacio Burgos se sumará prontamente al staff de profesores de la Jammer’s, academia que con casi dos años de actividad en la enseñanza de la música y las artes, pretende hacer historia en La Falda. De esta forma la clínica y master class de guitarra realizada por Burgos fue, además de su presentación ante el alumnado, el primero de una serie de eventos que prometen multiplicarse en el futuro cercano.
Casi todos conocemos a Horacio Burgos (guitarrista, docente, compositor y arreglador) no obstante repasar su curriculum no deja de sorprender. Tocó al lado de un montón de notables personajes, bastaría nombrar al Dúo Salteño, Alejandro Dolina (en la opereta Lo que me costó el amor de Laura), Rubén Rada, Baglietto, Ligia Piro, Zamba Quipildor, Peteco Carabajal, Mingui Ingaramo, Los Huanca Hua, Silvia Lallana, Germán Nager, Ica Novo, Claudia Brant, y nos quedaríamos cortos. Porque además compuso y grabó música para películas y sacó a pasear su arte por el lejano Japón, de gira junto a Jorge Cumbo y Hugo Fattorusso. De entrecasa, es miembro estable del elenco del Festival Nacional del Tango de La Falda.  
Su discografía personal incluye los álbumes: Burgos toca tango, Celebración, Reunidos y Burgos-Nager-Clark en Vivo.
En la concurrida intimidad de la sala Burgos confiesa haber renovado votos con la docencia, aunque desde hace ya diez años que es titular de la cátedra de guitarra en la especialidad de Música Argentina en La Colmena, prestigiosa escuela de música de la ciudad de Córdoba; y en el Laboratorio de Música Popular de Villa Carlos Paz. Y aunque desarrolla de manera intensiva sus clínicas sobre el Arte de la rítmica por distintas ciudades del país, la que realizó en La Falda el pasado sábado 24 de septiembre en el Salón Leopoldo Marechal fue distinta, y eso se percibió claramente.
Él propio protagonista reconoció haber contado cosas que no había dicho antes, y que de ahora en más debía sostener. Lo hizo con el magnetismo natural de un chamán, y consiguió mantener a la platea en atención permanente y en un silencio absoluto, para escuchar sus relatos de 40 años de experiencia. Un riquísimo universo de palabras que no sólo trataban sobre acordes, escalas, digitación y ritmos; sino que además mezclaba con cuentos, historias de vida, infaltables anécdotas, y citas a Borges, Piazzolla, Bach o Los Beatles, entre muchos otros. 
“Me di cuenta que la sensibilidad está a flor de piel en cualquier persona, y que la ciencia y el arte siguen aportando libertad; porque tocar un instrumento, pintar un cuadro, bailar, cantar; es una mera, maravillosa, hermosísima excusa que nos brinda el arte, pero para otra cosa: nada más, ni nada menos que para ser libres”, dejó como mensaje introductorio Horacio Burgos, y a la vez funcionó como epílogo de una clase maestra de guitarra y de música, en el más amplio sentido de la expresión. Ya se dijo, sus organizadores prometen que vendrán muchas más. Así sea.-